Atención: Hay algunas notas importantes en mi perfil respecto a esta historia, me gustaría que pudieran tomarlo en cuenta antes de leer. Si encuentran algún problema no duden en hacérmelo saber, estaré encantada de resolverlo. Gracias (c:) Bueno, sin más preámbulos empezamos:
(Soul)Bonded - Prólogo.
Viktor Nikiforov era uno de los Alfas más codiciados en toda Rusia, el mejor patinador de la nación, cinco veces campeón mundial de patinaje artístico sobre hielo, soltero y muy atractivo. A sus veintiséis años era verdaderamente increíble que no hubiera encontrado un compañero. Aunque no era de sorprenderse ya que parecía vivir únicamente por y para su carrera.
Yuri Plisetsky era la próxima estrella de Rusia, quien haría su debut a sus quince años en la categoría Senior. El muchacho había ganado el oro en todas y cada una de sus competencias Junior. Entrenaba en la misma pista que Viktor bajo la tutela del mismo entrenador, Yakov Feltsman. Por lo que no era raro ver a ambos rusos juntos durante el entrenamiento, Viktor trataba de aconsejar a Yuri pero pocas veces era tomado en cuenta.
Después de ganar su sexta medalla de oro, Viktor anunciaría su retiro temporal. Un respiro que determinaría si se retiraría definitivamente o volvería con más fuerza para la siguiente temporada. En busca de su inspiración o algo que lo ayudara a retomar su camino anunció que se convertiría en el entrenador de Yuri Plisetsky.
Aquello molestó al ruso más joven pues los medios empezaron a especular que era para dejarle el pase libre hacia el oro, aunque sólo era una mera coincidencia, Viktor ni siquiera recordaba que ese año era su debut y por lo tanto mucho menos recordaba haberle prometido coreografiar un programa ganador para él, cuan fue la sorpresa mutua cuando el menor se lo recordó al preguntarle si esa era la razón por la cual había decidido ser su entrenador.
No, en realidad también era una coincidencia.
Viktor le cedió los programas en los que estaba trabajando a Yuri y como era de esperarse sus puntuaciones fueron cada vez más asombrosas a medida que la competencia avanzaba. Culminando en el Gran Prix donde Yuri obtuvo la medalla de oro con una interpretación perfecta tanto en su programa libre como en el corto.
Parecía que la determinación de Yuri por obtener la victoria había infundido en Viktor renovadas energías por lo que anunció su regreso oficial al patinaje, aunque permanecería como entrenador del ruso menor al mismo tiempo. Nadie sabe si su relación había empezado desde ese momento, pero cuando Yuri cumplió los 16 años se presentó como un omega. En un principio hubo mucha decepción por muchas partes, los fanáticos de toda Rusia tenían confianza en que serían representados por dos alfas, incluso Yuri había estado seguro de que lo sería.
A pesar de los obstáculos siguió entrenando arduamente, quería demostrar a todos esos idiotas que su género secundario no tenía nada qué ver con su potencial. Y lo hizo, con la mano de Viktor en su cintura, sostuvo el oro en su pecho por segundo año consecutivo, fue en esa final del campeonato mundial cuando se hizo público que el Alfa más codiciado de toda Rusia había elegido al Omega más envidiado de toda la nación.
Su relación se hizo tendencia en las redes sociales, lloviendo felicitaciones tanto por la misma como por la victoria de ambos, plata y oro para Rusia, era la cúspide de sus carreras.
Al año siguiente la prensa mundial enloqueció pues en la gala del Gran Prix, después de que Yuri y Viktor interpretaran un dueto maravilloso, adaptado de su famoso programa libre años atrás; Stay Close to Me, el ruso mayor se arrodilló en el hielo y, frente a millones de miradas expectantes y sin aliento, empujó una preciosa cajita de terciopelo azul que contenía un ostentoso anillo de oro hacia el rubio. La sorpresa fue tanta que Yuri casi se cae en el hielo, apenas podía sostenerse en pie frente a Viktor, su cuerpo temblando de la emoción. Y como era el deseo de los ánimos colectivos, el SÍ llega repentinamente, con Yuri saltando hacia los brazos de Viktor enfrente de todos. Los aplausos vienen de todas partes, de la audiencia presente y desde las casa a través de los televisores.
La boda de Viktor y Yuri ocurrió a finales de Marzo, la pareja compró un departamento espacioso para ellos y para Makachín, en el centro de San Petersburgo. La euforia en los medios volvió algunos pocos meses después cuando Yuri anunció su retiro de la competencia pues estaba esperando un cachorro de Viktor. A partir de ese momento el acoso de los medios se intensificó, intentando capturar imágenes exclusivas de la recientemente unida pareja.
Fue relativamente muy poco tiempo el que tardaron los medios en enterarse que Yuri estaba esperando mellizos, algo que estuvo en boca de la prensa mundial, pues era muy joven y pequeño como para pensar que podría llevar un embarazo de dos cachorritos. Una fotografía de Yuri costaba miles de dólares por lo que muchos fotógrafos pasaban gran parte de su tiempo intentando coincidir con el rubio, aquello levantó varias órdenes de arresto pues el constante acoso ponía nervioso al omega y Viktor respondía agresivamente.
Pero excepto por los casos más problemáticos, los más profesionales podían mantenerse al margen y conseguir una que otra imagen de ambos. Viktor se veía increíblemente contento y se reflejaba especialmente en su patinaje, esa temporada hubo mucho sentimiento en él que llegó a tocar los corazones de todos los fanáticos del patinaje artístico quienes habían dado su carrera terminada el año pasado cuando, apenas por poco, consiguió la medalla de plata, haciendo creer que era imposible verlo recuperar el oro a su edad. Y él había cerrado las bocas de todos y movido corazones al ser el absoluto ganador de oro durante esa temporada, rompiendo sus anteriores records.
Nikolai y Yulia nacieron durante el invierno, a inicios del año siguiente, fueron prematuros por apenas un mes y se les tuvo en el hospital más de la cuenta, pero fuera de su temprano nacimiento tenían un peso adecuado y estaban relativamente saludables. La prensa prácticamente se peleaban por la exclusiva y el gobierno ruso tuvo que intervenir por la salud de los cachorros.
Por fin, en la primavera de ese año, para la fecha de cumpleaños de Yuri, este salió en la portada de una de las revistas más populares de Rusia, posando mientras sostenía en brazos a sus dos pequeños cachorros, de esa forma y vistiendo kigurumis de tigre, Nikolai y Yulia Nikiforov-Plisetsky fueron presentados al mundo.
Yuri había mostrado su interés en regresar al patinaje, pero debido a que la temporada ya estaba avanzada para el momento en que recuperó su condición física no tuvo más opción que posponer su regreso hasta el año siguiente y este lo dedicaría por completo a sus bebés, ya que Viktor continuaba adquiriendo más inspiración en ellos y se sentía muy emocionado anunciando que retomaría su temática basada en el amor, esta vez orientada hacia el amor storgé.
Todo parecía sólo perfección y felicidad para ambos. Su familia estaba llena de amor, Viktor miraba a Yuri y en él encontraba todo lo que le había faltado antes y Yuri también encontró eso en él. Uno era el pilar del otro y sus cachorritos en medio, eran el corazón de todo lo que habían construido y podría haber sido un final feliz.
Pero el destino les tenía otras cosas preparadas.
N/A: ¡Por fin regreso con historias nuevas! Espero sean de su agrado, si alguna no les gusta espero me den una oportunidad con la siguientes. Esta historia la he escrito por completo, así que tendrá actualizaciones más regulares que alguna de las otras ¡Pero intentaré darme prisa! Aún no decido si actualizaré más de una vez por semana (;v;) o que días lo haré, sin embargo, espero de todo corazón que puedan seguirme en este pequeño viaje. Muchísimas gracias si han leído hasta aquí y nos veremos pronto ~
