Aiya amigas, me disculpo por la tardanza pero es que tuve que hacer unos cortes, si este capitulo es largo es por que en realidad eran dos capítulos pero los he resumido en uno solo.

Gracias a todas las que me han dejado review, lothluin, Erusel, Hanna, Sara y las demás que ahora no recuerdo sus nombres pero en la próxima si los pongo, de todas formas gracias a todas.

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-. -. -.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.- .-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

¿Dónde estoy? . Pregunto Hannah.

En lorien, te has desmayado y te llevamos ante la Dama Galabriel quien te ha curado de la terrible enfermedad que te estaba minando.

¿Enfermedad? ¿, ¿Cuál enfermedad?- preguntó la chica

Solo ella lo sabe y no me esta permitido decir nada mas, con su permiso me retiro – dijo la elfa.

¿Así que tú eres la humana - elfo?- se escucho decir a Galabriel.

Soy una humana y he vivido muchos años en Rivendell , con lo elfos, pero no soy una de ustedes mi señora.

Pues de ser cierto lo que dices, ¿ cómo has logrado sobrevivir algo a lo que solo los elfos pueden sobrevivir? ¿ Y como explicas el que brillas como una de los de nuestra raza?

Hannah mirándose un espejo, pudo observar perfectamente que una aura luminosa le rodeaba, antes no lo estaba, ¿cómo era eso posible?.

Puedo ser una consejera, Hannah y no puedo responderte como es que te has convertido en una elfo pero algo si puedo decirte, lo único que se es que te has transformado en una elfo, no se como ha sucedido esto y no imaginaba que esto fuera posible, de algún modo tu parte humana es historia, pero descubrí algo muy interesante

Pero entonces ......

¿Renunciasteis a alguien a quien amabas, no es así?

¿Cómo lo sabe?

Muy sencillo, he leído tu mente, y sé que renunciasteis a Glorfindel por la razón de que eras humana, ahora eres una elfo, puedes regresar a su lado si es lo que deseas.

¿Pero como sabe usted eso?

He leído tu mente que es mas clara y transparente que la de cualquier hombre o elfo que haya cruzado mi pueblo, pero aun veo que no estas feliz, aun esta Boromir que es un hombre, no un elfo y sabes que has empezado a amarlo, si tan solo el no existiera, pudieras irte a reunir al lado de Glorfindel, pero eso no es posible y tu no sabes si quieres ser elfo o humana.

¿Cómo puedo saber si quiero ser una elfa o una humana? , Si hasta que mis ojos se cerraron era una mortal, siempre lo fui o eso creí y ahora que despierto sucede que soy una elfo, no he pedido serlo y no puedo decidir entre dos cosas que no he elegido.

Luego de un corto silencio, hannah continuo hablando ante la mirada penetrante de la Dama.

Quiero a Glorfindel, y a Boromir también, pero no me quedare en esta tierra, volveré a mi mundo, cuando todo esto acabe.

¿Estas segura que regresaras a tu mundo?

Claro que lo estoy, por supuesto que si, me iré a mi mundo, no me quedare para siempre aquí, esa no es una opción, lo que más quiero es irme lo mas pronto posible de este lugar, ya no soporto esta situación, todo se transforma en algo mas complicado, ya no sé que es lo que haré -, fue lo que hannah le respondió en un tono ofensivo a la dama

La cólera no soluciona el problema, tu no estas segura de quedarte, pero tampoco sabes si debes irte, en definitiva no estas segura de lo que eres y quieres.

Si lo estoy- dijo Hannah cada vez más cabizbaja

Yo no diría eso, nunca puedes estar segura de lo que va a pasar, aunque sepas como terminara esta historia, pero piensa un instante mas, tu puedes cambiarla, puedes evitar lo que es o lo que será, no hay nada escrito que no se pueda cambiar, solo tu puedes seguir tu destino, puedes evitar la muerte, la vida, el dolor o la alegría.......

Lo sé y evitare esa muerte innecesaria, pero él tendrá que seguir su vida y yo la mía en mundos distintos, no puedo y no debo interferir.

Medita un poco mas, la noche en Lothorien es larga, descansa y espero sepas elegir tu camino, ... duerme hija de las estrellas, Recuerda que nuestros caminos ya están trazados aun antes de iniciar a andar.

Al día siguiente...

En el lado sur de un prado se elevaba el mayor de todos los árboles y tres elfos estaban sentados al pie. Se incorporaron cuando vieron acercarse a los viajeros, y Frodo observó que eran altos y estaban vestidos con unas mallas grises y que llevaban sobre los hombros unas túnicas largas y blancas. Aquí moran Celeborn y Galadriel -dijo Haldir-. Es deseo de ellos que subáis y les habléis.

Uno de los guardias tocó una nota clara en un cuerno pequeño y le respondieron tres veces desde lo alto.

Iré primero -dijo Haldir- Que luego venga Frodo y con él Lególas. Los otros pueden venir en el orden que deseen.

En dos asientos que se apoyaban en el tronco del árbol, estaban el Señor Celeborn y Galabriel, y a una distancia oportuna también se encontraba Hannah, Se incorporaron para dar la bienvenida a los huéspedes, según la costumbre de los elfos, aun de aquellos que eran considerados reyes poderosos. Muy altos eran, y la Dama no menos alta que el Señor, y hermosos y graves. Estaban vestidos de blanco y los cabellos de la Dama eran de oro y los cabellos del Señor Celeborn eran de plata, largos y brillantes; pero no había ningún signo de vejez en ellos, excepto quizás en lo profundo de los ojos, pues éstos eran penetrantes como lanzas a la luz de las estrellas y sin embargo profundos, como pozos de recuerdos y Hannah parecía distinta así lo pensaron sus compañeros su cabello se encontraba mas dorado que antes, su estatura parecía haber aumentado y su silueta se había estilizado y algo que no notaron enseguida su aura que ahora era comparable a la del señor Celeborn y la Dama Galabriel

Haldir llevó a Frodo ante ellos y el Señor le dio la bienvenida en la lengua de los hobbits. La Dama Galadriel no dijo nada pero contempló largamente el rostro de Frodo.

¡Siéntate junto a mí, Frodo de la Comarca! -dijo Celeborn-. Hablaremos cuando todos hayan llegado.

Saludó cortésmente a cada uno de los compañeros, llamándolos por sus nombres.

¡Bienvenido, Aragorn, hijo de Arathorn! –dijo-. Han pasado treinta y ocho años del mundo exterior desde que viniste a estas tierras; y veo que esos ya años pesan sobre ti.

¡Bienvenido, hijo de Thranduil! Pocas son las ocasiones en que compañeros de mi raza vienen aquí del Norte.

¡Bienvenido, Gimli, hijo de Glóin! Muchos años han pasado desde que los del pueblo de Durin visitaron Caras Galadon. Quizás este es un anuncio de mejores días, y de una nueva amistad entre nuestros pueblos.

Gimli hizo una profunda reverencia muy entusiasmado de conocer a tan dignos señores.

Aquí hay nueve Partieron diez , así decían los mensajes. Pero quizás hubo algún cambio en el Concilio y no nos enteramos.

No, no hubo cambios en el Concilio -dijo la Dama Galadriel -. Gandalf el Gris partió con la Compañía, pero no cruzó las fronteras de este país. Contadnos ahora dónde está, pues mucho he deseado hablar con él otra vez. Pero no puedo verlo de lejos, a menos que pase de este lado de las barreras de Lothlórien; lo envuelve una niebla gris y no sé por dónde anda ni qué piensa.

Gandalf el Gris ha caído en la sombra. Se demoró en Moría y no pudo escapar.- dijo Aragorn con tono perturbado.

Al oír estas palabras todos los elfos de la sala dieron grandes gritos de dolor y de asombro.

Una noticia funesta -dijo exaltado Celeborn-, la más funesta que se haya anunciado aquí en muchos años de dolorosos acontecimientos.

Haldir! ,¿Por que no se me había dicho nada hasta ahora?-preguntó en la lengua élfica.

No le hemos dicho nada a Haldir ,lo que hicimos o haremos - dijo Lególas

Nuestra pena es grande sin embargo y la pérdida no puede ser reparada -dijo Frodo

¡Contadnos toda la historia! -dijo Celeborn.

Entonces Aragorn contó todo lo que había ocurrido en el paso de Caradhras y en los días que siguieron, y habló de Balín y del libro y de la lucha en la Cámara de Mazarbul y el fuego y el puente angosto y la llegada del Terror.

Un mounstro de las profundidades de moria, hecho de fuego y sombras, fue peleando contra él que Gandalf cayó- dijo Hannah, incorporándose

Era un Balrog de Morgoth —dijo Lególas

En verdad vi en el puente a aquel que se nos aparece en las peores pesadillas, vi el Daño de Durin -dijo Gimly . ¡Ay! -dijo Celeborn-. Si hubiese sabido que los enanos habían reanimado este mal en Moría, yo te hubiera impedido pasar por las fronteras del norte, a ti y a todos los que iban contigo. Y hasta se podría decir quizá que Gandalf cayó al fin de la sabiduría a la locura, metiéndose sin necesidad en las redes de Moria.

Sería imprudente en verdad quien dijera tal cosa -dijo Galadriel-. De todas las cosas que Gandalf hizo en vida, nunca hubo algo inútil

Haré todo lo que pueda por ayudaros, a cada uno de acuerdo con sus deseos y necesidades, pero en especial al pequeño que lleva la carga.- exclamo Celeborn

Conocemos tu misión —dijo Galadriel mirando a Frodo

Aun hay esperanza mientras los miembros de la Compañía continúen siendo fieles. Y con estas palabras los miró a todos y en silencio escrutó el rostro de cada uno.

Nadie excepto Lególas, Hannah y Aragorn soportó mucho tiempo esta mirada. Sam enrojeció enseguida y bajó la cabeza.

Que vuestros corazones no se turben –dijo ella -. Esta noche dormiréis en paz.

Enseguida ellos suspiraron y se sintieron cansados de pronto, como si hubiesen sido interrogados a fondo mucho tiempo, aunque no se había dicho abiertamente ninguna palabra.. Ahora id a descansar y durante un tiempo no hablaremos de vuestro camino futuro.

Aquella noche la Compañía durmió en el suelo, para gran satisfacción de los hobbits. Durante un rato los viajeros hablaron de cómo habían pasado la noche anterior en las copas de los árboles, de la marcha del día, del Señor y de la Dama, pues no estaban todavía en ánimo de mirar más atrás.

¿Porqué enrojeciste, Sam? -dijo Pippin. - Yo pensaría que tenías mala conciencia. ¿O pensabas la forma de robarle su bolso a Hannah?¿ O pensabas acaso quitarme mi colcha?

Nunca pensé nada semejante, nunca le robaría nada a nadie -dijo Sam -y no me gustó. Me pareció que ella estaba mirando dentro de mí y preguntándome qué haría yo si ella me diera la posibilidad de volver volando a la Comarca y a un bonito y pequeño agujero con un jardincito propio.

Qué raro -dijo Merry-. Casi exactamente lo que yo sentí, sólo que... bueno, tengo muchooo sueño – fue lo ultimo que se le escucho decir con su vocecita.

Y a mí me pareció también -dijo Gimly- que mi elección permanecería en secreto y que sólo yo lo sabría.

Para mí fue algo muy extraño -dijo Boromir-. Quizás... fue sólo una prueba y ella quería leernos el pensamiento con algún buen propósito, pero yo casi hubiera dicho que estaba tentándonos y ofreciéndonos algo que dependía de ella. No necesito decir que me rehusé a escuchar.

Los hombres de Minas Tirith guardan la palabra empeñada. Pero lo que le había ofrecido la Dama, Boromir no lo dijo.

En cuanto a Frodo se negó a hablar, aunque Boromir lo acosó con preguntas.

Te miró mucho tiempo, Portador del Anillo -dijo.

Sí -dijo Frodo-, pero lo que me vino entonces a la mente ahí se quedará.

Pues bien, ¡ten cuidado! -dijo Boromir- No confío demasiado en esta Dama Elfica y en lo que se propone.

¡No hables mal de la Dama Galadriel! -dijo Aragorn - No sabe lo que dices. En ella y en esta tierra no hay ningún mal, a no ser que un hombre lo traiga aquí él mismo. Y entonces ¡qué él se cuide! Hannah estaba con ellos y permaneció callada escuchando a los otros. Hasta que.. ¿Y a ti que te dijo Hannah? – interrogo pippin – eres la única que no ha hablado.

¿Yo? , Bueno, este ya había conversado con la Dama y lo único que me dijo mientras miraba a cada uno de vosotros fue que en mi estaba él deber de ayudarles y manteneros unidos.

¿Que más? , Apuesto que no fue lo único que te dijo – hablo Boromir, curioso de saber las confidencias entre Hannah y la Dama. , Con la esperanza de que ella conociera el verdadero propósito de la Dama.

Pues... me dijo que eres un buen hombre, que en ti esta la esperanza de tu pueblo, Boromir, lo demás es secreto, aun para ti.

Vaya, si que es valiente este elfo – dijo Gimly, quien al parecer nunca había contemplado muy bien a Hannah y ahora si lo había hecho.

¿Una elfo?, ¿De que hablas?, hannah es una humana.- dijo exaltado Boromir.

¿Sí?, yo creo que es una elfo – insistió Gimly

Si parece que eres una elfo, pues brillas como una de ellos, pero antes no brillabas, ¿qué te ha pasado Hannah?

Nada! – dijo ella

A no, algo te ha pasado – continuo Boromir.

¿Queréis saberlo? , Esta bien, la dama me ha convertido en elfo, pues ustedes saben que estaba sufriendo a causa de una rara enfermedad, la dama me cedió parte de su naturaleza elfica para que yo lograda sobrevivir, de lo contrario estaría muerta.

No, eso no es posible, no puede hacerte una elfo si tú eres una mortal, seguramente se trata de un truco y ahora podrá leer con mas libertad tus pensamientos y sabrá todo lo que hablemos.

Calla , Boromir, no digas absurdos, debéis estar feliz de que la dama curo a tu novia, cierra la boca y duerme – dijo Aragorn el cual se echó en la cama y cayó enseguida en un largo y profundo sueño.

Los otros pronto hicieron lo mismo y durmieron sin ser perturbados por ruidos o sueños. Cuando despertaron vieron que la luz del día se extendía sobre la hierba ante el pabellón y que el agua de la fuente se alzaba y caía refulgiendo a la luz del sol. Se quedaron algunos días en Lothlórien, Todo el tiempo que estuvieron allí brilló el sol,

El aire era fresco y dulce, como si estuviesen a principios de la primavera, y sin embargo sentían alrededor la profunda y reflexiva quietud del invierno. Les pareció que casi no tenían otra ocupación que comer y beber y descansar y pasearse entre los árboles; y esto era suficiente.

No habían vuelto a ver al Señor y a la Dama, a excepción de Hannah que como ahora se había convertido de una forma inexplicable en una elfo y además que también tenia parte de la dama, debía comunicarle sus pensamientos para que esta le aconsejase pues la dama era la única que podía escucharle y comprenderle, el resto apenas conversaban con el resto de los elfos, pues eran pocos los que hablaban otra cosa que la lengua Silvana. Lególas pasaba muchas horas con los Galadrim y luego de la primera noche ya no durmió con sus compañeros, aunque regresaba a comer y hablar con ellos. A menudo se llevaba a Gimli para que lo acompañara en algún paseo y a los otros les asombró este cambio. Ahora, cuando los compañeros estaban sentados o caminaban juntos, hablaban de Gandalf y todo lo que cada uno había sabido o visto de él les venía claramente a la memoria. A medida que se curaban las heridas y el cansancio del cuerpo, el dolor de la pérdida de Gandalf se hacía más agudo. A menudo oían voces élficas que cantaban cerca y eran canciones que lamentaban la caída del mago, pues alcanzaban a oír su nombre entre palabras dulces y tristes que no entendían.

Mithrandir, Mithrandir, cantaban los elfos, ¡oh Peregrino Gris! Pues así les gustaba llamarlo. Pero si Lególas estaba entonces con la Compañía no les traducía las canciones, diciendo que no se consideraba bastante hábil. Hannah pasaba todo el tiempo con la dama, pero en los ratos que volvía al grupo, si escuchaba una canción lloraba y entre sus sollozos se entendía a duras penas la traducción de las canciones, pero eran mas los sollozos que ninguno pudo entenderle.

A la mañana, mientras comenzaban a embalar las pocas cosas que les quedaban, unos elfos que hablaban la lengua de la Compañía vinieron a traerles regalos de comida y ropa para el viaje. La comida consistía principalmente en galletas, preparadas con una harina que estaba un poco tostada por afuera y que por dentro tenía un color de crema. Gimli tomó una de las galletas y la miró con ojos dudosos.

Cram -dijo a media voz mientras mordisqueaba una punta quebradiza. La expresión del enano cambió rápidamente y se comió todo el resto de la galleta saboreándola con delectación.

¡Basta, basta! Gritaron los elfos riendo. Has comido suficiente para toda una jornada.

Pensé que era sólo una especie de cram, como los que preparan los Hombres del Valle para viajar por el desierto dijo el enano.

Así es -respondieron los elfos-. Pero nosotros lo llamamos lembas o pan del camino y es más fortificante que cualquier comida preparada por los hombres y es más agradable que el cram, desde cualquier punto de vista.

Por cierto -dijo Gimly-. En realidad es mejor que los bizcochos de miel de los Beórnidas y esto es un gran elogio, pues no conozco panaderos mejores. Aunque estos días no parecen estar interesados en darles bizcochos a los viajeros. ¡Sois anfitriones muy amables

De cualquier modo, os aconsejamos que cuidéis de la comida —dijeron los elfos—. Comed poco cada vez y sólo cuando sea necesario. Pues os damos estas cosas para que os sirvan cuando falte todo lo demás. Las galletas se conservarán frescas muchos días, si las guardáis enteras y en las envolturas de hojas en que las hemos traído. Una sola basta para que un viajero aguante en pie toda una dura jornada, aunque sea un hombre alto de Minas Tirith.

Sois muy amables en darnos estos alimentos, les aseguro que yo me encargare de que estos lembas duren, pues yo los llevare para cuidar de que sean consumidos con cautela. – dijo Hannah.

No hannah, cada cual llevara consigo algunas de estas galletas, no sabemos que puede pasar y si llegásemos a dividirnos es mejor estar prevenidos.

Tienes razón, como siempre, mi buen Aragorn- dijo Hannah.- y además no es una idea loca, puesto que es una posibilidad muy grande el que tomemos caminos separados, e incluso morir.

Eso no ha de pasarnos – dijo sonriente Merry

Ah! Mi buen hobbit, las posibilidades son infinitas, pero hay que estar pendientes de la realidad, la separación es inminente al igual que la guerra, destruir el anillo es algo que debe ocurrir a cualquier costo, pero que os separéis del resto es algo que puede ocurrir en cualquier momento, yo podría morir en el camino y no podemos hacer nada para evitarlo.

No morirás Hannah, yo no lo permitiré y no hablemos de eso por ahora.- dijo Boromir.

Los elfos abrieron luego los paquetes de ropas y las repartieron entre los miembros de la Compañía. Habían preparado para cada uno y en las medidas correspondientes, una capucha y una capa, de esa tela sedosa, liviana y abrigada que tejían los Galadrim. Era difícil saber de qué color eran: parecían grises, con los tonos del crepúsculo bajo los árboles; pero si se las movía, o se las ponía en otra luz, eran verdes como las hojas a la sombra, o pardas como los campos en barbecho al anochecer, o de plata oscura como el agua a la luz de las estrellas. Las capas se cerraban al cuello con un broche que parecía una hoja verde de nervaduras de plata.

¿Son mantos mágicos? -preguntó Pippin mirándolos con asombro.

No sé a qué te refieres -dijo el jefe de los elfos- Son vestiduras hermosas y la tela es buena, pues ha sido tejida en este país. Son por cierto ropas élficas, si eso querías decir.

Eso no es lo que pippin quería decirles, les explicare – dijo Hannah – magia es el conjunto de ilusiones o encantamientos que se utilizan para aparecer, desaparecer o transformar cosas.

Entendemos – dijeron los elfos - Hoja y rama, agua y piedra: tienen el color y la belleza de todas esas cosas que amamos a la luz del crepúsculo en Lorien, pues en todo lo que hacemos ponemos el pensamiento de todo lo que amamos. Sin embargo son ropas, no armaduras y no pararán ni la flecha ni la espada. Pero os serán muy útiles: son livianas para llevar, abrigadas o frescas de acuerdo con las necesidades del momento. Y os ayudarán además a manteneros ocultos de miradas indiscretas, ya caminéis entre piedras o entre árboles. ¡La Dama os tiene en verdad en gran estima! Pues ha sido ella misma y las doncellas que la sirven quienes han tejido esta tela, y nunca hasta ahora habíamos vestido a extranjeros con las ropas de los nuestros.

Si la Dama nos tiene una gran estima, y la tenía desde antes de conocernos, ya ven a mí me salvo

Dicen algunos elfos que le convirtió en una elfo y al mirarla usted parece una de los nuestros – dijo un elfo cuya cabellera simulaba el color de la plata.

Así dicen, pero ¿quien soy para que la Dama me haya convertido en una de ustedes, si yo nunca había tratado con ella? .

Mas extraño aun es que te cediera parte de sus poderes, no crees que sea muy extraño? – dijo Boromir.

No habléis así de la Dama, o si no saldrás vivo de Lorien – amenazo uno de los elfos.

No peléis por eso, la Dama tuvo sus motivos, amor, no tienes porque dudar de ella, y ustedes elfos disculpen nuestro comportamiento es solo que las cosas que han pasado han sido muy estresantes y nos ha empezado a afectar.

Disculpas aceptadas, pero solo por que la señorita hannah las ha dado.

Se lo agradezco mucho – dijo Hannah , mientras acompañaba a los elfos a la puerta del flet .

Boromir! , Por que tienes que dudar de todo, ¿por qué no cierras tu boca de una maldita vez? – grito Hannah , tanto así que toda la compañía se estremeció , pues Hannah tiraba humo y de haber tenido que elegir entre pelear con sauron o Hannah ,habrían elegido a Sauron

Pues ciérramela tu, ...con un beso – y con su forma característica, Boromir, beso a Hannah, logrando así que esta volviera a la normalidad, los demás salieron del flet para darle un poco de privacidad a la pareja ya que todos sabían que a partir de que salieran de Lorien ni Hannah y Boromir o algún otro miembro de la comunidad tendría tiempo para si mismo.

Hannah y Boromir pasaron la mañana completa solos en el flet y nadie se atrevió a interrumpirlos y mucho menos intentaron saber que había pasado .

Boromir, cuidado, me duele – gritaba Hannah, mientras unos elfos que pasaban cerca se reían.

Hannah si no estas quieta te dolerá más.

Pero si ya me está doliendo, deja de molestar, para de una vez

Quédate quieta.

Que no quiero, me molesta es muy pequeña.

Ahora dices que es muy pequeña, no tengo la culpa de ello.

Pues vete y arréglala tú o dile a la Dama Galabriel que te la componga.

Hannah no seáis... como voy a pedirle eso a la Dama?

Arréglatela tu entonces

Yo no puedo.

Que sí, entonces arréglatelas tú y no me vengas a molestar

Yo no la hice

Aun no sé que harás pero esa bota no me la pongo es muy pequeña, yo te dije que mi numero era nueve, no seis.

Nueve, seis, ¿ cual es la diferencia? , además tú lo apuntaste en este papel y dice 6

Voltea el papel y miraras que es 9.

Pero si son iguales.

Que el seis es muy pequeño.

Pero ambos se parecen

Se parecen, pero no son el mismo numero, crees que podría andar de aquí para allá con esas botas, si estando sentada me duelen imagínate de pie

¿Eres muy mandona, sabes?

¿Y que, algún problema?

Claro que sí, si nos vamos a casar, deberíamos llevarnos mejor,

Nos llevamos bien, Boromir – dijo Hannah con una voz muy seductora.

Esa es la Hannah que me gusta – dijo él, mientras trataba de besarla, aunque ella estaba jugando y se comportaba esquiva, lo cual le fascinaba a Boromir.

Boromir..

¿Sí? – pregunto él

¿No ibas a traerme otras botas?

Él incorporándose – Hannah, eres muy mandona, no puedo acercarme a ti, porque siempre encuentras el modo de que yo haga lo que tu quieres.

Tu lo haces, yo no te obligo – dijo ella, mientras le desabotonaba un botón de la camisa a Boromir.

¿Que haces?

Nada, acaso no puedo quitarte un botón, esta haciendo mucho calor aquí, veré que puedo hacer – dijo mientras dejaba a Boromir tumbado en el suelo y con ganas de besarla entera.

Por que siempre huyes de mí , cuando las cosas se ponen... No digas nada, por favor, ya hemos hablado de esto, ¿recuerdas?

Si, pero ya ha pasado mucho tiempo, desde que, por favor Hannah, solo nos quedan unos días mas aquí, luego adiós intimidad porque todos estaremos juntos otra vez.

Si no te aguantas es cosa tuya, pero yo ya hable y caso cerrado, además si encontramos tiempo y lugar entonces, no dudo en que encontraras la forma de volver a encontrar el tiempo y el lugar.

Si que eres testaruda, no querías ser mi novia, luego aceptasteis.

No acepte, tu me besasteis y yo caí, eso es todo.

Ahora, me dirás que no te gusta cuando te beso y mi mano te recorre desde el cuello y va bajando, bajando por tu pecho, hasta llegar a tu cintura. - y mientras hablaba hacia lo que decía , mientras Hannah estaba toda embelesada y excitada por el comportamiento arrebatador del hombre .

Bueno pero como no te gusta, me marcho – dijo él, haciendo que Hannah se quedara sorprendida, pues el siempre quería llegar al final.

¿Que? , Ahora quieres tú, ¿no me acabas de decir que no querías? , Hannah, Hannah, decídete de una vez, mientras tanto me voy a dar un paseo.

Hannah no respondió, aunque quería que su relación con Boromir creciera y de una vez ambos se casaran para formar su hogar, sabia perfectamente que ese hombre moriría y eso la hacia sufrir mas haciendo que le fuese imposible entregarse totalmente a su amor

Luego de un almuerzo temprano la Compañía se despidió del prado junto a la fuente. Todos sentían un peso en el corazón, pues el sitio era hermoso y había llegado a convertirse en un hogar para ellos, aunque no sabían bien cuántos días y noches habían pasado allí. Se habían detenido un momento a mirar el agua blanca a la luz del sol cuando Haldir se les acercó cruzando el pasto del claro. Frodo lo saludó con alegría.

Haldir! – exclamo Hannah- aiya maese , que bueno que hayas regresado , me alegra mucho ¿y de donde vienes? , luces distinto , no feo pero sí distinto.

El elfo sonrió y dijo - Vengo de las Defensas del Norte, y he sido enviado para que os sirva otra vez de guía. En el Valle del Arroyo Sombrío hay vapores y nubes de humo y las montañas están perturbadas. Hay ruidos en las profundidades de la tierra. Si alguno de vosotros ha pensado en regresar por el norte, no podría cruzar. ¡Pero adelante! Vuestro camino va ahora hacia el sur.

Vaya, es una lastima que tu vengas y nosotros tengamos que irnos, me hubiera gustado pasar un tiempo mas por aquí – dijo Hannah, mientras le cerraba un ojo al elfo haciendo que este se sonrojara y que Boromir se enojara, pero así era ella y Boromir sabia perfectamente que ella trataba de hacer mas agradable la misión.

En las márgenes del Cauce de Plata, a cierta distancia de donde se encontraban las corrientes, había un embarcadero de piedras blancas y maderos blancos, y amarrados allí numerosos botes y barcas. Algunos estaban pintados con colores muy brillantes, plata y oro y verde, pero casi todos eran blancos o grises. Tres pequeñas barcas grises habían sido preparadas para los viajeros y los elfos cargaron en ellas los paquetes de ropa y comida. Y añadieron además unos rollos de cuerda, tres por cada barca. Las cuerdas parecían delgadas pero fuertes, sedosas al tacto, grises como los mantos de los elfos. Vamos! —Dijo Haldir—. Está todo listo. ¡Embarcad! ¡Pero tened cuidado al principio!

¡No olvidéis este consejo! —Dijeron los otros elfos—. Estas son embarcaciones livianas y distintas de las de otras gentes. No se hundirán, aunque las carguéis demasiado, pero no son fáciles de manejar. Deberíais acostumbraros a subir y a bajar, aprovechando que hay aquí un embarcadero, antes de lanzaros aguas abajo. La Compañía se repartió así: Aragorn, Frodo y Sam iban en una barca; Boromir, Merry y Pippin en otra; y en la tercera Lególas Gimly y Hannah en la otra, que ahora eran grandes amigos.

Doblaron en un recodo del río y allí, navegando orgullosamente hacia ellos, vieron un cisne de gran tamaño. El cisne era una nave construida y esculpida con todo el arte élfico. Dos elfos vestidos de blanco la impulsaban con la ayuda de unas palas negras. En medio de la embarcación estaba sentado Celeborn y detrás venía Galadriel, de pie, alta y blanca; una corona de flores doradas le ceñía los cabellos y en la mano sostenía un arpa pequeña y Cantaba. Triste y dulce era el sonido de la voz de Galadriel en el aire claro y fresco.

Aragorn detuvo la barca mientras la nave cisne se acercaba. La Dama dejó de cantar y les dio la bienvenida. Hemos venido a daros nuestro último adiós —dijo— y acompañar vuestra partida con nuestras bendiciones.

Aunque habéis sido nuestros huéspedes -dijo Celeborn todavía no habéis comido con nosotros, y os invitamos por lo tanto a un festín de despedida, aquí entre las aguas que os llevarán lejos de Lorien.

Luego de haber comido y bebido, sentados en la hierba, Celeborn les habló otra vez del viaje y alzando la mano señaló al sur los bosques que se extendían más allá de la Lengua.

Boromir y aquellos que vayan con él en busca de Minas Tirith tendrán que dejar el Río Grande antes de Rauros y cruzar el Entaguas antes que desemboque en las ciénagas. Sin embargo no han de remontar demasiado esa corriente, ni correr el riesgo de perder el rumbo en el Bosque de Fangorn. Son tierras extrañas, ahora poco conocidas. Pero seguro que Boromir y Aragorn no necesitan de esta advertencia.

Galadriel se levantó entonces de la hierba y tomando una copa de manos de una doncella, la llenó de hidromiel blanco y se la tendió a Celeborn.

Ahora es tiempo de beber la copa del adiós –dijo-. ¡Bebed, Señor de los Galadrim! Y que tu corazón no esté triste, aunque la noche tendrá que seguir al mediodía y ya la tarde lleva a la noche.

Enseguida ella llevó la copa a cada uno de los miembros de la Compañía, invitándolos a beber y a despedirse. Pero cuando todos hubieron bebido les ordenó que se sentaran otra vez en la hierba, y las doncellas trajeron unas sillas para ella y Celeborn. Las doncellas esperaron un rato a los huéspedes. Al fin habló otra vez.

Hemos bebido la copa de la despedida -dijo- y las sombras caen ahora entre nosotros. Pero antes que os vayáis, he traído en mi barca unos regalos que el Señor y la Dama de los Galadrim os ofrecen ahora en recuerdo de Lothlórien.

Hannah, ¿puedo preguntaros algo? – dijo pippin.

Sí, claro.

¿Que hacéis tú y Boromir, encerrados y solos durante tanto tiempo?

¡Que pregunta!, pippin eso no se pregunta, menos a una dama- respondió Boromir, al ver que Hannah no sabia que responder.

Es que solo es curiosidad

Te responderé- dijo Hannah

¿Que haces? ¿, ¿Cómo le dirás?- dijo Boromir muy sorprendido.

Boromir y yo pasamos conversando y discutiendo sobre muchas cosas, tonterías en su mayoría también me ayuda a escribir un diario de nuestro viaje, para recordar por donde pasamos y cosas así.

Este bien – dijo el hobbit y se sintió satisfecho por la respuesta.

¡Que audacia! – le dijo Legolas a Hannah, y esta le sonrió tan dulcemente que algo n esa sonrisa hizo que el elfo e turbara.

Boromir dio un suspiro de alivio, por que realmente pensaba que hannah le contaría todo al pequeño hobbit, pero ella por supuesto no contaría sus intimidades , ni las de nadie cada cual con lo suyo y una pequeña mentirilla no le había hecho mal al hobbit , pero seguía estando Aragorn que al escuchar la conversación sintió molestia por que él si sabia perfectamente que ocurría en los flet cuando nadie estaba , dejando solos a Hannah y a Boromir .

Hannah, estamos por partir y se acabaran esos momentos en que te quedas sola con Boromir, lo cual quiere decir que se acabaran por un tiempo mis dolores de cabeza, pero eso solo ocurrirá hasta que nos marchemos y aun falta un poco para eso, por lo tanto creo que estas consiente de que debes tomar precauciones.-le dijo Aragorn.

¿Precauciones? , ¿ Pero de que? – pregunto ella

Tu sabes a que me refiero, toma – dijo entregándole unas hojas – dicen que el te de esto es bueno para evitar accidentes.

¿Accidentes?

Tu entiendes, creo que no debo o no puedo decir las cosas mas claro de lo que te he dicho, de ser así todos escucharían y entenderían lo que te estoy diciendo, pero un consejo, el te se toma por la noche para mejor efecto, y antes de que ustedes dos se queden solos.

¿Qué?

Te lo pondré mas fácil, no quiero nietos por ahora.

Ja, ja vamos Aragorn si tu no tienes hijos con Arwen como es que tendrás nietos

¿Ya entendiste?- dijo el hombre, dejando en silencio a Hannah, que ya había entendido lo que Aragorn trataba de decirle.

No te preocupes, que hijos no tendré por lo menos por ahora, y no hay peligro por que si tu crees que Boromir y yo ... bueno tu sabes, los dos no hemos estado juntos desde hace mucho y si estuviera embarazada seguramente me daría cuenta.

Dicen que no siempre se dan cuenta de eso, hasta que haya pasado un mes o mas.

Vaya, si que conoces mucho sobre le tema – dijo Hannah, sonriente por una malevolita idea que había surcado su mente- imagino los motivos que Arwen y tu tendrán para estar muy bien informados.

Aragorn que se encontraba de espaldas a Hannah, inmediatamente dio la vuelta y la miro frente a frente, y con un paso de distancia entre ambos.

Fluí! , Soplo Hannah al cabello de Aragorn – tu deberías tener cuidado también, ya veras lo que digo, no solo por esos accidentes! Si no por que la guerra se encuentra cerca, yo te estimo mucho Eleazar, piedra de elfo y me dolería que algo e pasase eres muy importante y has sido mi amigo desde siempre.

¿Por qué me dices eso ahora?

Es lo que siento y si te lo digo ahora es por que mi corazón me lo pidió, vamos que no es hora de estar tristes, el camino es largo y el tiempo corto, no discutamos ahora, ya tendremos tiempo para hacerlo, Además la guerra esta cerca y la muerte se siente en el aire...