Eh vuelto a revisar este capítulo y he cambiado algunas cosas sé que llevo tiempo sin publicar y sé que no hay escusas, les seré sincera mi musa no ha vuelto a parecer parece que se escapó y no planea regresar así que are lo que pueda.

Mis más sinceras disculpas.

Capítulo 1

Los Nazgûl

Lo primero que sentí al acercarme al mundo de la vigía era que me encontraba acostada en algo duro y húmedo. Al abrir los ojos me di cuenta que estaba en el suelo de la entrada de una cueva, cerca de un pequeño arroyo deduje por el sonido. En medio de un bosque que no conocía.

¿Cómo había llegado allí? No tenía ni idea.

Era extraño ya que no era capaz de recordar lo que me había llevado a esta situación.

Observe a mi alrededor y además del arroyo y la cueva el resto era todo árboles. Decidí caminar hacia el oeste, puede que estuviera en un lugar extraño, del que no sabía nada, pero no me quedaría parado en un solo lugar esperando a ser devorada por lo que fueran las alimañas que habitaran en él.

Seguí, por lo que pareció ser horas y horas, cansada y hambrienta como me encontraba pero aun así seguí. Era terca y algo estúpida o eso es lo que me había dicho alguien, pero no recuerdo quien.

Luego tropecé con una de las tantas raíces y caí de cabeza. "Se nota que me quieres tanto Dios" pensé sarcásticamente. Después de eso decidí descansar un poco, en la misma maldita raíz con la que me había tropezado.

Volví a mirar a mí alrededor, norte, sur y este solo había árboles y más árboles pero al oeste se veía algo diferente, era mínima la diferencia pero muy agradable a la vista, al menos para mí lo era, era el límite del bosque o selva. "Por fin algo bueno en el día"

El aullido de un lobo me saco de mis pensamientos.

-Lo que me faltaba-dije entre dientes.

Por lo lejos que se veía supuse que tardaría unas cuantas horas para salir del bosque, luego de eso buscaría un pueblo, casa o lo que sea para averiguar en donde me encontraba exactamente. Sentí como el tiempo pasaba tortuosamente lento, el aburrimiento me estaba carcomiendo por dentro así que comencé a tararear una canción y con eso termine enviando a mi mente por las nubes, sabía que era peligroso, estaba en un lugar extraño y (muy probablemente) peligroso, pero no podía evitarlo.

Estaba tan distraída que ´casi´ no me di cuenta de que los pájaros no cantaban y los animales se habían escondido, el bosque estaba en silencio y sabía por qué, lo cual era extraño, algo o alguien se estaba acercando rápidamente y no era precisamente bueno. Era como un cazador casando una presa y no quería ser exactamente la presa de lo que fuera. Ese algo se dirigía hacia el oeste casi pisándome los talones, pero por el momento estaba lejos. En pocas palabras me dirigía a quien sabe dónde siendo "perseguida" por quien sabe que mierda. Que "suerte" que tengo.

Mire el cielo, ¿cuánto tiempo había pasado? no lo sabía, pero al parecer fue bastante. Se acercaba el anochecer, tenía que salir de aquí y rápido. Además tenía hambre así que observe los arboles a mi alrededor para ver si podía encontrar alguna fruta (imagínate que ni siquiera podía recordar la última vez que comí), pero lo único que veía eran pinos, robles, abetos, sauces, arces y algunos que no podía identificar gracias a la poca luz que quedaba. Estaba anocheciendo demasiado rápido para mi gusto y el ambiente se estaba volviendo bastante frio, hacia un rato que me había dado cuenta que en este lugar quizás fuera otoño o invierno, lo cual en parte me hacía sentir feliz ya que me encantaba el frio, pero en otra no tanto ya que no sabía hasta que extremos podían llegar a bajar la temperatura.

Me encontraba en el límite del bosque, y eso hizo que me emocionara, ya que al fin saldría de ese lugar. De repente me sobresalte, sentí un escalofrió recorriendo mi espina dorsal, esa cosa se estaba acercando más rápido de lo que había pensado, a lo lejos pude vislumbrar unas ruinas de lo que parecía ser antiguamente una torre, no podría decirlo con certeza.

Después de un tiempo llegue a campo abierto, donde estaban esas ruinas, y decidí subir a ver si encontraba algo interesante o si encontraba a alguien, aunque eso no parecía muy probable.

Revise cuidadosamente y no encontré nada ni remotamente interesante. Entonces como señalando lo obvio mi estómago gruño reclamando algo de alimento, que por supuesto no tenía. No sabía qué hacer, quedarme aquí o perderme por completo en busca de comida. Opte por la primera opción, ya que no podía ir por cualquier lugar lleno de bichos de mierda en medio de la noche, era como ponerte un cartel en la cabeza con luces brillantes que dijera "cómeme".

Así que me quede en el mismo lugar observando las estrellas, al mirar aquel cielo me di cuenta de que estaba muy lejos de casa, ya que no conocía a ninguna de aquellas constelaciones, no sé cuánto tiempo paso pero parecía que me había sumido en una especie de trance hasta que escuche voces. Alguien se estaba acercando al lugar, pero por extraño que sonara no sentía que fuera una amenaza. Me acerque cuidadosamente por entre las sombras hasta el borde, al mirar vi a cuatro niños y a un hombre bastante alto, que parecía un vagabundo, por su forma de vestir. Los observe curiosamente ya que me parecía raro que un hombre estuviera con cuatro niños en medio de la nada. Después de un rato el vagabundo se fue a explorar o algo así era lo que había escuchado mientras les entregaba dagas largas, lo cual para ellos serían como espadas, era raro ya que eran niños, pero bueno yo no tenía nada en contra de la defensa personal, tampoco le di mucha importancia. Paso el rato y uno de los chicos se durmió mientras que los otros tres prendieron un fuego y se pusieron a comer; repentinamente sentí que varias presencias oscuras se acercaban a las ruinas, el que se había dormido despertó y apago el fuego con desesperación, pero ya era tarde, un grito espectral desgarro el aire de la noche, ellos asustados fueron avanzado para llegar a la sima de lugar, que extraño tenía la extraña sensación de que ya había visto esto en alguna parte, pero no era capaz de recordarlo con claridad.

Retrocedí para que ellos no me vieran, entonces cuando llegaron a la cima entendí lo que estaba pasando, ellos eran Frodo, Sam, Merry y Pippin del Señor de los Anillos, y por lo que podía ver estábamos en la parte de la Cima de los Vientos. "Que grandísima suerte que tienes Jessy, aparecer en la Tierra Media y encontrarte con los Nazgûl" pensé con sarcasmo.

Y hablando de Roma los espectros ya estaban aquí, con sus espadas desenvainadas. Sam se puso enfrente de todos listo para atacar, lo cual no sirvió de mucho ya que rápidamente uno de ellos lo había arrojado hacia un costado, Merry y Pippin hicieron lo mismo que Sam y por supuesto que no les fue mejor. Observe a Frodo quien dejó caer su espada y retrocedió hasta que tropezó y cayó al suelo, donde saco el anillo atrayendo así la atención del Rey Brujo de Angmar, mientras esto sucedía yo estaba con un dilema entre si ayudarlos o dejar que venga Aragorn, pero yo nunca fui muy buen espectador en esta clase de situaciones sin hacer algo estúpido, así que…

Me arroje a por la "espada" de Frodo la cual tome y detuve el avance del Rey Brujo, fue difícil ya que este era más fuerte que yo, intente hacerlo retroceder pero no pude ya que me encontraba con una desventaja considerable si contamos que ellos eran cinco y yo era solamente una, para colmo de males el no haber comido por quien sabe cuánto tiempo ya estaba comenzando a cobrarme peaje causando que mis ataque fueran débiles. ¿Dónde estaba Aragorn cuando se lo necesitaba? hace rato que debería haber aparecido.

Esta pequeña distracción casi me cuesta las tripas, con suerte logre esquivar casi completamente el golpe ya que aun así rompió una parte de mis ropas, tenía la extraña sensación de que se estaban burlando de mí porque después de esto uno de ellos hablo.

-Ningún hombre puede entrometerse entre un Nazgûl y su presa

-Sí, si, como si me importara-dije, aunque al decir esas palabras sentí la extraña sensación de que estaba hablando en el idiomas de las serpientes.

-¿Puedes entendernos?

-Claro ¿porque no lo haría?

-Ven con nosotros, te daremos lo que tanto has deseado, hijo de los hombres.

-Ni en mil años.-dije mientras pensaba que todo eso era una vil mentira.

-Te arrepentirás de tu decisión-grito uno de ellos enojada.

Hasta allí llego el descanso, con cada movimiento mis brazos se sentían más pesados, pero entonces me di cuenta de algo yo ya no estaba peleando con el Rey Brujo de Angmar, sino con otros dos, lo busque con la vista y lo vi a mi izquierda mientras se acercaba a Frodo, que sostenía el anillo, sabiendo lo que iba hacer grite NO pero esas palabras quedaron flotando en el aire ya que desapareció, haciendo acopio de la poca fuerza que me quedaba esquive a los otros nazgûl y corrí al lugar donde se suponía que estaba, no llegue a tiempo y el Brujo atravesó el aire con su espada y un grito desgarro el silencio.

Justo en se mismo momento apareció Aragorn con su espada desenvainada y con una antorcha.

- Maldito seas por no llegar antes-masculle para mí misma, pero entonces sentí dos manos de frio metal agarrando mi brazo izquierdo, era uno de los nazgûl tratando de llevarme con ellos, forcejee con él lo cual causa que me lastimara el brazo, aunque sabía que era una batalla perdida ya que me encontraba débil no iba a dejar que me llevaran con ellos, al menos no por las buenas.

-Suéltame hijo de puta-dije con rabia. Levante la mano derecha y apuñale al nazgûl con esa daga larga lo cual causo que gritara de dolor y retrocediera, vi que estábamos cerca del borde así que aproveche eso y lo empuje para que callera.

Volví mi vista hacia Frodo, que ya se había sacado el anillo, Sam estaba a su lado.

-Trancos-grito Sam-ayúdanos Trancos.

-Lo lastimo una espada de Morgul. Esto está más halla de mi capacidad, necesita medicina elfica.

Levanto a Frodo, ahí fue cuando se dio cuenta de mi presencia. Se acercó cautelosamente y pregunto.

-¿Qué hace mi señora en un lugar como este?

-Me estaba dirigiendo a Rivendel

-¿Qué propósito tiene en Rivendel?

-Tengo que pedir consejo de algo importante a Lord Elrond.

-Pero, ¿Por qué se dirigía por este camino a Rivendel?

-Por el simple hecho de que escuche que los nazgûl merodeaban por los caminos.

Él estaba a punto de preguntar otra vez cuando Frodo gimió de dolor.

-Tienes que llevarlo a Rivendel rápido antes de que pase.

-¿Y usted que hará mi señora?

-Si me permites mi señor, ¿Podría viajar con ustedes ya que tenemos el mismo destino?

Tardo un tiempo en responder pero después de unos segundos (al parecer sintió que yo no tenía ninguna mala intención) asintió con la cabeza como dando permiso y así corrimos por la selva.

Así pasamos los siguientes días entre miradas desconfiadas y el cansancio, hasta que en este momento nos detuvimos.

-Sam conoce la plata Athelas

-Athelas?

-Hoja del rey.

-Hoja del rey, si es una mala hierba,

-Tal vez combata el veneno

Me quede vigilando a los hobbits, cerré los ojos y me concentre en mi entorno, o más bien trate ya que poco a poco sentía como iba perdiendo las fuerzas, la adrenalina de la batalla me había abandonado hace bastante tiempo pero el correr constante había impedido que se enfriaran mis músculos y por consiguiente el haber sentido el dolor que comenzaba a percibir, pero no era momento de quejarse, podría hacerlo cuando llegáramos a Rivendel no antes, lo que menos necesitaban era un retraso. Aun cuando me encontraba tan ensimismada con esos pensamientos pude escuchar el sonido de los cascos de un caballo y justo en ese momento regresaron Aragorn y Sam.

-Trancos-susurre.

Él también lo había escuchado porque nos hizo una seña para que nos escondiéramos entre unos arbustos allí encontré una rama lo suficientemente fuerte como para resistir varios golpes; a la vista salió un caballo blanco, su jinete tenía el cabello tan brillante como el oro y ojos del color del cielo.

-Glorfindel

Trancos se dirigió hacia él y comenzaron hablar en elfica, lo más raro de la situación era que podía entenderlos. Cuando pareció que se pusieron de acuerdo caminaron hacia donde estábamos nosotros.

-Eh oído muchas cosas buenas de vos mi señora Jessy

-Por favor solo Jessy a secas (desde la primera vez que Aragorn me llamo mi señora no me gusto, me hacía sentir vieja)

-Como quieras Jessy.

Se dirigió hacia donde estaba Frodo, le reviso la herida y después le dio de beber algo.

-Usted viajara en mi caballo Asfaloth. Él nunca dejaría caer una persona que yo le haya confiado.

Si antes Pippin pensó que Trancos era exigente, Glorfindel nos estaba llevando al límite, apenas parábamos. Los ánimos iban decayendo y la preocupación por Frodo aumentaba a cada segundo que pasaba.

Y así continuo el viaje.

Y que les pareció: bueno, malo, regular, pésimo. Me ayudarían mucho.

Dejen sus reviews.

Nos vemos.

Atte: Nissa Tengou.

Este capítulo fue reescrito el 2/12/2015 (12:13 am)