Título: Nunca es fácil.
Fandom: House.
Character/Pairing: Cuddy - House/Cuddy.
Rating: K
Disclaimer: Nada de House me pertenece.
Sumario: Tenía todo lo que podía desear menos precisamente lo que deseaba.

OoOoO

¿Cuánto sentido del humor podía llegar a tener la vida? Era la pregunta que rondaba por la cabeza de Lisa Cuddy desde el momento en el que eligió seguir adelante con la suya.
Lamentablemente para ella, no se refería al tipo humor de ése que a todos nos gusta, el que te hace reír incluso en los peores momentos, ése que te saca una sonrisa cuando menos te lo esperas o el mismo que puede hacer cambiar tu vida en el pequeño instante en el que una sonrisa fugaz se cruza en tu camino mientras paseas por la calle y un hasta entonces desconocido te la ofrece sin nada que esconder. ¡Ojalá fuese ese tipo de humor!
Al que ella se refería era a ese tipo de bromas que te gasta el destino y que cuanto más dolorosas son, más disfruta él riéndose a carcajadas de tu mala suerte.

Por fin había conseguido todo lo que ansiaba. Tenía el trabajo que tan feliz le había hecho durante muchos años, al que había sumado una hija maravillosa que se había convertido en lo más importante que tenía y por la que haría cualquier cosa. Y finalmente, había encontrado un hombre al que toda mujer querría como marido y cualquier madre como yerno. Podía decirse que la vida era perfecta, pero ella no era cualquier mujer y día a día lo iba comprendiendo mejor. No estaba hecha para lo fácil, nunca lo había estado y no por ir cumpliendo años aquello iba a cambiar.

Sólo cuando llegaba a casa después de una larga jornada de trabajo y se quedaba sola mientras Lucas y Rachel ya dormían era capaz de quitarse la coraza de felicidad que la acompañaba durante el día y maldecir su mala suerte al tener todo lo que cualquier persona podía desear y pasarse el día deseando justo lo que más ansiaba y posiblemente nunca tendría.

¿Cuánto tiempo más estaría dispuesta a continuar dejando al destino reírse de ella? ¿Cuánto tiempo más dejaría que el amor cruzara delante de su puerta cada día mientras ella lo deja pasar? Y sobre todo, ¿cuánto tiempo dejaría que la cobardía dominara su mundo impidiendo que se enfrentara a sus verdaderos sentimientos?

No tenía la respuesta a esas preguntas pero algo sabía con seguridad: lo fácil y lo perfecto no iba con ella y en algún momento -más temprano que tarde- iba a tener que enfrentarse a ello de una vez por todas si quería conseguir lo que realmente deseaba de la vida: House. El hombre más difícil; el que ninguna mujer querría como marido y mucho menos una suegra como yerno, pero al que ella no había podido olvidar por mucho que otro ocupase ahora su lugar.