Yo y mis nuevos fincs. ¿Que les puedo decir? Este finc esta re escrito, corregido y leido como treinta veces. Si tiene errores, ni idea. Seguramente ahi gente que ya lo eh leido, por que lo publique en otra pag, pero este esta editado. Asi que no jodan.
Sumary: Dos grupos. Dos bandos. Kagome vs. Kikio. Ambas se detestan, Kagome tiene algo que Kikio no puede tener pero que a la vez si lo tiene. Inuyasha esta en medio de los dos bandos, ¿Con quien se quedara?
Kagome vs. Kikio
Cáp. 1: Rivalidades.
Un lunes en la mañana, un grupo de chicas caminaban tranquilamente por los pasillos de la preparatoria, ya que el receso había tocado y como ninguna no tenia hambre o mejor dicho, no tenían dinero para comprarse algo, no les había quedado mas remedio que irse al patio de la institución, donde era habitado por todos los alumnos quienes comían felices.
-Tengo hambre –rezongo la morocha tomándose con ambas manos su estomago –No debimos hacer esa apuesta –se quejo mirando a su amiga.
Esta se dio cuenta de su mirada y se molesto.
-Yo no tuve la culpa de que tu también hicieras la apuesta –se defendió ofendida la castaña, cruzándose de brazos.
-Ya chicas –pidió nerviosa la pelirroja –No se peleen… -las calmo con una sonrisita.
Las tres chicas suspiraron rendidas. Aunque se pelearan ni un miserable emparedado conseguirían. Seguramente si ponían cara de lastima podía ser que consiguieran alguna que otra monedita…
-Si no comemos no tendremos fuerza para luchar contra el grupo de las zorras –murmuro la castaña sentándose debajo de un árbol de cerezos, seguida por sus dos amigas –Espero que no nos las crucemos…
-¡No digas eso, Sango! –Le reprocho la pelirroja –Siempre que dices que no pase algo siempre pasa –apunto.
-Baah no se de que tienes miedo, Ayame –devolvió mirándola con los ojos entre abiertos –Si siempre que nos las encontramos las dejamos humilladas –replico.
-Dejemos de gastar saliva en hablar estupideces –pidió la morocha cansada. Ambas chicas asintieron –Sango, ¿Me prestas tus apuntes de Matemática? –Le pregunto – ¿Y tu Ayame el de física?
-¿Pero que no copias o que? –Cuestiono Ayame con el ceño fruncido –Deberías ser más responsable –reprocho.
-Ahí si tú, mira quien habla de responsabilidad –devolvió con sarcasmo –Además, estaba ocupada haciendo otras cosas –murmuro mirando un punto indefinido del patio.
-Si, mirando al alumno nuevo –agrego con picardía Sango.
-Tu cállate que también estabas baboseando por el –defendió Ayame a Kagome.
-Y tú igual –devolvió Sango.
-Aaahh –suspiro Kagome –Ustedes cada día son mas tontas –les dijo con burla.
-¡¡Oye!! –gritaron ambas molestas haciendo que Kagome comenzara a reír con ganas.
-Yo no estaba prestando atención a los chicos nuevos –aclaro seria –Estaba pensando en mi futuro como abogada
-Como sea –murmuro sin restarle importancia Sango -¿Cómo se llamaba el muchacho de coleta? –le pregunto a Ayame, quien sonrió en forma extraña y sus mejillas se pusieron rojas.
-¿Kouga?
-¡¡Eh!! Se armo una pareja –grito emocionada Sango. Ayame le pego un zape por la cabeza -¡Ey!
-¡Cállate tonta! –exclamo mas roja que un tomate.
-Baah histérica –murmuro mirándola de reojo.
Las tres quedaron en silencio. Sango estaba mirando como comían los otros alumnos mientras que pasaba su lengua sobre sus labios de forma hambrienta. Kagome estaba haciendo muecas y mirando a un pájaro comer migajas de pan y Ayame estaba pensando, ilusionándose y soñando con el chico nuevo llamado Kouga.
-¿Cómo se llamaba el de ojos azules? –rompió el silencio Kagome. Ambas chicas la miraron interesadas –Me pareció lindo…
-Creo que Bankotsu –respondió Sango.
-Kouga es mas lindo que Bankotsu –murmuro Ayame.
-Veo que cambiaste a Inuyasha por Bankotsu –señalo Sango con picardía mientras le pegaba pequeños codazos en la costilla a Kagome.
-Yo no cambie a nadie –aclaro devolviéndole cansada el codazo a su amiga, quien se quejo de dolor –A mi no me gusta Inuyasha… -agrego cruzándose de brazos.
-Te creo, te creo –decía rápidamente Sango tratando de parar los codazos de su amiga –Si, te creo… -murmuro con sarcasmo para ella.
Y nuevamente quedaron en silencio, pero esta ves, ninguna pensaba en comer, ni Ayame soñaba con Kouga, por que sus miradas y sus pensamientos fueron captados por cierta chica que se acercaba a ellas, con pasos sensuales, moviendo sus caderas a un ritmo único. Su cabello lacio, sedoso y largo, se movía al compás de sus caderas. Los chicos se giraban a verle el trasero cada ve que ella pasaba a su lado.
-Que puta –susurro Sango.
-Que zorra
-Que trola –completo Ayame mirándola fijamente con su mandíbula tensa. Las tres estaban tensas.
La muchacha se planto frente a ellas, mirándolas con sus ojos negros inexpresivos desde arriba con una sonrisa de superior, mientras que sus manos estaban en su cadera y sacaba pecho y trasero para afuera. Para ellas parecía un pato por la forma en que estaba parada.
-¡Hola putas! –Saludo con una sonrisa falsa –UPS –se tapo la boca con su mano –Digo chicas…
-Hola Kikio –devolvió el saludo con tono cansado Kagome.
-Veo que te olvidaste de tus perras –señalo Sango mirando para todos lados -¿Te olvidaste de sacarlas a pasear, o que? –le pregunto con burla.
Kikio hizo una mueca de desagrado y las miro con odio y repugnancia.
-¡Ey, si nos vas a mirar con esa cara mejor vete! –Replico Ayame molesta –Perdón, la misma cara traes siempre –se disculpo con sarcasmo –Te recomiendo una cirugía –aconsejo aguantando la risa, al igual que las demás.
-Ja ja ja –recalco cada palabra Kikio con cara de molestia –Repíteme el chiste que no lo entendí…
-Tu nunca entiendes nada –coincidió Kagome –Kami se olvido de darte cerebro –se burlo.
-¡Ja! Mira quien habla de cerebro –devolvió ella.
Kikio comenzó a reírse de su chiste, mientras que las otras tres quedaron en silencio, mirándola con el ceño fruncido como se reía. En conclusión, nadie había entendido su chiste o mejor dicho, no había causado gracia.
-¿Qué clase de bicho eres? –Le pregunto Sango observándola –Tienes una sola ceja, una nariz encorvada y una ¿¡verruga!? –Exclamo con asco –Aunque bueno, siendo de ti nada me sorprende…
-Sehh es verdad –coincidió Kagome –Siendo de ella, no seria nada raro que le salga un tercer ojo o un culo en el mentón –se burlo.
Kagome y Sango chocaron sus palmas mientras carcajeaban con ganas. Kikio simplemente apretó sus puños con fuerza y entonces se dio cuenta, que había sido una mala idea haber ido con ellas sola…
-Ustedes solamente me tienen envidia –le escupió como si fuera una víbora. Las tres la miraron con sarcasmo –Saben que yo soy mucho mas hermosa que ustedes tres, perritas…
-Ahí cállate fenómeno de circo –pidió cansada Ayame -¡Apestas! –exclamo.
-¡Cállate tu, pelirroja de cuarta! –Se defendió –Mi grupo es mucho mejor que el de ustedes –hablo con orgullo.
-¿Mejores en que? –pregunto Sango –En la esquina seguramente…
-Kikio si querías que no pasemos mas por tu esquina por que tienes vergüenza, no los hubieras pedido –hablo Kagome con calma –Nosotras sabemos que tu trabajo es muy duro y deseas privacidad –decía como si la entendiera, aunque en realidad estaba aguantando la risa por dentro.
Las tres rompieron en risas, lloraban de la risa. Sango se había revolcado por el suelo, tomando el estomago con fuerza, ya que había comenzado a dolerle, mientras que Kagome y Ayame chocaban sus manos en forma de victoria. Nuevamente habían aplastado a Kikio Himura.
-¿Saben que? Mejor me voy antes de que me contagien la estupidez…
Y sin decir mas se había girado, y se había ido con pasos rápidos y precisos hacia donde se encontraba su grupo. Las chicas la vieron irse, Kikio nunca aprendería que con el grupo de Kagome no podía hacer ni decir nada, no sin antes quedar humillada ella. En efecto, esto había sido otra batalla ganada.
-Somos las mejores –apunto Sango con orgullo, secándose las pequeñas lagrimas que se habían formado en sus ojos –Esa chica si que me hace reír –suspiro cansada, con una sonrisa amplia en sus labios.
-Ni que lo digas –coincidió Ayame, quien estaba con la cara roja.
Kagome no dijo nada, simplemente se había quedado callada mirando a Kikio abrazar a su novio y besarlo acariciarlo y… apretó sus puños con fuerza, debería de estrangularla…
-¿Kag? –La llamo Ayame preocupada, al ver lo tensa que se había puesto su amiga -¿Estas bien? –le pregunto.
Kagome pestaño varias veces, bajo la mirada por unos momentos y suspiro.
Ella también había perdido.
Levanto su mirada con una sonrisa en sus labios.
Y debía aprender a superarlo.
-Estoy bien –le guiño el ojo –Vamos
Sango antes de que Kagome se levantara le hizo una seña a Ayame, quien había comprendido al instante y ambas abrazaron con fuerza a su amiga, quien simplemente sonrió levemente.
-No te pongas mal –le pidió Sango triste –El fue un idiota por creerle a ella… -susurro tratando de levantarle el animo.
-Es verdad –coincidió Ayame –Inuyasha es un total idiota…
Miro nuevamente a la parejita que entraba abrazados hacia dentro de la institución. No estaba triste, estaba molesta, con el y con ella. Con Inuyasha por haber creído las mentiras de Kikio y con esa por haber mentido, obviamente. Por haber agrandado los problemas y las equivocaciones. Por su culpa, Kagome ya no se hablaba con Inuyasha.
Cuando ambos iban en la secundaria, eran muy unidos, los mejores amigos desde años, pero toda esa amistad se había roto cuando entro ella al salón con su sonrisita de travestí. El la vio y no pudo evitar hablarle, interesarse en ella, ya que Inuyasha era muy curioso en todos los sentidos. Kikio le lleno la cabeza a el, hablando mal de Kagome, echándole la culpa de todo lo que ella hacia sin querer y luego de un par de días, Inuyasha ignoro y juro odiar a Kagome, quien se enfado. Discutieron y jamás se volvieron a hablar.
Y desde entonces, se hicieron rivales. Kikio odiaba a Kagome por cosas que jamás sucedieron y Kagome odiaba a Kikio por quitarle todo lo que ella había querido…
-¿Kag? –murmuro Sango.
-Entremos que el profesor de química nos pondrá una amonestación –susurro Kagome incorporándose, ambas chicas hicieron lo mismo.
-Ya sabemos que era tu amigo, pero un verdadero amigo no te odia de un día para otro –Sango abrazo a Kagome –El fue un idiota por creerle a ella, quien ni siquiera conocía…
-Es verdad –coincidió Ayame –Un buen amigo nunca te deja por mas mal que hagas…
-uhmp –sonrió irónica –Entonces el jamás fue mi amigo…
Continuara...
Un pequeño adelanto del proximo capitulo.
Cap 2: Encuentro.
-¿Que haces aqui, Inuyasha? -Este lugar es publico -contesto con una amplia sonrisa. Ella se giro, dispuesta a irse, cuando el de repente la sujeto de la muñeca y la apreto contra el arbol -Ya que estamos solos, en esta posicion exitante... ¿Por que no besarnos?
Sanyonara!
