DANGER

Prologo & Capítulo 1

¿Por qué recordamos?

Como una tormenta que amenaza la calma, como las llamas del fuego abrazando e incinerando todo a su paso o como las simples nubes que cubren un inclemente sol, el precio existencia se debe pagar de alguna manera ¿Alguna vez has pensado en cómo es un desierto?

Un par de chicas gozaba de su privacidad y de sus vacaciones en la bella ciudad de Barcelona. En departamento a un lado del edificio donde se encuentran su otro par de amigas con las que habían quedado de salir por la noche junto con su otra incondicional amiga Momoka. Mientras tanto, Sayaka cambiaba los canales de la televisión sin decidirse por alguno solo matado el tiempo, Miyuki parecía muy ocupada en su computador portátil, ella aun es miembro del departamento de policías al menos por ahora; debido a los sucesos que anteriormente pasaron obviamente tenia bien merecido un tiempo de descanso.

–¿Qué haces Sayaka? –

–¿Eh? –

–¿Que qué haces? –

–Nada, solo veo que hay en estos canales–

Sayaka, quien estaba recostada observa como camina lentamente Miyuki hacia ella, sin quitarle la vista de encima, sintiéndose ansiosa por ello voltea su vista de nuevo al televisor y seguía cambiando los canales.

–¿Ay algo interesante? –

–No, nada–

–Mmmh, puedo acompañarte–

Miyuki, balanceando sus caderas sin perder su peculiar sonrisa captura completamente la a tensión de Yamamoto quien devuelve su vista a hacia ella. Y su corazón da un brinco al sentir como la rodilla de la chica busca lugar en medio de la suyas.

–P-pues claro ¿No estabas ocupada? –

Sayaka traga saliva mientras Miyuki se apodera del momento estando sobre ella. Miyuki es una chica impredecible aun si su actitud siempre sigue un patrón de encanto y dulzura pero sus acciones ponen nervioso a cualquiera. Gozaba de poner nerviosa a Yamamoto, la cual caía fácilmente en sus encantos. Quitándole el control de la mano los canales dejaron de importar conforme Miyuki hipnotizaba los ojos felinos de Yamamoto y cerraba la distancia entre ellas.

–Lo estaba, ya no–

De inmediato Sayaka percibía su delicioso aroma y la temperatura agradable de su cuerpo, poco a poco se adueñaba de sus sentidos y desaparecía la noción del tiempo. Miyuki deja ver una amplia sonrisa al ver que sus intenciones son todo un éxito. De forma contraria a como llego a ella, deja un inocente beso en la punta de su nariz y se acurruca en su pecho.

Sayaka cierra sus ojos, y sonríe un poco mientras su estado de alerta y el aire de peligrosidad disminuían. Ella solo atina a abrazarla y jugar con su cabello mientras disfruta de ese momento, de pronto una pregunta proveniente de la boca de Miyuki le distrae.

–¿Sayaka? –

–¿mmh? –

–¿Valió la pena?–

–¿Cómo dices? –

–¿Qué fue de ella? –

No comprende de pronto la cuestión de Miyuki pero sabe que no se habían tomado el tiempo de hablar muchas cosas que se quedaron detenidas en el tiempo y que nunca aclararon. Sayaka cae de inmediato en sus recuerdos, en todo lo que había sucedido con ellas y con sus amigas, el peligro, los sacrificios y sobre todo, en el inicio de su caótica y peligrosa relación.

++++++++++++++++++++++++++ VARIOS AÑOS ATRÁS+++++++++++++++++++++++++++++

¿Por qué recordamos?

Como los capítulos de una telenovela, la secuencia de una película. No sabían lo que la vida les tenía preparado para poder llegar a donde estaban ahora, en algunos de sus capítulos personales había sucesos que prefirieron olvidar, estas dos chicas.

Fue maravilloso, y pudo ser mejor. Pero siempre por alguna razón saben que en cierta parte se debe hacer un alto, detenerse. Hay una voz dentro la cabeza que indica que es lo que se está haciendo y aunque se niegue a ello, el cómo se está haciendo.

Sentada en la azotea del piso más alto de una escuela mixta muy prestigiosa donde solo la elite más alta podía ingresa y no solo por el dinero si no, por el intelecto en Tokyo, ella; Yamamoto Sayaka miraba todo y nada mientras emitía pausadas notas en su guitarra acústica. No era una chica extraordinaria pero si tenía un carácter difícil. Se sabía un líder innata y bastaba con chasquear sus dedos para ganarse a una multitud y hacer una revuelta. Tampoco era despiadada, solo se sentía sola. Hace ya 10 años que dejó su pueblo natal por el trabajo de sus padres a los cuales solo les importaba cuidar sus negocios. Nunca estaban en casa y se la pasaban viajando. A decir verdad, aun no comprende por qué se mudaron de Osaka si solo iba a estar fuera de casa.

A pocas semanas de haber comenzado al fin a la escuela media se daba el lujo de faltar a clases, obviamente tenia uno de los mejores promedios, el cual la llevara muy lejos y sus padres ya están pensando en la mejor universidad para su hija. Aunque ella tiene otros planes en su mente muy lejos de los deseos de ellos.

Mientras ella divagaba cosas y tocaba notas al azar, alguien le miraba desde la puerta que daba acceso a la azotea. Sin duda Yamamoto Sayaka no era como cualquiera y podía sentirse orgullosa de ser su única amiga en su vida.

–Sayaka–

–¡Oh! Yuihan–

Yamamoto dirige su mirada hacia la entrada y ve con gusto la llegada de su mejor amiga quien se acerca caminando con sus manos detrás de ella de igual forma sonriéndoles cálidamente.

–¿Ya desayunaste? –

–Sí, algo–

–¿Como que algo? Últimamente estas muy delgada–

–Soy vegetariana ¿lo olvidas? –

–No, no lo olvido pero últimamente te he visto muy decaída y casi no comes bien–

–Tienes una gran imaginación–

–mmmh, – Deja salir un pequeño sonido sabiendo bien que no le dirá nada –bueno, voy al consejo estudiantil solo pasaba a saludar por cierto, ¿algún día te dignaras a ir? –

–No lo sé, no me necesitan te tienen a ti–

–Lo mismo dijiste el año pasado ¿Cuál es la excusa de este? –

–¿Que no hay un club de música? –

–aaah Yamamoto, ¿Qué voy a hacer contigo? Es lo único que te importa–

–Sí, y no tienes que hacer nada solo… sigue igual que siempre–

–Está bien, ¿te veo más tarde? –

–Sí, ¡oh! ¡Yui! –

–¿Qué pasa? –

–Sobre eso, ¿Puedo quedarme en tu casa esta noche? –

–Por supuesto–

Yokoyama Yui, una chica prestigiosa y visepresidenta del consejo estudiantil, inteligente, responsable e inalcanzable para muchos. Pero ante tanta perfección algún defecto debía de tener, atraída por el intelecto y el talento de Sayaka, quien es la única que puede superarla pero no sabe porque no ha decidido hacerlo, se ha convertido en un objetivo que persigue desde que se dio cuenta de ello, si tan solo Yamamoto no fuera tan despistada las cosas serían más sencillas. Llevaban siendo amigas desde el primer grado de primaria y siempre ha sido un poco difícil llegar a ella, no porque sea mala persona, es muy tímida.

Aún recuerda a una pequeña niña que parecía quebrace por el viento, cabello largo y lacio escondida detrás de un señor robusto. Ella es la única que sabe que lloro en su primer día escondida detrás de unos arbustos y debido a eso, tuvo la oportunidad de acercarse a ella y descubrir a una persona más que especial.

Dejándola sola con su guitarra conociéndola mejor que nadie ella se retira a sus labores con una tranquilidad inmensa que siempre la acompaña sabiendo que la vera más tarde aunque ahora, ya no comparten la misma aula, aun así la sigue frecuentando mucho.

******Osaka******

Al mismo tiempo pero en la peculiar ciudad de la comedia y el sentido del humor, a las afueras, existía un campus solo para señoritas que contaba con todos los niveles educativos excepto el nivel superior, pero debido al prestigio y la excelencia los mejores promedios podían aspirar a un lugar en las mejores universidades de todo Japón.

Ahí prácticamente habitaba una chica elegante, impecable y el ejemplo a seguir incluso para sus mayores. Con el promedio excelente venía arrastrando un legado perfecto que la hacía indispensable para el consejo estudiantil incluso en su primer año de preparatoria, el cual en esta institución tenía el mismo nivel de mando que el del director. No se podía hacer nada sin antes pasar por la aprobación del consejo.

La chica era un dolor de cabeza para muchas y una Diosa para otras, pero de igual forma obedecían. Tenía algo que la hacía captar la atención y lavar sus mentes hasta el punto de llegar un convencimiento total e imponer su voluntad. Todo aquello, siempre orquestado por una hermosa y amplia sonrisa. Dicho en otras palabras, era una maestra en el arte de la manipulación.

****TOKYO****

La tarde caía y Yamamoto esperaba a Yui en la puerta principal del instituto, con el uniforme desliñado y su actitud relajada. Tenía su guitarra en su estuche a sus pies mientras se recargaba en la barda a la espera. A veces parecía muy engreída pero la mayor parte del tiempo era muy torpe y solo se refugiaba en la música y metía a Yui en bastantes dificultades de las que salía bien librada debido a su coeficiente intelectual por el cual aprobaba todo incluso sin ir a clases.

A la distancia se acercaba la chica que es dueña de su tiempo y con la cual parece no tener problemas de compartir su vida. Se rumoraba que ellas dos eran "raritas" y en muchas ocasiones Sayaka exasperada por esos comentarios llego a confrontar a muchos y muchas molesta por ese tiempo de personas que no tiene nada más que hacer que husmear en la vida de los demás. En su inmadurez ella no veía más allá de su individualidad pero de alguna manera siempre terminaba llamando la atención y dando de qué hablar.

–Sayaka–

–Yuihan–

–¿Nos vam…?–

–¿Qué sucede? –

–Sayaka–

–Papá–

–Hemos venido por ti–

–Ya tengo planes–

–Dije, hemos venido por ti–

–Y yo dije que tengo planes con mi amiga–

–Sayaka–

–Está bien, nos veremos otro día Sayaka–

–Pero, es fin de semana y–

–Nada nada, discúlpelas molestias señor, yo me retiro con permiso–

–Pase usted–

–¿Y ahora adonde me vamos? Es raro que vengas por mí –

–Bueno, no sé si tengo que recordarte que hoy es cumpleaños de tu madre y me gustaría que fueras un poco más agradecida–

–Oh, lo siento–

–Sube tus cosas al auto, iremos a recogerla para ir a un restaurante, ya tengo hechas las reservaciones, ¡ah! Y acomódate ese uniforme–

–Si–

Mientras su padre conducía un lujoso auto, ella arreglaba su blusa, corbata y saco. Era un uniforme muy elegante en tonalidades gris-negro-tinto y estaba de más decir que portarlo era un lujo.

Al llegar al restaurante, ellos bajan y conviven como casi nunca lo hacen. En verdad era muy extraño pero era especial. Después de hace mucho tiempo Sayaka se sentía en familia y completa, definitivamente cambiaria toda la riqueza que poseen sus padres por poder tenerlos a diario en casa.

Pacería que el día terminaría con esta bella satisfacción viendo a sus padres sonreírse uno al otro y sonreírle a ella. Ya era noche y el regreso a casa aún era un poco largo. Su padre manejaba respetando los límites de velocidad en carretera libre para llegar su destino pero habían olvidado algo muy importante. En una curva angosta las luces de un par de trailers que parecían jugar carreras hacen que el padre de Sayaka pierda el control del vehículo intentando esquivarlos, no había mucho a donde hacerse ya que venían invadiendo carril en aquella curva.

Todo daba vueltas y no asimilaba lo que ocurría tan rápido, solo atinaba a cerrar sus ojos mientras se aferraba a lo primero que encontró y recibía golpes por todas partes conforme su cuerpo se sacudía por toda la parte trasera del vehículo. De pronto todo se detiene y ella intenta abrir sus ojos pero no puede, al parecer el coche esta con las llantas apuntando al cielo y por algún motivo ajeno a su conocimiento no pude moverse, no siente partes de su cuerpo. Entre toda su confusión ve una parte del cuerpo de su madre y de su padre completamente irreconocibles bañados en sangre.

No sabe cuánto tiempo ha pasado, intenta abrir lentamente sus ojos, todo es borroso, no escucha nada y solo ve luces de colores rojas, amarillas, azules y como saltan chispas provenientes de algo que corta el vehículo y detrás de ellos hay un oficial de cabello corto esperando con las manos en la cintura. Con mucho cuidado los bomberos y paramédicos la sacan de donde está y es puesta en una camilla. El oficial se acerca ella y lejos, muy lejos percibe que le ha dicho "Todo estará bien", después eso ella cierra sus ojos y pierde la conciencia de nuevo.

Ninguno de los ocupantes del vehículo en el que viajaban llevaba puesto el cinturón de seguridad y sus cuerpos fueron prensados dentro, siendo Sayaka la única que corrió con suerte.

***Osaka***

–Siento mucho lo ocurrido, comandante –

–No puedo creer esto– Dice él dejándose caer en su silla. El sargento Miyasawa Sae fue quien viajo desde Tokyo hasta Osaka para darle la noticia al actual comandante de la prefectura. Incluso fue ella quien presencio el rescate de la adolecente que fue trasladada gravemente al hospital. –¿Cuál es el estado de salud de ella–

–Es grabe, la vi consiente por algunos minutos pero fue inducida a un coma dado lo complejo de su estado. Bien, he cumplido con mi encomienda. Volveré a Tokyo y le mantendré informado–

–Sí, puede irse–

En cuanto el Sargento Miyasawa sale de la oficina del comandante, el mira una foto en su escritorio de su hermano y su familia. Pensando en el futuro que le depara a la todavía adolecente Yamamoto derrama algunas lágrimas en la soledad de esa habitación.

***Tokyo***

Había pasado un mes entero desde aquel accidente, y hace apenas una semana recobro la conciencia. Sin dejar pasar más el tiempo, su tío la visito y ante su insistencia se vio obligado a confesarle la verdad diciéndole que solo ella logro sobrevivir. Inmediatamente cayó en una profunda depresión de la que nadie podía sacarla. Su actitud cambio incluso con su amiga Yokohama Yui.

–¿Puedo pasar? –

–Ya lo hiciste–

Apretando sus labios, soportando los desplantes y el mal carácter de Sayaka, Yui entra de lleno llevando algunas cosas con ella.

–Te traje los apuntes hasta el día de hoy–

Yui extiende su mano bajo la mirada de desprecio de Sayaka quien los siente como los deja aun lado de ella.

–No los necesito–

Con su mano derecha tira los cuadernos como un gato se deshace de las cosas de una repisa, ni siquiera dudándolo un poco.

–Per- –

–¡No necesito seguir soportando tu lástima! –

–No te tengo lastima, somos amigas ¿ya lo olvidaste?–

Aparentemente con la calma que caracteriza su temperamento, levanta sus propios cuadernos y le responde serena, sin embargo Sayaka saca su peor lado últimamente cuando la deja después de la visita.

–No necesito nada ¡Vete! Déjame sola ¡QUIERO ESTAR SOLA!–

–¡Es suficiente Sayaka! ¿EN VERDAD ESO ES LO QUE QUIERES? –

–¡SI! –

–Bien, ¡hazle como quieras, como puedas y cuando quieras! ¡ESTAS INSOPORTABLE! –

–¡Ya vete! –

Aunque trato de contenerse no logro hacerlo, empuña sus manos y aprieta sus dientes. Su quijada hacia una fricción forzada entre sus dientes. Su coraje solo le arroje los cuadernos sobre la cama cayendo algunos al piso, gira un poco su cuerpo y camina seguida por la mirada iracunda de Sayaka. Se detiene cuando desliza la puerta corrediza y la mira como nunca antes lo hizo, molesta.

–Estoy decepcionada de ti.– Sayaka frunce más el ceño pero sus labios tiemblan en muecas que reprime para no verse vulnerable –No creí que fueras tan débil– Cerrando la puerta con un estruendoso golpe le hace saber que a partir de ahora está completamente sola.

Sayaka agacha su vista aun con su ceño fruncido se mira así misma inútil, agacha su cabeza y arruga la sabana que la cubre son sus puños aun débiles. Aun después de todo lo que siente no puede derramar ninguna lagrima solo es una telaraña de emociones negativas.

Pasaron dos semanas más y Yui no volvió a visitarla, su tío le acompaño a casa después de su alta, pero aquel lugar era el menos indicado para volver. Estaba lleno de recuerdos y fotografías que lastimaban más su corazón.

–¿Segura que estarás bien? –

–Si–

–Debo volver a Osaka, pero tramitare mi cambio a Tokyo cuanto antes–

–No es necesario–

–¿Segura? –

–Si–

–Vendré a verte en mi día libre–

–Sí, está bien–

Dejándola a su suerte ella se encierra en las paredes de su casa, descuida su aspecto, simplemente deja de importarle todo lo que sucede a su alrededor y se abandona a su suerte. Olvida que tan solo tiene 15 años y descubre falsas salidas a lo que le atormenta. Ocasionalmente acudía a clases pero era una chica completamente diferente.

–¿Qué me miras? –

Caminando por uno de los pasillos se topó con una chica de cabello largo un poco más alta que ella quien solo tuvo la mala suerte de coincidir en su camino. La chica se detiene de golpe intimidada.

–¿Eh? –

–Que, ¿qué me miras? –

–¿Yo? –

–¿Acaso hay alguien más? –

–Bueno, este… yo… no–

Parecía que la chica se encogía por cada paso que daba amenazante hacia ella, es cierto que la estaba mirando pero solo porque venía en dirección contraria aunque, los rumores y su mala fama la hacían objetivo de críticas y Sayaka lo sabia perfectamente.

–Déjala tranquila, ella no te ha hecho nada–

Sayaka gira al escuchar una voz muy serena que se acerca a su espalda y cuando intenta tomarla de hombro ella sequita bruscamente.

–Metete en propios asuntos–

–Los alumnos son parte de mis asuntos y aunque no quieras tu eres una alumna–

–Ha, olvidaba que eres la vicepresidenta–

La chica asustada, aprovecha que la conversación cambio de protagonistas y se escabulle dejándolas ahora a ellas discutiendo. No era la primera vez, ya habían tenido varios enfrentamientos directos con Yui, a quien no agredía pero tampoco obedecía, solo se daba la vuelta ignorándola. Hoy parece ser que no la ignora del todo.

–Así es, ¿Por qué vienes en esas condiciones? –

–Puedo venir como yo quiera–

–Sayaka, ¿acaso estas ingiriendo algo que no debas? –

–No te importa–

–Claro que me importa, a pesar de todo eres mi amiga. Déjame ayudarte–

Yui intenta poner de nuevo su mano en el hombro de Sayaka y esta vez ella la atrapa en el camino jalándola hacia ella. Yui podía percibir un ligero aroma extraño y definitivamente no es de nada bueno, alcohol, humo entre otras cosas.

–Aléjate de mí–

De una manera poco amable suelta su mano y la empuja un poco, da la media vuelta y sigue caminando. Con dolor en sus ojos Yui veía como poco apoco Sayaka se destruía a si misma pero de la misma forma se sentía impotente y engañada por una supuesta amistad que se ha roto a pesar de los años que llevan conociéndose. Al parecer no hay persona sobre la tierra que sea capaz de ablandar el corazón duro que ha formado.

Una mañana revisando el papeleo académico del alumnado, Yui noto que Yamamoto llevaba semanas sin aparecer, su límite de faltas estaba excedido y ya había perdido el semestre, sabía que andaba mal pero a tal extremo solo han pasado tres meses de lo ocurrido con sus padres y esto definitivamente no está bien. Preocupada por ello y con un mal presentimiento se levanta de golpe dispuesta a ir a buscarla tomando sus pertenencias.

Apenas si salió al pasillo una elegante mujer alta y esbelta, le detiene con su simple sonrisa. Huele muy bien y sus ropas parecen ser muy finas.

–Quiero hablar con la presidenta del consejo–

–Ahora mismo no se encuentra, pero yo soy la vicepresidenta ¿En qué puedo ayudarle? –

–Yokoyama Yui, ¿Cierto? –

–Sí, soy yo–

–Estoy aquí para hablar de Yamamoto Sayaka–

Yui Amplia sus ojos entre abriendo su boca ¿Quién es esta señora, como es que sabe de ella? y más importante aún ¿Qué parentesco tiene con Sayaka?

Después de observarla detenidamente reacciona mientras la elegante mujer espera.

–Oh, adelante esta es la sala del consejo estudiantil–

–Con su permiso–

Yui y esa misteriosa mujer ingresan a la sala del consejo. Invitándola a sentarse, y ofreciéndole algo de tomar. Ella toma asiento también sin mostrar su ansiedad por saber cuento antes porque apareció de pronto esta mujer.