Disclaimer: No. Ya sabemos de qué va esto: Naruto no me pertenece, propiedad de M.K y demás habladurías. Sólo me pertenecerá en estado de ebriedad- No bebo, por complacencia y gusto papilativo.


Cartas


En fechas especiales, es tradición que entre los miembros de cualquier organización, sea civil o criminal, se haga por escrito una carta, felicitando al cumpleañero en su día y también, aprovechando la ocasión, celebrar los años que lleva en servicio, sin excepción alguna.

Para evitarse caer en la molestia de que algún miembro se excuse o excluya a sí mismo de tan sagrada tradición, el líder de cada organización tendrá que aplicar la siguiente norma:

Por decreto, aquel que resulte infractor de los acuerdos estipulados en los artículos 401 y 402 del código de Convivencia entre empleados y empleador, se verá en la penosa posición de ser castrado en público y hacer exhibición de sus intimidades ante toda la aldea de su procedencia.

A lo que la gran mayoría no pudo negarse a aceptar.

x-x-x

Cartas sistemáticamente regadas a su alrededor.

Sin pensárselo, escogió una al azar, rompió el sello y la leyó.

Y la carta rezaba más o menos así:

Odioso y repulsivo compañero mío:

En los años que llevamos de conocernos, por este medio, quiero hacerte llegar toda mi repulsión y odio hacia tu persona, sobre todo por qué nuestro líder me hizo prometer que:

En primera: No te volaría la cabeza por ser hoy tu día – una decepción y desperdicio de arcilla-.

En segunda: Aborrezco más a las palomas mensajeras de lo que te aborrezco a ti y como no existe un presupuesto para pagarnos algunas – según el jodido banquero desempleado que tenemos por tesorero- resulta más factible escribir, como lo hacían nuestros antepasados, antes de la invención del teléfono.

Y en tercero: De haberlas tenido, mejor las fabrico yo con arcilla- Hubiera sido el cumpleaños más inolvidable que hubieras tenido, con un gran ¡BANG! Al final ¡Toda una obra de arte!- pero estamos en quiebra, así qué da lo mismo.

¡Ah, sí! También para felicitarte y eso. Y no te preocupes por las sorpresas de este día, sé que explotaras de alegría y de eso, me encargo yo…

Un estruendo se hace escuchar, se calcinan las paredes, techo y piso; las cartas permanecen intactas y al final una posdata:

P.D: "Si lees esto, mentí. No pude negarme el deleite de terminar con una gran explosión antes de esta noche, hum"