Se oyeron los primeros cacareos de una gallina cerca de la ciudad, y ambas despertaron, un día en el granero resultaba un laboroso día de trabajo para una y deseos de matar a su compañera y grandes sentimientos de odio hacia la otra. El sol reflejaba sus primeras luces hacia aquel granero, el viejo granero, pero remodelado por sus dos nuevas inquilinas, dándole todo tipo de adornos en el interior, desde posters de la serie de Pierce y Pierre que a Peridot tanto le encantaba y que Lapis Lazuli le había agarrado interés hace algunas semanas debido a que vio un par de capítulos pero no quería admitirlo. (Obviamente, siendo Peridot la quien lo obligaba a verlo.) Hasta varias cosas naturales que la gema verde decía que eran y cito '' ¡LO INDISPENSABLE PARA MANTENER ESTE DÉBIL PLANETA VIVO!'', mejor dicho, solo un par de piedras que brillaban y algunos granos grandes de arena, pero ya que ella no había visto nada de ese tipo de grava, pensaba que eran artefactos únicos que el planeta Tierra podía dar, resultó algo curioso para Steven, tener que ver a Peridot intentando colocar engranajes (e incluso motores) sobre una roca a tal punto que esta se rompía, lo cual eso la enojaba bastante.
En ese día que comenzaba, eran las 5 de la mañana, ya que las gemas nunca duermen, ellas salieron abriendo de puerta en puerta el granero, para ver ante sus ojos, los primeros resplandores del sol, Lapis, para nada se inmuta, colocando una mirada de pocos amigos a Peridot en cuanto ve que ella intenta abrir por sus propios medios la puerta del granero, por lo que ella usa una de sus enormes brazos de agua y da un manotazo a la puerta, haciendo que se destroce y manda a volar a la pobre gema verde hacia los árboles, haciendo que ella quede tiesa, temblando del miedo por lo que la gema marina podría hacerle sin que ella se diera cuenta, se levanta un poco aterrada y se logra reincorporar, dispuesto a regañarla eso sí, una de las reglas que le dio Steven que ella respetaba era que ningún miembro se debe hacer daño al otro, Lapis rompió esa sagrada ley de oro, por lo que en su mente maquiavélica, estaba por contárselo a Steven y ver cómo reaccionaba él ante ella, cosa que desapareció rápidamente al verla a Lapis desde lejos, viéndola sentada en el final de la colina, abrazada a sus rodillas, posiblemente mirando al sol, o al mar. Peridot sentía que debía ir a ver como estaba, pero probablemente la golpearía, así que se lo había pensado un poco. Pero ese ''sentimiento'' de culpa se hacía cada vez más fuerte, de tanto meditarlo no se estaba dando cuenta de que sus piernas se estaban dirigiendo hacía esa silueta azul, no quería, lo contrario, pero tenía que hacerlo, por lo que ella accionó dar manotazos a medida que se acercaba, la otra estaba oyendo que se acercaba, lo que le causó un sentimiento de frustración al no poder estar tranquila sin que ella la moleste, por lo que solo soltó un par de gruñidos y se quedaba mirando exclusivamente al mar, para cambiar esa mirada de rabia a una de leve preocupación, solo para ocultar su rostro entre sus rodillas lentamente. Peridot se quedo quieta al verla por unos segundos, para luego recriminarle lo que le había hecho.
–¡Yo podía abrir por mi cuenta la puerta! ¿¡Lo sabes!? ¿¡Por qué hiciste eso!? ¡Ahora Steven se molestará conmigo si piensa que fui yo la que destrozó la puerta de esa manera! ¡Si no te controlabas eso hubiera pasado a peores! Si destrozabas alguna de esas… -se queda pensando un poco en cómo se llamaba el material- ¡Ah! ¡Si destrozabas alguna de esas maderas todo el granero se nos hubiera venido abajo, eres una tonta! –dijo Peridot para luego terminar su enojo sentándose al lado de ella pero un poco alejada para demostrarle que estaba molesta, pero a la vez, se moría por oír qué era en lo que pensaba su compañera, que solo daba un profundo silencio mientras miraba al mar, sin siquiera mirar a la cara de Peridot y obviamente hablaba sin hablar, ella quería estar sola y ese silencio lo decía, valga el verso. La gema verde se irrita bastante al ver que no había respuesta por parte de la otra, por lo cual se pone a gritarle.
– ¡Hey! ¡Di algo al menos! ¿Algo qué decir en tu defensa, Lapis Lázuli?- decía Peridot esperando una respuesta por parte de Lapis.
Finalmente, la gema azul hace un movimiento aparte de su mirada fría al mar para luego echar una mirada casi asesina a la otra, esta última se queda pálida (si es que se le puede decir así) al verla directamente a los ojos, ni Diamante Amarillo ponía esa mirada tan horrorosa, por lo que pega un pequeño grito seguido de un pequeño salto al verla, toda esa valentía al drenaje. Lapis, ya estando bastante molesta con solo tenerla al lado, pronunció un par de palabras para nada alentadoras.
- …Vete, ya.
A pesar de lo intimidante que se veía, eso molestó un poco a Peridot, por lo que en vez de parar con ello de recriminarle, hacía lo contrario, que es proseguir.
- ¡Vamos! ¡Di algo! ¿O acaso quieres que se lo diga a Steven?
…Esas fueron una muy pobre selección de palabras. Por lo que Lapis levanta su mano, y luego se oye sonidos de las olas golpear con más fuerza, y de repente, un par de enormes brazos emergían del enorme mar, golpeando con fuerza el suelo y rodeaban a Peridot, por lo que Lapis se levanta del suelo y la mira a Peridot, dando un par de palabras.
- … ¿Acaso piensas hablar mal de mi frente a Steven? Yo no estoy haciendo nada malo, tu… -apunta con su dedo a Peridot- Eres el enemigo aquí, si Steven no te expulsó de este planeta, o alguna de las gemas que lo acompañan no te han despedazado hasta quebrarte esa roca hasta dejarlo como polvo. Fue porque Steven es alguien bastante bondadoso y muy gentil como para dejarte quedar con él, pero fue un poco desconsiderado al dejarme quedar en el mismo lugar que tú… ¿Quieres que te diga algo más… simple para que lo entiendas? –las manos agarran a Peridot manteniéndola completamente inmóvil y preparándola para hacerle daño.- ¡ALEJATE DE MI CAMINO! –y con una gran propulsión por la presión del agua, manda a volar a Peridot a varios metros de altura, con un preciso punto para que caiga, y ese punto era la playa, en frente de la casa de Steven, bajo un grito de horror al caer, Peridot estaba precipitándose hacía el suelo, pero luego alguien saltó a toda velocidad y la logró atrapar antes de que ella caiga. Y ahí llegó Garnet, sabiendo lo que iba a pasar, ella ya estaba fuera en la playa para esperar ver a Peridot por los cielos y ver el momento para atraparla pues ella iba a caer sobre unas rocas, con riesgo a que su gema se rompa por el impacto, como si estuviera sosteniendo un bebé, la agarra de los hombros y luego la baja.
- …No debiste provocarla. –se animó a decir Garnet mientras se acomodaba sus anteojos y miraba fijamente a Peridot.
- ¡Yo ni siquiera la he provocado! ¡Me ha mandado a volar por los aires por solo preguntarle que le pasaba! ¡Santas gemas, nunca había visto a una Lapis Lázuli con tal temperamento como ella! ¡Quiere matarme! ¡Exijo pedirle al Steven que me cambie de lugar de descanso porque corro riesgo de morir si me quedo con mi compañera un segundo! Por favor, patética fusión, ¡Dime qué puedo hacer!- decía Peridot mientras se abrazaba a la pierna de Garnet, ella la queda viendo y le contesta:
- Steven está entrenando dentro del templo para desarrollar su fusión con Connie, no me gusta tener que interrumpirlo y mucho menos no poder verlo por causa tuya, pero yo puedo darte un consejo en vez de él… Y te puedo garantizar que vivirás en paz y en armonía con ella por el resto de los años con este consejo… ¿Lista?
- ¡Sí, sí! ¡Tú solo dime qué hacer, Garnet! –dice la gema verde desesperada mientras asiente varias veces la cabeza.
La fusión se acomoda los anteojos una vez más y se arrodilla para verla a su altura y se queda un rato en silencio, hasta que sacó unas palabras en limpio.
- …Ignórala. Es todo.
A la gema técnica se le cayó la cara por la confusión y además por la simpleza de la respuesta, ¿Ignorar? ¿Eso es todo?
- ¿E-Eso es todo? ¿¡Eso es todo!?
Garnet no hace nada más que asentir un par de veces ante esas interrogantes de Peridot con una leve sonrisa.
La respuesta de Garnet era bastante lógica, pero Peridot no lo terminaba de entender todavía ¿Cómo podría ignorar a alguien que la iba a matar uno de estos días? Luego de reflexionar un rato, y por la ''garantía'' que Garnet le dio, finalmente optó por aquella opción. El ignorarla se escuchaba como una respuesta que le iba a poner en situaciones de vida o muerte, pero la optó, Garnet se levantó después de ello para finalmente concluir.
- Si ves que eso no funciona, podrías también decírselo a Steven, él es el punto débil de Lapis, úsalo para que te deje, pero no abuses de eso, puede irte mal si lo haces. Bueno, me tengo que ir, ten cuidado con Lapis, y no la hagas ver esa serie que a ti te gusta esta noche… Bueno, hasta luego… -dicho esto Garnet se fue caminando hacia la casa.
Peridot suspiró un poco frustrada por la impotencia de hacer algo, así que decide calmarse y organizarse al hacer las cosas, camina por las escaleras y entra a la casa de Steven también, solo para ver que Amatista y Pearl estaban practicando sus métodos de baile, en medio de una ancha alfombra, la gema púrpura estaba demasiado aburrida, pero de alguna manera le gustaba pasar ese rato con Perla, solo para entretenerse un rato, mientras que Perla se la pasaba regañando a Amatista por sus pasos de baile, al oírla entrar, su baile se interrumpe para ver qué pasaba.
-¡Peridot! –Gritó Perla un poco sonrojada al ser encontrada así con Amatista- ¿Qué…haces aquí? Se supone que tú estabas con Lapis en el granero ¿verdad?
- ¡Exacto! ¡Se suponía que yo estaría ahí! ¡Pero esa loca me arrojó a 36 metros al aire y casi me destruyo entre otras rocas si aquella fusión extraña no estaba ahí para salvarme!
- Por nada. –decía Garnet sentada en el sofá al escucharla.
- ¿Acaso tienes una mala relación con Lapis en el granero?
- ¿¡Acaso me oyes, Perla!? ¡Deben hacer algo con Lapis! ¡Esa gema es peligrosa! ¡Yo, que soy una Peridot no tengo por qué pelear con una Lapis! ¡E-E-Ella tiene una gran superioridad al lado mío y no puedo enfrentármela con mis propios medios! ¡Tienen que hacer algo! ¡Hablen con ella, díganle lo que pasa con-¡
- Esa no es nuestra obligación. –Interrumpió Garnet- Yo ya te he dicho lo que tienes que hacer ante ella, no necesitarás de nuestra ayuda si al menos pones un esfuerzo en hacer caso a lo que te estoy diciendo, al menos deja que pase un tiempo y le hagas caso de vez en cuando, para aparentar hacerle caso, hasta que seamos nosotros los que hablemos con ella, o mejor dicho, será Steven el que hable con ella. Él es el único a quien Lapis le hace caso, ni a mí, ni a Perla, ni a nadie más. Steven es el único que puede establecer un contacto con ella sin riesgo a terminar lastimado, tienen un nexo especial. Peridot, estarás bien, solo debes esperar a que Steven hablara con Lapis para que ella logre calmarse de esa ira que la invade.
- …Está bien… Por lo menos el Steven tiene esa habilidad para hacer que todos se calmen, por lo menos podrá ayudarme. ¡Pero es frustrante! Ella no sabe que yo ya soy una Crystal Gem, sé que hice mal en cómo tratarla ¡Pero no me da una oportunidad para demostrarle como soy!
- Esa no es excusa Peridot, tú has demostrado ser un gran desafío para nosotras, por si no te acuerdas, así que si nosotros nos ha costado adaptarnos a ti, entonces Lapis también lo hará, te recomiendo más que nada que tengas paciencia y no cometas ninguna tontería con ella.
En ese punto, Peridot se quedó callada un momento, era cierto, ella demostró ser una gran amenaza al equipo al aparecer a la Tierra por primera vez al traer a Jasper consigo y le costó bastante cambiar esa mentalidad malvada que tenía, y ya le parecía lógico por qué Lapis la odiaba tanto, solo que ahora ella lo sentía, y se ponía muy extraña, por no decir que se encontraba mal que la vieran de esa forma, se pone a caminar hacia las escaleras, en donde está la habitación de Steven, para luego acostarse y cubrir su cara con una almohada, ¿Acaso servirá que Peridot ignoré a Lapis para estar en paz?
