Hola!!! Antes que nada queria decir que los personajes de Piratas del Caribe no me pertenecen, son propiedad de Disney. Sólo busco con este fic divertirme como buena fanática

Algunas personajes que aparecen son invención mía y de amigas que conocí en internet. Utilizando estos personajes es la forma que tenemos de sentirnos unidas. A medida que vayan apareciendo en la historia aclararé a quién pertenece cada nuevo personaje. En este capi:

Diana, sus padres y el señor Brush: me pertenecen

Claire: pertenece a Gabriela Perez quien con sus sonrisa y alocadas ideas me recuerda mucho al capitán Jack

Esto es todo, espero disfruten de la historia y de mis delirios jaja

Desde ya gracias por leer!!!

Capítulo I: Diana en busca del Perla Negra

Había sucedido un día similar, sólo que en vez de un cielo despejado y soleado, ese día unas oscuras nubes descargaban su furia sobre Port Royal revolviendo las aguas amenazadoramente.

Su mirada preocupada se perdía entre la furia del mar tratando de avistar las velas familiares que pocas horas antes habían partido del muelle hacia su ruta cotidiana. Rezaba porque la nave volviera sana y salva pero, dadas las circunstancias y la ferocidad de la tormenta, dudaba que así fuera.

La lluvia golpeaba con cólera las ventanas y el viento les azotaba sin piedad. Sus manos seguían unidas y de sus labios escapan sordos rezos desesperados.

De pronto, creyó divisar entre el temporal y la marea, la figura de un barco pequeño, un bote, que se acercaba luchando contra la tormenta. Sin preocuparle el fuerte viento que le hacía tambalearse ante sus pasos, salió del refugio del hogar y corrió hacia el pequeño muelle. Con muchos esfuerzos, la embarcación logró atar algunas cuerdas ganando así tiempo suficiente para que sus aterrorizados pasajeros pusieran pie en tierra.

Los marineros pasaron por su lado rápidamente tratando de refugiarse lo más pronto posible de aquella furia que casi había acabado con sus vidas. Ella los miró atónita esperando encontrar una cara familiar. Sólo un marino se le acercó y le sujetó de la cintura para protegerla de las fuertes ráfagas.

-Señor Brush…-sus ojos buscaron los del hombre para tratar de encontrar una explicación.

-Lo siento señorita…-le dijo Brush bajando su mirada y extendiéndole un sombrero-No lo logró…

Una expresión quedó congelada en ese momento en el rostro de la joven quien sintió que sus piernas se flexionaban y le dejaban caer sin fuerzas sobre las maderas del viejo muelle. En vano fueron los intentos del señor Brush por llevarla devuelta a la casa. Ella sólo miraba hacia el océano que se debatía en una ira desmedida, con la lluvia golpeando su rostro fuertemente mezclándose con las copiosas lágrimas…; y en sus manos estrujaba aquel sombrero…

&

Abrió sus ojos y los recuerdos de aquella vez se transformaron en ecos perdidos entre el golpear de las olas del mar sobre el muelle. Había pasado un día muy parecido a ese, era verdad, sólo que ahora el sol brillaba y el viento era manso.

Diana suspiró mientras ajustaba su sombrero, el sombrero de su padre, y continuaba remendando una de las tantas redes pesqueras. Odiaba remendar las viejas redes, odiaba tener que navegar sólo para volver, odiaba ver pasar a las grandes embarcaciones y dirigirse a mar abierto libres de la obligación de volver a tocar un puerto. Si hubiera nacido varón se hubiera unido a la marina real, pero era mujer, su deber estaba donde el hogar, como todos decían. El clima del Caribe era, quizás, lo único de lo que no se quejaba…; excepto cuando había tormentas…, le llenaban de terror.

Ser pirata era una de las tantas opciones que desde niña tuvo en cuenta, sobre todo por los cuentos que su padre y algunos amigos de éste le relataban sobre aquellos temidos corsarios que vivían libres y escapando de la ley para encontrar tesoros y vivir aventuras en los siete mares. Esa sí sería una vida que valdría la pena vivir a pesar de que la sombra de la orca fuera una amenaza en cualquier puerto donde los oficiales de la marina les buscaran. Si un barco pirata pasara por allí, ella lo abordaría y sería libre…

¿Cómo no le pidió unirse a su tripulación?, hubiera sido una oportunidad excepcional. Aquel supuesto capitán, ese pirata que casi muere en la orca, no parecía tener un barco al cual capitanear. Aun así, le pareció el pirata más divertido y encantador que hubiera conocido, ni en los cuentos de su padre había bandidos como el que conoció ese día. "Jack Sparrow, Capitán Jack Sparrow" se había presentado ante ella cuando le pidió "prestado" su bote, moviendo algo amaneradamente las manos pero dejando ver una sonrisa boba, y a la misma vez seductora, bajo sus bigotes. Diana había sonreído mientras arqueaba una ceja. Si ese era un pirata, entonces era uno muy particular. Esperaba que el capitán le devolviera el bote, pero cada día veía esa posibilidad más lejana. De todas formas, si Jack Sparrow volvía por allí, ella sabía que no le dejaría ir solo: le pediría unirse a su tripulación, y le diría adiós a los pescados y a las redes en Port Royal.

-Señorita Diana, debería ir a ayudar a su madre en lugar de morirse de calor bajo este sol-la voz potente del amable señor Brush le arrancó de sus alocados pensamientos sobre piratas. Brush era un marinero que durante años había trabajado junto al padre de Diana navegando de una punta a la otra en las costas del Caribe. Conocía a la joven desde pequeña, y había sido para ella uno de sus más grandes consuelos luego de la pérdida de su padre.

Diana suspiró cuando vio cómo su amigo arrojaba otra vieja red a sus pies.

-No debe preocuparse, señor Brush, no sufro del calor. Además necesitamos reparar estas redes lo antes posible, de lo contrario no podremos salir a pescar-le sonrió la joven tratando de parecer lo más convincente posible.

Brush arqueó una ceja mientras se acercaba y le desordenaba el cabello a la joven.

-Siempre sonriendo a pesar de todo, ¿no joven señora? Igual a su padre.

-Eso dicen…-la chica colocó una mueca mientras se acomodaba el cabello dentro del pañuelo rojo y luego ajustaba su sombrero sobre éste.

Mientras observaba cómo el marinero se alejaba riendo, trató de volver a concentrarse en su trabajo.

-¡Auch!-la aguja había traspasado un poco de carne de su dedo.

-Disculpe.

Diana no levantó la cabeza para ver de quién se trataba, sólo mantenía su dedo en su boca tratando de disminuir el dolor.

-Disculpe, necesito información sobre Jack Sparrow.

La joven dejó de gimotear y volteó a mirar a su interlocutor algo interesada ante la mención del nombre. Un muchacho le observaba deseoso de una respuesta positiva. Era alto, bien parecido, con un bigote que a Diana le pareció bastante atractivo.

-¿El capitán Jack Sparrow?-repitió la chica incorporándose y enfrentándose al joven.

-Sí, nadie sabe decirme si lo ha visto y pensé que de este lado del puerto quizás alguien pudiera darme una respuesta, sólo un indicio, ¡algo!

-Lo siento pero hace ya algunos meses que no lo veo.

-¿Lo conociste?

-Sí, digamos que le di un "préstamo" que ahora sé que nunca pagará.

-Definitivamente hablamos de la misma persona, del mismo pirata-suspiró el muchacho dándose la vuelta y tratando de pensar en qué otro lugar podría dar con información sobre el intrépido capitán.

-¿Podría preguntar por qué lo buscas?-Diana no pudo contener su curiosidad y dejó escapar la pregunta.

-Es un asunto de vida o muerte y lamentablemente el querido Jack es el boleto a la vida, por así decir.

-Oh, pensé que querías unirte a su tripulación.

-Estoy por casarme…si las cosas salen bien, claro. Por eso debo encontrarlo, me deben una noche de bodas…

Diana arqueó una ceja, le parecían divertidas las respuestas del joven.

-No entiendes nada, bueno, es que es una historia un tanto larga para contar. Gracias por tu ayuda, disculpa las molestias.

-¡Espera! Lo seguirás buscando, ¿verdad?

-No tengo otra opción.

-Déjame ayudarte, por favor.

-¿Por qué te interesa tanto?

-Digamos que también es un asunto de vida o muerte. Si continúo en este lugar remendando redes o entre pescados, moriré.

El joven le observó algo extrañado, pero pensó que le vendría bien alguna ayuda para dar con el paradero de Jack urgentemente.

-No tengo tiempo para andar cuidando niñas…

-¿¡Cómo!?-el grito de Diana hizo al chico morderse la lengua-¿¡Niña!?

-Bueno yo…

-Lo dijiste, sí, te escuché muy bien. Disculpa pero como veo que no necesitas ayuda para dar con tu amigo entonces puedes prescindir de mí, ¿no es cierto? Después de todo yo no conozco para nada estos lados del puerto ni he navegado por aquellos lugares donde el Perla Negra ha sido visto últimamente-dijo la joven cínicamente, mientras se cruzaba de brazos y le daba la espalda.

-¿Dices que sabes quién puede darme algún dato de Jack en este puerto?

-mmmm, no, yo nunca dije eso.

-Está bien, te pido disculpas por haberte llamado niña…Necesito tu ayuda, por favor, ven conmigo.

Diana se volteó un poco y lo observó pensativamente arqueando una ceja.

-¿Qué obtengo como paga?

-¿Paga?, dijiste que necesitabas salir de aquí de lo contrario morirías, ¿no es suficiente paga sacarte de este lugar?

-No te llevaré a dar una vuelta por todo este lado del puerto gratis amigo, piensa en eso.

-Eres…. ¡Ah! todo sea por Elizabeth. ¿Qué quieres de paga?

Diana esbozó una enorme sonrisa que hizo al joven preguntarse si había sido buena idea detenerse a hablar con ella…

&

Su madre estaba en casa, sentada cerca de la ventana que daba directo al mar. Cosía y cocinaba, como todas las mañanas, cansada de la vieja rutina pero apegada a ella porque no tenía otra opción. A veces su vista se perdía en el horizonte, como solía hacerlo todas las tardes, en el pasado, cuando esperaba el retorno de su amado.

Pero ahora la vista de su madre sólo se perdía en kilómetros interminables de agua y agua. Ningún barco asomaba en el horizonte.

¿Debería decirle adiós, tendría que despedirse de ella? Si se enteraba que tenía planeado irse con un extraño sólo para buscar piratas, de seguro su madre la retendría y no la dejaría ir. Pero no podía dejar que su gran oportunidad se esfumara tan fácil. Tenía una chance para conocer el mundo; y tenía el valor de hacerlo al fin. Sólo necesitaba dar un paso fuera del puerto y entonces ya no habría vuelta atrás.

Sara dejó la costura y suspiró una vez más al percatarse de la hora en el viejo reloj de la casa.

-Diana no vendrá a comer…

&

-Dijiste que conocías a alguien que podía ayudarme.

-Eso dije.

-¿Y?

-¿Y qué?

- … ¬¬

-¡Oh, lo siento Will, no era mi intención mentirte!

-¡No puedo creerlo!

-¡Sólo quería alejarme de ese asqueroso montón de pescados!

Will se cruzó de brazos mientras intentaba contener su furia y desesperación. Aún no sabía en dónde se encontraba Jack, y la vida de Elizabeth corría peligro a cada segundo perdido. Definitivamente el peor error que pudo haber cometido fue detenerse a hablar con esa niña.

-¡Además tú llegaste y…!

-¡Basta! Guarda silencio por un momento, ¿si? Me harías un gran favor haciéndolo…

-No te molestes Will… de todas formas prometo que…

-¡No, ya no prometas, sólo quédate aquí!

-¿Sola?

-Sí, o como quieras, pero yo me voy y tú no vendrás conmigo.

-Pero…

-¡No más peros!

Diana observó cómo el joven Turner caminaba molesto entre la gente alejándose de ella. Su plan no resultó como esperaba. Estaba atada, condenada a vivir en ese pequeño trozo de tierra sin la posibilidad de conocer nuevos lugares ni de navegar en un gran barco. Lo había arruinado, pero no se lamentaría para siempre de eso, ¿o sí?

-¡YO HO HO and a bottle of RON!-ese canto inundaba aquel lugar entre carcajadas. Marinos ebrios, muy común.

-¡Will!-intentó llamarle de nuevo corriendo tras él-Sé que hice mal y que no tienes por qué volver a confiar en mí, pero en verdad quiero ayudarte.

-Creo haberte dicho que no quería que me siguieras-Will le observó seriamente tratando de zafarse de las manos de la chica que mantenían su brazo apretado firmemente.

-En serio quiero ayudarte.

-Ya no voy a creerte.

-Dame una oportunidad. No tienes mucho tiempo, necesitas toda la ayuda posible. Solo no podrás.

-Eso lo sé perfectamente.

-¡Entonces déjame ayudarte!

Will le observó a los ojos. Veía en ellos que no mentía, que en verdad quería ayudarlo, pero no alcanzaba a distinguir el por qué de esa decisión. Recién lo conocía y parecía confiar plenamente en él. No se veía como una joven que ocultara propósitos crueles o que buscara hacer daño. Confiaría en ella hasta cierto punto…

-Muy bien, pero date prisa. Alguien tiene que decirnos algo de utilidad.

&

Quizás ya había pasado por ese lugar, o quizás era un lugar diferente que había copiado el mismo nombre a la taberna donde minutos antes ella había entrado. Pero al juzgar por la mirada que todos le dieron y por la pregunta de "¿Otra vez por aquí?", dedujo perfectamente que era la misma taberna donde ya había ingresado.

Era un desastre, nadie sabía nada sobre el Capitán Jack Sparrow. Y lo peor era que la mirada de Will le asustaba. No quería volver a su casa, pero tampoco quería que el joven Turner le abandonara allí. Cansada, se dejó caer sobre un montón de cajas que esperaban ser abordadas a un navío.

-No puedes estar ahí-le dijo un hombre moreno, de mirada poco amistosa.

-Sólo estaba descansando.

-Descansa en otro lado, estamos trabajando.

-Lo siento-Diana comenzó a ponerse de pie de mala gana, pero entonces sus manos toparon con la forma de una botella…y una botella llena de Ron. ¿Quién podía resistirse al gusto del alcohol? Ella no.

&

-¿Está todo listo para zarpar?

-Sí señora, todo en orden-el mismo hombre moreno que echara a Diana, se dirigió hacia una muchacha de extravagantes vestimentas, que observaba su cargamento con una sonrisa bobamente encantadora en su cara.

-Comienza a subir las cajas… ¡Espera!, ¿qué es esto?-la capitana del barco se acercó a unas cuantas cajas caídas-¡Ladrona!

-¿¡Dónde!?-Diana se enderezó mareada y sin poder dejar escapar un eructo.

-¡Sabandija! Tratabas de robar mi Ron-rugió la muchacha sujetando a Diana de sus ropas.

-No, yo sólo estaba probando su calidad...que por cierto es muy buena…no tanto pero buena al fin…

-¡Eres una…!

-¡Oh, ahí estás!-Will se interpuso entre la mujer y Diana-Te estuve buscando por todo el puerto, mira nomás en qué fachas te encuentro hermana.

-¿Hermana?-Diana le miró arqueando una ceja tratando de centrar su vista en Will, aunque le resultaba terriblemente difícil ya que todo le daba vueltas.

-Sí, mi hermana-se apresuró a decir el muchacho mientras le sujetaba-Gracias por haberla encontrado.

-Tu hermana ha robado mi Ron.

-Lo sé y le pido mil disculpas, pagaré por ello…cuando pueda…

-¿Cuándo puedas? Ja, no me hagas reír. Quiero mi Ron de regreso y lo quiero ahora. De lo contrario deberás pagar con servicio en mi barco.

-¡Yo no le devolveré nada de nada a menos que me de información sobre Jack Sparrow!-gritó Diana en su estado de borrachera-Así que quítele las manos de encima a mi esposo y hágase a un lado. Tomaremos ese navío y buscaremos a nuestro capitán en los siete mares.

-¿Jack Sparrow?-la mirada de la capitana pareció suavizarse al escuchar el nombre-¿Buscan al capitán Jack Sparrow?

-¿Lo conoce?, ¿lo ha visto?-Will soltó a Diana dejándola caer y se acercó a la mujer rápidamente-Por favor, necesito saber dónde está.

-¡Calma amigo! ¿Qué te hace pensar que yo te ayudaría después de lo que tu supuesta hermana, o esposa, me hizo?

-¡Por favor! La vida de una persona que amo depende de que yo encuentre a ese pirata. No dejaré que nadie lastime a Elizabeth-la mirada del joven Turner, tan decidida, tan fuerte, hizo esbozar una sonrisa en el rostro de la joven capitana.

-Muy bien, tenemos un trato: yo te doy algún dato sobre el capitán y a cambio tú me ayudas a hacer algo que hacía mucho tiempo que quería hacer.

-¿Cómo?

-¡Explíquese porque así no se entiende nada!-continuó Diana indagando con su dedo a la mujer, quien sólo tomó una de las botellas que la chica sostenía en sus manos y se la estrelló en la cabeza.

-Ahora sí podemos continuar nuestra charla más tranquilos señor…

-Turner, William Turner.

-Oh…¡un gusto señor Turner! Capitana Claire-y haciendo una pequeña reverencia, y con una enorme sonrisa que, por momentos, a Will le hizo recordar a las sonrisas de Jack, agregó- a su servicio…

Hasta aquí el primer capi. Ya dejaré el segundo, lo prometo!!

Hasta más ver!!