¡HOLA! Espero que os guste este fic. No seáis muy duros, es el primero que escribo y al principio será mas un intento de prueba que otra cosa. De todas formas, por fa leedlo os prometo no dejaros con la intriga del final en blanco, a cambio solo pido vuestra opinión sobre que os ha parecido.

Advierto que el lemon llegará mucho más tarde (cuando reúna el valor suficiente para escribirlo), mientras disfrutad de un bonito romance (o mas bien confuso romance para los protagonistas).

ADVERTENCIAS: Este fic contendrá SLASH, algo de violencia y tortura, la muerte de algún que otro personaje, MPREG y CHAN. Para mi desgracia debo añadir que ninguno de los personajes son míos, a menos que me de por añadir alguno que no pertenezca a Rowling.

La parejita prota será mi favorita: Tom/Harry.

ACLARACIONES

Normal

"Pensamientos"

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(NA: Notas de Autora)


LA TERNURA DE LA OSCURIDAD

Capitulo 1: Prólogo

Era un sueño.

Al menos quería que lo fuera. Pues de los sueños uno se despierta tarde o temprano. Y eso era lo que quería: despertar, despertar de esa pesadilla que lo atormentaba…

Abrió los ojos, allí estaba otra vez ese techo. Blanco. Ni una mancha, ni un dibujo, nada. Volvió a cerrar los ojos y suspiró. Se sumergió de nuevo en sus pensamientos.

Habían pasado dos semanas desde que había vuelto del colegio. Más en concreto de su quinto año. Un año que no olvidaría en su vida.

No contento el destino con que durante ese curso tuviera que soportar las burlas de los que no le creían cuando decía que Voldemort había vuelto, además de contenerse para no lanzarle un Avada a Umbridge, a finales del mismo tuvo que presenciar con sus propios ojos como Sirius, Canuto, Hocicos, su padrino, la persona a la que quería como a un padre moría a manos de la asquerosa perra de Bellatrix (NA: ¿Se nota que la odio?).

Y para ponerle la guinda al pastel el director de su escuela, alguien en quien había confiado ciegamente hasta ahora, le rebela que toda su vida ha sido una auténtica mentira.

Ahora se suponía que desde la noche en la que sus padres murieron y el peor de sus enemigos lo marcara, supuestamente como a su igual, con una estúpida cicatriz en forma de rayo en la frente, que solo le había causado ser objeto de burla durante su niñez, estaba destinado a matarlo o a que el Lord lo mate a él.

Por supuesto que él no quería mancharse las manos de sangre. Pero parecía que al resto del mundo no le importaba mucho eso, ni que se convirtiera en asesino ni su opinión, con tal de que así el mundo mágico no estuviera en guerra.

Parecía un precio pequeño, pero Harry no lo veía así. Él iba a ser la víctima o el verdugo. Y aunque el mundo quisiera que fuera el verdugo él no quería ser ni una cosa ni otra.

Él solo quería vivir en paz, quería ver a sus amigos cuando quisiera y enviarles cartas cuando le apeteciera, quería salir a volar con su escoba cuando tuviera ganas de sentir el aire azotando su rostro, quería tener una vida normal, quería tener una familia, quería…

Pero no. El mundo quería que fuera su salvador y tenía… no, debía serlo. Según ellos por el bien de todos. Pero su opinión no contaba para nada…

No tenían en cuenta para nada el hecho de que Harry no quería luchar de ese modo. No quería matar, ya tenía suficiente trabajo intentando defenderse para que no le mataran, y mientras el mundo lo tomaba por loco.

¿Por qué tenía que sacrificarse por un mundo que le dio la espalda? No. Definitivamente no pensaba luchar, no así. Así que ya podían ir buscándose otro salvador del mundo porque él no estaba disponible para nadie.

Ya podía venir Dumbledore a pedir su apoyo, ya podía venir La Orden del Fénix al completo a suplicarle ayuda, incluso podía venir el ministerio entero a rogarle, él no se movería lo más mínimo para plantarse delante de Voldemort, levantar la varita y gritar Avada Kedavra.

Y Voldemort. Él podía presentarse allí mismo e intentar matarle pero de seguro Harry no se quedaría quieto viendo como es a él a quien le lanzan el hechizo que tantas ganas tiene el mundo que lance él.

Abrió los ojos de nuevo. Y otra vez ese techo. Blanco. Ya le estaba dando hasta asco tanta pulcritud. Pero había algo diferente en ese techo ¿más oscuro? Giró su cabeza hacia la ventana y vio que el cielo estaba casi negro. Había comenzado a anochecer mientras se perdía en sus pensamientos. Estaba cansado, harto y… aburrido.

Desde que había llegado de la escuela había sido prácticamente lanzado por sus tíos dentro de su habitación y no había salido de allí desde entonces. Dos semanas sin recibir una lechuza, sin tener contacto con nadie.

Solo recibía la visita de su tía dos veces al día cuando le llevaba la mísera comida que le daban y otras dos veces para que fuera al baño. Una ducha solo le permitían darse por semana y con los minutos contados.

Había realizado todos los deberes del colegio en ese tiempo, ya que no tenía nada que hacer, todo un record personal, desde luego Hermione estaría orgullosa. El solo pensar que le quedaba mes y medio para regresar a la escuela le deprimía. ¿Qué iba a hacer hasta entonces?

Se levantó de la cama donde había estado tirado toda la tarde y después de estirarse como un gatito y dar un gran bostezo suspiró con abatimiento. Se dirigió hacia la jaula de Hedwig. La pobre lechuza había estado igual de encerrada que él y le miró con la misma mirada triste que él le dio.

-Si amiga, me temo que esto va para largo- le dijo mientras le acariciaba a través de los barrotes. Obtuvo un leve picotazo en el dedo como respuesta-. Solo espero que pronto nos saquen de aquí aunque sea para ir al cuartel de La Orden…

Harry volvió a suspirar ante esto. No le hacía gracia ir a ese lugar. Demasiados recuerdos iban a parar a su mente con solo pensar en el lugar, no quería ni imaginarse como sería estar allí de nuevo.

El ruido de alguien subiendo por las escaleras le hizo concentrarse en él. Al momento el sonido de los múltiples candados al ser abiertos se escucho con claridad y su tía Petunia apareció en el marco de la puerta con una pequeña bandeja.

-Si quieres ir al baño ve ahora que no pienso abrirte hasta mañana- le dijo mientras dejaba la bandeja en el escritorio y cogía la de la comida que aún estaba ahí totalmente consumida.

Mientras, Harry ya había salido de la habitación en dirección al baño. Al regresar su tía le esperaba fuera del cuarto. En cuanto ingresó en él cerró la puerta, y tras cerrar también todos los candados se marchó.

Harry fue hacia el escritorio y contempló su 'cena': una sopa (fría), un trozo de pan y algo de queso. Se tomó la sopa dándole algunos trozos de pollo que había en ella a Hedwig, se la termino en tres sorbos, y después se comió el queso justo con el pan que por suerte parecía que era de ese día.

Al terminar contempló las estrellas que ya se veían claramente en el cielo totalmente negro durante un rato. Entonces se volvió a acostar en la cama para volver a contemplar ese techo. Blanco.

BUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUM.

CONTINUARÁ…

¿Bueno? ¿Malo? Advierto que esto es solo una introducción, pero acepto cualquier sugerencia. La acción de verdad comenzará en el próximo capi. Ahora os propongo un trato: Necesito un comentario UNO, SOLO UNO y actualizaré el segundo capi (ya veré que pido para actualizar el tercero XDD).

Nos leemos en el próximo…