La única manera de besar a Sasuke

Abrió los ojos, frunció el ceño y tallándose los ojos se sentó sobre la bolsa para dormir. Genial, su hermoso sueño erótico arruinado por completo. Suspira fastidiado, llorando internamente por ya no poder ver a aquella muchacha de curvas pronunciadas y grandes pechos que su inconsciente había inventado. Mira hacia la izquierda, para ver a su alumno que seguro estaría durmiendo. Ese niño era torpe y estúpido, pero su gran corazón y constante crecimiento le hacía hacerse querer. Fue para su sorpresa que no pudiera encontrar con la mirada aquella cabellera rubia y destellante. Joder, esos no eran momentos para salir al bosque de noche a hacer quién sabe qué. Bufa resignado y se masajea la sien, tratando de obtener una paciencia que simplemente Naruto no podía darle a absolutamente nadie. Se estiró y tronó el cuello, sus cabellos llenos de canas tan largos eran un desastre, todavía más de lo normal. Con su cara adormilada, el Ermitaño Pervertido se fue a buscar a su aprendiz.

Al lado del pequeño ojo de agua a cien metros escuchó: "Kage bunshin no jutsu", no debería gritar tan fuerte… seguro que atraería lobos o algo. Suspira murmurando algo parecido a "yare, yare"; pero lo que vio, lo dejó asombrado –era de esperarse del ninja número uno sorprendiendo a la gente, diría Kakashi-. El clon del mocoso de cabellos rubios y ojos azules, se había convertido en nada más y nada menos que Uchiha Sasuke, su compañero de equipo traidor y oscuro. Decidió espiar qué era lo que tramaba tras un arbusto.

—¡Muy bien, no olvides actuar como Sasuke 'ttebayo! —gritó con esa eterna energía radiante.

—Mmm… —el clon hizo una expresión pensativa y frustrada muy graciosa —¿Cómo es eso dattebayo?

—¡Ya sabes!, ¡como un idiota teme engreído y frío! ¡Tienes que ser un insensible egoísta al que no le importe que las personas lo quieran! ¡Un cobarde imbécil que sólo sabe huir porque le da mucho miedo el amor! ¡Un cabeza hueca demasiado lleno de odio que sólo piensa en venganza…! —los ojos azules como el cielo sin nubes se cristalizaron y unas pequeñas lágrimas amenazaron por resbalarse por los bordes. Bajó un poco la mirada, y con una voz mucho menos viva y alegre que la anterior murmuró: —Ya sabes, dattebayo… cruel… que nos hace sufrir…

El clon absorbe un moco conmovido, y Jiraya siente una opresión en el pecho, un nudo e la garganta. Detestaba ver al jinchuriki del Kyuubi de aquella forma.

—¡Ok, mi yo-sama! —exclamó aquella réplica de su persona.

—¿Qué sucede, Usuratonkachi? Luces patético, ha. —era la misma voz. Era el mismo tono, el mismo cabello negro como las plumas de un cuervo, los mismos ojos gélidos y orgullosos, era la misma sonrisa cínica, eran las mismas palabras que hubiera usado el auténtico. Naruto se mordió el labio inferior. En aquél momento era su turno de gritar "¡Cállate, teme! ¡Tú luces más patético!"; pero lo único que pudo hacer fue temblar y apretar con fuerza los puños. Dolía saber, que ese no era el de verdad. Y las lágrimas se engrosaron bajo ese color zafiro.

—Sasuke… —murmuró; sin embargo, le hablaba a la nada, no al clon convertido enfrente de él. Éste, preocupado por su yo verdadero frunció el ceño y desvió la mirada, entonces tomó la barbilla del chico zorro y lo besó. Era el beso más dulce que el viejo hubiera presenciado. Cuando se separaron el clon desapareció, y Naruto se sentó en el suelo, se hizo un ovillo y abrazó sus rodillas, mientras llorando susurraba:

—¿Por qué esta es la única forma de besar a Sasuke…?