He sido fan de Naruto desde hace más de diez años y con la finalización del manga, además de esta época navideña, me animé a escribir mi primer fanfic sobre este universo. Espero lo disfruten.

Un deseo de Navidad

Muchos niños pedían todo tipo de cosas a sus padres en los días que se avecinaban a Navidad, casi todos pedían juguetes, otros una mascota, había unos que inclusive pedían a sus padres un hermanito como si se tratase de cualquiern cosa. Naruto a pesar de ser ahora un adulto hecho y derecho, aún recordaba con algo de melancolía aquellos deseos infantiles. Al inicio escribía una carta, emocionado como todos los demás niños, pero con el tiempo y al ver que sus cartas no eran contestadas, dejó de hacerlo. Sólo empezó a desear que lo que tanto pedía se volviese realidad de todo corazón. Los deseos navideños también cambiaron con el tiempo, primero era tener una familia, luego que los de la aldea no le odiaran, después tener al menos un amigo y, ya un poco mayor, deseaba que si al menos nada de lo anterior ocurría, algún día llegar a convertirse en Hokage. Así nadie lo rechazaría y no sólo lo reconocerían como alguien fuerte, sino que confiarían en él para protegerlos.

Con el tiempo comenzó a dudar que cualquiera de estos deseos se llegase a cumplir, así que comenzó a esforzarse día con día para lograr alguno de sus sueños. Si bien todo lo que pidió no llegó de inmediato, nunca imaginó que se sentiría tan bien tenerlo todo a la vez. Lo que tampoco imaginaba era que por un sueño tenía que sacrificar otro. Eso era lo que le daba a entender las cartas que sostenía en sus manos: las de sus hijos Bolt y Himawari.

Hinata se las había entregado para que las leyera esa misma mañana. Ella con una sonrisa, le dijo que si ella pudiese concederles lo que pedían lo haría gustosa, pero simplemente ambos deseos estaban fuera de sus posibilidades como madre. Él por un momento creyó que se trataría de juguetes difíciles de conseguir y así por medio de sus contactos en otras aldeas podría dar con lo que querían, sin embargo no era así.

La primera carta fue escrita por su hijo mayor, quien lo que más deseaba era que encontraran a un ninja más fuerte que su padre, para que así pudiera delegar su puesto como Hokage y pudiera pasar tiempo con él como cuando era más pequeño. Y si no podían encontrar un ninja más fuerte, Bolt pedía que por lo menos el día de Navidad pudiera pasarla con su hermanita y su mamá.

Himawari no era tan drástica como su hermano mayor, pero sus deseos iban encaminados hacia un propósito similar. Ella deseaba que, de ser posible, él no tuviese que trabajar tanto pues ella notaba que su papá algunas veces se veía muy cansado al llegar a casa y por ese motivo era que ya no le pedía que tomara el té con ella como lo hacía antes, ya que simplemente no quería molestarlo. La carta de su hija tenía fue escrita por la mano de Hinata, ya que ella era aún muy pequeña para escribir correctamente, aunque iba acompañada por un colorido dibujo de toda su familia, justa y feliz.

Era cierto que los niños los cuidaba Hinata casi siempre y en las ocasiones que salía para encargarse de alguna misión, su abuelo y su tía Hanabi gustosos se hacían cargo de ellos, pero Naruto no podía negar que había descuidado mucho sus obligaciones como padre desde que fue nombrado Hokage hace más de un año. De hecho fue poco antes de Navidad cuando eso ocurrió y por su reciente nombramiento no pudo estar con ellos en estas fechas. Y a decir verdad, el único que lograba controlar el carácter de su hijo era él, su padre.

Los papeles amontonados en su escritorio lo agobiaban en verdad, pero las dos cartas en sus manos era lo que más le preocupaban. Además, Naruto no era la única persona que estaba abrumado con trabajo ya que Shikamaru permanecía a su lado en todo momento como consejero. Él también se había perdido de muchas cosas con su hijo y había dejado su cuidado a su esposa Temari infinidad de veces. Se preguntaba si a él también lo acosaban los mismos remordimientos familiares que a él.

- "Se ve algo distraído Hokage-sama."

- "No es nada, asuntos de familia. Supongo que tú debes estar pasando por lo mismo en estas fechas, Shikamaru."

- "Estas fechas son en verdad problemáticas, especialmente a la hora de los regalos."

- "Te comprendo. Nunca sabes qué es lo que pedirán."

- "Para ti debe ser aún más difícil, especialmente con Himawari. Mi padre siempre me decía que criar una hija era el doble de problemático que con un chico."

- "La verdad es que mi pequeña es fácil de manejar, sólo tengo que jugar con ella al té y la hago feliz, en cambio Bolt es una historia diferente."

- "Exactamente por eso es que son más difíciles, nunca dejan de ser pequeñas a los ojos de los padres y cuando llega la hora en que se convierten en mujeres, es problemático de asimilar."

- "¿Pero qué dices? Ella casi es una bebé. Tiene tres años solamente."

- "Tiene cuatro."

- "¿Eh?"- eso tomó a Naruto por sorpresa.

- "Bolt tiene siete ¿cierto? Himawari es tres años menor, así que tiene cuatro."- dijo Shikamaru sin dudar.

Naruto tragó saliva sin querer. Era cierto. Había pasado tanto tiempo sin estar en casa que no se había dado cuenta de que ese año no estuvo presente en el cuarto cumpleaños de su hija, recordaba claramente cuando había cumplido tres porque había estado a su lado, incluso le ayudó a sostener correctamente el tenedor para que comiese de su pastel, pero no tenía ningún recuerdo del cuarto. Ella nunca se quejó, Bolt era todo lo contrario, sus reproches siempre los tenía presentes pero nunca se había puesto a pensar en que su hija también debía sentirse muy sola. Eso lo hacía preocuparse de las palabras de Shikamaru. Volteó para ver la pila de papeles sobre su escritorio, eran demasiados y era imposible que todos fuesen urgentes.

- "Shikamaru, mañana llama a Moegi para que me ayude con unos cuantos papeles. Siento que es hora de delegarle algunas cuantas responsabilidades."

- "Ella es una chuunnin bastante capaz y te lo ha pedido infinidad de veces ¿por qué hasta ahora es que accedes a solicitar su ayuda?"- preguntó Shikamaru extrañado.

- "Cuando tenía menos responsabilidades como jounin pedía la ayuda de los demás, siempre me he apoyado en ustedes. Cuando me convertí en Hokage creí que eso debía cambiar, ustedes eran quienes dependían de mí a partir del momento en que acepté el cargo, pero debo admitir que sin ustedes nunca me hubiese convertido en Hokage en primer lugar. Los necesito."

Shikamaru sonrió ante las palabras de Naruto, algunas veces podía decir alguna que otras sabias palabras. Aún recordaba a ese niño escandaloso y travieso que compartía clases en la Academia Ninja con él, había cambiado, eso era claro, sin embargo su espíritu seguía siendo el mismo. Y era por ese espíritu que él, alguien a quien todo le parecía excesivamente problemático, había conseguido vislumbrar un sueño propio, no importando las dificultades a las que se enfrentara para lograrlo: ser la mano derecha del séptimo Hokage.

- "Esa es una buena idea. Son papeles con importancia menor, a decir verdad, de los asuntos urgentes tú mismo te has encargado de darle respuesta pronta."

- "En ese caso creo que ha ambos nos esperan en casa ¿no te parece? Espero llegar a tiempo para abrir los regalos."

- "Yo sólo espero que deje de nevar esta noche, de lo contrario Temari me pondrá a quitar la nieve por la mañana. Las mujeres de todas las edades son problemáticas."

- "También tienes a Shikadai que te espera en casa. Deja de quejarte."

- "Mi hijo cree que el problemático soy yo por querer jugar shogi con él todo el tiempo. Aunque sea navidad se lo pediré, no puede negarle esa alegría a su padre."

Naruto soltó una carcajada, a veces Shikamaru hablaba como si fuera un anciano. Y también se comportaba como un anciano, lo único bueno de su carácter es que poseía todos los conocimientos de uno. Eso le hizo recordar algo, de tanto trabajo había olvidado darle algo a Shikamaru.

- "Sólo espero que non le tengas como regalo un juego de shogi nuevo."

- "No le veo lo malo a eso."

- "Eso supuse. Aquí tienes Shikamaru, feliz Navidad."- Naruto entregó una caja envuelta, por la forma y por tratarse de Shikamaru, no era difícil adivinar que era un nuevo juego de shogi.

- "¡Maldición! Somos tan predecibles. Aquí tiene el suyo, Hokage-sama."

- "¡Genial! ¡Cupones de Ichiraku!¡Podré comer gratis por bastante tiempo."- sonrío Naruto.

Shikamaru sabía que un regalo así nunca fallaría, al menos si era para el Hokage.

- "Tenemos que volver a casa Hokage-sama. Nuestras familias nos esperan."

Naruto asintió feliz ante Shikamaru. Cuando era niño la Navidad jamás tuvo un significado especial, nadie lo esperaría en casa o le daría un regalo, hasta ahora era que se daba cuenta de su significado real.