Bueno esta es la nueva historia que les traigo. Esta vez quise escribir algo más largo y bueno esto es lo que a mi loquita cabecita se le ocurrio.

DISCLAMER: Narnia no me pertenece y nada de esto yo solo me entretengo con sus Caspian si fuera mío jeje.


UNA VIDA JUNTO A TI

Los años 40 no era una gran época para vivir; en esos tiempos no había mucho que hacer, no más que resguardarse de la guerra que parecía no tener fin, andar esparciendo ''los chismes'' por pota Inglaterra, observar el avance del enemigo y estar preparado para un ataque a mitad del día o de la noche.

Esta vez los hermanos Pevensie se encontraban en su casa de Inglaterra, cada uno sumergido en sus propios pensamientos.

El hermano mayor, Peter, se encontraba realizando los deberes de la escuela mientras pensaba en mil torturas para los chicos que se atreviesen a hablar o siquiera mirar a sus queridas hermanas.

El otro hermano varón, Edmund, se encontraba husmeando en la cocina, buscando algo que calmara su hambre voraz.

La pequeña hermana Lucy estaba soñando despierta, otra vez, en que ella y sus hermanos podían volver a ese mágico lugar en donde una vez fueron ``Los reyes y reinas de Narnia´´.

Y por último, la hermana mayor, Susan, estaba leyendo, por segunda vez en esa semana ¨Romeo y Julieta¨; un libro que según ella le hacía recordar su historia de amor con un príncipe, ahora rey, llamado Caspian X.

Río por lo irónico que le parecía la situación: Dos familias que se odiaban mutuamente, los Montesco y los Capuleto; Telmar y Narnia. Los hijos de ambas familias, Romeo y Julieta, estaban destinados a seguir la lucha entre las dos familias rivales, solo les bastó una mirada para darse cuenta que se amaban, al igual que Susan y Caspian.

Aunque en algo si eran diferentes: Los personajes principales de su libro, murieron, pero lo hicieron juntos, con el fin de estar unidos para toda la eternidad, mientras que ella y su amado fueron separados para siempre, sin siquiera darles una oportunidad para estar juntos.

Una lágrima corrió por su blanca mejilla al recordar aquella triste despedida y ese tierno beso. Su corazón se hizo más chico al pensar que ahora él estaba casado y tal vez con hijos. Sabía que se hacía daño al pensar en esto pero no podía evitar recordar como su pequeña hermana le dio la triste noticia que su amado, el único hombre que habita en su corazón, se casó y la olvidó por completo. Se preguntaba ¿Por qué yo no olvidarlo? No era para nada fea, era la ¨La Pevensie más hermosa¨ y ella lo sabia, así que no había ningún problema en encontrar a alguien digno de ella, pero no quería y no podía olvidarlo.

-Hijos es hora- Gritó su madre desde la planta baja de su casa interrumpiendo sus pensamientos.

Al escuchar el grito bajo junto con sus hermanos a la pequeña sala de donde provino el grito.

-Es hora queridos- les dijo visiblemente feliz a sus hijos, y como no estarlo, si en ese día el señor Pevensie regresaba a casa para volver a estar con su amada familia.

-¡No puedo creerlo! En tan solo una hora volveremos a ver a papá- dijo alegremente Lucy.

-Así es niños, ahora debo irme a la estación de trenes a recibir a su padre- respondió su madre con un gran sonrisa mientras les daba un beso de despedida a sus 4 hijos.

-Aun no entiendo porque no podemos acompañarte a recibir a papá- dijo Edmund a su madre.

-Porque tenemos que quedarnos a preparar todo para su llegada- le respondió su hermana Susan.

-Así es, ahora debo irme porque si no tal vez llegue tarde- dijo la madre de los 4 reyes- Adiós- término de decir mientras salía por la puerta.

-Bueno es hora de que empecemos a organizar todo- dijo el hermano mayor Peter.

- Empezare a preparar la comida favorita de papá- dijo Susan mientras se iba directo a la cocina.

- Y yo iré a limpiar la casa- dijo Lucy corriendo a buscar la escoba.

-Nosotros pondremos la mesa- dijo Peter mientras se llevaba consigo a Edmund.

Media hora después ya todo estaba listo y dispuesto para llevar a cabo la bienvenida a su padre.

-Ahora es nuestro turno de arreglarnos, no podremos recibir a papá con esto- dijo Susan mostrando su ropa que había sido manchada por un poco de comida.

Todos sus hermanos se mostraron de acuerdo y se fueron directo a sus cuartos a cambiarse.

Peter eligió su mejor traje que era azul, Edmund un traje color gris, Lucy un precioso vestido verde mientras que Susan escogió un hermoso vestido azul celeste.

Media hora después ya estaban dispuestos a esperar a su madre y a su padre.

15, 20, 30 minutos pasaron después de la hora señalada por su madre. Cuando paso una hora se empezaron a preocupar.

-Creo que iré a ver qué sucede- dijo Peter levantándose del sillón en donde se encontraba sentado tras la espera.

-Iré contigo- dijo Susan mientras se levantaba y se unía a su hermano

-También queremos ir- dijo la reina valiente a sus hermanos mayores mientras se levantaba junto con Edmund.

-No, quédense aquí por si ellos regresan- dijo autoritariamente Peter.

-Pero… pero…- tartamudeo Edmund intentando encontrar una excusa para acompañar a sus hermanos.

-Pero nada- le dijo Susan.

-Tranquilos regresaremos pronto- Les dijo su hermano mayor mientras que él y Susan se disponían a salir.

Toc, toc

Tocaron la puerta un momento antes de que Susan la quisiera abrir para salir. Una enorme sonrisa se dibujó en la cara de los 4 hermanos al pensar que sus padres habían regresado.

-Deben ser ellos- dijo emocionada Lucy mientras intentaba arreglar su ropa al igual que sus hermanos.

Solo tardaron 5 segundos en alistarse y estar listos para abrir la puerta y recibir a su padre.

-Buenas tardes jovencitos- dijo un hombre con traje militar una vez que los Pevensie hubieran abierto la puerta. Al instante la sonrisa se les borró de sus rostros-

-Buenas tardes señor, en que podemos ayudarle- dijo cortésmente Peter a ese extraño hombre.

-Pues les vengo a informar de una terrible noticia- dijo aquel hombre un poco triste por la noticia que les iba a dar a esos jóvenes. Los Pevensie se miraron unos a otros visiblemente preocupados e intentando imaginar cual será aquella triste noticia.

- Díganos que sucede- dijo Susan

-Lamento informarles que…- dijo el hombre tomando aire- sus padres…- siguió el hombre.

-Por favor díganos que paso con nuestros padres- dijo Edmund yendo directo a la puerta suplicando al hombre.

-Sus padres murieron en un atentado en la estación de trenes hace unos momentos- dijo si más rodeos el hombre- En verdad lo siento.

Los ojos de los Pevensie empezaron a ponerse cristalinos por las lágrimas que amenazaban con salir.

-Gracias por decírnoslos.- Dijo Susan tratando de controlar las lágrimas.

-Hasta luego- y sin más el hombre se retiró, mientras que Lucy cerraba la puerta.

- Esto no puede estar pasando, no es cierto, me niego a creerlo- dijo llorando Lucy

-Tenemos que ser fuertes, y estar juntos- dijo Edmund abrazando a su hermanita intentando calmar su llanto y el de su pequeña hermana.

Susan fue junto a ellos para unirse también a aquel abrazo pues ya no soporto más las lágrimas.

-¿Peter?- dijo Lucy llamando a su hermano que no había pronunciado ninguna palabra hasta ahora y que permanecía parado en la puerta.

Peter al escuchar la voz de su pequeña hermano, no pudo más y empezó a llorar abrazando a sus hermanos.

-Todo estará bien lo prometo- Fue lo único que pudo pronunciar Peter.


Les gusto? espero que si, y si lo se estuvo un poco fuerte pero eso era necesario. Si les gusto díganmelo con un review y si no les gusto igual díganmelo.

Bss. .D