Bueno, esta es una historia de hetalia y 2p!hetalia. No sé bien como son, los he hecho basándome un poco en lo que he visto en otros fics y en imágenes, espero que me hayan quedado bien los 2p!hetalia. La idea de hacer el fic fue de mi madre xD estaba hablando sobre ellos y me dijo '' porque no haces una historia combinando '' y pensé que era buena idea.
Advertencias: Un italiano algo pervertido, un inglés medio loco pero muy lindo...
Disclaimer: Ni hetalia ni 2p!hetalia me pertenecen
HETALIA
Todo apuntaba a un día normal y corriente entre los países. Hoy todos se habían reunido para hacer una de esas conferencias mundiales en las que hablaban de todo menos de lo que se debía y donde las peleas abundaban. Estados Unidos, como era de esperarse, había tomado la iniciativa proponiendo construir un robot para solucionar el calentamiento global, Inglaterra protestaba y decía que era una tontería, Japón le daba la razón a Estados Unidos mientras que Suiza le gritaba por no dar su propia opinión; Francia, quien se había levantado, abrazaba a Inglaterra proponiendo darle mucho amor, este a su vez insultaba a Estados Unidos y a él. Italia comía pasta, Romano insultaba a España quien comía tomates y Alemania ponía orden.
Quien los viese pensaría que estaban locos y que no eran más que una panda de incompetentes que no tenían ni idea de nada, que solo sabían pelear entre ellos y que no se soportaban... Bueno, la pura realidad. El caso es que Inglaterra, cansado de soportar las burlas de su antigua colonia y de Francia, se fue de la sala de reuniones dando un portazo. Caminaba por los pasillos diciendo groserías nada dignas de un caballero inglés y pensando en como vengarse de esos dos.
En la reunión, todos se quedaron callados durante unos momentos mirando la puerta por la que hacía poco Inglaterra había salido murmurando, momentos después, todos volvieron a discutir como si nada de lo anterior hubiera pasado por aquí, y Francia, que ya no podía acosar a Inglaterra, se fue con Canadá.
Inglaterra había llegado por fin a su mansión. Entró y una vez llegado a la sala de estar dejó sus cosas y subió al piso de arriba, donde había una enorme biblioteca llena de libros de magia y manuscritos. Cogió uno de ellos, el primero que vio y lo abrió buscando un hechizo para vengarse. Cuando encontró uno que le parecía bien, comenzó a pronunciarlo en voz baja mientras las hadas, asustadas por escuchar el hechizo, le advertían de que no era buena idea usar ese. Este no les hizo caso y siguió hasta terminarlo, lo próximo que supo fue que hubo un terrible terremoto.
2P!HETALIA
Aquí también estaban de reunión. El día estaba nublado, como siempre, y unos vientos huracanados invadían el país. Todo el mundo estaba callado en esta reunión, nadie tomaba la iniciativa para hablar sobre cosas que a nadie le importaba en lo absoluto. Italia coqueteaba con Alemania quien intentaba apartarlo, Japón tomaba fotos pensando en el dinero que sacaría con ellas, Estados Unidos comía una ensalada, Inglaterra le ponía una extraña substancia a su té, Francia fumaba un buen cigarrillo, China abrazaba a Rusia quien a su vez lo apartaba con asco... También lo típico.
-Oye... Que alguien abra la boca y hable. -Ordenó Estados Unidos mientras terminaba su ensalada.
-Honey, hazlo tú que eres el anfitrión. -Le dijo Inglaterra sonriendo, Estados Unidos le miró y le amenazó con la mirada. -Que carácter el tuyo, my sweet.
-Cállate de una vez loco, das dolor de cabeza.
-¡Eres muy malvado honey! -Inglaterra empezó a llorar en los hombros de Francia, quien lo miraba cabreado.
-No me toques fenómeno, y cállate, haces demasiado ruido.
-¡Tu también! Eres muy malo, todos sois malos conmigo...¿Qué os he hecho yo? -Preguntó mientras se secaba las lágrimas con un pañuelo rosa.
-¡Existir! -Comentaron todos en la sala a la vez, dejando a Inglaterra estupefacto. Este se levantó de golpe, su flequillo impedía ver la mirada que en esos momentos tenía Inglaterra. Canadá, quien lo conocía bien, suspiro de agotamiento al saber que iba a pasar ahora. Se ajustó sus gafas de sol y se sentó bien a esperar el acontecimiento.
-Oh... Honey... -Inglaterra sacó un pastelillo de color azul con trozos de pastillas en él. -Ten tomalo -Puso el pastel al lado de Francia, quien lo miró con asco.
-¡No quiero tu patética comida! -Los demás observaban con atención todo, Italia hasta dejó de intentar liarse con Alemania para hacer apuestas con su hermano sobre quien moría antes. España miraba sin interés mostrado la escena, pensando en que tipo de flores y ropa llevar el día del funeral de Francia, aunque no sabía que todos pensaban lo mismo.
Inglaterra dejó de sonreír por un momento y miró a Francia, sus ojos rosas le miraban con un sentimiento difícil de expresar para el galo, e inmediatamente volvió a sonreír cogiendo el pastelillo y comiéndolo lentamente. Cogió de los pelos a Francia y estampó su cara contra la mesa unas cuantas veces mientras reía y se marchó de allí, hiendo para su casa para protestar con Escocia.
Cuando llegó se sentó en el sofá y se puso ha hablar sin parar mientras Escocia lo miraba interesado en saber más del tema, pensando en como podían tratar a su querido hermano menor. Al final, Escocia le propuso hacer un hechizo para vengarse de ellos y le propuso uno al azar. Inglaterra leyó en voz alta e inmediatamente se desmayó.
HETALIA.
Estados Unidos abrió los ojos lentamente, acostumbrándose a la luz. Recordaba estar comiendo una ensalada y de repente toda la sala de reuniones tembló, luego se desmayó. Miró por la ventana y vio el cielo soleado... ¡Soleado! Hacía tiempo que no veía el sol a causa de la contaminación, no era posible que hiciese sol si antes estaba nublado y hacía mucho frío. No era posible, debía estar soñando o algo por el estilo. Se quitó las gafas de sol que llevaba y se frotó los ojos pensando que debía ser una ilusión que el loco de Inglaterra había provocado, pero nada. Miró a su alrededor y vio su adorado bate de baseball, lo cogió y caminó un rato por la sala, viendo a los demás tirados.
Se sentó en la mesa y miró a Francia quien empezaba a levantarse, miró su ropa y se dio cuenta de que no era la misma camisa morada y sucia que llevaba antes, ahora vestía con una camisa blanca bien limpia y su pelo bien arreglado. Algo no cuadraba, hacía sol y Francia estaba arreglado... ¡Debía ser el fin del mundo!
-Oye tú... se puede saber cuando te cambiaste de ropa... -Preguntó. Francia le miró mientras acariciaba su cabeza, donde murmuraba que le habría salido un feo y grande chichón. Francia abrió los ojos de golpe al ver a Estados Unidos más delgado, con el pelo y los ojos rojos y con un bate de baseball con clavos y algo ensangrentado.
-L'Amerique...¿Cuándo has ido a la peluquería y has echo dieta? -Este frunció el ceño, asesinando a Francia con la mirada.
-Eres idiota o te lo haces, te he hecho una pregunta antes, y he sido siempre así. -Le dijo. Se levantó y movió el bate para darle, pero este lo esquivó y se fue a una esquina.
-¡No! ¡No me hagas daño! Aun no me he llevado a la cama a Inglaterra y Canadá, no he disfrutado de la vida lo suficiente, no he olvidado a a mi querida Jeane d'arc, y soy demasiado lindo para morir... -Decía mientras lloraba muy '' masculinamente '' sujetando un pañuelo rosa que iba mordiendo. Estados Unidos se quedó con la boca abierta viendo como Francia actuaba, pensando en si Inglaterra lo había drogado o el golpe había sido demasiado para él.
-He-Hey... tranquilo. -Murmuró -No voy a matarte... todavía.
-Oh, menos mal. -Se volvió a levantar, se limpió la ropa y se sentó en la silla -Y bien, cuando has ido a la peluquería mon amie. He de decirte que ese color no te va en absoluto. -El americano frunció el ceño de nuevo y rompió la mesa con su bate sonriendo.
-Ahora si que te mato... -Francia salió huyendo mientras volvía a morder su pañuelo rosa. El americano lo perseguía de cerca rompiendo todo lo que veía a su paso con el bate.
Mientras estos dos se divertían jugando al gato y al ratón, Italia despertaba del duro golpe que se había dado contra la mesa por aquel gran terremoto. A su lado, Alemania yacía tumbado con un chorro de sangre brotar de su cabeza. Se acercó a él y miró si seguía vivo, viendo que era así sonrió y se levantó.
-Bien...me pregunto que habrá pasado. -Se estiró y comprobó haber si podía llamar a su jefe, pero cual fue su sorpresa al ver que no tenía cobertura. -Maldito móvil del demonio, funciona de una puñetera vez o te parto en dos... -Murmuró, pero nada. Cansado tiró el móvil con fuerza por la ventana y ahí vio algo extraño -Hace sol... ¡Hace sol! ¡Hay luz! ¡El mundo es hermoso y limpio!... -Retrocedió unos cuantos pasos -Estoy en el infierno...
-Pues vaya mierda de infierno, me lo imaginaba mejor. -Dijo una voz detrás de él. Este corrió y le puso una navaja en el cuello al destinatario de esa voz y apretó un poco -¡Oye tranquilo! ¡No me mates, soy tu hermoso hermano del cual estás tan orgulloso por liderar la hermosa mafia italiana! -Gritó este. Italia se apartó viendo a Romano con una pequeña sonrisa.
-Eso te pasa por asustarme.
-No seas malo, fratellino~ -Dijo con una voz melosa, una voz que el menor odiaba escuchar. - Pero es raro ver esto, creo que China o Inglaterra nos han metido algo en nuestra deliciosa pizza.
-Tsk... Cuando les vea les cortaré en pedacitos que compartiré con Alemania.
-¡Porque con ese Alemán sin estilo!
-Porque tiene un culo hermoso!
2P!HETALIA.
Alemania se incorporó lentamente del suelo. Estaba intentando escapar del italiano y de sus perversiones cuando un terremoto les hizo tropezar y no recordaba mucho más. Vio que Italia estaba tumbado cara al suelo, sacudió a este pero no reaccionaba. Vio que su uniforme era diferente al que antes llevaba, eso le extrañó bastante. Si no lo despertaba pronto se tendría que enfrentar al italiano cabreado, y eso no era bueno. Intentó despertarlo pero no había manera, este seguía durmiendo mientras decía algo sobre la pasta.
Cedió ante el intento de despertar a Italia y se puso la chaqueta sobre sus hombros como tenía por costumbre. Su hermano estaba al lado de él, pero algo no cuadraba. El pelo largo y recogido en una coleta había sido substituido por el pelo corto; para completar la paranoia, no llevaba su vestimenta de caballero teutónico. Eso fue lo más extraño de la situación.
Este se despertó y soltó un enorme bostezo como si nada de nada hubiera pasado. Alemania esperó a que se diese cuenta de su presencia, y efectivamente, cuando Prusia se puso de pie le miró. Le miró de arriba a abajo algo extrañado y luego habló.
-Te has vuelto menos impresionante... tienes una fea cicatriz en el rostro...eres más serio aun... -Murmuró -Eso significa que... ¡El impresionante yo es ahora más impresionante! -Gritó a los cuatro vientos. Alemania se le quedó mirando estupefacto del comportamiento de su hermano mayor. El recordaba a Prusia como alguien serio, tímido, gran creyente del cristianismo... no arrogante, hablador y... raro.
-Prusia... se puede saber que has hecho...
-Nada, solo se que el impresionante yo se ha dado un enorme golpe en la cabeza kesesesese, -Esa risa... ¡Esa risa era ya lo que le faltaba!.
-Hermano, que mierda te has hecho... -Le dijo -Quien eres y que has hecho con el tímido de Prusia...
-¿Tímido? ¡Yo! -Se señaló a su mismo -Kesesesese West, estás muy raro.
-¿West? ¿Raro? -Murmuró. -¡Aquí el único raro eres tú! ¡Desde cuando me llamo West y desde cuando eres tan arrogante, eres un fenómeno, extraño, me tienes harto. Cállate de una maldita vez y explica que mierda te ha pasado y como has cambiado tan de golpe! -Gritó mientras iba acorralando a su hermano hasta la pared y amenazándolo con un cuchillo que llevaba para defenderse del italiano.
-Oye hermano cálmate, el que está raro eres tu. -
-Ve~ ¿Alemania, porque amenazas a Prusia con un cuchillo? ¿Porque está todo tan oscuro y hace frío? ¿Porque tienes esa cicatriz en el rostro? -Pregunto Italia quien se había despertado y observaba la escena con los ojos llorosos por el miedo que le tenía a Alemania ahora.
Alemania miró a Italia con los ojos muy abiertos, intentando analizar lo que estaba pasando en ese momento. Su tímido hermano ahora era un arrogante, e Italia, quien suele ser pervertido y muy dominante, ahora era un niño bonito y cobarde... eso no podía ser.
-¡PERO QUE MIERDA PASA EN ESTE ASQUEROSO MUNDO!
Espero que os haya gustado, hasta aquí dejo el primer cap.
