Inazuma eleven GO y sus personajes no son de mi propiedad, pertenecen a Level-5.
—Diálogos—
—Pensamientos—
"FlashBack"
0-0-0-0-0-0-0-0: Cambio de escenario
(*): Notas que dejare al final aclarando algo de ese párrafo.
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¿Qué tan difícil es entregarle una bolsita de celofán con dulces dentro a un chico?
Pues a Akane se le estaba yendo la vida en ello, maldecía un poco toda la estupida tradición de entregar chocolates en san Valentín, y si bien no era nada obligatorio tener que hacerlos, se esforzó en preparar suficiente dulce para todos en el equipo, esa parte no la molestaba en lo absoluto, tuvo la excusa perfecta para entregarle una de sus bolsitas con bombones al chico de sus sueños, muchos de los jugadores la elogiaron por el sabor, sus amigas, junto con el entrenador y su profesora estaban felices de también recibir sus paquetillos, pero pese a que ese día no solo era celebre los lazos de amor, para ella el verdadero significado de ese día era la excusa perfecta para poder entregar sus sentimientos.
¿El problema? Era demasiado cobarde como para poder entregarle esa caja especial, llena de chocolates diferentes y llenos con mayor esfuerzo que el resto al pianista, el que en más de una ocasión ese día lo escuchara quejándose por la cantidad indecente de dulce que siempre recibía en esa fecha solo la echaba más para atrás todavía, aparte de que ya de por si había rechazado a un par de chicas ¿Para que esforzarse?
Pese a que lo sabía, seguía sintiendo esa horrible opresión en el pecho por no confesarse, sentía que estaba mal solo tragárselo todo.
Quería decírselo pero no quería ser rechazada ¿Eso era lógico? Quizás muchas chicas enamoradas sentían lo mismo, nunca lo había consultado con nadie más, desvariando mucho más acerca del tema se encontraba sola en el salón de clase durante la hora del almuerzo, no tenía apetito y solo estaba sentada allí viendo como imbécil hacia aquella cajita de regalo color rojo vino, esperando quizás que cobrara vida y solucionara todos sus problemas –cosa que jamás pasaría- soltando cada tanto pesados suspiros de decepción…
Quizás solo se limitaría a dejárselo en su escritorio o casillero en secreto, aunque sabía que de esa manera jamás sabría quién demonios se los dio y muy posiblemente ni los mirara, su esfuerzo en hacer esos preciosos bombones de chocolate se iría a la basura. De solo imaginarlo el picor de las lágrimas llego de repente a sus ojos. Más se contuvo muy bien.
Justo cunado creía estar decidida a dejarlo en sus escritorio aprovechando que no había nadie, el sonido de la puerta abrirse repentinamente la paralizo, escondiendo por instinto la cajita en su propio casillero de escritorio. A la mierda su plan, ¿Por qué demonios tardo tanto en decidirse?
— ¿Shindou-san? — Pregunto sorprendida de verlo tras haber cerrado con velocidad la puerta, parecía algo molesto, pero en cuento la vio disimulo muy bien esa mueca, sonrió como siempre –cosa no muy sana para su corazón por que se le aceleraba- y simplemente la saludo.
—Que tal estas — Pregunto tranquilamente en lo que se acercaba al pupitre junto a ella, no era su asiento, pero pareció no importarle quedarse a conversar con ella dado que en un principio, su plan parecía ser estar solo, Akane se planteó mentalmente irse, pero luego de sopesar que parecería muy grosero solo le devolvió la sonrisa deslizando disimuladamente las manos fuera de su casillero donde aún por el susto había estado manteniéndolas ocultas junto con los chocolates.
Charlaron durante unos momentos amenamente, a veces sucedía eso, era inevitable ya que compartían la misma clase y el mismo club, y pese a que la fotógrafa sabía que no debía hacerse ilusiones no podía evitar sonreír de pura felicidad por estar conversando sin tartamudear –al menos no demasiado- con el castaño.
—Este día parece estar un poco ocupado — No lo decía con intenciones de burlarse ni mucho menos y el centrocampista lo sabía, pero era imposible que la de trenzas no tuviera una sonrisita divertida en el rostro al soltar el comentario pese a que en el fondo le incomodara tanto o más que al propio Shindou.
—Es un poco agotador, si — Concordó algo apenado, no quería que los demás vieran que tanto fastidio le tenía realmente al 14 de febrero, ni tampoco herir los sentimientos de nadie, por lo que siempre se tragaba sus malos pensamientos, estaba alagado en cierta manera, pero cada año recibía tanta cantidad de chocolate que era ridículo, imposible para el comerlo todo y que no terminara vomitando, para empezar no es que fuera muy adepto a los dulces, sumándole la costumbre de comer sano y todo el ejercicio que hacía, pues el chocolate no entraba muy bien en su dieta — Por eso decidí perderme un rato, no creo que pueda cargar con más chocolate e vuelta a casa — Pensó que de nuevo escucharía esa risita tan adorable de ella, pero en cambio miro confuso como ella parecía caer en una cara de preocupación.
—Y-Yo lo siento, en la mañana también le di una de las bolsitas que hice para el club, de-debí saber que no era necesario, lo sie-siento mucho — Había sentido verdadero pánico, no se había planteado que darle eso en la mañana –solo para disimular, pues no podía darle a todo mundo menos a el- podría causarle molestias al pianista.
Shindou confuso callo en cuenta, Akane siendo tan amable como era seguramente pensaba que le había ocasionado más molestias, cuando en realidad esa bolsita de bombones en plan de amistad –aparte de sorprenderlo- era uno de los pocos regalos que había recibido con gusto.
—N-No, no tienes por qué disculparte, aprecio mucho que pensaras en mí y en todo el equipo, muchos estaban muy encantados, aparte de ser deliciosos, no eran muy dulces así que imagino que fuiste cuidadosa con eso de no darnos demasiada azúcar— Sonrió tratando de calmarla y que quitara esa cara de aflicción. Consiguiendo en cambio una sorprendida.
— ¿Los probo? — Murmuro bajito en su incredulidad. Confundiéndolo en cambio.
— ¿Eh? Claro — No quería expresarlo en voz alta, pero en su cara se reflejaba un claro "¿tiene algo de malo?"
—B-Bueno… Siendo sincera no penseque todos los comieran de verdad, es decir, a algunos de los chicos ya de por si les regalan en esta fecha así que… — No quería realmente soltar la frase "No creí que se tomaran mis regalos muy enserio" pero eso era básicamente lo que trataba de expresar.
—Creo que justamente el por qué eres nuestra amiga y pasaste por tantas cosas junto a nosotros además de la molestias de preparar los regalos, es por lo que todos nosotros lo apreciamos más — No lo pensó mucho al soltar aquello, después de todo era la verdad, sin embargo comprendió que quizás era un poco vergonzoso para la chica al verla sonrojarse levemente tras acabar él de hablar, no podía mentir, ella era muy adorable.
—N-No es la gran cosa… — Murmuro bajito, no sabría cómo continuar la conversación en ese punto.
—No lo creo, estaban deliciosos, casi siento envidia por el que reciba algunos más trabajados — Comento medio en broma el castaño, pero paralizando sin querer a la pobre fotógrafa.
— ¿E-Eh? — Lo miro confundida.
—Pues eso, ¿No piensas regalar también a alguien que te guste? Es lo normal para las chicas en esta fecha — De nuevo el confundido era él, aunque en cualquier momento esperaba que la pobre se sonrojara muchísimo y empezara a tartamudear, era muy tímida y reservada, eso la hacía súper adorable y no podía evitar querer molestarla un poco para ver esa faceta vergonzosa, por eso había sacado a colación el tema. Más sintió un poco de decepción al ver que parecía tranquilizarse tras un suspiro resignado, y bajar la mirada con aires de tristeza.
—En realidad no, no creo tener el valor para entregarle a esa persona un regalo así frente a frente, y seguramente si se lo doy como anónima jamás los pruebe así que da igual — Por esa vez el que quedo sin palabras era el pobre pianista.
— ¿Por qué no los probaría si quiera? — Cualquier chico estaría agradecido de recibir semejante muestra de cariño en ese día, él aunque algo extenuado de tanto regalo en el fondo siempre agradecía.
—Quizás no le guste el chocolate, puede que no le llame la atención este día o puede que ya reciba tantos regalos que, el que no le dé el mío no haga la diferencia — Akane se encogió de hombros, recuperando la sonrisa habitual aunque los ánimos de la conversación no estuvieran para nada acordes.
Shindou quería rebatirle pero no sabía muy bien cómo hacerlo sin que pareciese que se metiera en sus asuntos, mientras buscaba una forma se hizo demasiado tarde, el timbre sonó y sus compañeros de clases regresaron, reanudando las clases y haciendo imposible para el chico animarla y que no tuviera esas ideas tan pesimistas.
Claro que no sabía que pese a decir y realmente sentir todo eso, Akane no podía engañarse a sí misma, quería darle su regalo en verdad quería hacerlo…
Y eso haría.
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Por fin ese largo día de febrero había terminado, al menos en la escuela, lo que significaba que el ex capitán no tendría que recibir más regalos. Mientras acaba y ordenaba una pequeña-mediana fila de cajas y bolsas de chocolate una había llamado su atención por ningún motivo en particular.
Más que todo porque esa cajita rojo había aparecido en su escritorio tras el último descanso de clases, al encontrarlo suspiro muy resignado pero era el único que no le había sido entregado en persona, ni siquiera tenía nombre del que lo entrego, simplemente una pequeña notita con una letra que no reconocía ni podría hacerlo, se notaba que estaba forzando la letra para que fuera irreconocible.
"Quizás no los necesites o los pruebes, pero solo quería dártelos"
El mensaje lo dejo muy intranquilo, pues le recordaba a conversación que había tenido aquel día con su manager y donde no había podido animarla. Quizás solo por eso, decidió allí mismo probarlos, demostrando de alguna manera a Akane que se equivocaba aunque no fuera ella la de la nota y no estuviera en conocimiento de sus acciones.
Eran simples bombones redondos, menos mal porque las formas extremadamente adorables o cursis no le atraían especialmente, tomo una de las bolitas y se deleitó con su sabor… No estaba empalagosamente dulce como lo imagino… era chocolate amargo, complementado perfectamente con el dulzor del relleno de crema y moras, no era su fruta favorita pero al ser un tanto ácidas complementaban muy bien con el dulce de la crema y el amargo chocolate oscuro.
El sabor era delicioso y muy familiar… Ese chocolate lo había probado antes en ese mismo día, comió otro para asegurarse, aun sin salir de su impresión. Corrió a su mochila sacado esta vez la bolsa de celofán aun con algunos de los bombones que le había dado Akane a él y a todos los del equipo, comparando, los que le había dado personalmente era una tanto más dulces y no estaban rellenos, aparte de tener alguna decoraciones superficiales más.
Pero era sin duda el mismo sabor…
¿Cómo demonios lo distinguió? No tenía ni la más mínima idea… y tampoco entendía el por qué en ese momento estaba tan estúpidamente feliz.
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Son las 11, tengo que dormir y yo haciendo esto XDD lpm
Mensaje rapidito por que me tengo que ir, FLEIZ SAN VALENTIIIINNNN LOS AMO A TODOS Y TODAAAASSSSS (?
Perdón por los errores que sé que va a generar FF, ahora mismo quiero publicarlo con fecha de 14 de feb y no tengo tiempo, juro que lo corrijo en el label mañana.
Sin más, que pasen un bonito día del amor :,D –Los minutos que quedan por lo menos-(?
ATT: Maria Violet. Bye Bye qwq
