Hola, buenos días, tardes, noches, ¡o la hora que sea! Soy Kyubi1, autor de fanfics como Guía para enamorar a un espíritu, Joven y atrapado, Mi hermano es una estrella y otros más, pero menciono estos tres porque están indirectamente relacionados entre sí, así como este, sí, este fanfic dividido en tres partes está relacionado con esas tres historias.
Antes que nada, este se puede considerar como un Side-story de Guía para enamorar a un espíritu, incluso si no lo has leído, no te preocupes, que creo yo la historia se entiende perfectamente al leerla y en caso de que no, puedes preguntarme todo lo que quieras, además de dar tu opinión, o irte al leer el fic anteriormente mencionado.
Sin más, espero les guste esta primera parte.
Meet your waifu
Era de noche, bastante tarde como para que un chico joven y enfermo como él estuviera afuera, sobre todo si estaba solo, aunque esto último no era del todo cierto, ya que él siempre estaba acompañado.
Y en entrenamiento.
«Mikael, controlar la energía espiritual a voluntad no es tan sencillo, ¿hay algo que deba saber para poder usarla con más facilidad?» Preguntó mentalmente, con cansancio en todo el cuerpo, sus ropas también estaban manchadas de tierra y estaba bastante sudado, entró por la ventana de su departamento con facilidad.
—Ugh… —Pero cayó al entrar por el cansancio, se había saltado la comida y la cena por estar entrenando—. Necesito… bañarme…
—Solo puedo decirte que no te estás concentrando bien, Satou. Tienes demasiada negatividad que nubla tu mente de tu objetivo.
Satou estaba en el suelo y respirando por la boca, no hacía nada más que entrenar desde que había revivido, su cuerpo solo podía descansar en la noche.
—No lo puedo evitar, quisiera ser como tú, Mikael… No sentir nada al respecto —dijo con voz rota y a punto de soltar lágrimas, pero se las limpió rápido y se levantó para meterse al baño.
El chico se quitó toda la ropa y abrió la regadera, para sentarse en el suelo, abrazando sus piernas mientras el agua lo mojaba.
—Sentir. Eso es algo que no puedo entender, pero me gustaría, así podría entenderte más y ayudarte.
—No… No quieres sentir esto, yo no quiero que sientas esto, es horrible… ¿Sentir? Lo único bueno de sentir es… —Pensó en sus padres y agachó la cabeza—. Es el amor. Pero si no hay nadie que te ame, solo hay dolor… Me gustaría no sentir nada en lo absoluto…
—Entonces, no lo sientas.
—Mikael.
Después de pronunciarlo, sus ojos se volvieron más brillantes, pero su mirada se volvió vacía.
Era el ángel quien tenía el control de su cuerpo, era él quien empezó a bañarse correctamente, lo había aprendido de Satou después de observarlo un par de veces. Mientras Satou descansaba en el subconsciente, alejado de todo sentimiento de dolor.
En su corazón, añoraba ser amado, aunque sea solo un día más, de haber sabido que si iba a ese concierto no volvería a ver a sus padres, aun tratándose de su idol favorita, él no hubiera asistido. Prefería morir con sus padres a seguir viviendo sin ellos.
Pero eso se cumpliría, un día volvería con ellos, no tenía otro objetivo más que lograr su venganza para así poder morir y estar en paz. Aquí en esta tierra no había nadie quien lo amara, entonces, ¿valía la pena seguir vivo después de vengarse?
Su estómago gruñó, pero no tenía que comer, ya se había pasado la hora de la cena, así que solo le quedaba tratar de dormir, por lo menos había descansado de estar vivo por unos minutos en los que Mikael se bañó en su lugar.
Satou apagó la luz y se quedó dormido. Pero tan pronto lo hizo, volvió a despertarse en su cuarto, abrió los ojos con mucha pesadez, la luz estaba encendida y era muy tenue, no como la recordaba.
—¿Ni te amas ni te aman? —preguntó una voz femenina a su lado.
—¿¡Qué?! —Satou se asustó y saltó de la cama, pero sus manos se electrificaron por voluntad—. ¿Cómo entró aquí? ¿Quién eres?
Ella seguía acostada en la cama, con unas ropas que parecían de una monja, pero se transparentaban, era algo provocativa la ropa, pero también extraña, Satou nunca había visto una ropa así. Además, tampoco podía sentir hostilidad, de hecho, ella estaba muy tranquila, viendo el techo, pero luego le miró con sus ojos azules, su cabello gris no le tapaba los ojos.
—Escuché tu lamento.
—Ah… —Al escuchar eso, su electricidad se fue y bajó los brazos—. ¿Q-Qué acaba de decir?
—Escuché tu lamento, y aunque no sé las causas, conozco la cura, Satou Matsuo.
—Mikael… Esas son… —dijo sorprendido, ella sonrió un poco y le dio golpecitos a su cama, invitándolo a que se acostara.
—Él no está aquí, bueno, al menos no como lo conoces, bueno… De ninguna de las formas, de hecho —dijo un poco confusa por sus palabras, él tampoco las entendió, pero se acostó a un lado—. Son cosas que no entenderías y no debo explicar.
—¿Quién eres? —preguntó rápidamente.
—Oh, tú sabes quién soy, porque yo sé quién eres, y eso debería ser pista suficiente. Tú siempre me pides ayuda, cuando más lo necesitas, sabes que estoy en todas partes.
Los ojos de Satou se abrieron de par en par, le quedó mirando completamente sorprendido, la pequeña mujer se mató de risa unos momentos, el chico estaba más sorprendido por su actitud.
—¿Ka-Kami-sama (Dios)? —preguntó con dificultad, luego fue tomado de la barbilla con gentileza.
—Sabía que eras inteligente y tus reacciones son bastante buenas. Pero puedes llamarme Nia, como muchos otros.
—¿Nia? Pero eres dios, ¿en verdad eres dios? No puedo creerlo.
—Está bien, muchos no me creen —dijo como si nada y miró a un lado—. Teku, algo de comida para este niño hambriento.
—¿Teku? —preguntó extrañado, pero de la nada apareció un plato con un filete que voló hacia las manos del chico, sentado en la cama—. ¿Cómo lo hizo? Gracias, no he comido nada…
—Sí, lo sé. Es gracias a Teku, pero no lo puedes ver, cosas de dioses.
—Oh, entonces… Gracias, Teku —dijo con una pequeña sonrisa y después empezó a comer.
—Teku, algo de jugo, rápido.
—Por supuesto, Nia-sama.
Satou vio como dos botellas de jugo de naranja aparecieron, Nia bebió un poco y él le vio un poco raro.
—¿De verdad eres dios? Creí que no se te podía ver.
—No se me puede ver, niño. Estoy dejando que me veas, ¿acaso no parezco un dios? —preguntó un poco ofendida.
—No. —Ella frunció el ceño y él se asustó un poco—. Lo siento, pero es la verdad.
—Sí, ya sé que eres muy honesto, se te dieron muchas virtudes que no te sirven de mucho en el mundo que el ser humano ha moldeado, y con el tiempo verás que en las relaciones humanas tampoco serás apreciado lo suficiente, serás visto como un premio, no como una persona. —Satou parpadeó un par de veces, pero ella se acercó con una sonrisa maliciosa a su rostro—. Lo siento, esa también es la verdad. Pero las virtudes que te tocaron son nobles y algún día, serás amado por eso y muy querido.
—Eso no es cierto —dijo con tristeza y hasta el hambre se le fue, dejó el plato en la cama—. Yo no he hecho nada malo, aún así lo perdí todo, por completo, Nia… Todo. Nadie va a amarme, me quedé solo, solo sigo vivo porque tengo esto… —La electricidad se manifestó en sus manos—. Para hacer pagar al responsable de esto…
—Sí, lo sé —dijo como si nada, él se volteó a ella con lágrimas en sus ojos—. No vine a decirte que no lo hagas, tampoco puedo arreglar lo que ya pasó, son cosas que tenían que pasar; a todos nos toca, niño.
—Entonces… ¿Qué haces aquí?
—Vine porque algo está mal en ti, y esto debió ser un bonito sueño para ti, uno que quisieras hacer realidad, pero estaba aburrida y quería venir a saludar.
—¿Qué?
—¿Qué? Los dioses también nos sentimos solos, y es mi tarea como vigilante, así que haremos algo diferente a lo establecido, espero que ella no se moleste, como siempre.
—¿Ella? —preguntó más confundido.
—Cosas de dioses, no le tomes importancia, ella no es importante.
—Ah… Si tu lo dices.
Nia sonrió con algo de maldad, pero le pidió al chico que se terminara su comida, que necesitaba energía para lo que estaba a punto de pasar. Satou no entendía nada, pero obedeció, de alguna forma, se sentía bien hablar con dios, le hacía sentir menos solo. Pero era triste que ni ella podía hacer algo con su situación y tampoco venía a arreglar sus problemas, sino algo que estaba mal consigo mismo.
¿Qué podría ser eso? Si la diosa no venía a arreglar sus problemas, ¿cómo podría curar su tristeza o su dolor? Porque esas cosas estaban mal en él y no había que tener mucha inteligencia para notarlo.
—¿Estaba bueno? —preguntó con una pequeña sonrisa, Satou asintió con la cabeza dos veces y sonrió un poco.
—Gracias, Nia.
—Entonces, ¿no eres amado ni lo serás?
—Mis padres ya no están, no queda nada de mi familia, no tengo ningún amigo ni amiga… —Agachó la cabeza—. Y tengo todo este poder que no entiendo… No quiero lastimar a nadie con esto, excepto al espíritu que mató a mis padres.
—Existe el amor de parejas y amigos; siempre puedes tener más o menos, pero siempre puedes tener, en cualquier momento. Encontrar uno duradero es difícil, pero podrás con eso, todos pueden, pero no lo saben o lo saben, pero son muy estúpidos. —Sonrió—. Tú eres muy amado, en muchos momentos y en muchas circunstancias, pero no lo ves. Tal vez si te lo muestro, ¿me creerás?
—¿Puedes hacer eso? —preguntó un poco ilusionado—. Es decir, ¿es en serio? Pero yo no conozco a nadie, estoy solo con mi ángel y nada más.
—Por ahora. Pero en otros tiempos y en otras circunstancias, no estás tan solo como piensas.
—¿De verdad? —preguntó inseguro, no quería emocionarse tan fácil, pero la idea no sonaba mal.
—¿Acaso dudas de mi posición?
—No, claro que no, pero… es de mí de quién hablas, no recuerdo haber sido amado por alguien que no fuera mi familia, ni querido por nadie más.
—Ahh… Está bien, te lo pasaré porque no puedes evitar estar depresivo en estos momentos —dijo con pesadez, luego sonrió un poco—. Bueno, ya que estás tan inseguro de ser amado, jeje… Déjame enviarte unos momentos con la persona que te ama más en un mundo.
«¿Mamá?» Pensó con algo de esperanza, pero cuando Nia le tocó en la cabeza, él perdió el conocimiento y cayó a la cama.
Satou volvió a tener conocimiento después de unos momentos, pero estaba muy mareado y no se podía mover, él no sabía por qué, pero se quejó del dolor, tenía una marca roja en la frente, como si hubiera sido golpeado duramente, eso explicaría el dolor de cabeza que sentía.
—Ugh… ¿Nia? —preguntó muy atontado, trató de moverse a un lado, pero no podía—. ¿Qué pasa?
Satou intentó usar sus poderes, pero no sintió nada diferente, incluso llamó a Mikael internamente, pero tampoco funcionó. Fue ahí cuando vio su cuerpo, estaba atado con una soga roja que ni con toda su fuerza podía romperla, además de que se estaba marcando la piel al intentar algo en contra.
«¿Dónde estoy? Esta no es mi casa, ni mi cuarto». El cuarto estaba casi en oscuras por las cortinas, así como por la pintura, parecía el cuarto de una chica.
—Ah, ya despertaste —dijo una voz femenina y feliz al abrir la puerta, Satou paró de forcejearse al ver a esa chica, quien se acercó con los ojos brillantes hasta acariciar su rostro—. Mi lindo Satou-kun, ¡estás bien!
Ella lo abrazó con fuerza, Satou solo parpadeó, no tenía idea de quien era esta chica, y aunque era muy cálida, no entendía nada de esto.
—¿Estoy bien? ¿Qué me pasó?
Ella dejó de abrazarlo y le besó en la frente, él jadeó de dolor, ella se asustó un poco y besó su mejilla en su lugar.
—Perdón, no sabía que te dolía tanto —dijo con tristeza y culpa, el corazón de Satou se aceleró bastante por eso, él no entendió por qué—. Creí que te habían golpeado muy fuerte, eres un lindo novio, protegiéndome todo el tiempo, incluso cuando no te gusta la violencia, Satou-kun.
—¿Novio? —preguntó confundido, eso puso algo nerviosa la chica de cabello negro suelto que le tapaba un ojo, pero aún así sonrió con algo de malicia, pero él no pudo notarlo.
—Ara, ara, ¿acaso ya te olvidaste de tu propia novia, después de todo este tiempo? —preguntó al verlo directamente a los ojos, él no parecía asustado, pero sí muy confundido.
—¿Y por qué estoy atado?
—¡Ah, eso! —dijo al alejarse un poco de él—. Eso es porque no quería que huyeras…
—¿Qué? —preguntó un poco confundido.
—¡Es una broma! Jijiji… Sabía que te sentirías mareado después de ese golpe, no quería que te lastimaras, fue por seguridad.
—Ah, bueno, sí me sentí mareado… ¿Cuál es tu nombre? No recuerdo nada de ti… No recuerdo nada… —dijo muy confundido, sabía que Nia le había hecho algo, pero ahorita sentía demasiada confusión y dolor de cabeza para pensar claramente.
Ella sonrió porque su plan había funcionado correctamente y se sonrojó bastante, así como en su ojo rojo apareció un símbolo de corazón y era brillante.
—No te preocupes, yo te ayudaré a recordar todos los momentos que hemos pasado juntos. Me llamo Kurumi Tokisaki, y soy tu novia —dijo con una voz extraña mientras empezaba a desatarlo, él se sintió mejor al estar libre, pero luego ella se puso encima de él y lo tomó de las mejillas—. No tienes por qué irte, aún tenemos una cita y no te vas a ir, ¿verdad? No puedes dejar a tu novia sola, además he estado cuidándote todo este tiempo, estaba muy preocupada por ti, creí que… Te había pasado algo malo.
Ella lo juntó hacia sus pechos con algo de fuerza y su voz sonó herida, Satou se sonrojó un poco más y se quedó estático, no sabía qué hacer, pero estar cerca de ella, ser abrazado, se sentía tan… cálido.
«Nia…» El joven se sonrojó, no era su madre, era una chica muy linda que se preocupaba por él y que lo estaba abrazando como si fuera un peluche, también ella olía bien, su cuerpo era suave y cálido, se había olvidado de esta sensación, pero ahora se había olvidado del dolor por un momento. «Nia, ¿esta es la persona que me ama más en el mundo? Es muy cálida».
El chico intentó abrazarla, pero ella se alejó justo antes, se decepcionó por no corresponder tan rápido.
—Será mejor que vengas a la cocina, prepararé algo para hacerte de comer y también necesitarás algo de hielo para esa hinchazón —dijo con una linda voz y acarició su cabeza, él seguía sonrojado y solo pudo asentir con la cabeza—. Bien. Te quiero mucho, Satou-kun.
—Kurumi… —dijo más sonrojado, pero terminó sonriendo ampliamente, ella también fue feliz.
Lo tomó de la mano para llevárselo a la cocina, él no opuso resistencia, se había creído toda la historia fácilmente, era tan ingenuo y tan puro, Kurumi lo amaba por eso y no quería que nadie, pero nadie se aprovechara de él o peor, vieran sus buenos puntos y se lo quisieran quitar.
Nadie haría eso mientras estuviera ahí para evitarlo.
Pero ahora había logrado algo más, Satou ya era su novio y por nada del mundo lo iba a soltar. Se sentía muy mal consigo misma por haberlo golpeado, él no se merecía ese maltrato, sobre todo cuando era tan amable con ella, pero así lo era con otras chicas y no se veía capaz de enamorarlo por las buenas, así que, por su bien, recurrió a métodos extremos.
—Kurumi, gracias —dijo con una sonrisa después de terminar de comer, ella tenía la bolsa de hielos haciendo presión contra su frente—. Creo que ya estoy bien…
—Pero no te vas a ir, ¿verdad? —preguntó con tristeza y algo de desesperación—. Quiero estar más tiempo contigo.
Esto podría verse como algo exagerado para cualquiera, incluso Nia esperaba, mientras comía palomitas, que el chico se diera cuenta de todo. Pero Satou había estado solo y había perdido todo ser amado, Kurumi era muy linda y lo quería. No podía creer eso, porque no tenía a nadie más a quién amar.
—Kurumi… ¿Me amas? —preguntó con algo de timidez y viendo a otro lado, quería saber la verdad, ella se sorprendió por la pregunta.
—¡Sí! ¿Qué te hace pensar que no? ¡Yo te amo mucho, Satou-kun! Por eso, no quiero que te vayas, ni que mires a nadie más que a mí… ¿Entiendes? —preguntó al tomarlo de las mejillas y verlo con una mirada extraña para él, pero él sonrió con felicidad—. Tú también me amas, ¿cierto? Porque yo no pienso en nadie más que en ti, incluso cuando me toco solo pienso en ti, Satou-kun… Solo en ti, no necesito a nadie más… Y no estarás con nadie más que conmigo, ¿verdad? Porque tú también me amas, tienes que hacerlo… ¿Me amas, Satou-kun?
Satou no entendió algunas cosas de lo que dijo, pero notó lo ansiosa que estaba por la respuesta, había dicho tantas cosas, por lo que responder "sí" sería quedarse cortos, pero no podía pensar en otra cosa.
Excepto en algo.
El chico le quitó las manos en encima y abrazó con fuerza a Kurumi, sintió de nuevo esa calidez y su corazón latió fuerte. Era una sensación tan linda el ser amado, no tenía quejas, es más, estaba de acuerdo.
—Kurumi, yo… No me quiero ir de aquí —dijo con algo de tristeza, porque sabía que de donde él viene, Kurumi no existe o no la conoce—. No me quiero ir, Kurumi, yo también te quiero mucho y te amo, ¿cómo no podría hacerlo cuando me quieres así? Solo he estado unos minutos contigo, pero me siento muy feliz…
—Satou-kun…
—Me has hecho muy feliz, Kurumi.
Ella lo empujó hacia la silla y se sentó en sus piernas, también estaba respirando con algo de dificultad y su mirada era de pura ansia. Él vio eso algo raro, pero dejó de pensar cuando ella le besó en la boca con todo y lengua.
—Esto no es divertido —comentó Nia al verlos y después de tronar los dedos, volvieron al lugar de antes—. Le encantas a la loca, ¡jajaja!
—¿La loca? ¿Te refieres a Kurumi? No estaba loca y ella es muy linda —dijo un poco molesto—. Se preocupa mucho por mí, no digas esas cosas, Nia.
—¡Jajaja! Sé que no entiendes, pero te lo dije, las virtudes que se te dieron, tu inocencia y tu falta de conocimiento, hacen que "cualquiera" esté bien para ti, pero el amor no es así. Se lucha y se pierde, se muere y se vive otra vez, el amor es algo así. Alguien mejor que yo podría explicártelo, pero agradezco que no esté aquí.
—¿Por qué dices eso? Yo… Estoy bien con que alguien me quiera.
—¿Entonces te enamorarás de todas tus amigas también? Si llegas a tener, claro, porque ellas también te van a querer, Satou.
Satou negó con la cabeza y se dejó caer en la cama. Nia le imitó un momento después.
—Ya te dije que eres muy amado, pero hasta para eso hay distintas formas. Hoy probaste el amor en exceso y te gustó mucho, pero es porque se te dio rápido, ¡pum! Pero no es así, niño.
—¿De distintas formas? —preguntó al verla al rostro.
—La forma en que Kurumi te amo, ¿fue igual que la de tu mamá? —Satou negó rápidamente, no había comparación entre ellas—. Ahí lo tienes, y si quieres, puedo mostrarte a alguien que te ama… Parecido.
—¿Hay alguien más además de Kurumi?
—Oh, muchas más. ¿Entonces? —preguntó con una sonrisa.
—Muéstrame —pidió con algo de esperanza.
Y hasta aquí dejo esta primera parte, espero que les haya gustado y si es posible que puedan dejar una review, me gustaría mucho leer su opinión, incluso si hay cosas que no te gustaron de este capítulo, también sería bueno que lo contaras, me sirve para aprender más.
Por otro lado, este fic solo tendrá tres partes, así que espero les guste, aunque se trata de un OC y de utilizar a Nia como si fuera dios, creo que es un tanto extraño, pero un día se me ocurrió esto al imaginar mi propio personaje teniendo otras vidas más felices de las que le di, y si él pudiera verlas, ¿qué pensaría?
Y si uno mismo pudiera ver otros destinos mejores que los que tiene ahora en base a sus decisiones y contexto, ¿qué pensarían?
En base a estas preguntas e ideas, nace este fic que espero les agrade.
Nos vemos luego.
