¡Hola!:D este es un nuevo proyecto en el que me siento emocionada por compartirselos. ¡Espero que les agrade y de paso dejen reviews para saber si quieren que la continúe!:')Ahora, comenzamos.

Cap I: Dimensión Desconocida.

Una pequeña eriza de color lila con ojos verdes esmeraldas corría emocionada agarrada de la mano de su madre, hacia el paeque.

— ¡Vamos mami!— Apuró feliz.— ¡Quiero ir a jugar!

— Tranquila hija, recuerda que aun tenemos que esperar a tu padre.— Mencionó de la misma manera.

— ¿¡Papa va a venir?!— Cuestionó con más felicidad. Llevaba algunas pocas horas sin verlo. Y a pesar de que él no fuera tan "sentimental", lo amaba con su propia vida. También que aparte de que entendía sus motivos de no estar casi en la casa. Tenía que salvar al mundo, lo que lo convertía en su héroe más grande.

— Sí. Va a venir hoy en esta tarde.— Respondió.— Ahora ve a jugar pequeña.— Dijo con un tono feliz viendo a su hija asentir para comenzar a correr a un grupo de amigas que se encontraban jugando haciendo figuras de arena.

-.-.-.-.-.-

— ¿Ya estás cansado?— Cuestionó un erizo destruyendo el último robot de pie.

— Jo jo jo. Pero ni siquiera ha empezado esto. ¿Sabes que haré muy pronto?— Interrogó.

— ¿Mas basura chatarra?

— Mph... Entonces espera y verás. Jo jo jo...

-.-.-.-.-.-

La pequeña eriza llegó hacia el grupo de amigas para así sonreír con armonía acercándose a ellas.

— Hola. ¿Puedo jugar?

Las demás niñas voltearon a verla por un segundo para mostrar una expresión de desagrado.

— No.— Contestó una zorra pequeña pero un poco mas grande.— Tu no puedes jugar con nosotras fenómeno.

— Pero... Si tengo la misma edad que ustedes.

— Pero tu eres un monstruo. Nosotras no dejamos que monstruos como tu jueguen con nosotras.— Comentó haciendo una mueca de asco.— No porque tu padre sea un héroe significa que tu también lo serás. No sé como te mantiene en la casa, apuesto que no debe de quererte.

— ¡Mi papi si me quiere!— Aclaró.

— ¿Y por qué nunca lo vemos contigo? Nuestros papas si nos aman a nosotras, y están con nosotras.— Contestó.

— Mi...

— Mejor nos vamos. No queremos seguir perdiendo el tiempo contigo. Y hazle un favor al mundo, desaparece.— Dijo por ultimo para comenzar a caminar junto con su grupo de amigas, aventándola contra el área de arena.

La pequeña cayó de rodillas lastimándose ambas. Y sin poder aguantarlo más empezó a llorar desconsoladamente.

— ¡¿Hija, pero que te pasó?!— Exclamó una eriza mayor, su madre corriendo hacia ella. Pero con tan solo estar unos cuantos centímetros cercas de ella, la pequeña se lanzó a sus brazos sin dejar de llorar.

— ¡Mamaaa!— Chilló con tristeza tratando de desahogarse completamente.

La mayor no hizo nada, más que abrazarla y consolarla. Rezaba que algún día no le fueran tan crueles con su hija. Había olvidado que ella no era como los demás y que con eso la hacían sufrir. Aunque su hija no era mala; tenía la bondad más grande que la de cualquier ser viviente.

— Yo te quiero Britt.— Susurró separándose un poco de ella.

— ¿Aunque sea un monstruo y te cause problemas a ti y a papi?— Preguntó con lágrimas saliendo aún.

— Tu no eres un monstruo, eres mi preciosa hija. No nos causas problemas a mi ni a tu padre. Ambos te amamos amor.— Contestó.

— Te quiero mami.— Dijo secándose por fin sus lágrimas para volver a sonreír contenta.

Siempre su madre encontraba las palabras perfectas para animarla y subirle el estado. Aunque eso no duró mucho. Una enorme soga cayó sobre ellas atrapándolas debajo de esta siendo seguida por un enorme robot con la marca del enemigo.

-.-.-.-.-.-

— ¿Qué quieres decir Eggman?— Preguntó de una vez ya exasperado.

— No olvides que conozco a tus debilidades. Y por eso he aquí a las dos.— Respondió de una vez mostrando como un enorme robot tenía una esfera de vidrio en su mano mostrando a las dos erizas.

— ¡Amy, Brittany!— Exclamó sorprendido. Las imaginaba a ambas en descanso.

— ¡Ayudanos Sonic!— Gritó Amy abrazando con fuerza a la niña.

— Ni un solo movimiento.— Amenazó Eggman.— Haces algo y ellas se electrocutaran.

Sonic no dijo nada, simplemente aprovechó en cuanto su enemigo estaba hablando para correr a velocidad súper sónica destruyendo al gigante robot.

— ¡Que carajos!— Exclamó furioso Eggman observando lo que había pasado.

— Lo siento Eggman, pero no puedes meterte con dos erizas inocentes.— Respondió desinteresado el erizo azul.

— ¿Qué es esto?— Cuestiono Knuckles destapando poco a poco un bulto bajo la manta.

— ¡Dejad eso!— Regañó.— ¡Es mi invento! Además, estaba planeando hacerlo en unos cuantos días cuando no estuvieran molestando pero ya que lo descubrieron creo que es hora de usarlo. Lo que ustedes ven es un portal a una nueva dimensión, Sonic, ¿Recuerdas Antimobius? He estado buscando por días sus coordenadas hasta que al fin las encontré; este portal solo bastara con una sola esmeralda. ¡Y adivinen qué! Acá les tengo una.— Presumió malvadamente sin ver venir un martillo que le quitó dicha piedra.— ¡Mi esmeralda no!

— Eso te pasa por hablador.— Regañó la eriza, quien sonreía victoriosa al lado de Sonic, sin notar como cierta eriza pequeña le devolvía la esmeralda a su enemigo.

— Gracias pequeña.— Sonrió Eggman de nuevo colocandola dentro del portal.— ¡Ahora si!

—¡Sonic presiento una gran cantidad de energía!— Habló Tails observando su máquina.

— ¡Britt!— Gritó Amy corriendo hacia la niña viendo al instante como una onda de luz crecía con velocidad saliendo del mismo portal.

— ¡Amy!

-.-.-.-.-.-

Abrieron poco a poco los ojos encontrándose con la oscuridad absoluta. Ya no se encontraban en la guarida de Eggman, más bien parecía que se encontraban en una tipo autopista de carros.

— ¿Donde estamos?— Cuestionó Amy viendo el lugar, levantando con cuidado a la pequeña eriza.

— ¡Esto es por tu culpa!— Regañó el equidna refiriéndose a la niña.— ¡¿Para que diablos le dabas la esmeralda a ese bigoton?!, ¡Ahora estamos en una dimensión que desconocemos gracias a ti!

— ¡Tranquilizate Knuckles!— Reclamó Amy.— ¡Ella no tiene la culpa, tan solo es una niña y no te permitiré que le hables así!

— ¡Agh, pero...

— Chicos creo que sé donde estamos.— Interrumpió el zorro de dos colas observando aun.

— Igual yo.— Respondió Sonic atento a cualquier cosa.

De pronto un auto pasa por allí deteniéndose a tiempo antes de atropellarlos a todos. La puerta del piloto se abre, mientras que los demás aun no pueden reaccionar conforme a la luz que el auto usaba.

— ¿Sonic, Amy?

Continuará.-