Disclaimer: Ningún personaje de Shingeki me pertenece, su autor es Hajime Isayama.

Este fanfic sera presentado para el evento de la pagina Attack on Homosexuality

Va dedicado a quien lo lea y por supuesto a las admin de la pagina :D


Prólogo

- Si tan solo me tomara en cuenta - dijo Eren y volvía a suspirar otra vez, ¿cuántas veces ha suspirado ya? Había perdido la cuenta, no podría decir que habían sido pocas, ya que contando este día y los demás en cuenta regresiva hace ya un mes atrás, no sabía a ciencia cierta cuantos suspiros había dado, y ustedes se preguntaran ¿Qué hacía que este hermoso chico de ojos verde-azulado suspirara continuamente?, la razón es sencilla, Eren había descubierto que albergaba sentimientos muy particulares hacia el líder de su escuadrón.

Eren iba de paso a las caballerizas a alimentar a los caballos, pues esa era una de sus asignaciones del día, estaba llegando hacia su destino, cuando vio a Rivaille saliendo de ahí, chocando con él frente a frente, y con tan inesperado encuentro, este muchacho embriagado ya de tanto amor hacia su sargento no pudo más que sonrojarse y derretirse por su fortuito encuentro, más que nada porque el pobre chico debía prepararse mentalmente en todas las ocasiones para ver a su estoico y malhumorado amor secreto.

- ¡Sa-sargento! – grito sin percatarse el menor - ¡¿Qué lo trae por aquí?! – el pobre no se daba cuenta que estaba diciendo puras estupideces.

- Tsk… que más podría hacer sino venir a dejar mi caballo, mocoso – respondió Rivaille, con ese tono tan característico de él.

- ha ha ha… cierto - dijo Eren más abochornado - ¿Qué demonios estoy haciendo? – susurro muy bajito el chico, haciendo que Rivaille alzara una ceja.

- ¿Qué dijiste? – le pregunto, había escuchado lo que dijo Eren, pero no entendía el sentido de esa pregunta.

- Etto… nada Sargento – respondió el menor sonrojado otra vez, se había olvidado del buen oído de su querido sargento – con su permiso – dijo Eren antes de tratar de irse, el problema ocurrió que cuando trato de llegar a las caballerizas Eren y Rivaille se movieron hacia el mismo lado, y al intentarlo de nuevo ocurrió lo mismo (ese bochornoso momento cuando te cruzas con una persona y por decirlo así, se ponen a bailar, ya que se mueven juntos hacia un mismo lado, impidiendo el paso de los dos), después de unas cuantas ocasiones mas realizando los mismos movimientos, Rivaille se cansó y se quedó quieto en su lugar.

- ¡Maldita sea Eren! ¡deja de jugar y hazte a un lado! Llevo prisa – dijo el sargento ya cansado de ese molesto "jueguito".

- ¡Como usted diga señor! – medio grito el muchacho avergonzado por el espectáculo que estaba dando delante de su sargento, dejándole el paso libre al mayor para que se adentrara al castillo.

Eren reanudo su camino y fue hacia la bodega donde guardaban el forraje para los caballos, iba a comenzar sus labores cuando escucho la risa de uno de los reclutas del castillo, más específicamente, Jean.

- ¿Qué quieres caballo? – pregunto molesto Eren.

- Oye, que fue toda esa escenita con el sargento – se burló Jean, pasando por esta vez el hecho de que le hubieran dicho "caballo".

- Que te importa, bastardo – le espeto sin siquiera mirarlo y alimentado a los caballos, haciendo como que Jean no estuviera ahí

- Estabas intentando enséñale un bailecito al sargento – dijo sarcástico Kirschtein, poniendo más molesto a Eren.

- Cállate de una vez caballo, deja de joderme a mí y ve a terminar tus labores – contesto Eren con desprecio. Jean se acercó a Eren y se posiciono detrás de él.

-¿Cómo vas con esa declaración Jeager? ¿Tienes los cojones para declarártele al Sargento? – le susurro en el oído, haciendo que Eren se sonrojara, enojara y estallara definitivamente.

- ¡Hoy te mueres Kirschtein! ¡Cuando termine contigo juro que no servirás ni para mula! – grito dándose vuelta tratando de asestarle un puñetazo a Jean, el cual esquivo fácilmente y tumbo a Eren debajo de él.

Mientras toda esta situación se desarrollaba con estos cadetes, cierto sargento pelinegro salía del castillo, después de ir a dejarle unos papeles a Irvin, para buscar a Eren, y aunque él no lo admitiera, quería ver que hacia el joven titán, se le había vuelto una costumbre observarlo sin que Eren se diera cuenta (pobre del menor, si se hubiera dado cuenta de ese detalle no sufriría tanto), y justo se encontró con Jean detrás de este y el muchacho sonrojándose antes de tratar de golpear al otro adolescente, sin saber por qué, ver eso lo irritó, ¿porque él no podía hacer eso? Se preguntaba el sargento, iba a llamar a Eren cuando se encontró al otro encima del menor ¡pero que se creía ese imbécil! ¡ahora sí que estaba enojado, que se creía ese mocoso, solo él podía tocarlo! Pensaba Rivaille, sin darse cuenta que era absurdo ese pensamiento ¿enojarse con Eren, solo por eso?, bueno, sabemos que los celos no son racionales.

- ¿Qué creen que están haciendo, mocosos? – pregunto Rivaille con un aura negra detrás de él. Los muchachos se pararon como si fueran resortes.

-¡Sa-sargento! – grito Eren avergonzado de que lo encontrara así con Jean - ¡N-no es lo que parece! – dijo desesperado, pero Rivaille no lo tomo en cuenta.

- E-es verdad se-señor – dijo Jean, le estaba dando miedo como lo miraba el Sargento – solo vine a ver que le pasaba a Eren – fue lo primero que se le ocurrió Jean, y el aura del Sargento aumentó aún más.

- Claro y yo soy un Titán – dijo sarcástico Rivaille – Vaya forma de ver que le pasa – dijo con evidentes celos, que noto Jean, no así Eren quien estaba deprimido porque el sargento lo había ignorado – Tu, lárgate a hacer tus deberes – dijo apuntando a Jean – y TU mocosos termina con esto y después vas a mi despacho – termino de decir sin mirar a Eren, se retiró del lugar, bufando como un toro encabronado.

- ¡Si, señor! – dijeron los dos adolescentes haciendo el saludo militar, aunque Rivaille ni siquiera se quedó a esperarlo.

Eren, deprimido como estaba, por no recibir la atención de su querido Sargento, fue a terminar sus labores sin prestarle atención a Jean como de costumbre, y este otro sin querer revelarle el secreto de que Rivaille se había puesto celoso por su cercanía con el chico titán, solo opto por retirarse del lugar.

- Encontré una buena entretención para estos días – dijo para sí Jean el caballo, - "Veremos si este suicida despistado se da cuenta de los celos del Sargento, antes de que el Sargento se dé cuenta de sus sentimientos por Eren" – pensaba un muy entretenido Jean. iba a pasar unos interesantes días en el cuartel. Total… ¿Que importaba obtener un castigo si se podía reír de su eterno amigo/rival y del malhumorado sargento adicto a la limpieza?.


Oh Yeah! ...

Si... fue muy corto, pero es solo el ¿principio?

Háganme saber si les gusto, no les gusto, o de plano se va a la basura

¿se merece reviews?

YO ME DECLARO A FAVOR DEL PATATAMMY...