Viaje tormentoso
En medio de la nada, una tormenta azotaba furiosamente lo único que se encontraba en aquel inhóspito lugar, un auto. En el viajaban dos chicos jóvenes de alrededor de 20 años. Uno de ellos, el que conducía, tenía la cabellera de rojo y ojos cubiertos por gogles naranjas que impedían su correcta descripción. El otro era rubio y de ojos azules. Este último se encontraba sentado al lado del pelirrojo, conocido como Matt, comiendo una barra de delicioso chocolate; Matt por su parte fumaba un cigarrillo.
En medio de aquella lluvia el rubio, que llevaba un chaleco de cuero que descubría su ombligo y un pantalón del mismo material completamente ajustado con una botas y un rosario colgado del cuello, comenzaba a aburrirse por el largo tiempo que llevaban viajando sin dirigirse la palabra. Empezó a observar a Matt, su amigo llevaba su típica remera a rayas, sus gogles naranjas, unos jeans y unas zapatillas, nada nuevo. Entonces, en un acto impulsivo, el rubio le arrebato el cigarrillo a Matt, haciendo que este se sobresaltara un poco.
-¡Mello!- grito enfadado Matt al rubio, al tiempo que Mello arrojaba el cigarrillo por la ventanilla del auto.
-sabes que me molesta- dijo lo mas serio que pudo, sin dirigirle la mirada a Matt.
-…- Matt no respondió, era verdad se lo había dicho varias veces, y simplemente siguió conduciendo ignorando a Mello quien ahora miraba perdidamente por la ventanilla.
La lluvia comenzó a intensificarse más y mas, en consecuencia Matt con los gogles no podía ver nada, así que se los quito descubriendo sus ojos verdes que siempre estaban ocultos detrás de ese vidrio anaranjado. Con el paso del tiempo, unos 10 minutos, Mello volvió su vista nuevamente a Matt. Al ponerse a mirarlo detenidamente pudo ver por primera vez, depuse de todo el tiempo que se conocían, sus ojos verdes, en los que se perdió rápidamente.
-…que hermosos…- pronuncio casi en un susurro Mello que se dio cuenta de lo que había dicho y desvío la mirada hacia la ventanilla. Matt por su parte al oírlo se sonrojo sutilmente.
(Como pude ser tan idiota de decir eso en voz alta) pensaba mello, mientras volvía a mirar a Matt (esos ojos verdes, tan lindos, tan interesantes, tan sexys… espero no estar diciendo esto también en voz alta, pero Matt es en su totalidad es tan lindo, tan calido, tan atrevido, desafiante, sexy… sus labios carnosos me tientan, pero no puedo, aparte ¿que estoy pensando?, ¿acaso me…? ¿Gusta Matt?)Mello pensaba en su interior rogando no estarlo diciendo lo mientras miraba cada facción y movimiento de Matt.
Por su parte Matt pensaba en lo suyo (ya es suficiente, espero no aya notado mi sonrojo, pero tengo que decírselo, tengo que admitir que amo a Mello, se que corro el riesgo seguro de morir, después de todo Mello dijo lo que dijo solo porque nunca antes había visto mis ojos, pero eso no significa nada) se desalentaba en su interior Matt (aun así debo decírselo, no puedo acallar por mas tiempo, se lo diré ahora mismo)
-mello…-no pudo terminar puesto que el auto comenzó a ir mas lento hasta detenerse.
-¿Qué ocurrió Matt?- pregunto el rubio intrigado por el echo de que se habían detenido
-se detuvo el auto, no estoy seguro de por que, pero en cuanto para un poco de llover bajare a ver que ocurrió- Mello lo miro desafiante por el echo de que comenzó por lo obvio, y luego porque iba a tener que quedarse allí con la persona que le estaba dando mas dolores de cabeza y casi ¡sin chocolate!
Mello seguía en sus pensamientos, mientras Matt se debatía si decirle o no a Mello lo que sentía. Paso el tiempo Mello siguió mirando a Matt, sobre todo sus ojos y labios, y Matt se estaba arrepintiendo de confesarse. A Mello le sobrepaso el deseo de besas los labios de su amigo y simplemente se abalanzó sobre ellos y le dio lo que en principio fue un suave y sutil beso.
Al separarse Matt tenía los ojos abiertos como si hubiese visto un OVNI, y Mello se sonrojo por lo que recientemente había hecho dejando su cara casi en la misma tonalidad del cabello de su amigo.
-Matt…yo…esto…lo s…- pero fue interrumpida la primera vez que el rubio iba a pedir disculpas.
-Mello, n…no pasa nada- en el fondo quería regresarle el beso pero tenia miedo de que todo fuese una simple y cruel broma.
Mello quedo en silencio (¿acaso a Matt no le intriga lo que acabo de hacer?) pensaba irritado porque su amigo no le importaba lo que el hiciera. Por su parte Matt se debatía (¿y ahora que hago? si es una broma me caga y si no podría ser el día mas feliz de mi vida, pero Mello es Mello y no lo creo capas de sentir algo por mi, ¿o si?)
-ya metí la pata en esto, ¿Qué me hará meterla un poco más?- dicho esto se sentó sobre Matt, y posando sus manos detrás del cuello del pelirrojo, le dio un gran y profundo beso, el cual intensificó al máximo posible, fundiendo sus bocas, jugando con su lengua dentro de la húmeda cavidad del otro, acariciando cada rincón; hasta que Matt reacciono y entro en el juego, entonces ambas lenguas se entrelazaron y jugaron entre ellas en un calido, profundo y excitante beso.
