All About Eve

Autora: Lian-dana

Tipo: Serie Corta

Disclaimer: lo de siempre. el drama coreano Todo Sobre Eva pertenece a la MBS, blablabla, y todas la demás series que se mencionen o intervengan, sus personajes pertenecen a sus respectivos autores, el guión lo encontré en alguna página que no recuerdo, así que también merecen su crédito las personas d dicha página, no fines de lucro.

Aclaración: Esto lo hago con fines de entretenimiento, porque me pareció una historia hermosa y quedé cautivada con ella y con el galán coreano n.n y porque adoro la pareja ET, x cierto también aparecerá algo de SS pero la historia esta 100 centrada en ET. Dudas, preguntas, comentarios? Ya saben, no me preocuparía ni molestaría leer sus reviews.

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All About Eve

- - CAPITULO 1 Ciruela- -

Tu puedes decir que todas las cosas deben terminar
puedes sonreír e inclusive fingir
y puedes darte la vuelta y caminar hacia otra parte fácilmente
pero no puedes decir que tu ya no me amas.

Eriol Hiragizawa recorre las calles de Londres en su bicicleta, escuchando música. Se detiene a hacer compras en un minisúper y sigue su camino. Cuando Eriol llega a su departamento revisa la contestadora y se da cuenta que tiene dos mensajes.

Contestadora: Estos son sus mensajes. (Después del bip se escucha la voz de Nakuru, su mejor amiga, mientras que Eriol desempaca las cosas que compró)

Nakuru.- Eriol, soy yo, Nakuru. ¿Cómo estás? ¿Por qué nunca me llamas? Bueno... supongo que será porque estás muy ocupado estudiando... Tu familia te necesita, más vale que me llames a casa. Te veré luego. (Suena el bip de la siguiente llamada y es el padre de Eriol)

Sr. Hiragizawa.- Eriol, ¿cómo estás hijo? Soy tu padre... Hace tiempo que no sé de ti... (Al percatarse que es su padre, Eriol se dirige a parar la contestadora) ...debo darte una mala noticia, tu madre falleció, ven a casa. (Eriol se sienta en el sillón, impresionado con la noticia que acaba de recibir)

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En un hospital en Japón, el padre de Kaho tiene el rostro ensangrentado. Varios médicos están atendiéndolo.

Doctor: ¡Con cuidado! (Le ponen oxígeno, mientras que Kaho corre por la ciudad para llegar al hospital)

Kaho llega al hospital y ve a su papá en una camilla, aparentemente estable. De reojo se percata de la presencia del Sr. Fujitaka, el jefe de su padre.

Kaho.- ¡Papá, por favor!... ¡Papá, despierta!... papá... papá... ¿Cómo pudo sucederte esto?

Sr. Fujitaka.- Disculpa.

Kaho.- ¿Usted aquí? ¿Qué hace aquí señor Daidouji? Mi padre es pobre e ignorante. ¡Él no conoce sus derechos! ¿Cómo pudo hacer que trabajara sin las medidas de seguridad necesarias? ¡Es un patrón explotador y desconsiderado!

Sr. Fujitaka.- Los accidentes son así. Ojalá pudiéramos prevenirlos.

Kaho.- Haga que se recupere... Es su culpa, ¡haga que se alivie! ¡Maldito! ¡Siempre está abusando de los pobres e ignorantes! ¡Pero le advierto que no me voy a quedar con los brazos cruzados! ¡Voy a pelear por él! (Kaho se debilita y comienza a llorar. El Sr. Fujitaka trata de consolarla)

Sr. Fujitaka.- Lo siento, nosotros nos encargaremos de los gastos médicos, pero no puedo cubrir su salario... mientras... se recupere. La situación de la empresa no permite disponer de ese dinero. (Kaho se deja caer al suelo y llora desconsolada)

Kaho.- No es cierto. No puede hacer esto. No tiene consideración. ¿De qué vamos a vivir ahora? (El Sr. Fujitaka está conmovido con sus lágrimas y le da su pañuelo a Kaho)

Sr. Fujitaka.- ¿Y tu mamá?

Kaho.- Se fue cuando tenía seis años. Se fue cinco días... y nunca volvió.

Sr. Fujitaka.- Lo siento... me recuerdas tanto a mi hija... Ya, ya... (Le da palmadas de apoyo a Kaho) Tranquila... Veré qué puedo hacer por ti... Ya.

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Mientras tanto en un supermercado, en la capital de Japón donde las personas pasan desapercibida, sin embargo cada una tiene su historia entrañable y soñadora.

Tomoyo, la hija del Sr. Fujitaka, está en la pescadería de un supermercado.

Tomoyo.- Perdone... ¿cuánto cuesta la pieza?

Empleada.- Dos mil wongs.

Tomoyo.- ¿Y está fresco?

Empleada.- Sí.

Tomoyo.- ¿Me puede dar dos?

Empleada.- Permítame un momento.

Tomoyo.- Gracias (Después de eso, Tomoyo recorre el supermercado, observando las frutas y verduras)

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Kaho se ha quedado a solas con su padre y lo observa atentamente.

Kaho.- Muchas gracias papá. No sabía que habías pagado mi instrucción escolar... Siempre fuiste así... Tú me hiciste así... y vivir contigo... (En ese momento comienza a llorar y se recarga en el cuerpo de su papá) fue una pesadilla. Espero que jamás despiertes. Si no vuelvo a verte nunca más en mi vida... será... Pienso que sin duda será mejor para mí. (Kaho sigue llorando. Después esboza una sonrisa, pero su llanto vuelve a ganar)

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Tomoyo lleva una bolsa con las cosas que compró en el supermercado y entra a la tienda de la Sra. Daidouji, la madre de, Touya quien es su mejor amigo.

Tomoyo.- Buenas tardes.

Sra. Daidouji.- ¡Ah, qué gusto verte! ¿Qué tanto traes ahí? (Revisa la bolsa que lleva Tomoyo)

Tomoyo.- Voy a cocinar pescado con vegetales.

Sra. Daidouji.- ¡Ay, qué sabroso! Envidio a tu papá. Qué niña tan buena eres... ¡Toma! (La Sra. Daidouji le da una paleta a Tomoyo)

Tomoyo.- Gracias. También tú estás invitada.

Sra. Daidouji.- No creo que deba ir. Si quisiera verme ya podría haberme llamado ¿no crees?

Tomoyo.- Sí.

Sra. Daidouji.- Y si no se casa pronto será un viejo y nadie se casará con él.

Tomoyo.- En serio... ¿acaso tú no te interesarías en él?

Sra. Daidouji.- ¿Para qué? Yo no necesito de un hombre a mi lado.

Tomoyo.- Quiero un consejo para mi guisado.

Sra. Daidouji.- No sé para qué. A tu padre le gusta más la forma en que cocinas.

Tomoyo.- ¡No es cierto! (Busca con la mirada a alguien) ¿Y Touya, sigue ocupado?

Sra. Daidouji.- Ah, sí. Se prepara para un concurso de fotografía. Bueno, al menos eso es lo que creo. Está metido en su cuarto oscuro.

Tomoyo.- Entonces ya me voy.

Sra. Daidouji.- Hasta luego. Te veo luego.

Tomoyo.- Adiós (Tomoyo sale de la tienda y la señora Daidouji se dirige a su empleado, quien acomoda algunas cosas)

Sra. Daidouji.- ¿Son todos nuevos?

Empleado.- Sí señora.

Sra. Daidouji.- ¿Tiene alguno para mí?

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Tomoyo entra al departamento donde su amigo Touya tiene su estudio de fotografía. Al no verlo decide buscarlo y entra al cuarto oscuro.

Touya.- ¿Quién es?

Tomoyo.- ¡Perdón, no sabía que estabas aquí! (Tomoyo sale del cuarto avergonzada, Touya sale tras ella)

Touya.- ¿No sabes llamar antes de abrir?

Tomoyo.- ¿Arruiné tu trabajo?

Touya.- Para tu fortuna no, pero estuviste cerca. (Touya le sonríe demostrando que no se enojó)

Tomoyo.- ¡Perdón! es que... Vine a invitarte a una gran cena que voy a preparar.

Touya.- ¿Tu papá está aquí?

Tomoyo.- Mjm.

Touya.- ¡Ah! ¡Es por eso que estás tan contenta! ¿Te puedo ayudar?

Tomoyo.- Oye, y... ¿tú cómo sabías que mi papá vendría?

Touya.- Te conozco.

Tomoyo.- ¿Y dónde está Yukito?

Touya.- Fue a tomar fotografías con Kun San. Bueno, ¡vámonos ya! ¡rápido!

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Touya y Tomoyo preparan la cena. Él está rebanando cebollas que tiene sumergidas en agua, mientras que ella limpia germen de trigo.

Tomoyo.- Esa cebolla es fuerte, ¿estás bien?

Touya.- Pues me lloran los ojos, pero al menos tengo una buena técnica para esto. Si sumerges las cebollas en agua son menos fuertes... ¿Qué quieres? He aprendido muchas cosas de mi mamá. (Tomoyo se ríe)

Tomoyo.- A tu mamá no le agradaría ver esto.

Touya.- ¿Qué?

Tomoyo.- Pues saber que estamos los dos solos. Ella es muy conservadora.

Touya.- Creo que la estás subestimando. Sabe que no sucedería nada ni estando en una isla solitaria. (Tomoyo se molesta con el comentario de Touya porque él le gusta)

Tomoyo.- En ti cree, en mí no. (El teléfono suena y Tomoyo corre a contestar) Hola... ¿Papá? ¿Estás en casa?... ¿No vas a venir?... ¿Qué?... ¿Otra vez?... ¡No estoy llorando!... ¡Ya no soy una niña!... ¡Deja de tratarme como un bebé! (Touya le quita el teléfono)

Touya.- Hola, habla Touya... ¿No vienes?... No, no está llorando... Pierde cuidado, estará bien... Sí... Todos entendemos, descuida... Oye, cuídate, espero que nos veamos luego... Hasta pronto... Sí... Sí. (Cuelga el teléfono)

Tomoyo.- Dijo que alguien del trabajo murió.

Touya.- Así sucede en las constructoras, surgen accidentes... Oye, ¿qué tal si salimos a cenar, eh? (Tomoyo está a punto de llorar y se va a su cuarto. En ese momento entra la Sra. Daidouji)

Sra. Daidouji.- ¿Tomoyo?

Touya.- ¡Mamá!

Sra. Daidouji.- Ah, ¿dónde está?

Touya.- Arriba. Es que llamó su papá.

Sra. Daidouji.- ¿Qué? ¿De nuevo canceló? (Touya asiente con la cabeza) Ah, ¡ahora sí que me va a escuchar ese desconsiderado!

Touya.- Espera... es que... hubo un accidente y murió un empleado.

Sra. Daidouji.- Pero los vivos podemos comer... pobre chiquilla. ¡Ve por ella!

Touya.- Bien.

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El Sr. Fujitaka le da instrucciones a uno de sus empleados.

Sr. Fujitaka.- Hazlo con mucho cuidado, por favor.

Empleado.- Sí, señor. (Después de eso, se acerca al privado donde está Kaho. Ella se encuentra hincada, muy triste, mirando la foto de su padre. En eso, una mujer se acerca llorando a ella)

Mujer.- Kaho... Kaho... Kaho... ¿Cómo pudo hacerte esto? ¿Cómo dejar sola a una pobre chica como ésta? ¿Qué va a ser de Kaho?... ¡Qué terrible mi pequeña! ¡Qué dura ha sido la vida contigo! (El señor Fujitaka escucha y se aleja conmovido)

Kaho.- Espera... quiero pedirte algo. Sabes que esto es muy difícil para mí. Te agradecería que no hagas las cosas más difíciles de lo que son.

Mujer.- ¿A qué te refieres?

Kaho.- Te pido que no sigas llorando así, ni me recuerdes más cosas tristes. Por favor.

Mujer.- Mjm.

Kaho.- Ojalá me entiendas. (Kaho alza la mirada y se perturba al ver a In-Su, su antiguo novio, quien la observa fijamente)

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Kaho sale de la funeraria, molesta por la presencia de In-Su. Éste la sigue burlón y cínico.

In-Su.- Así que se fue tu padre. (Mira a Kaho de arriba a abajo y se burla de su vestimenta) ¡Oye! Hasta pareces una buena niña.

Kaho.- ¿Qué haces aquí?

In-Su.- Ah, estaba a punto de convertirse en mi suegro. Tenía que venir ¿no crees?

Kaho.- ¿Tu suegro? Já. (Se ríe irónica. In-Su le toma la mandíbula con su mano y después comienza a tocarla)

In-Su.- Oye, me gusta que sonrías. Sí... Este atuendo me excita. (Kaho se libra molesta de sus manos) ¿Qué pasa? No me digas que de repente ya te convertiste en una mujer decente. ¿Estás sufriendo por él?

Kaho.- Déjame en paz In-su.

In-Su.- ¿Qué?... Todavía recuerdo a una jovencita que fue a pedirme ayuda y me dijo que tenía un padre asqueroso... Quería deshacerse de él. ¿Recuerdas cómo te golpeaba tu padre? Y el día que nos encontró juntos me golpeó a mí también.

Kaho.- Fue hace mucho tiempo.

In-Su.- Sí, creo que te comprendo. Después de todo era tu padre. Tal vez hasta lo quieras... pero escúchame. ¡A mí no vas a rechazarme nunca! (Kaho muestra serenidad ante el enojo de In-Su)

Kaho.- Tal vez sea mejor que regrese, muchas gracias por venir. (Kaho se aleja, pero In-Su la sigue con su risa burlona) ¡Adiós!

In-Su.- Ah, ¡no puedes dejarme afuera! Ya te dije que casi lo consideraba mi suegro. Tengo que ofrecer mis condolencias.

Kaho.- Agradezco mucho tu interés, eres muy amable; pero la verdad no quisiera ver a mi padre levantarse de su tumba al verte.

In-Su.- Pero necesitas que te acompañe Kaho. Después de todo no tienes a nadie más en la vida. Estoy seguro de que se sentiría tranquilo al ver que no estás sola... Sí, eso creo.

Kaho.- ¿Cómo puedes ser tan descarado?

In-Su.- ¿Qué cosa?

Kaho.- Me iré de aquí. Voy a sepultar todo lo que se relacione con él. Cuando termine con esto, mi pasado quedará olvidado... ¿Sabes? ¡Yo podría arrancarme las uñas de los dedos si esto perteneciera a mi pasado y ese pasado te incluye a ti también!

In-Su.- ¡Oye! ¿te volviste loca?

Kaho.- ¡Sí! ¡Estoy enferma y cansada de esta vida! ¡Fue por eso que estudié tanto! ¡Tú no me conoces! ¡Adiós In-Su! (Kaho vuelve a entrar a la funeraria. In-Su se queda molesto)

In-Su.- ¡Oye!... ¡Já, está loca!

Kaho entra furiosa al baño de mujeres. Su cara de enojo cambia cuando se mira en el espejo. Se queda un rato observándose y comienza a sonreír.

Al día siguiente, Kaho quema las cosas de su padre en una fogata. Recuerda a su papá muy deprimido, mirando una fotografía donde aparecen él, su mamá y ella muy pequeña. Kaho tira esa foto al fuego. También recuerda su época de adolescente, cuando su padre llegaba borracho mientras ella estudiaba y sacudía su mochila furioso por verla estudiar.

Sr. Ho.- ¿Qué diablos es esto? ¡Dímelo! ¿Qué tienes aquí, eh?

Kaho sigue recordando. Su rostro es inexpresivo y ni siquiera llora. A su mente viene un momento agradable de su niñez: Su padre talló un ave de madera y se la dio de regalo. Kaho la recibió feliz y había mucho cariño entre padre e hija.

Sr. Ho.- ¡Toma!

Kaho.- ¡Gracias papá! (Kaho tira el ave de madera al fuego y sigue quemando las cosas de su papá, poco a poco)

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Al mismo tiempo, en un cementerio, Eriol Hiragizawa mira la foto de su madre sobre su tumba en medio de un gran dolor.

Sacerdote.- Ella resucitará como nuestro Señor Jesucristo nos lo prometió un día. Descanse ahora nuestra querida hermana en los brazos del Señor. Señor, te pedimos todos los aquí reunidos por el descanso de nuestra hermana, que llamaste a tu lado y estamos seguros que habrás de recibir y tu infinita misericordia la dejará libre de culpas para gozar de tu Gloria...

Eriol recuerda a su madre abrazándolo con mucho amor cuando era niño. Eriol llora al recordar también los momentos en que su padre se marchó de casa y su madre suplicante le pedía que no se fuera. Eriol llora y mira a su padre, quien está al lado suyo. Lo mira con resentimiento mientras que su padre permanece inmóvil. Eriol sufre mucho y está destrozado. Nakuru y Yue, sus amigos, lo observan tristes, sin poder hacer nada por él.

El Sr. Hiragizawa llega a su casa con Eriol. En la entrada los recibe la actual esposa del Sr. on con su pequeño hijo. Eriol los mira receloso.

Sra. Hiragizawa.- Qué bueno que llegan.

Sr. Hiragizawa.- Gracias. (La Sra. Hiragizawa se dirige a Eriol y trata de ser amable)

Sra. Hiragizawa.- ¿Por qué no tomas un baño?

Eriol.- No te preocupes por mí. (Eriol se aleja muy serio y su madrastra se nota incómoda)

Eriol está empacando sus cosas en su recámara y su padre entra.

Sr. Hiragizawa.- Tenemos que hablar.

Eriol.- ¡Felicidades! Ahora ya eres libre.

Sr. Hiragizawa.- ¡Hijo!

Eriol.- Por desgracia no puedo festejar contigo y no tengo tiempo para escucharte. (Su padre lo toma del brazo evitando que siga empacando)

Sr. Hiragizawa.- Espero que no olvides que ella era mi esposa. (Eriol se libera muy molesto de su padre)

Eriol.- ¡Precisamente!... Por eso puedes festejar sin ninguna vergüenza... Cuando la estaban sepultando le dije lo mismo a mi madre: que al fin era libre... Ella ya no tendrá que esperar a un esposo que la dejó por otra mujer. Ya no tendrá que sufrir.

Sr. Hiragizawa.- Es un malentendido.

Eriol.- Junto con ella te esperaba yo. Cuando crecí me encontré al lado de ella, siempre esperándote. ¿Cómo te habrías sentido en mi lugar? ¿Eh?... Yo jamás seré

como tú. Jamás dejaré a una esposa esperándome. Me casaré con alguien a quien realmente ame. No voy a casarme con alguien por su dinero ¿entiendes? Al menos ésta ha sido una lección que tú me has dado... y valiosa. Sé lo doloroso que es perder a un ser amado.

Sr. Hiragizawa.- Yo no me casé con tu madre por dinero, aunque es cierto que no la amaba... Pero creí que llegaría a amarla con el tiempo. Era muy joven y su familia me trataba como si yo fuera un pordiosero. Eso me lastimó enormemente. Tuve que retirarme.

Eriol.- Es por eso que ahora puedes festejar. Ahora ya nadie podrá pensar que le debes tu éxito a mi madre. ¡Haz lo que quieras! También ella se ha liberado. (La Sra. Hiragizawa entra con su pequeño hijo a la habitación)

Sra. Hiragizawa.- La cena está lista. (Eriol los observa, sobre todo a su pequeño medio hermano)

Eriol.- Gracias, yo no tengo hambre. Pueden cenar los tres juntos, yo me voy. (Al dirigirse a la salida de la habitación, su padre lo jala del brazo donde lleva la maleta y Eriol se detiene)

Sr. Hiragizawa.- Duerme en tu habitación. Al menos por una noche. Sé que tu avión parte mañana. Te llevaré al aeropuerto. (Eriol sale del cuarto dejándole la maleta a su padre)

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En el foro de un noticiero

Hay un gran movimiento porque el noticiero está a punto de salir al aire. Los conductores son Yue y Nakuru. A ella la están maquillando y los dos leen sus notas.

Yue.- Sí, gracias. (El floor manager entra al set y les da varias hojas a los conductores)

Floor manager.- Éste es para ti Yue.

Yue.- Gracias

Floor manager.- Éste para ti Nakuru.

Nakuru.- Gracias. (La maquillista arregala a Nakuru y ella se ve nerviosa. Están a punto de entrar en vivo. Yue se da cuenta del nerviosismo de su compañera y le da ánimos)

Yue.- Sólo respira.

Nakuru.- Estoy nerviosa.

Yue.- ¡Y cómo no! Es tu primera vez al aire. A todos nos pasa igual. Si te pones nerviosa lo transmites a los espectadores. No importa que te confundas con las palabras, sólo conserva la calma... Así que respira profundamente y tómalo con calma. Eso es todo, vas a estar muy bien ¿de acuerdo?

Nakuru.- Ajá.

Floor manager.- ¡Último corte comercial!

Yue.- Sí, ya estamos listos.

Floor manager.- Quedan diez segundos. ¡Todos listos! (Yue se prepara y entra el noticiero al aire)

Yue.- Buenas noches, bienvenidos a su noticiero MBS de la noche.

Nakuru.- El Nasdaq el día de hoy presentó la mayor caída en su historia, mientras que las tasas de interés continúan subiendo y los inversionistas siguen... venti... ven... vendiendo sus acciones. Se espera además que el precio de las acciones de Kodak sufran también un desplome paralelo al de las demás compañías que se cotizan en la bolsa. (Entra el reportaje de la nota y en cuanto sale del aire, Nakuru respira aliviada, pero voltea a ver a Yue por el error que cometió)

Yue.- Descuida, suele suceder.

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Eriol fuma pensativo. El cantinero le cambia su copa de cerveza vacía por una llena. Nakuru entra corriendo al bar y llega muy apenada con Eriol por el retraso.

Nakuru.- ¿Hace mucho que llegaste?

Eriol.- No tenías que apresurarte, estoy bien.

Nakuru.- Veo que hace rato que estás aquí... Bueno, Yue llegará en un momento... Disculpa... ¡Camarero!

Camarero.- ¿Sí?

Nakuru.- Déme una cerveza.

Camarero.- Enseguida señorita.

Eriol.- Hubiera querido verte en la televisión. Lástima que no te vi... ¿y qué tal estuviste?

Nakuru.- Me verás en el noticiero de las 9... (Eriol bebe cerveza y parece no prestarle mucha atención) Debes estar muy cansado... No bebas más.

Eriol.- Ya dormiré mañana en el avión.

Nakuru.- ¿Mañana? (El camarero le da su cerveza) Muchas gracias... ¿Cómo te fue con tu padre?

Eriol.- Bueno... ya tuvimos la primera discusión.

Nakuru.- ¿Podrías darle al menos una oportunidad?... (Eriol sigue bebiendo) Debe haber algún modo en que ustedes...

Eriol.- ¿Sabes por qué no pienso casarme contigo?

Nakuru.- ¿Por qué me dices eso?

Eriol.- Es que sabes demasiado sobre mí... y lo peor es que aparentas que sabes todavía más de lo que sabes. (Nakuru se entristece con el comentario porque está enamorada de él) ¿Crees que podrías comprenderme?... ¿eh?... ¡Jamás!... Ni siquiera mi propio padre puede entenderme. Nadie que no sea yo puede entenderme.

Nakuru.- Ya estás ebrio ¿eh?

Eriol.- Tal vez un poco... Dijiste que serías corresponsal en Londres (Nakuru comienza a reirse) ¿Y por qué te ríes?

Nakuru.- Porque quisiera hacerlo. Iría a Marte si me fuera posible hacerlo, pero apenas estoy empezando. Hoy dije unas palabras y cometí más errores. Ah... de seguro mañana estaré sin empleo. ¡La arruiné!... Tal vez consiga algo en CNN... Quizá llegue a ser reportera cuando cumpla los 50 años.

Eriol.- Al menos vas por buen camino. Algunos jamás logramos encontrarlo. (Eriol dice esto y se pone muy triste. Nakuru no le dice nada, sólo lo observa. En ese momento llega Yue al bar)

Yue.- ¡Nakuru!

Eriol.- ¡Hola!

Nakuru.- ¡Al fin llegas!

Yue.- Lamento el retraso. (Se dirige a Nakuru) Oye, cuando salí ya te habías ido. ¿No pudiste esperar siquiera cinco minutos? (Los tres se ríen)

Eriol.- Una cerveza para él.

Camarero.- Sí señor.

Eriol.- (A Yue) Oye, luces muy bien. Debe ser la buena vida. A ver si me das la receta... (Después se dirige a Nakuru) Y tú ¿qué esperas? ¡Conquístalo! (Nakuru se queda sorprendida con lo que dice Eriol)

Nakuru.- Es que soy algo quisquillosa.

Yue.- No importa, soy complaciente. (Los tres se ríen) ¿Cuándo te vas?

Nakuru.- Se va mañana.

Yue.- ¿Tan pronto?

Eriol.- Sí.

Yue.- Entonces deberías estar con tu familia, no con los amigos... Tu padre te necesita. Está envejeciendo.

Eriol.- ¿Por qué será que no pensé en eso?

Yue.- Eriol, yo te aconsejo que olvides el pasado. La vida no es lo que uno desea. A veces... suceden cosas que no puedes evitar... Bueno, este no es momento para estar melancólicos.

Nakuru.- Sí, salud.

Eriol.- Salud.

Yue.- Salud... ¿Cuándo regresas?

Eriol.- Cuando termine mis estudios. ¡Ve a visitarme!

Yue.- Estoy ocupado con Nakuru, estoy muy ocupado.

Nakuru.- No exageres.

Eriol.- Ya lo creo... Salud.

Nakuru.- Salud.

Yue.- Salud.

Nakuru.- ¡Buena suerte!

Eriol.- ¡Gracias!

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Kaho regresa a su casa y se encuentra al Sr. Fujitaka, quien la está esperando. Después los dos platican en casa de Kaho.

Kaho.- Hoy mismo me iré de aquí

Sr. Fujitaka.- ¿Ya tienes un lugar a dónde vivir?

Kaho.- No, no tengo a donde ir. Me quedaré donde consiga un techo... Pero descuide, pediré el depósito de la casa; al menos con eso podré empezar... Por lo menos dijo que ustedes pagarán lo del funeral.

Sr. Fujitaka.- Si no tienes a dónde ir... ¿por qué no vienes conmigo?... Mi hija está por terminar la escuela y va a hacer tu misma especialidad... De hecho, le vendría bien una amiga.

Kaho.- Lo... ¿Lo está diciendo en serio? ¿Ella también quiere ser especialista en comunicación masiva?

Sr. Fujitaka.- Mjm. (Kaho se alegra, pero al mismo tiempo lo mira incrédula)

Kaho.- Sr. Fujitaka, ¿por qué es tan amable conmigo?... No tiene que sentir compasión por mí.

Sr. Fujitaka.- ¿Crees que lo hago por lástima?

Kaho.- Supongo.

Sr. Fujitaka.- En realidad me das pena... Estás sola... Pero eso no es todo... Quizá cuando tengas hijos puedas entenderme. Los padres siempre somos así, nos preocupan los jóvenes.

Kaho.- ¿Cree que mi padre también era así? ¿Como usted dice?

Sr. Fujitaka.- ¡Claro! (El Sr. Fujitaka le Daidoujiríe franca y amablemente. Después de dudarlo un poco, Kaho le corresponde con una gran Daidoujirisa y entusiasmo)

Kaho.- ¿Por qué a su hija le interesa la comunicación?

Sr. Fujitaka.- Mmm... ¡No lo sé!... Pero quiere salir en las noticias.

Kaho.- ¡Ah... yo igual! Mi sueño es trabajar en el noticiero de las 9 de la noche.

Sr. Fujitaka.- Oh… ¡seguro lo lograrás! Eres muy linda.

Kaho.- ¿En verdad cree que soy linda?

Sr. Fujitaka.- Sí. ¡Por supuesto!

Kaho.- Su hija también debe ser muy linda.

Sr. Fujitaka.- Qué puedo decir... Es linda... Además es dulce y adorable... ¡Es mi hija! (Los dos ríen)

Kaho.- Hay una nueva reportera en el noticiero de MBS. Es muy linda... Yo quisiera ser como ella.

Sr. Fujitaka.- Seguramente lo vas a lograr.

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Yukito y Touya revisan fotografías y negativos.

Yukito.- ¡Vaya! ¡Daidouji estupendas! ¿Tú las tomaste?

Touya.- Ay... no lo sé. No estoy seguro de estar a la altura de este concurso. ¿Tú qué crees?

Yukito.- ¡Oye! ¿Bromeas? Revela esto ¿sí? Tal vez no seas tan buen fotógrafo, pero tengo muy buen ojo y siempre puedo descubir un ganador al verlo.

Touya.- ¡Cómo no!

Yukito.- ¡Oye! Estoy hablando en serio. ¿Qué harías si resultara cierto?

Touya.- Te invitaría a comer.

Yukito.- No me conformo con eso... quiero a Tomoyo. (Touya se sorprende y se molesta con el comentario)

Touya.- ¡Olvídalo!

Yukito.- ¿Y por qué no, eh? ¡Ni que tú fueras su novio!

Touya.- Está bien. Si tanto te interesas por Tomoyo ¡deja de salir con todas esas otras chicas! Demuestra que es especial y si no, ¡olvídalo!

Yukito.- ¡Oye! No soy un monje y lo sabes.

Touya.- ¿Lo ves? ¡Eres un cretino! ¡Ella no merece un cretino como tú!

Yukito.- Si no vas a quererla para ti, deja el camino libre.

Touya.- ¡Ya basta!

Yukito.- ¡Tranquilo!... ¿Seguro que no la quieres de otro modo?... (Touya se ríe) Sí, sí... según tú son como hermanos ¿eh? Sé que tu mamá y su padre estuvieron juntos, no es novedad. Pero tampoco impide que haya algo entre ustedes dos.

Touya.- ¿Sabes qué? Por más que insistas no estaré de acuerdo contigo. (Touya entra al cuarto oscuro)

Yukito.- Ja, ja. ¡Lo imagino!... Dice que no le importa. (Suena su celular y se emociona, pero después entra mortificado tras Touya al cuarto oscuro) ¡Touya!... ¡Touya!... Es importante... ¡Touya!

Touya.- ¡Oye, no puedes entrar así!

Yukito.- Oye, por favor, por favor, contesta... Contesta el teléfono y dile que no estoy aquí.

Touya.- ¡No! ¡No voy a contestar!

Yukito.- Seguramente es Yin Sun y no quiero verla. ¡No puedo! Por favor, hazlo por mí ¿sí? Que crea que tengo diarrea, que estoy muerto...

Touya.- ¡No!... No puedo mentir. (Pero Yukito descuelga y le pone el teléfono en el oído a Touya, por lo que éste no tiene más remedio que contestar)

Touya.- ¿Hola? Es el teléfono de Yukito... ¡Ah!... ¡Hola Sophie! (Al oir el nombre, Yukito le quita el teléfono a Touya y contesta él)

Yukito.- ¿Si? ¡Oye! ¡Qué gusto! ¿Cómo estás?... ¡Qué milagro! ¡Qué tal!... ¡Ah... es que he tenido mucho trabajo, pero desde luego que tengo tiempo para ti!... No te preocupes, claro que sí... Mañana, mañana estaré ahí... Sí, claro que sí, no te preocupes... ¡Adiós!... ¡Cuídate!

Touya.- ¿Por qué rompiste con Yin Sun?

Yukito.- La muy sinvergüenza estaba saliendo con otro. ¿Puedes creer que se haya atrevido a traicionarme de ese modo? (Yun Mo comienza a reírse y Touya se ríe con él, pero después Touya lo reta muy serio)

Touya.- ¡Claro! ¡Tú lo haces!

Yukito.- Pero yo soy hombre y eso es muy diferente. En una mujer no está bien visto que engañe a su novio. Somos diferentes, físicamente y todo eso... ¿quieres verlo?

Touya.- ¡No, gracias! ¡Ya puedes salirte!

Yukito.- ¡Oye, oye! Estaba bromeando. Lo que pasa es que las mujeres tienen más fuerza de voluntad que los hombres. Eso hace la diferencia. Es lo único que nos hace diferentes...

Touya.- ¡Ya! ¡Vete de aquí! (Saca a Yukito a empujones del cuarto oscuro)

Yukito.- ¡Por favor! ¡Déjame que te explique!... ¡No me atormentes por favor!

Touya.- ¡Ya salte de aquí y déjame trabajar!

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El Sr. Fujitaka lleva a Kaho en su auto. Van en la carretera rumbo a la ciudad.

Kaho.- Pienso que esto va a ser un problema para usted... Estaba muy entusiasmada, pero... ya no estoy segura. Tal vez sea mejor que siga sola.

Sr. Fujitaka.- No tienes de qué preocuparte... Daidouji buenos chicos. Ya verás, te van a agradar. (Le toma la mano a Kaho para darle confianza, sorprendiéndola con su amabilidad) Ya verás... sí.

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Touya está con el Sr. Fujitaka en un pasillo, afuera del departamento de Yukito. El Sr. Fujitaka le ha propuesto que le dé hospedaje a Kaho, pero Touya lo piensa detenidamente.

Touya.- ¿Qué?

Sr. Fujitaka.- Sólo será durante poco tiempo. Cuando cobre lo del seguro se irá.

Touya.- De hecho, yo no alquilo este lugar. Es de Yukito, él me permite usarlo.

Sr. Fujitaka.- Tú puedes hablar con él. Ustedes sólo lo utilizan en el día.

Touya.- Es que aquí trabajamos y en ocasiones nos quedamos hasta tarde.

Sr. Fujitaka.- No tiene dónde quedarse... Touya, si están trabajando ella puede meterse a la habitación.

Touya.- No sé por qué no puedo negarte nada... (Le Daidoujiríe al Sr. Fujitaka aceptando la propuesta) Si es por poco tiempo nos arreglaremos.

Sr. Fujitaka.- ¡Gracias! En verdad nos necesita. La pobre no tiene a quién recurrir. Te lo agradezco.

Touya.- Es una buena obra... (El Sr. Fujitaka lo mira suplicante) Sí, espero que sí.

Sr. Fujitaka.- Oye, preferiría que esto quedara entre tú y yo. Creo que es mejor así.

Touya.- ¡Claro!

Mientras tanto, en el departamento se encuentra Kaho, quien es observada atentamente por Yukito. Ella está un poco temerosa y Yukito le da un vaso con jugo.

Yukito.- Aquí tienes.

Kaho.- Gracias.

Yukito.- Y... ¿y tu nombre es?

Kaho.- Kaho Ho… Kaho.

Yukito.- ¿Kaho?

Kaho.- Sí.

Yukito.- ¿Y tu edad?

Kaho.- Apenas entré a la universidad.

Yukito.- ¡Oh! ¿Y eres familiar del padre de Tomoyo? (Kaho, nerviosa por las preguntas, toma los negativos que están sobre la mesa para cambiar de conversación)

Kaho.- ¿Tú eres fotógrafo? (Yukito le quita los negativos a Kaho rápidamente)

Yukito.- ¡Oye, oye, oye! ¡No, no, no! ¡No toques eso!... Es que no son mías... Por favor déjalas ¿sí? (Yukito comienza a coquetearle a Kaho) A mí no me importaría, pero mi amigo es tan escrupuloso que no deja que nadie toque sus cosas. (En ese momento entran al departamento Touya y el Sr. Fujitaka)

Yukito.- ¡Ah, mira! ¡Aquí está Touya!... ¿Sabes amigo? Creo que ella es muy hermosa. Podría ser una buena modelo y tomarle unas buenas... (Touya lo pisa para que se calle) ¡Ahhhh!

Touya.- Vámonos de aquí. (Se lleva a Yukito hacia la puerta)

Yukito.- ¡Oye!... ¿Por qué no cambias la táctica?

Touya.- No quiero, ¡ven! (Los dos salen y Kaho se ríe por lo sucedido)

Sr. Fujitaka.- Todo va estar bien ¿eh?... Todo está desordenado, eso es cierto... Pero al menos ya tienes dónde pasar la noche.

Kaho.- Gracias

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La Sra. Daidouji, el Sr. Fujitaka y Yue están en el jardín platicando amenamente. Touya y Tomoyo llegan con fruta y jugos y se sientan con ellos.

Sr. Fujitaka.- ¿Y todo fue durante el noticiero en vivo?

Yue.- En vivo... en vivo.

Touya.- ¡Ajá! ¿Quién quiere fruta?

Sra. Daidouji.- Ah, pero qué consentido eres Fujitaka. No entiendo por qué tenemos que ofrecer todo un banquete cada vez que vienes por aquí.

Yue.- Pues no sé lo que te parezca a ti, pero para mí es importante. Eres mi mejor amigo.

Sr. Fujitaka.- Gracias.

Touya.- Oye Yue, ¿podría conseguir un empleo de medio tiempo en tu estación?

Yue.- ¿Sabes por qué no tienes un trabajo todavía? Porque no sabes tratarme con respeto.

Touya.- ¡Oh! ¿Cómo que no? Señor Yue.