Pues! Aquí empieza esta historia, serán pocos capítulos.

No sé por qué pero recientemente me obsesioné con esta pareja, primero se me hizo extraña,

pero después robó mi corazón, Lissana también merece una bella historia de amors 3

Si les gusta dejen reviews son el alimento del escritor (? XD

Los Grandes Juegos mágicos habían terminado. El caos se había estabilizado y el equipo de Sabertooth se encontraba dando un paseo por las calles de Crocus.

-Eh Sting-kun! Vamos a buscar dulces antes de irnos!- Dijo un pequeño gato rojizo a su compañero Dragon Slayer

-Tienes razón Lector, los dulces de la capital son lo mejor, vayamos antes de irnos. Vienen con nosotros Rogue, Frosh?

-Uhm vayan ustedes, yo iré a buscar unos libros.

-Fro piensa lo mismo.

-Joder pero que aburrido, luego no te quejes si no tienes dulces, vamos Lector.

Sting y Lector se encaminaron por las calles que conocían bien, para llegar a su tienda de dulces preferidos. Al llegar, Sting empujó la puerta de la tienda con demasiada fuerza.

-Ahhh

La puerta había golpeado a una pequeña chica albina, que ahora se encontraba en el suelo sujetando su nariz que sangraba levemente.

-Diablos, no me fijé lo que hacía! Discúlpeme señorita, déjeme ayudarla.

El rubio se apresuró a levantar a la chica del suelo mientras ella trataba de detener la sangre que le resbalaba.

-N-no se preocupe, los accidente pasan, pero, oh cielos los dulces que había comprado para Elf-nii y Mira-nee!

La bolsa de dulces que llevaba la albina había terminado en el suelo y todos los dulces que llevaba con ella.

-Ah permítame comprárselos de nuevo, como disculpa por favor!

-No hace falta, sólo fue un accidente.

Por fin, Lissana alzó la mirada al chico que le sostenía los hombros de forma preocupada. Y cuál fue su sorpresa al encontrarse con dos afilados ojos azules, que la miraban de forma preocupada. Era Sting, el dragon Slayer de Sabertooth que tantos problemas le había causado a Fairy Tail.

-Oh, yo la conozco, es Lissana-san no es verdad?

Sting ubicaba perfectamente a la chica, pues era la hermana pequeña de la famosa Mirajane, y además, por lo que había investigado, estaba vinculada de alguna forma a Natsu. Sin contar que era imposible pasar por alto su belleza. Era tan pequeña y blanca, como una muñeca.

-Sting-kun! Ten, conseguí un pañuelo para ella- Lector le dio a Sting un pequeño pañuelo negro, el cual el chico ofreció a la albina para contener la sangre que emanaba de su nariz

-Gracias, etto, uhm Sting-san?

-Jeje, no hacen falta las formalidades, de alguna forma siento que tu eres mayor que yo. De cualquier forma será mejor que vayamos a otro lado.

-Eh? No hace falta en verdad.

-Por favor Lissana-san, deja que alivie mi culpa por herirte

El chico miró firmemente a la chica, no aceptaría un "no" por respuesta, y ante su intensa mirada, Lissana se sonrojó levemente, lo cual pasó desapercibido para el rubio, pues ella ya estaba sonrojada por el golpe que se llevó en la cara por su descuido.

-Vale, está bien.

Sting guio a Lissana hasta un pequeño parque escondido, era de sus lugares favoritos en la capital, porque casi nunca había gente. Ambos se sentaron en una banca, mientras llegó Lector con una botella de agua para que Lissana se lavara la cara.

-Muchas gracias, eres un exceed verdad? Cuál es tu nombre?

-Así es, soy Lector y soy el mejor amigo de Sting-kun!

-Ya veo, que bonito nombre Lector!- Lissana se acercó al gato rojizo, y comenzó a acariciarle las orejas, lo cual tomó desprevenido a Sting y Lector quedó encantado, era su lugar favorito para que le hicieran cariños.

-Eh vaya, tienes habilidad, es el lugar favorito de Lector. Cómo lo supiste?

-Bueno, sólo lo intuí, a Happy igual le gusta que le acaricien así.

-Oh, así que Happy-san y yo tenemos algo en común! Jejeje

-Eres muy cercana a Happy y Natsu-san, Lissana-san?

-Sí, algo así, Natsu y yo cuidamos de Happy cuando aún era un huevo.

La declaración sorprendió a Sting, sabía que eran cercanos, pero eso significaba que se conocían de hace muchos más años de los que el rubio creyó. Ahora tenía una pequeña razón más para sentir celos de Natsu.

-Vaya, eso es mucho tiempo, oh mira! Ahí venden helados espera.

El rubio se levantó lo suficientemente rápido para que Lissana no pudiera protestar al respecto, y compró tres conos de helado, uno para la albina, otro para su compañero y otro mas para el.

-Je, muchas gracias Sting-san- Dijo Lissana sonrojada mientras agachaba la mirada

-Vamos, que dejes ya el "san", por lo menos que sea "kun", y por qué esa mirada?

-Bueno, es solo que eres mucho mas amable de lo que creí.

-Uhm, si, lo siento, supongo que me vi realmente como un idiota. Espero que pueda corregir el concepto que tenías de mi, Lissana-san- Terminó su oración con una enorme sonrisa, que le hizo detener la respiración a la maga.

-Ehhhhh estee, debo irme ahora, mis hermanos estarán buscándome. Muchas gracias por todo Sting k-kun…

La chica se levantó rápidamente de la banca y se puso a correr antes de que el rubio pudiera decir nada.

-Eh? Que fue eso? Dije algo malo?

-Te gussssssssta

-Qué fue eso Lector? Desde cuándo haces así la lengua? Y pues, es solo que ella es en verdad muy atractiva- Agregó el dragon Slayer mientras desviaba la mirada de su compañero.

-Cielos, nunca te había visto así Sting-kun! A la próxima los dejaré solos

-A la próxima? Cuál próxima? Siento que jamás estaremos así de nuevo.

-Solo debemos encontrar un pretexto! Fairy Tail se quedará un par de días mas en Crocus!

Dijo el pequeño gato, mientras por alguna razón, una esperanza crecía dentro del mago. Había sido tan raro todo aquello, encontrarse con la chica así, la pequeña conversación que sostuvieron. Ella le parecía interesante en verdad.

De pronto, se le ocurrió algo perfecto. Ella se había ido sin los dulces que había comprado en la tienda.