Título: El Ángel de Akatsuki.

Resumen: Vivir en una mansión era algo aburrido cuando tenías en cuenta que no había un solo sirviente ni una gran y unida familia con quienes pasar el tiempo, pero para la pequeña Tenshiko Uchiha, eso no importaba mucho, ya que vivir en una mansión de tipo europea con un puñado de criminales rango-S era más entretenido de lo que muchos imaginarían. Aclaraciones dentro.

Aclaraciones: Este AU es una mezcla entre en universo de Naruto y el nuestro. Celulares, automóviles, internet, Kages, ninjutsu, keken kekai, Naciones Shinobi, etc. Quien haya leído "El Asistente de Itachi Uchiha" por Alquiem (cuya actualización sigo esperando) comprenderá mejor. Este es el primer fanfic que me atrevo a publicar y el primer no-yaoi que hago, me encantaría crítica constructiva pero no comentarios basura, por favor. Cualquier duda háganmela saber e intentaré responder claramente en las notas finales.

Sin más preámbulos, por favor disfruten.

Capítulo 1: La tarea.

Tenshiko Uchiha caminaba firme pero grácilmente por uno de los muchos pasillos de la mansión Akatsuki que dicha organización llamaba más coloquialmente "la Cueva", en sus manos llevaba una libreta formal y un lápiz negro. Su cabello era negro como una noche sin estrellas, lacio, largo hasta su espalda baja y con un flequillo alborotado en su frente; sus ojos mostraban un joven sharingan de un asta que resaltaba ante la claridad de su aperlada piel; su rostro era adornado por una pequeña curva llamada sonrisa. Usaba un kimono rojo carmín simple, una pequeña bolsa gris colgaba en su hombro derecho y llevaba sandalias oficiales shinobi. Tenía ocho años de edad y era obvio.

Llegó a frente a una habitación y golpeó la puerta suavemente tres veces.

Nada.

Tras unos segundos más repitió la acción, pero esta vez añadió. – Kakusu-san, sé que se encuentra ahí, ¿podría abrirme, por favor?

- No molestes, mocosa. – Se escuchó desde dentro con una gruesa y ronca voz. – Estoy contando el dinero.

- Kakusu-san, ha estado contando el dinero desde que me fui en la mañana, y me gustaría que me ayudara con mi tarea de economía. – Pidió con su infantil voz serena, sin alterar su expresión ni por un segundo. – No tomará mucho tiempo, se lo garantizo.

- Largo. – Dijo el hombre subiendo su tono de voz pero sin llegar a gritar.

- … le pagaré por la ayuda.

- … - Tras un corto momento de rápida meditación, la puerta se abrió ligeramente y la imponente figura del contador apareció extendiendo una mano hacia la niña Uchiha.

- ¿Acepta un cheque? – Preguntó ésta levantando la cabeza para poder ver frente a frente al adulto.

- No. – Fue la respuesta inmediata de este.

Sin discutir, Tenshiko metió la mano en su bolsa y tras breves segundos sacó un fajo de dinero que entregó al adulto, quien dijo que eso era suficiente, y que si pensaba entrar ahí, más le valía apagar su sharingan.

- Kakusu-san, si yo apagara mi sharingan, usted intentaría matarme. – Declaró la niña con una sonrisa que no llegó a sus rojos ojos.

- Entonces no te atrevas a tocar nada si no quieres que te corte las manos, ¿entendido?

- Entendido. – Respondió con lo que tras años de estudios intensivos en el comportamiento Uchiha podría ser descrito con diversión.

- En el mundo real, si una situación así se presentara, lo único que tendrías que hacer es asesinar al sujeto que ocasionó que tus acciones cayeran y con vacíos y trampas legales embargar todo lo que poseía, pero ya que no puedes poner eso, entonces simplemente di que anticipaste alguna situación donde no tienes el control de lo que sucederá e hiciste una cuenta de ahorros preventiva… - Explicaba Kakusu mientras seguía contando los fajos y fajos de dinero apilados por todos lados en el lugar, mientras Tenshiko tomaba notas rápidamente en su libreta, aún sin borrar esa sonrisa que no llegaba hasta sus ojos.

- Pero de todos modos, en la vida real también debí haber hecho una cuenta secreta preventiva, en caso de que la persona que provocó la caída de mis acciones sea un blanco que no pueda asesinar por cuestiones políticas, para así tener con qué sostenerme mientras los hundo financieramente para así poder matar a esa persona, ¿no es así? – Comentó la pequeña Uchiha cuando Kakusu hacía una pausa.

- Así es. – Respondió este, sonriendo internamente ante la forma de pensar de la niña; era material para criminal de cuello blanco en el futuro, que llegaría siempre y cuando no se metiera con su dinero. - ¿Eso es todo, mocosa? – Cuestionó finalmente.

- Sí. Muchas gracias por su ayuda. – Dijo Tenshiko educadamente mientras se levantaba de la silla en la que la había hecho sentarse el contador y haciendo una reverencia para salir de ahí.

Una vez la puerta se cerró, Kakusu quedó en silencio, y tras un segundo dijo. – Que niña más extraña. – Antes de volver al dinero.

Bueno, hasta aquí dejaré el capítulo uno… no salió como lo esperaba, pero espero poder corregir eso en el futuro.

De cualquier forma, cualquier duda, sugerencia, crítica constructiva, número de psiquiátrico, comida metafórica o más que quieran darme, no duden en dejar una review o un PM.

Muchas gracias por leer y enserio espero que les haya gustado, o dado a la baja calidad que siento que presenté, que al menos les haya llamado la atención para leer el siguiente. De cualquier forma, nos vemos en la próxima.

¡Allons-y!