Tras una tarde de compras en el centro comercial del pueblo, Elena y Caroline van a una cafetería de por allí cerca a tomar algo. La rubia va con 5 bolsas en cada mano de diferentes tiendas mientras que Elena solamente ha comprado una camiseta roja de tirantes. Ambas se sientan en la terraza que tiene el establecimiento y piden al camarero
-Caroline: Ufffffff, pensé que una de ventajas que tendría el vampirismo sería no cansarte cuando vas de compras, pero estaba equivocada
-Elena (sonriendo): Quizás la próxima vez podrías probarte unas pocas cosas, no la sección entera de Chica
-Caroline (de igual modo): Muy graciosa, Elenita, pero que sepas que mi vestuario es un referente de la moda para las siguientes generaciones. ¿Y tú por qué sólo te compraste una triste camiseta? Ahora no hay que estar pendiente de lo que se gasta, el compelling es la mejor tarjeta de crédito que existe (la guiña un ojo)
-Elena: Ya verás lo divertido que será el día que te toque una dependienta que lleve verbena. Estará encantada de hablar con tu madre
-Caroline: Bah, nadie que no pertenezca a las familias fundadoras usa verbena. Lo tengo todo controlado. Al menos he conseguido que dejes esa cara hasta el suelo que traías desde que te saqué de casa
-Elena: No empieces, Caroline
-Caroline: Elena, llevo razón, estás como un alma en pena desde que Stefan se fue con Klaus. Vale, no digo que estés pegando botes pero no tampoco hay mucho más que puedas hacer. Damon te ha dicho que no ha encontrado pistas concluyentes de su paradero sobre la información que nos pasa mi madre. Supongo que Klaus se cubre las espaldas para que no demos con ellos. Tienes que seguir con tu vida, y el día en que encontremos a Stefan, todo volverá a la normalidad, ya lo verás
-Elena: No sé, a veces tengo la sensación de que igual jamás podrá escapar de Klaus y que no le veré nunca
-Caroline: Hoy es el día del vaso medio vacío, ¿no? Vamos a cambiar de tema a otra cosa que te anime. Tu cumpleaños. Quedan un par de semanas para que seas mayor de edad y por supuesto que habrá fiesta. No aceptaré un no por respuesta, así que te ahorras tu discurso pesimista. Venga, ¿dónde quieres que la celebremos? Esta tiene que ser de las gordas
-Elena: La verdad que ni me había puesto a pensar en ello. Bonnie sigue de vacaciones con su familia y a mí me vale con ir a tomar algo al Grill. Si quieres luego te vienes a casa a dormir
-Caroline: Wow, qué planazo. No sé si podré contener la emoción hasta que llegue. Está visto que si no lo organizo yo, saldrías en el record de los Guinness como el 18º cumpleaños más aburrido (Piensa unos segundos) ¡Ya lo tengo! ¡Lo haremos en la mansión, que es súper grande y ahí cabe un porrón de gente!
-Elena: ¿No se te olvida la parte en la que ninguna de nosotras vive en esa casa y por lo tanto no podemos hacer lo que nos dé la gana con ella?
-Caroline: Bueno, pero es la casa de Stefan
-Elena: Y también de Damon. No le va a hacer gracia que un montón de tíos y tías borrachos le destrocen los muebles y sobre todo que le desvalijen el bar
-Caroline: Nadie va a destrozar nada, yo voy a estar allí vigilando y al primero que pille liándola, le lanzo a propulsión como a Jazz en El Príncipe de Bel-Air
-Elena (riendo): Qué bruta eres, Caroline. No sé, a lo mejor Damon ha hecho planes con Andie para ese día y no va a dejarnos la casa así como así
-Caroline: ¿Crees que Damon no iría a tu cumpleaños para largarse con la aprendiz de periodismo? ¿Qué tonterías estás diciendo?
(Elena empieza a revolverse en el asiento, incómoda)
-Caroline: Elena, ¿qué te pasa? ¿Es que has vuelto a discutir con él otra vez?
-Elena: No, no, no es eso
-Caroline: Entonces dímelo porque como tenga que averiguarlo por los monosílabos que sueltas, nos podemos tirar aquí hasta tu 19º cumpleaños
-Elena (dubita unos segundos): Está bien, pero tienes que prometerme que no se lo vas a contar a nadie
-Caroline: ¿Qué? Pues claro, Elena, somos amigas. Ya te demostré con lo de la visita a Katherine en la tumba que soy capaz de tener la boca cerrada
-Elena (tras unos segundos): Besé a Damon
-Caroline (con los ojos como platos): ¡¿Que tú quéeeeeeee?!
(Varias personas que estaban en la terraza se giraron de repente)
-Elena: ¿Quieres parar de ponerte histérica?
-Caroline (tono medio bajo): Lo siento, es que me has dejado patidifusa. ¿En serio?
-Elena: Sí, es verdad
-Caroline (aún sorprendida): Pero… ¿cómo? ¿Cuándo?
-Elena: El día en que Stefan fue a pedirle la cura a Klaus, yo estaba en la mansión cuidando de Damon mientras esperábamos que él llegara. La cuestión es que Damon comenzaba a darse por vencido porque pasaba el tiempo y no teníamos noticias. Estaba muy mal, y creyendo que serían sus últimos minutos, él comenzó a hablar de cosas del pasado, de Katherine y que quería que le dijera a Stefan que sentía haberle culpado sobre ello
-Caroline: Espera, ¿Damon pidiendo perdón? O sea, ¿estamos hablando del mismo Damon? (Elena se la queda mirando) Perdona, sigue
-Elena: Pues eso, y luego me dijo que sentía haber hecho tantas cosas que me habían hecho daño. Le dije que le perdonaba, porque encima esa mañana había venido a casa para disculparse por haberme alimentado sin mi consentimiento y es cierto que en aquel momento yo seguía todavía muy dolida por lo que había hecho, pero no tenía ni idea de que Tyler le había mordido y que se iba a morir. Después, me dijo que a pesar de que sabía que yo siempre querría a Stefan, él me quería y que debería saberlo
-Caroline: Tampoco es que te contara algo que no supiéramos
-Elena: Ya bueno, pero no sé, supongo que necesitaba decirlo en voz alta. El caso es que verle de esa forma, tan desvalido y a punto de morir… lo hice. Le besé
-Caroline: Vamos a ver, ¿en qué estabas pensando? No, evidentemente no pensaste mucho porque si no, no lo habrías hecho. Que es Damon ¿No podrías haberle dado un par de palmaditas en el hombro y decirle que le echarás de menos? Ya te vale, Elena. Stefan intentaba conseguir la cura, y tuvo que venderse a Klaus se la diera, mientras tú…
(Elena la empieza a mirar con muy mala leche)
-Caroline: Vale, perdona, simplemente me cuesta entender que hayas hecho esto
-Elena: Y eso no es todo
-Caroline (gritando): ¡¿Hay más aún?! (Dándose cuenta de nuevo del tono de voz y bajándolo) Lo siento, otra vez. ¿Qué pasó?
-Elena: Katherine apareció con la cura. Lo vio todo, creo, o por lo menos la última parte seguro
-Caroline: Madre del amor hermoso, con lo víbora que es esa perra… Viéndolo desde otro ángulo, casi que mejor que Stefan no esté aquí, porque puedes apostar a que habría perdido el culo por largárselo. Aunque tampoco creo que ella ande por el pueblo, la tendríamos dando la brasa todos los días. Espera, a lo mejor ha seguido a Stefan y Klaus para aprovechar las oportunidades que tenga para manipular a Stefan y llevárselo
-Elena (molesta): No estás ayudando, Caroline
-Caroline: Ais, perdona, es que no se me ocurre otra cosa ahora mismo (Pasan unos segundos) Y da gracias a que Bonnie no está aquí, porque con lo que odia a Damon... la que te habría caído
-Elena: Lo sé