DESPUES DE ANOCHE
Cap 01 Anoche
-Vamos, dime que si-
-No-
-Pero, cariño-
-¡He dicho que no! Y si vas a seguir en ese plan, más te vale quitarme las manos de encima o no respondo-
-¿Acaso no me quieres?-
-Claro que si. Eso no significa que vaya a hacer eso contigo, y menos en este lugar ¿por quien me tomas?-
El joven soldado miró a su alrededor, estaban en uno de los jardines del cuartel. El salón grande donde se celebraba el aniversario de la fundación de Amestris estaba a buena distancia, pero aun así se podía escuchar la música y voces de los asistentes
-Podríamos ir a otro sitio- aventuró
-¡Te dije que no!-
-¿Qué sucede aquí?- el soldado vio a su superior acercarse, tenía una expresión seria, estudiando concienzudamente a los jóvenes frente a él- ¿Hay algún problema señorita?-
-No, ninguno, señor. Con permiso- respondió ella y regreso al salón, dejando solos a los dos hombres
-Teniente Havoc, yo...-balbuceo el soldado
-¡Sabes lo que significa no, verdad?-
-Si señor-
-Pues que no se te olvide. Que tampoco se te olvide que es hija de un general y debe regresar a casa sana y salva ¿entendido?-
-Si señor-
-Bien- dijo Havoc y se alejo en dirección a la fiesta
El joven se quedo un momento donde estaba, maldiciendo y desquitándose con el tronco de un árbol
-Que mala suerte la tuya, amigo- dijo una voz a sus espaldas
Otro soldado salió de entre los arbustos
-¿Quién eres tu? ¿Acaso nos estabas espiando?-
-¡Oye! Yo ya estaba aquí cuando tú y tu noviecita aparecieron, me pareció muy rudo interrumpirlos-
El joven se sonrojo ligeramente
-¿Todavía quieres estar con ella?-
-¿Y eso a ti que te importa?-
-Planeaba ofrecerte mi ayuda, pero si no la quieres...-
-¡Un momento!- dudo unos segundos- ¿Qué es lo que tienes en mente?-
-Más bien que tengo aquí- dijo metiendo la mano en uno de sus bolsillos, saco un pequeño paquete, lo abrió y le entrego una pastilla con forma de rombo en color rojo- Esto- dijo- es la respuesta a tu pequeño problema-
-¿Qué es eso?-
-Solo es un pequeño incentivo para la señorita-
-No creo que sea buena idea-
-No te preocupes, nadie se ha muerto por tomar soralina, aunque si se toma con demasiado alcohol provoca un dolor de cabeza de miedo al día siguiente- vio la expresión indecisa del soldado- no tienes que usarla si no quieres- dijo mientras se alejaba- pero recuerda echarla en un trago de preferencia dulce, por si te decides- se alejo hasta perder de vista al soldado, se resguardo detrás de una pared y después cambio su forma para parecer uno de los valet parkings- humanos tontos-
-A ver, repítemelo de nuevo, y lento- ordeno Havoc mientras evitaba que el soldado golpeara a uno de los meseros
El joven volvió a relatar lo ocurrido en el jardín cuando se quedo solo
-Y decidiste usar la pastilla- acuso Havoc- le pusiste soralina al trago de la hija del general-
-Pero el mesero ni siquiera entrego el vaso correcto-
-Discúlpeme señor- gimió el mesero, resguardándose detrás de Havoc- yo no sabia que contenía la bebida, no pensé que pasaría nada por cambiarla-
-¿Qué hiciste con el vaso que te dio él?- pregunto Havoc
-Le tire a otra chica el trago igual por accidente, era más rápido darle el que tenia en la charola y reponerlo después para llevarlo a la mesa-
Havoc suspiro, al menos la hija del general estaba segura, ya le había pedido a Fuery que la llevara a su casa, pero aun había otra mujer por allí bajo los efectos de la droga
-¿A quien le diste el trago?- pregunto
-Lo siento, no se su nombre. Era una mujer que estaba en la barra, muy linda-
-¿Podrías describirla mejor?-
-Lindas piernas, zapatos de aguja, medias de seda, vestido rosa, no muy corto si muy entallado, escote palabra de honor, llevaba una torerita pálida, labios rosas, maquillaje ligero, rubia, con el cabello en un moño-
-¿Ese es el orden en el que siempre checas a las mujeres?- pregunto el soldado
Havoc estaba completamente petrificado, sabía perfectamente de quien hablaba el mesero, tomo al soldado de las solapas de la chaqueta y lo zarandeo hasta cansarse
-¡Eres un idiota! ¡No tienes ni idea de lo que has provocado! Ese trago- continuo en voz baja- se lo dieron a la Teniente Hawkeye-
El color huyo del rostro del joven
-Me va a matar-
Havoc se volvió al mesero
-¿Sabes donde esta?-
-La vi salir con un hombre hace un momento-
-¡Demonios! Ni una palabra de esto a nadie- dijo el Teniente y salió corriendo hacia el estacionamiento
"Por favor, que llegue a tiempo"
Apenas alcanzo a llegar a tiempo de verla subirse a un taxi que arranco de inmediato
-Demonios-
La mañana era gris y fría, como suele ser cuando una es muy temprano. Pero la niebla no solo cubría las calles, también su mente. La vaporosa capa le impedía recordar, solo podía sentir, y sentía un glorioso letargo. Había un cansancio delicioso en sus extremidades, su cabeza estaba ligera con una sensación de semiabandono y tranquilidad que casi no reconocía
Entonces hubo pequeños, muy pequeños, agujeros en la cortina de niebla y algunas imágenes cruzaron a su cerebro: Un par de fuertes brazos abrazándola, labios dulces recorriéndola toda, un cuerpo ardiente que se pagaba al suyo...
Riza abrió los ojos de golpe y se sentó en la cama. Las sensaciones la invadían, las imágenes seguían borrosas, pero aun así no había duda, y si le quedaba alguna, el hecho de estar desnuda bajo la sabana las disipaba.
Riza Hawkeye había tenido sexo la noche anterior.... ¿pero, con quien?
El frió en la almohada a su lado le indicaba que su amante desconocido se había levantado, a lo menos, hacia treinta minutos. ¿Estaría aun en el departamento? Escucho con mucha atención pero no hubo ningún ruido. Salió lentamente de la cama y busco con la mirada algo con que cubrirse. Su ropa de la noche anterior estaba desperdigada por toda la habitación, decidió dejarla allí, tomo su bata del respaldo de la silla del tocador, se la puso y salió del cuarto
Recorrió todo el departamento, pero no había nadie, ni siquiera parecía que alguien hubiera estado allí en primer lugar.
No había siquiera vasos usados
"¿Qué hicimos? ¿Irnos directamente a la cama?"
Cuando llego al pasillo de entrada vio que había algunas cosas tiradas del mueble que allí tenia
"Me gustaba ese jarrón"
Black Hayate se había acercado a ella y la veía con expresión de "no vayas a querer culparme a mi, esto lo hiciste tu". Ya que el perro no parecía preocupado ni molesto significaba que no había corrido peligro en ningún momento
"Al menos" volvió a ver a su alrededor "¿qué tan borracha estaba?"
El hecho de que el hombre misterioso hubiera desaparecido era, hasta cierto punto, humillante
"¿Acaso se piensa que fue solo un revolcón de una noche?...bueno, si fue un revolcón de una noche, pero no es para que se vaya así sin al menos despedirse o decirme lo maravillosa que estuve o repetir"
Se recargo en la pared y se dejo caer hasta el suelo, la verdad era que moverse le dolía un poco y las piernas le temblaban ligeramente pero lo que realmente le molestaba era la madeja de nervios que se le empezaba a formar en la base del estómago
"¿Cómo puedo recordar todo lo que hice, pero no con quien lo hice?" Trató de forzar la memoria para recuperar algún dato del hombre, pero solo consiguió mas recuerdos de los hechos, nada de él "Ni siquiera pensé que yo pudiera hacer eso" se dijo recordando un momento en particular, el recuerdo fue avanzando "Ni siquiera pensé que pudiera hacerse eso" Tenia que averiguarlo, tenia que saber quien había sido "Tal vez alguien me vio salir con él"
Justo cuando iba a descolgar la bocina, el teléfono sonó
-¿Bueno?-
-Hawkeye- era Havoc- finalmente respondes ¿a que hora llegaste a tu casa?-
-Llegue desde anoche- dijo con dificultad, empezaba a sentir los estragos del alcohol
-Estuve llamando toda la noche-
-Me acosté de inmediato- "Mentira, no es"
Havoc noto algo extraño en la voz de la mujer
-¿Estas bien?- no hubo respuesta- ¿estas sola?-
-Si-
-¿Qué paso anoche?-
Hubo un silencio pesado, finalmente la voz de Riza volvió
-No estoy del todo segura-
-Espero que estés decente, voy para allá-
Afuera en la calle, justo frente al edificio donde Riza vivía, había un hombre viendo fijamente hacia la ventana de la Teniente
La indecisión lo consumía. Regresar y enfrentarse en ese momento o postergar el encuentro lo más posible
Después de mucho pensarlo, empezó a alejarse lentamente por la calle vacía
"Soy un cobarde"
una idea nueva, diganme que opinan, si obtengo respuestas a esta idea, continuara
