Bueno hola aquí con otro fanfic, pero a diferencia del que ya subí este no se tratara ni de Tsunaxkyoko ni de tsunaxharu ni ninguna pareja de este maravillosa anime, se que me mataran por poner al decimo con otra que no sea una de sus dos enamoradas, pero sinceramente me aburrí de leer tanto de esta pareja a veces repitiendo un circulo vicioso donde Tsuna tiene que declarase a alguna de las dos así que decidí de hacer un tsunaxocc, no yaoi ya dejo advertido por que yo odio el yaoi de katekyo lo odio, lo siento por las fujoshis que quieren matarme en este momento, cualquier queja de fanfic, nos vemos en los reviews, así que comencemos con esta historia.

Un nuevo cielo

Prologo

Sawada Tsunayoshi nunca fue alguien con talentos especiales o sobresaliente, tuvo que crecer en un mundo oscuro, lleno de soledad que las mismas personas a su alrededor producían.

Su infancia no fue tan llevadera, era muy torpe, inútil y mediocre en todos los aspectos pero siempre presentaba una sonrisa sincera sin importarle si lo insultaran o agredían , la sonrisa de Sawada estaba presente, sin embargo la luz de esa sonrisa se fue extinguiendo con forme pasaba el tiempo, se creó en el castaño un vacio que crecía mas cada que escuchaba su apodo, poco a poco fue aceptando ese apodo, apagando su luz lentamente hasta quedar totalmente oscuro y frio en el interior del castaño, acrecentando mas el vacio, un vacio que torturaba al castaño todas las noches con un dolor no físico, un dolor mas allá del cuerpo, un dolor sentimental.

En poco tiempo perdió su sonrisa, y sus brillantes ojos chocolates se opacaron mostrando un rostro que perdió su alma, sin sentimientos deprimente, la esperanza lo había abandonado.

Las burlas, ofensas, bromas y agresiones de sus compañeros le dejaron de importar, había aceptado su triste y cruel vida que llevaba llegando a un punto de perder todo sentimiento siendo solo un cuerpo vacio que lloraba todas las noches atormentándose por su ineptitud, había aceptado que era el dame Tsuna y no Tsunayoshi, había aceptado ser la burla de sus compañeros.

Aunque en el exterior no lo mostrara en su interior lloraba amargamente y ahogaba esos llantos y penas en las estupideces que el causaba para tener esa atención que poco a poco fue ocupando para esconder esos opacos ojos que delataban la amargura que las misma burlas produjeron. No quería quedarse solo, pensando que si se burlaban de él nunca tendría que experimentar de nuevo la fría soledad y el rechazo doloroso que producía aquel vacio aquel que lo torturaba noche tras noche.

Pero no era suficiente para callar su llanto y rellenar el vacío que crearon las mismas burlas que él había provocado y lo sabía.

Intento suicidarse pero su cobardía se lo impedían, había perdido toda razón de vivir, ni siquiera su propia familia pudo devolver la alegría que de niño emanaba por todos lados, tranquilizando a todos con aquella sonrisa que asemejaba al cielo, nadie pudo. Y cuando creyeron haberla recobrado su sorpresa fue que no era la sonrisa que siempre adorno la cara del castaño, no! esta era triste, forzada, melancólica y deprimente que escondía todo el dolor que el castaño atraves del tiempo había guardado.

Sin embargo nadie espero que la intromisión del arcobaleno pudiera devolver la sonrisa del castaño y consigo la luz que lo distinguía en el mundo oscuro en el que había crecido.

En poco tiempo Sawada estaba rodeado de personas que fueron intensificando el brillo de la sonrisa del castaño, otra vez esa sonrisa asemejaba al cielo, pero seguía existiendo aquel vacio que opacaba en ocasiones los ojos y la luz del castaño.

Pero de algo era consiente le agradecía al arcobaleno por entrometerse en su vida y volverla más… interesante, fue entonces que Sawada Tsunayoshi comenzó a crecer y dejaba ver de vez en cuando esa actitud de jefe que enorgullecía al arcobaleno , y todo era gracias a sus amigos y su familia.

Claro no estaba completamente de acuerdo con la mafia y en más de una ocasión la rechazaba alegando no ser el jefe y que nunca lo seria, pero al final acepto su cargo después de conocer mejor a su ancestro y darse cuenta que la única forma de proteger a su familia y amigos y mantenerlos alejado del mundo corrupto en el que Vivian era aceptado su responsabilidad y con todas sus fuerzas cambiar ese mundo corrupto cumpliendo el único deseo que su ancestro le dejo a su responsabilidad.

Volver a vongola a su gloria libre de corrupción, volverla una mafia noble que protege al débil sin importar el costo.

Dos meses transcurrieron desde los sucesos de la sucesión de los arcobalenos y el castaño había madurado lo suficiente para tomar el cargo de vongola, sin embargo todavía tenía varios cabos sueltos que debía solucionar si quería se jefe de la mafia.

Pero el principal era revelar sus sentimientos a la oji miel que lo traía de cabeza desde hace mucho tiempo atrás.

Desde que habían regresado del futuro el decimo vongola se había decidido en revelar sus sentimientos a Kyoko esperando ser correspondido, pero los acontecimiento que ocurrieron en su regreso lo envolvieron tanto que había perdido toda intención de hacerlo sin embargo, la calma tan esperada llego y consigo la oportunidad perfecta que no podía desperdiciar.

Le había contado sus intenciones a todos sus guardianes, si…. A todos, al principio Ryohei no lo tomo también pero después de que la lluvia y el cielo lo persuadieran lo convencieron llevándose el castaño solo una advertencia, pero algo era algo, y con el apoyo de sus guardianes no podía fallar, estaba seguro de eso.

Un día tomo valor citándola en la azote para al fin quitarse ese peso que lo abrumaba desde el momento que conoció a la oji miel, estaba confiado, seguro en cada palabra que le planeaba decir, sus guardianes crearon la oportunidad perfecta, nada podía salir mal, …. Eso creyó.

"Kyoko-chan me gustas "declaro el castaño mirándola a los ojos con tanta seguridad en su palabras pero al mismo tiempo con miedo.

Su cuerpo se sentía menos pesado, podía respirar con tranquilidad y en su interior una sonrisa brillante se dibujaba con esperanza, la misma esperanza de ser aceptado.

Pero….

"lo siento Tsuna-san pero "desvió la mirada apenada "yo no puedo corresponder sus sentimientos, porque yo ya estoy saliendo con alguien"

La sonrisa del castaño desapareció al igual que su brillo, el vacio que creyó haber rellenado ahora se profundizaba mas volviendo a sufrir aquel dolor que no experimentaba desde que el arcobaleno había llegado a su vida, su cuerpo se helo, sintió como su corazón se partía a la mitad, todo a su alrededor se derrumbaba y sintió como las alas de confianza que sus guardianes le bridaron, le eran arrebatadas y se quemaban dejando sentir el ardor que lo devolvía a ese mundo oscuro del que había escapado.

No era un final feliz para él.

Intento con Haru pero fue el mismo resultado.

"Haru ve a Tsuna-san como su mejor amigo desu" mintió, lo amaba pero no deseaba ser la segunda opción de nadie y Tsuna lo sabía, su tan prodigiosa intuición se lo había repetido en más de una ocasión.

De nuevo estaba en aquel abismo donde volvió a perder su sonrisa y sus ojos se opacaron, no deja de tener aquel sentimiento de soledad aunque sus amigos y guardianes estuvieran a su alrededor, no las dejaría de proteger eran parte de su familia ahora, no por una confesión no aceptada las iba a olvidar como el resto de los hombres, no!, él las protegería aunque su vida dependiera de ello.

Con el paso del tiempo terminaron esos dos meses de espera, había mejorado y no dudo ni un segundo en tomar el puesto de jefe, su temor aunque presente había disminuido, podía estar inseguro de muchas, excepto proteger a su familia y amigos, lo sabía muy bien, la única forma de mantenerlos alejado de ese mundo oscuro que tanto torturo al castaño, era que el mismo se sumiera en ese mundo convirtiéndose en el jefe tratando con todas sus fuerzas cambiarlo.

Reborn, todos sus guardianes estaban orgulloso, vieron crecer al castaño, lo vieron madurar tomando decisiones que si ellos las hubieran tomados posiblemente estarían muertos, sin embargo no estaba listos todavía tenían mucho que aprender y habilidades que pulir, y lo más importante terminar sus estudios secundarios para tomar el puesto, oficialmente el castaño era el jefe tomaba decisiones, recibía informes de las familias aliadas y noticias del mundo de la mafia, era como trabajar desde tu casa, pero las decisiones importantes la tomaba nono que permanecía en el castillo hasta que el castaño tomara su puesto en Italia, eso significa más trabajo para Tsuna, mas Reborn, mas entrenamiento y por su puesto mas Namimori –chuu. Pero nada les impidió festejar como solo los grandes lo hacían

Rentando por una noche el local más grande para fiesta de Namimori invitando a todos los compañeros de Tsuna, las familias, aliados y todo aquel que conozca y no conozca a Sawada Tsunayoshi, cuya razón de la fiesta (para los compañeros de Tsuna) era celebrar sin razón un capricho del castaño por crear la más grande fiesta pero los mafioso y los consiente de vongola era otra cosa.

Y claro el castaño no estaba de acuerdo, su intuición gritaba con todas sus fuerzas que nada bueno saldría de esa fiesta, no para nada parecida a las que hacían sus amigos de último momento donde todos cenaban y se divertían como la familia que era, cuya razón era por cualquier tontería, el juraba que seria así pero cuando se entero de lo grande u poco modesta que sería su reunión, sintió u viento frio que les estremeció todo el cuerpo pensado en las consecuencia que esta traería y el papeleo que a solo dos días de experimentar la agonía de leer y firman una montaña entera de estos documento ya empezaba a lamentarse haber convertido en el jefe.

Todo por culpa de la fiesta del siglo como la propaganda que sus queridos guardianes habían esparcido por toda namimori.

-Reborn no estoy seguro de esto- grito el castaño revolviéndose los cabellos mientras caminaban de un lado a otro por la alcoba.

Miro por la venta en dirección donde unas luces resplandecían con intensidad y el origen del eco que desde su alcoba escuchaba con claridad con "bienvenidos a la gran fiesta del siglo"

-ya no puedes retractarte, ya está hecha y todos te esperan- dijo el arcobaleno tomando una taza de café de quien sabe dónde.

-pero no conozco a casi nadie, la mayoría de las personas que irán son de otras escuelas que vieron el dirigible que voló por toda la ciudad, ¡POR TU CULPA!- grito aun más nervioso.

-y más personas te conocerán y te respetaran- se encogió de brazos.

-¡ME NIEGO A IR!-

El arcobaleno coloco la taza de café en una plataforma que desapareció en el suelo, transformo a su fiel camaleón en una pistola y apuntando a su alumno, provocando en el miedo.

-no me dejas mas opción dame-Tsuna-sonrió bajo su fedora- este es un nuevo invento de vongola, quiero ver si tiene efecto en ti.

-Re- Reborn que haces! no ¡ ¡no! Reborn ¡ESPERA! .

Un disparo fue lo único que recordaba el castaño el día de su supuesta fiesta, despertó a los días después sin recuerdo de lo sucedido siguió su vida como si nada hubiera pasado, como lo de ser jefe hubiera sido un día normal donde tomo el cargo de vongola y regreso a su hogar como si su viaje fue solo por un momento.

Sus guardianes le hablaban de la supuesta "colosal del decimo" como todos sus amigos y demás presente que la presenciaron, pero el no la recordaba, su mente estaba nebulosa y vagamente veía imágenes borrosas que las creía parte de algún sueño que tuvo por culpa de algún entrenamiento con su tutor espartano. Sin embargo todos seguían alegando sobre la supuesta fiesta.

Una semana transcurrió y sus compañeros seguían recodaban los sucesos de la fiesta legendaria que su dame-Tsuna ahora el respetado-Tsuna había hecho felicitándolo y preguntando cuando haría otra más colosal que la anterior.

Sin embargo el castaño seguía sin recuerdos alguno, solo el recuerdo de un disparo que le volvía a recordar las imágenes que creía que eran de algún sueño.

Pero no le daba tanta importancia, disfrutaba su vida tal y como estaba…. Tranquila.

Un día normal de clases, como todos los días el profesor entraba al salón y todos se dirigieron a su lugar, aclaro su garganta y miro a su clase.

-Clase hoy se integrara a nosotros una nueva estudiante, sean amables- pronuncio lo ultimo como una advertencia- por favor puedes entrar.

La puerta se abrió mostrando una joven de tez blanca con un cabello negro lacio hasta sus hombros y unos ojos naranja claro tan profundos que te cautivaban y le daban un aire de elegancia y de clase alta sin embargo su cara delicada y la expresión inocente emanaba ternura, aquella que dejo embobando a todo el aula deslumbrándose con la incomparable aura de tranquilidad y misterio que la joven propagaba por todo el aula de clases.

El corazón de la joven se le acelero al castaño que con conciencia e insistencia buscaba desde que había entrado al salón.

Tsuna no despejaba su vista, su corazón se acelero, comenzó a sudar y unas intensas ganas de besarla y abrazarla le nublaban sus sentidos, no necesito necesidad de conocerla para saber que tenía su misma edad y que tendría su misma estatura, aquellos ojos naranjas que miraban directamente a él, lo había atrapado desde el momento que planto su mirada en la bella joven, pensaba en el cielo cuando este atardece y la tranquilidad que se asemejaba con el aura de la pelinegra.

Su alrededor se pinto de blanco dejando a ellos solo con sus miradas entrelazada, pudiendo percibir el latido del otro con sus respiraciones sincronizadas y sus caras pintadas de un carmesí claro por la vergüenza y la sorpresa del saber que se miraban el uno con el otro como si tratara de ver el color de su alma.

Pero ese momento se disipo cuando la voz grave del profesor resonó en los oídos de los dos sonrojados provocando que la pelinegra despertara de su ensoñamiento.

-Mi nombre es Elizabeth vermilion y vengo de Italia- dijo con un fluido japonés a pesar de ser extranjera.

Todos los del salón suspiraron murmuraron cosas sobre su belleza hasta que el profesor los callo y mando a la pelinegra a sentarse justo donde el castaño la viera con claridad, sin embargo este no para de pensar y rebuscar en su mente nebulosa algún recuerdo en que ella apareciera porque su intuición le hablaba claro y fuerte dándole a entender que la conocía.

Un solo pensamiento estaba presente en la mente del castaño en ese momento.

"¿La conozco?".