Hola ¿Como están? Hoy vengo con una nueva propuesta. Soy algo nueva en fanction y nunca he publicado ninguna historia por aquí. Pero la verdad que hace un tiempo algunas ideas daban vueltas por mi cabeza y al final decidí publicarlas.

En cierta forma la trama esta basada en un libro, pero hasta determinado punto porque la verdad que quiero tratar de escribir de acuerdo a mi propia imaginación.

Temática yaoi porque soy Fujoshi y realmente nunca escribí de este género.

Espero que les guste y perdón por la ortografía y la presentación, no tuve mucho tiempo para corregirlo. En cuanto al apellido de Hannes me ha tocado inventarlo.

Sinopsis

Mientras los jóvenes Protegidos son anfitriones de cenas y obedecen a sus Protectores Eltern, Eren Jaeger sabe cómo sobrevivir en las Tierras Desiertas y manejar una espada. Cuando su padre desaparece luego de su última misión de mensajería y es declarado muerto, Lord Reiss le asigna un nuevo Protector, el aprendiz de Grisha, Levi Ackerman. El hombre a quien Eren le declaro su amor y el mismo hombre que lo rechazo hace un par de años. Sin nada más que su firme determinación en la supervivencia de su padre decide escapar y encontrarlo por el mismo. Pero traicionar a Su Excelencia conlleva un alto precio y lo que le espera afuera puede destruirlo.

Levi Ackerman es el aprendiz del principal mensajero de la ciudad. Él está concentrado en aprender su oficio para lograr escapar y encontrar finalmente al Domador y cobrar su venganza. Pero sus planes nunca incluyeron ser el tutor del impulsivo hijo de su mentor. Levi está determinado a protegerlo pero cuando su plan sale mal y Eren paga el precio, se da cuenta que hay en juego algo más que decepcionar a Grisha.

Ambos deben aprender a confiar en el otro, mientras viajan a través del Desierto y son víctimas de complots y asesinos en busca de sangre. Y al final su travesía llevara a enfrentarlos, no solo con el pasado de Levi y el futuro de Eren, sino también, con un monstruo que no puede ser destruido.

Advertencias

Lenguaje Vulgar

Violencia

Referencias sexuales

Parejas: LevixEren. Con el tiempo habrá más…

Disfruten

Capítulo I

Muerto

De a poco los últimos rayos del sol van extinguiéndose, y el ocaso se muestra en su máximo esplendor.

Él no viene a casa

Me aprieto con más fuerza en contra de las rejas de metal deseando con todas mis fuerzas divisar la imagen de mi padre a lo lejos. Cierro los ojos y al instante vuelvo a abrirlos como si en esos escasos segundos algo hubiese cambiado pero todo sigue igual y yo sigo esperando un milagro. Hannes carraspea a mi lado, haciendo notar su presencia y despacio aprieta mi brazo –Eren- su voz rasposa me llega directo –El no vendrá, y pronto va a oscurecer. Debemos volver-. -No- mi voz suena fuerte y segura, aunque no me encuentro para nada de ese modo. –Él va a regresar. Lo prometió-. Mi acompañante no rebate mis palabras, solo se queda a mi lado. Sé lo que él piensa, cree que mi padre esta muerto; como todos. Es la posibilidad más realista. Sin embargo mi inquebrantable determinación me impide concebir esa idea. No puedo rendirme, porque él no lo hubiera hecho. Y sigo observando el crepúsculo con un pequeño rayo de esperanza en mí.

Finalmente las trompetas resuenan y escucho la voz del soldado -¡Ya es hora!- Me alejo de la entrada y veo descender las puertas. Mi corazón se contrae porque aunque tengo fe, las cosas van a cambiar.

Hannes vuelve a acercarse y con algo de fuerza me aleja –Debemos ir, ya es tiempo hijo- Sintiendo las manos temblar y con aquel picor en los ojos, me dejo guiar por él hasta la Sala de Acuerdos en el norte de la ciudad.

En el camino hacia allí vuelve a hablarme, solo para decir lo que no quiero escuchar –Lo siento- . Lo miro tratando de mantener la compostura como me enseñaron. Con la voz más calmada le respondo –Él no regreso hoy pero eso no quiere decir que no va a volver a casa. Si alguien sabe cómo sobrevivir afuera es él. Grisha no es el mejor mensajero por nada- .Trago grueso y aprieto los dientes. Las ganas de llorar me inundan pero no soltaré ni una lágrima. Si ha de suceder será durante la noche donde nadie pueda verme ni oírme. Vuelvo a hablar porque es la única forma que encuentro para distraerme –Es injusto que tengan que declararlo muerto. Setenta días no son suficientes- . -Lo sé. Pero creo que no soy yo quien deba hablarte de las injusticias- Su voz no tiembla pero sus ojos se ven tristes- Así que al contrario te diré que la esperanza es fuerza, y no tienes por qué renunciar a ella a pesar de todo- Busco entre sus palabras algún rastro de lastima o desespero pero no los hay y eso me reconforta en cierta forma.

Después de un tiempo llegamos a nuestro destino y cuando un guardia esta indicándonos por donde debemos ir escuchamos el ruido de un carro. Echo un vistazo por encima del hombro e involuntariamente mis mejillas se sonrojan mientras Levi Ackerman se acerca a zancadas hacia nosotros, las últimas luces solares alumbran su cabello azabache.

Espero que mi cuerpo no me traicione y busco ignorarlo. He invertido tanto tiempo pensando en mi padre y en su desaparición que he olvidado completamente que cualquier lectura de su testamento, incluye naturalmente, a su aprendiz. El recién llegado se acerca hacia nosotros con el rostro tan impasible como siempre. Nos dedica una mirada profunda para solo decir nuestros nombres –Hannes, Eren- Hannes le sonríe de forma triste y los tres nos encaminábamos hacia adentro, sin cruzar mas palabras.

La Sala de Acuerdos dispone de una mesa redonda y al final de esta se encuentra ya sentado Lord Reiss con sus sirvientes a los lados. Nos mira con una peculiar atención hasta que decide hablar.

–Siéntense- .Nuestras sillas se arrastran contra el piso de madera provocando un sonido agudo mientras Su Excelencia nos examina a todos y cada uno de nosotros. –Hannes Cartwright, Levi Ackerman y Eren Jaeger han sido llamados aquí hoy para tratar el asunto de la muerte de Grisha Jaeger- .

En cuanto pronuncia su nombre mi instinto impulsivo nace y trato de levantarme para ser detenido bruscamente por Levi. Su mano se cierra sobre mi antebrazo, ejerciendo una leve presión –Quieto- Me advierte.

Quito su agarre de mi sin consideración y busco serenarme esperando que Reiss no haya notado mi arrebato. Al parecer tiene la vista fija en los papeles y no ha reparado en la minúscula conmoción. Sé que estamos aquí no porque mi padre este muerto, sino porque no nos darán más tiempo para demostrar que está vivo. La ira zumba debajo de mi piel.

Lord Reiss vuelve su mirada hacia nosotros y recita –Después de su fracaso en su última misión y al no haber regresado hasta hoy durante la fecha de gracia de setenta días, es mi deber como Protector y Gobernante declarar a Grisha Jaeger muerto- Otra vez la cólera me inunda. Quiero hablar, protestar de una vez por todas. Exigir más tiempo y recordarles a todos que mi padre esta sumamente capacitado para sobrevivir allá afuera pero finalmente me abstengo. Apretó la mandíbula con coraje dispuesto a dejar que el notario proceda con la última voluntad de mi padre. Un hombre pequeño y con la cabeza calva despliega el pergamino y comienza a leer. Dejo que sus palabras se deslicen mas allá de mí, deseando que todo acabe de una vez así podamos salir. Pero de repente se queda en silencio y frunce el ceño, es en ese momento cuando comienzo a prestar atención de verdad.

-¿Hay algún problema? – Increpa Su Excelencia con una expresión impaciente. –No no lo hay, solo un detalle peculiar. Muy peculiar- A Reiss parece no importarle en lo más mínimo mientras lo manda a que continúe – En cuanto al protectorado de mi hijo Eren Jaeger – hace una pausa mientras enfoca su vista en mi dirección. No, no en mi dirección, en la de Levi. Agarro los bordes de la mesa y siento un nudo en mi estomago cuando el hombre dice – Nombro como Protector, hasta el día en que sea legalmente reclamado, a mi pupilo y aprendiz Levi Ackerman-

-¡No!- Exclamo con fuerza. –Eso no puede ser cierto, debe… - Es entonces que Roid Reiss se pone en pie y clava sus ojos en mi -¿No? -Su rostro es duro y su ceño esta fruncido -¿Acaso estas cuestionando los deseos de tu padre?

Antes de que puede responder Levi también se ha puesto de pie y es él quien responde -Claro que no Lord- Trata de esconderme de Reiss y con la voz inalterable que posee continua –Eren esta confundido. Ha sido un mal día hoy y no entiende lo que esta hablando-

Sin pensar en las consecuencias y victima otra vez de mi carácter no puedo evitar contradecirlo –Debe haber algún error, quiero decir se supone que el señor Hannes el debería ser mi Cuidador y yo… - Otra vez Su Excelencia vuelve a interrumpirme pero esta vez su voz esta cargada de irritación –Tu padre no lo creía y la pruebe suficiente esta en estos documentos. Lo que no logro concebir es porque crees que tienes derecho a discutir sobre lo que se te ordena-

-Yo no…- Y de repente oigo la voz de mi supuesto nuevo Protector –Silencio Eren, calla de una vez- Su tono esta lleno de dureza. Cuando me mira me exige que guarde silencio. Al final cierro la boca y bajo mi rostro. Trato de tranquilizarme y dejar el escándalo. En ese momento Su Excelencia vuelve a hablar –El testamento exige lo que se ha leído-. Hace un pequeño lapsus. –El muchacho va a quedarse a cargo de Levi Ackerman y no quiero escuchar más desacatos mis órdenes- . Sé que esas palabras me tienen como destinatario y tengo que controlarme y solo asentir.

El Lord decide dejar el lugar acompañado por sus oficiales aunque antes de irse me hace una última advertencia – Argumentar contra la ley es argumentar contra mí. Si no fuera por mí esta ciudad estaría bajo las ruinas hace mucho tiempo. No toleraré discordias ni desobediencias. Y sobre todo no tolerare un simple chico hablándome como su igual. Tú vives porque yo lo permito. Nunca olvides eso-. Luego se gira hacia Levi –Aprende a controlar a tu protegido, de otra forma jamás encontrará consorte-. Levi solo asiente. Hannes se ha girado hacia mí y comienza a hablarme pero yo ya no lo escucho, sigo pensando que a partir de este momento demasiadas cosas van a cambiar.

Ya es de noche cuando bajo de la carreta y llegamos a mi hogar. Me encamino por el sendero de tierra hasta la entrada cuando de repente veo sentando en el pórtico una figura pequeña y delgada. Aun cuando todo esta oscuro se perfectamente de quien se trata. Me acerco hasta Armin al mismo tiempo que él se levante y me dice –Tardaron demasiado. Ya habia comenzado a preocuparme por ustedes- Miro a amigo y al momento de contestarle siento la voz de Hannes que me interrumpe –Armin, ya es bastante tarde para que estés afuera a estas horas- Hace una pequeña pausa –¿Sabe tu abuelo que estas aquí? -. Él no le contesta pero su silencio es suficiente respuesta.

En ese momento Levi se para a un lado de nosotros. Todo el camino hasta aquí ha estado callado, aunque no me sorprende porque siempre ha sido una persona muy reservada. –Eren- dice –Pasaremos la noche aquí.- Busca mis ojos y al final vuelve a hablar -Mañana partiremos-. Sin más entra a la pequeña cabaña.

Armin me mira expectante con un rostro lleno de dudas. Pero sé que en cuestión de minutos descifrara lo que ocurrió en la reunión de la tarde. –Búscame mañana en la vivienda de Levi- le digo. –Allí hablaremos. Ahora es mejor que vayas a descansar- Al despedirse me un pequeño abrazo y antes de irse me dice –Lo solucionaremos- Y no sé por qué pero le creo.

Ya en mi habitación dejo que mi cuerpo se recueste sobre la cama. La cabeza me duele y los ojos me arden por haber aguantado durante tanto tiempo las ganas de llorar. Siento que el corazón me palpita con fuerza y no puedo dejar de pensar en las palabras de Su Excelencia. Muerto.

No voy a creerlo, aun no. Hasta que no vea el cadáver de mi padre no voy a darme por vencido. Sé que es capaz de sobrevivir fuera de las murallas pero hay una parte de mí que no deja de decirme que él ya hubiese regresado. Es ahí cuando me doy cuenta que soy el que ha estado mal todo este tiempo, no puedo seguir aferrándome a una falsa esperanza. Papá no va a volver a casa, al menos no sin ayuda y como Lord Reiss no tiene interés en enviar un equipo de búsqueda voy a ser yo quien lo traiga de vuelta. Él no necesita a nadie más, no cuando ha pasado los últimos años entrenándome sobre cómo manejarme en las Tierras Desiertas, colándome a escondidas fuera de la ciudad para poder acompañarlo en sus misiones más cortas y asegurándose que pueda ser capaz de enfrentar cualquier amenaza. De repente me percato de algo aún más importante, Levi sabe rastrear. Mi nuevo Protector le debe la vida a Grisha. Y si hay alguien a quien Levi respeta es a él.

El dolor desaparece, hundiéndose debajo de una fría y fuerte determinación. Me levanto y busco debajo de la cama. Saco la espada que me obsequio al cumplir quince.

Encontraré una manera de cruzar los muros, y traer a papá a casa. Levi puede ayudarme, o salir de mi camino.