Bueno esta es una pequeña forma de pedir perdón por tardar tanto en subir los capítulos de mis otros fic, es que tengo planeado subir 3 cap. de lo que no se puede olvidar de un jalón, y dos de un gato en la oscuridad, voy en el 2do cap., espero y lo disfruten.
Declaimer
Bleach y sus personajes son de tite kubo-sempai yo solo los utilizo
Así mismo ojala es de pandora.
Summary
Muchas personas saben que el ojala no existe, pero hay quienes fervientemente lo mantienen en su mente como un mantra, una salida trasera, para así poder imaginar lo que nunca, o tal vez muy lejanamente harían.
OJALA
Era una tarde de lluvia y Kurosaki Karin corría como alma que lleva el diablo, tenía que saber si era cierto, si era verdad que él le había mentido, al llegar a la colina, aquel punto de encentro, aquel que fue su escondite, su lugar especial. Lo vio parado detrás de la baranda, viendo la puesta de sol. Su corazón latió desbocado. El se volteo lentamente y la miro a los ojos, tenía una sonrisa en el rostro, una sonrisa triste y casi al instante se le borro de la cara y la miro con indiferencia. Tenía que hacerlo ahora o nunca.
-es cierto ¿no?- susurra Karin bajo su aliento, el desvía la mirada.
No me cabe la sonrisa de tu cara
Y el camino en tu mirada me ha trazado un mapa para regresar
Si por algo crece en mí una lejanía
Es que me ha llegado el día de ponerle un punto aparte
Cada historia tiene su propio final
-lo siento- murmura él en voz grave, ella sufre en silencio, entonces era cierto, se queda callado y fija su vista en otro lado, Karin busca sus ojos –es cierto te mentí, fue por el bien de la misión, no podía arriesgarme, Karin yo…- la mira y observa aterrado el dolor de la chica, pero debe contenerse sino seria mas difícil.
-cállate, eres un mentiroso, yo…yo, yo te creí...- grita retrocediendo unos pasos, el los recupera acercándose- pensé que éramos amigos- la morena se siente débil, se siente como un gatito indefenso ante una cruda realidad.
-tuve que hacerlo, era parte de mi misión- dijo con tono de razonamiento, ella debía de entenderlo – no quise hacerte daño yo… tengo que irme, porque no podemos permanecer juntos, es contra las regla y yo como capitán no puedo romperlas para ello regreso a la sociedad de almas hoy mismo– su voz sonó apagada.
-no te creo- exclama y retrocede otros dos pasos – me largo no quiero escucharte ¡TE ODIO HITSUGAYA TOUSHIRO, TE ODIO!- y sé va corriendo, con toda la potencia que sus piernas le dan y solo escucha la voz de él gritando un regresa.
El se queda ahí parado sabe que no debe seguirla, solo seria avivar el fuego, el ya sabía que ella sentía algo mas por él. Pero no le era permitido dio la vuelta y abrió una puerta sekai, y se marcho – adiós Karin- murmura y se va.
No me cabe la verdad ni la mentira
Sé que no estoy confundida
Y quiero verme a solas con la soledad
Si presientes que ya no siento lo mismo
Aquí tienes el recuerdo de una tarde que te fuiste
No te diste cuenta que te amé demás
Tenía que alejarse de ese lugar, tenía que irse, no quería sentir la presencia de él, pero parecía imposible, malditos sean estos poderes, pensó con ira y dolor mesclados en sus pensamientos, lo amaba, lo había descubierto hacia unas horas, y ahora que se lo iba a decir pasaba esto, las lágrimas corrían a chorros por sus mejillas, ella nunca, absolutamente nunca había llorado, no desde la muerte de su madre y ahora por culpa de ese idiota, de ese maldito shinigami lo hacía, quería estar sola, tan poco quería regresar a casa no quería ver a nadie, si iba a casa solo la hostigarían, sin percatarse como, comenzó a llover, genial, el mundo también la traicionaba, se refugió en un kiosco se sentó en el suelo en la parte más oscura del lugar y dejo que el sufrimiento se apoderada de ella y comenzó a llorar como nunca lo había hecho, chillaba y gritaba ahogadamente por la presión en su pecho. Después de unos minutos, o fueron hora, sea lo que sea se había desahogado y tomo la decisión de olvidar a ese maldito shinigami.
Ojala que te acompañe mi silencio
Y jamás me necesites
Pues mi amor se fue a volar
Ojala que no se muera en el intento
Este comenzar de nuevo y poder recuperar
Mi reflejo y mi destino
La confianza que me he dado
Para volver a empezar
Han pasado 4 años desde aquel oscuro día, desde que Karin sintió que su corazón se rompía, con 20 años actualmente, ha logrado cicatrizar aquella herida, esa que aquel shinigami le provoco, ese al que tanto amo y en una sola tarde odio con todo su ser, no lo hizo sola, exactamente 2 años después ya no le dolía el recordarlo, ya no sentía ese vacío al ver las fotos que su hermana escondió durante un periodo, ya no sufría al decir su nombre y todo gracias Kazuya ese chico débil y aparentemente afeminado que la encaro y
La obligo a decirle lo que le pasaba, ese que se hizo su mejor amigo, ese con el que se va a casar en un par de semanas.
Hitsugaya toushiro, capitán de la decima división, vivía un verdadero infierno, a cada momento de su día, nunca pensó arrepentirse de una decisión en su vida, pero al parecer siempre hay una primera vez se arrepentía rotundamente de lo que le hizo a Karin, esa humana que había sido una pieza clave en su misión, esa que en aquel entonces podía decirse era su mejor amiga, esa que le robo el corazón, pero ya muy tarde se dio cuenta y esa misma que se va a casar, apretó los dientes, sentía rabia pero a la vez sabia que se lo merecía, sabía que ella lo odiaba y era de esperarse que quisiera rehacer su vida con alguien más.
-ojala hubiese sido mas valiente y no haberme rendido tan fácilmente, ojala hubiese luchado por estar a tu lado, Karin- murmuro con tristeza, la puerta se abrió una voluptuosa mujer entro, el susupiro.
-taishuo, deje de pensarlo, vaya y hable con ella pídale perdón dígale que la ama, sé que no lo ha dejado de querer en mi última misión la vi y me pregunto por ti, vi la chispa de sus ojos, esa que dice que aun te ama- dijo Matsumoto su teniente, la miro no muy convencido de sus palabras quería creerle pero sabía lo mucho que había dañado a Karin, kuchiki Rukia, la novia de Kurosaki ichigo se lo confirmo en una ocasión.
-no es buena idea, ella va a casarse, es feliz ahora, yo solo la haría recordar momentos dolorosos además me odia- contesto tristemente.
-ya deje de pensar así han pasado 4 años, ella va casarse y usted debe hablar con ella taishuo, sino se arrepentirá, nunca sabrá si realmente lo odia como usted piensa- Matsumoto golpea el escritorio ganándose una mirada confundida de él, ella odiaba ver así a su taishuo, lo quería como si fuese su hijo y no quería que sufriera.
-… -abrió la boca pero nada salió ni un regaño o negación.
-vaya no pierde nada- el asintió y se levanto de la silla aun confundido, en cierto modo no perdía nada, pero si Karin no lo perdonaba perdería lo poco que le quedaba de cordura.
No me caben las historias de tus ojos
Y tus manos no me tocan como la mañana que te vi llegar
Si por algo desapareció la magia
Si le sumas la distancia
Tienes una excusa,
Tienes mil palabras para comenzar
Era muy temprano y en el cielo de Karakura una puerta sekai apareció, de ella salió un chico de cabello blanco y ojos turquesa, de nombre Hitsugaya toushiro, capitán de la decima división y, a consideración suya, el idiota más grande del mundo, tenía una mirada torturada en su rostro, suspira y se aleja tenía que ir con Urahara, para ir por su gigai.
Karin se levanto tenía un extraño presentimiento, sentía como si algo hubiese vuelto a ella, como si algo perdido fuera encontrado, pensó que se debía a los nervios puesto que en menos de una semana se casaba, salió de la cama y fue a bañarse, se alisto, desayuno y salió de la casa debía ir con la modista para ajustar el vestido, caminaba despreocupada por la acera, su celular comenzó a sonar, lo saco de su bolsa y miro el remitente, era Kazuya, sonrió últimamente el estaba nervioso, demasiado diría ella.
-bueno-su tono no comprimía la felicidad.
-hola pequeña delincuente – murmura aliviado, ella ríe.
Toushiro caminaba muy rápido por las calles, había encontrado el reítasu de Karin, no había sido tan difícil era un poco más alto de lo normal, doblo en una esquina y choco con alguien.
-lo siento- se disculpa la persona, toushiro abre los ojos esa voz, esa inconfundible voz es de…-se encuentra bien- la chica se inclina y lo mira directamente a los ojos algo apenada – disculpe es que estaba hablando con mi prometido- esa palabra le taladraba el corazón.
-Karin- murmura, ella lo mira desconcertada y de pronto abre los ojos como platos, retrocede unos centímetros y lo observa como si el peliblanco fuera un fantasma, por decir así.
-toushiro ¿pero qué haces aquí?¨-susurra –tu, tu… esto debe ser una broma, tú no puedes estar aquí, yo… tengo que irme-dice y comienza a alejarse, el se levanta y la toma de la muñeca, Karin voltea.
-¡NO! Digo, quédate tenemos que hablar, por favor- suplica ella lo mira atónita, no podía creer lo que veía, al gran Hitsugaya toushiro, el capitán de la decima división, chico prodigio, acatador del reglamento, pidiéndole que se quede para hablar, sino fuera porque sentía una punzada en el pecho y aun quedaba el espectro de aquella herida en su corazón, si mencionar que se iba a casar, lo besaría en este preciso momento.
-creo que si- contesta y sonríe de lado, provocando que ella de un respingo, había olvidado lo emocionada que se ponía cuando el sonreía, parpadeo un par de veces ¿qué le sucedía?, acaso era una niña para emocionarse por eso, sacudió la cabeza, como si pudiera borrar esos pensamientos.
Te me asomas, te apareces
Te vuelvo a olvidar
Mi futuro, mi alegría
Dependen solo de misma para continuar
-¡PERO! ¿QUÉ DEMONIOS TE CREES?- grita la pelinegra volteando a ver con ira al albino -¡DECIR QUE ME AMAS DESPUES DE LO QUE HICISTE, ERES UN MALDITO, MIRA QUE PEDIRME QUE HUYA CONTIGO!-brinca la baranda, sin saber cómo habían llegado a su lugar de encuentro en los años pasados, el, la intercepta
-sé lo que hice y dije, pero también se lo que siento y sinceramente ya no puedo y si note quedo claro lo diré de nuevo…- aprieta la mandíbula, en verdad decirlo era muy difícil -¡TE AMO!- exclama, esas palabra retumban en los tímpanos de la morena, había deseado, soñado he imaginado tantas veces escucharlas y ahora que genuinamente lo hacía, le parecían una sicofonía.
-no te creo-murmura, su enojo fue sustituido por la tristeza -¡NO TE CREO!- el enojo vuelve-desde aquel día no puedo creer ni una sola palabra tuya, tú me mentiste, me usaste y ni siquiera te importo, aunque ahora salgas con que me amas, ¿Cómo puedo confiar en que no es otra mentira? yo no…- su voz se quebró
-¿Por qué… lloras?- pregunta el con dificulta, ella eleva el rostro repentinamente, sus ojos muestran una mescla de tristeza, soledad, ira, dolor, sorpresa y más que nada añoranza, si añoraba el sentimiento de amor que podía sentir latiendo en su pecho cuando lo veía, cuando lo escuchaba, cuando lo sentía cerca, pero ahora todo eso era eclipsado por el resentimiento y su corazón se reusaba rotundamente a volver a sentir aquel dolor incomparable con alguno físico.
-que te importa, sabía que era mala idea hablar contigo- lo rodea, toushiro se pone nervioso, ella cree que le miente tiene que hacer algo para que le crea, para que sepa que de verdad la ama, entonces…
- te lo demostrare- susurra, ella se detiene confundida, se gira y unos cálidos labios se apoderan de los suyos, la morena esta estática, acaso era posible que ¡¿Hitsugaya toushiro la estuviera besando? Si, si era posible, trato de separarse pero él, la retuvo a su lado, el beso era desesperado e insistente pero también muy suave y dulce, ella dejo de forcejear y se entrego por completo a la sensación de felicidad, una que dolía. Las lagrimas corrían como surcos por sus mejillas y el remordimiento le carcomía la mente, estaba traicionando a Kazuya, ¡NO! No podía hacer eso, no podía ser tan desagradecida como pudo se alejo del peliblanco, al hacerlo podía sentir como si algo le faltara, como si no tuviera defensas, como si él fuera indispensable para ella.
- lo siento…- dijo – no puedo, te perdono, pero por favor vete ¡VETE! Porque tuviste que venir hasta aquí, yo estaba en paz, yo estaba segura que la herida de mi corazón había sanado y más aun estaba segura de que te había olvidado- reclama enojada, el la mira sabe que se lo merece, sabe que ella no lo puede perdonar y sobretodo sabe que no lo puede amar, solo necesita escucharlo de sus labios, entonces por fin podría entregarse a la locura por completo –pero estas aquí y no puedo evitar amarte- susurra, el la observa desconcertado- si como escuchaste ¡TE AMO! Pero no podemos estar juntos, así que… ¡OJALA NO NOS HUBIESEMOS CONOCIDO!- se va corriendo, no puede decirle adiós, el se queda clavado ahí, no puede moverse, pero está feliz ella lo ama.
Ojala que te acompañe mi silencio
Y jamás me necesites
Pues mi amor se fue a volar
Ojala que no se muera en el intento
Este comenzar de nuevo y poder recuperar
Mi reflejo y mi destino
La confianza que me he dado
Para volver a empezar
Toushiro se encontraba en la colina, viendo el atardecer, su mirada denotaba tristeza y no era para menos, hoy era la boda de Karin, seguramente ya estaba felizmente casada con ese tipo, bufo, de solo pensarlo los celos lo comían vivo, el viento soplo y el cerro los ojos, ya era hora de irse comenzó a caminar, tenía que regresar el gigai para poder irse.
-adiós Karin- murmura caminado colina abajo
-¿a quién le dices adiós? Eh toushiro- el se detiene, no puede creer lo que escucha, tanto que piensa que es solo su imaginación
-Karin, pero tu… ¿que no te casabas?- articula difícilmente. Delante de él se encuentra, la mujer de su vida, vestida con ropa casual y una valija
- no, hable con Kazuya, el… lo entendió ¿creo? Así que… ¿aun esta en pie esa propuesta? – toushiro abre los ojos como platos y sin pensarlo corre a abrazarla, la levanta y gira con ella en brazos –vasta no soy una niña- dice entre risas.
-claro que sigue en pie- contesta el peliblanco con su típico tono desinteresado, sus mejillas están rojas, ella sonríe - ¿pero por qué?-
- me di cuenta de que el ojala no existe y que si tengo que empezar desde cero nuevamente, solo seria contigo- el la mira boquiabierto-que…- susurra pero los labios del albino la callan, se separan por falta de aire.
-te amo- dice en su oreja, hace para atrás la cabeza, y la ve a los ojos
- yo igual-sus narices se tocan- solo contigo tengo la fuerza para volver a empezar- y se funden en otro beso.
FIN
Espero y les haya gustado el one-shot y una cosa más es una antología de one-shot que ya tengo escrita, las iré subiendo por semana y cuando llegue al capítulo 5 subiere todo mi trabajo atrasado espero y les parezca justo.
PROXIMO.
Masoquismo
Kurosaki Karin una chica de 22 años de edad, que estudia musicología en la universidad de Karakura, trabaja en un café como cantante, una tarde de invierno cuando el solo se ha escondido y la nieve hace su aparición, la joven toca una canción que define lo que se ha convertido su vida en los últimos meses.
