Disclaimer: los personajes usados en esta historia no son míos


En la oscuridad de la noche de Bulgaria, el frio creaba una espesa neblina que atiborraba el ambiente y apenas permitía ver por donde caminabas. En el mes de octubre cualquier persona tendría que estar desequilibrada para salir con el fuerte clima que azotaba la capital de Sofía.

Sin embargo, eso no detenía a una figura que cubierta por una capa, se deslizaba con rapidez hasta llegar a una monumental casa pintada de colores cálidos. Caminando por los hermosos y perfectos jardines cubiertos de una capa de hielo, a la misteriosa presencia solo le tomo diez minutos aglomerarse en la entrada de la mansión, en cuanto estuvo frente a la puerta, comenzó a tocarla con fuerzas mientras afianzaba el agarre del pequeño bulto que sostenían sus brazos

—Az otivam—pudo escucharse como gritaba una mujer desde adentro

Antes de que la puerta se abriera, la persona cubierta por la túnica se inclino hasta colocar sobre el tapete el pequeño bulto que llevaba en sus brazos, descubriendo que se trataba de un bebe recién nacido, y encima de la manta que lo envolvía deposito un sobre amarillento. Envuelto por una tela marrón el bebecito bostezó despertando

La puerta se abrió dejando ver una hermosa mujer de no más de treinta años vestida con una pijama abrigadora de dos piezas, esta solo pudo apreciar como la silueta desaparecía en el aire, antes de que la pequeña criatura rompiera el ambiente llorando intensamente al sentir el frio

—¡Oh Merlín! — exclamo antes sostenerlo ingresando a la casa, arrullándolo para que no siguiera lloriqueando

—¡Viktor! — escuchó que llamaba su hermana mientras golpeaba desesperadamente la puerta despertándolo

El azabache se levanto rápidamente de su cama, pensado cuál podría ser la urgencia tan grande, para que a su hermana mayor se le ocurriera sacarlo de sus horas de sueño de esa manera tan brusca

—¿Qué ocurre…—pregunto aun soñoliento

La mujer de ojos turquesas no le dio tiempo de seguir diciendo mas, ingreso a la habitación sin permiso encendiendo la luz de las velas con pase magia

—¿Qué pasa Valeska? —le dijo tallándose la cara

—Esto Viktor Krum, esto es lo que pasa—le contesto mientras mecía al pequeño envoltorio, en el que no había reparado anteriormente

—¿Qué sostienes ahí? — Se acerco con curiosidad para averiguar que era, pero al percatarse de lo que se trataba sus cejas se alzaron hasta casi confundirse con sus cabello—es un bebé…—

—Claro que es un bebé—vocifero la mujer

—¿Y porque tienes tú ese bebé? —

—Dímelo tú…—

El joven de negros ojos solo atino a mirarla con la confusión, evidentemente plasmada en su rostro—¿A qué te refieres? —

—¡Deja de hacer preguntas estúpidas! —grito haciendo que el bebé se removiera en sus brazos, lo meció para que no se despertara

—Pero es que no entiendo—

—Uff olvídalo—pidió como exasperada—estaban tocando insistentemente la puerta y cuando baje abrirla me encuentro con una figura desapareciendo y, este bebe en la alfombra—

—¿Y porque crees tú que tiene que ver conmigo? —

—No seas idiota Viktor…—gruño entre dientes, la pequeña criatura se movió acaparando toda atención—se parece mucho a…—dejo la frase inconclusa antes de mirarlo con el rabillo del ojo, con desaprobación y volvió a ver al infante —es bastante grande pero apenas está recién nacido—murmuro su hermana acariciando la cara del niño

Enredado observo a Valeska sin decir nada

Su hermana mayor camino hasta la cama, donde deposito al bebé —Viktor la miro extrañado— y sin mediar palabras estampo un sobre en el pecho de él—El niño venia con esto y estoy segura que no es para mí, porque yo solo estoy de paso por aquí hermanito—

—Valeska no te vayas, no vas a dejarme con solo con este bebe—

—Sí, mira como ya lo hice—dijo como si nada la pelinegra, antes de cerrar la puerta de su habitación

Viktor suspiro antes de sentarse en la cama mirando al inofensivo infante, alerta por si se despertaba y haciendo cualquier movimiento corriera el riesgo de caer. Porque aunque el bebe según su hermana era un recién nacido—y estos no eran muy enérgicos— este tenía un tamaño considerable. Tanto que parecía tener tres meses

Lo miro detenidamente sosteniendo el papel en la mano, el niño tenía la piel nívea y el cabello negro y rizado. Le acaricio la mejilla sonriendo dulcemente cuando este entre sueños se rio. Una extraña y grata sensación lo recorrió, tenía que admitir que durante el día se había sentido de esa manera esotérica. Y al ver más de cerca a ese niño, esa inexplicable emoción aumento, era una sensación inexorable que le recorría el cuerpo hasta llegarle al alma, se parecía bastante a la que una vez sintió cuando conoció a su sobrina Karmen, sin embargo esta era más grande y fuerte

A Viktor se le seco la garganta cuando noto algo en la fisionomía del pequeño bebé al prestarle más atención, era un recién nacido y normalmente estos no se parecían a nadie, pero él podía afirmar con toda seguridad que ese bebé era idéntico a su abuelo, prácticamente un homónimo de su fallecido y querido abuelo Aleksandrov. Miro la carta pasando saliva, sintiendo un vidrio alojarse en su garganta.

Abrió el sobre, sacando el pergamino amarilleado, lo desdoblo notando la caligrafía impresa en el papel, era la letra de Hermione, la linda castaña de la que se enamoro y con quien las cosas no terminaron bien. Sintiendo un raro presentimiento se levanto y se dispuso a leer la carta

Viktor lamentablemente lo que sucedió aquella noche entre tú y yo tuvo consecuencias y, helas aquí. Tienes que quedarte con el niño yo no puedo y tú lo sabes. Apenas tengo diecinueve años y una carga tan grande como esta como esta, pondría demasiados obstáculos en mi camino, en el futuro que me plantee no hay espacio para esto. No hay lugar para ser madre y menos del hijo de un hombre que no amo. Decidí entregártelo a ti y no llevarlo a un orfanato porque eres su padre, no podía mantenerlo conmigo solo ocasionaría que me encariñara con él y, ya fue suficiente llevarlo dentro de mí por tanto tiempo que incluso llegue a llamarlo Matthew, como el nombre de mi abuelo. Espero que lo cuides Viktor yo no puedo, ni quiero hacerlo solo ocasionaría más problemas que otra cosa en mi vida

Att: Hermione. J Granger

Con la boca abierta y un aspecto de estupefacción, el azache miro hacia la nada, giro el rostro viendo el pequeño angelito sobre la cama. Cuando el estado de aturdimiento abandono su cuerpo, lo azoto una ola de ira que arraso con el

Arrugo con rabia la carta desquitándose con esta, arrojándola al piso. Paso la mano por su cara llamando la paz, los gimoteos del bebe lograron absorber su atención, calmando su temperamento.

Cuando se sosegó, con toda la delicadeza que no poseía acuno al bebe, que empezó a llorar con brío apretando con fuerzas sus manitas, Viktor lo miro sintiendo una infinita ternura al ver como se veía tan pequeño y tan frágil entre sus brazos. Le dio suave beso en la frente y comenzó a mecerlo—Ya bebe, ya, ya… yo estoy aquí y siempre voy a estarlo. Te lo juro— prometió arrullándolo con ternura

Notas finales:

Y bien ¿Qué opinan?

Mi hermanito era igual que el bebe cuando nació, enorme que casi parecía tener tres mese deberás, si hasta peso casi cinco kgm y medio

Esta muy corto lo sé, pero es porque es el prologo. O ese creo, prometo que hare los próximos capítulos mucho más largos

Comenten, que quiero saber que opinan

Un besito a todos :3