Disclaimer: Shugo Chara no me pertenece, porque si lo hiciera, Rima y Nagihiko serian la pareja principal de la serie y habría habido muuuuuuuccccchhhhhooooossss más momentos Rimahiko.
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La nueva inquilina
La situación era rara, muy rara, no tenia sentido, ¿Cómo las cosas habían cambiado tanto en una simple semana?
Todo comenzó la semana pasada, era domingo y estaba nevado, aunque no era de sorprender, estábamos a mediados de febrero, no era ninguna sorpresa.
Flash Back.
Caminaba junto a Rhythm y a Temari, ya estaba anocheciendo y yo había decidido dar un paseo.
—La noche esta hermosa, ¿no creen chicos?—le pregunte a mis charas, se veía tintinear las estrellas mientras copos de nieven caían levemente.
—Ciertamente, pareciera como si la noche y la nieven bailar en una danza majestuosa—dijo Temari moviendo su abanico.
¡Ayuda! ¡Auxilio! ¡Por favor, ayúdenme!—se oía una voz a los lejos, que me parecía familiar.
¿Qué esa no es la voz de Kusu Kusu?—pregunto algo temeroso Rhythm, yo por mi parte intuí a que se refería.
Rima—susurre, luego salí corriendo hacia donde provenía la voz, cuando me encontré a Kusu Kusu llorando.
¡Nagihiko! ¡Gracias al cielo estas aquí! ¡Necesito tu ayuda, Rima esta muy mal!—sollozo Kusu Kusu.
¿Dónde esta?—pregunte preocupado por la salud de mi amiga.
Por aquí—le dijo volando, yo la seguí junto con Rhythm y Temari.
Cuando llegamos la imagen de Rima que vi me dejo espantado, ella estaba recostada en una banca, llevaba un camisón azul claro que le llegaba hasta las rodillas, estaba muy pálida, con el cabello sucio y se veía que le habían arrancado algunos mechones, tenia algunos cortes superficiales y uno profundo en le brazo derecho, la sangra goteaba haciendo un charco rojo.
¿Qué le paso?—pregunte asustado ante aquella imagen.
¡No estoy muy segura!, ¡solo se que el padre de Rima llego, después Rima me encerró en mi huevo y me dijo que me quedara ahí, luego oí unos gritos y sonidos de botellas de vidrio, cuando salí de mi huevo resulto que Rima me había metido en el cajón de mesita de noche, fue muy difícil pero conseguí salir, cuando logre escapar, Rima ya estaba fuera del edificio corriendo!—recordaba Kusu Kusu llorando.
Será mejor que la lleve a casa—dije alzándola en brazos y corriendo hasta mí casa.
Corrí lo más rápido que me permitía la nieve, no pensaba en lo que pensaría la gente de la casa al verme así con Rima, solo pensaba en Rima, y en que estuviera a salvo.
Cuando llegue Rima estaba más pálida que antes, parecía una hoja de papel, y parte de su sangre estaba impregnada en mi cabeza.
Cruce el lumbral de la puerta y fui hasta mi madre. Ella me miro sorprendida a mí y a Rima.
¡Por favor, necesita ayuda!—supliqué.
Si—dijo mi madre para luego dirigirse a las sirvientas—Marie, trae unas sabanas, Tsuki, trae el kit de primeros auxilios, Suiren, trae una compresa de agua caliente, ¡Pronto!—ordeno mi madre mientras las sirvientas se disipaban, se volteó a mirarme—Nagihiko, llévala a un cuarto de huéspedes.
Si—dije y fui a unos de los cuartos y la recosté en la cama, estaba fría, pero aun respiraba.
Kusu Kusu permanecía al lado de Rima, le decía que no se diera por vencida y que se quedara con ella, quería calmarla, pero ni yo mismo estaba calmado, puede que ella siempre me llame pervertido y un mentiroso, pero aun así la consideraba mi amiga, además que sin importar si era Rima o otra persona, hubiera hecho lo mismo.
Marie le puso un total de tres sabanas encima, Tsuki le vendo la herida en el brazo y puso unos parches en las otras heridas, y Suiren le puso la compresa en la frente, ya estaba recuperando algo de color.
Yo me quede con ella, estaba arrodillado al lado de la cama sujetándole su mano, sentía que era mi obligación, a pesar de que ya había hecho todo lo posible por ella, mi madre también me acompañaba para cuando despertara.
Paso un par de horas hasta que despertó.
¿Nagihiko?—pregunto con voz apenas audible mirándome— ¿Dónde estoy?—pregunto viendo el alrededor.
Estas en la casa Fujisaki, que también es escuela de danza—respondió mi madre poniéndose a mi lado.
¿Cómo llegue aquí?—siguió preguntando, estaba muy confundida.
Eso debes preguntárselo a mi hijo, todo lo que se es que Nagihiko llego cargándote en brazos y luego me pidió que te ayudara—explico mi madre y luego se giro hacia mí— ¿Nagihiko?
Pues—no sabia que decir, no le podía decir que vi a Kusu Kusu pidiendo ayuda, ella no sabe de los shugo chara.
Señora, la necesitan en la entrada—dijo Suiren entrando a la habitación, Suiren te debo una.
Esta bien, Nagihiko quédate, ya vuelvo—dijo mi madre saliendo de mi habitación.
Oye, Nagihiko—dijo Rima con un pequeño rubor en las mejillas, ¿Por qué será?
¿Si?
Suéltame la mano—ahí es cuando me doy cuenta de que aun agarraba al mano de Rima, sentí como mi cara enrojecía y rápidamente quite la mano.
L-lo siento—tartamudee sonrojado con el flequillo cubriéndome parte de la cara, cuando decidí levantar la mirada me di cuenta de que ella miraba las sabanas distraídamente.
¿Me puedes traer algo de sopa? tengo frió—me pidió.
Si esta bien—dije levantándome y yendo a la cocina.
En el cuarto:
Ya llegue—dijo mi madre entrando a la habitación— ¿Y mi hijo?
Le pedí que me trajera algo de sopa—dijo Rima.
Ya veo—mi madre término de entrar y sentó en una silla que había junto a la cama— ¿eres amiga de Nagihiko?
Ni de chiste, es un mentiroso—decía Rima cruzada de brazos.
¿Por qué le llamas así?—dijo mi madre sin comprender.
Porque no le dijo a Amu sobre que él es Nadeshiko.
¿Sabes lo de Nadeshiko?—se sorprendió.
Si, solo digamos que debe aprender a hablar en voz baja.
Ya llegue—dije yo entrando con una bandeja de sopa.
Bien, por cierto, aun no se tu nombre—dijo dirigiéndose primero a mí y luego a Rima.
Mashiro Rima, Fujisaki-sama.
Bueno Mashiro-san, ¿se puede saber como es que terminaste en ese estado?—pregunto lo más cortés y delicadamente posible.
Pues—su mirada volvió a las sabanas—mi padre llego ebrio a la casa, estaba en bancarrota y quería llevarme con el para venderme o algo así, mi madre se opuso, así que rompió una botella de vidrio y ataco a mamá, yo trate de ayudarla, pero me corto con la botella y me lanzo a la pared, después mi madre lo tacleo y me grito que corriera, yo le obedecí, después me sentí muy débil para seguir corriendo y me desmaye sobre una banca—dijo con voz débil y algunas lagrimas en los ojos.
Cuanto lo siento—dijo mi madre con tono de pena, yo quise abrazarla para que se sintiera mejor, pero no lo quería hacer frente a mi madre y las charas— ¿Y sabes que vas hacer?
Supongo que volver a casa en cuanto me recupere—dijo como si fuera algo que se pudiera tomar a la ligera.
¿Estas loca? ¡Tu padre aun podría estar ahí!—dije preocupado, ella solamente se encogió de hombros.
¿Qué más puedo hacer? No tengo otro lugar al cual ir.
Por supuesto que si, Mashiro-san, quiero que te quedes aquí—declaro mi madre, a lo que Rima y yo respondimos con un: "¡¿Qué?"
No por favor Fujisaki-san, ya la he importunado demasiado con estar aquí ahora—dijo ella moviendo las manos exageradamente.
No me parece buena idea que te vayas a casa con tu padre suelto por ahí, aquí estarás a salvo—insistía mi madre, Rima se quedo callada, no tenia de otra—decidido, te quedaras aquí, mañana mandare algunos hombres para vayan a tu casa—salio de la habitación dejándonos solo. Yo no sabia que decir.
Rima—comencé a decir sin saber con que seguir.
¿Podrías irte? Quiero dormir.
Esta bien—dije y salí de la habitación para entrar a la mía.
Pobre Rima—dijo Temari con alunas lagrimitas en los ojitos.
Si, espero que todo esto se resuelva—dije apagando las luces y metiéndome a dormir.
Al mañana siguiente.
Me levante temprano como de costumbre, me vestí el uniforme y fui a desayunar, pero antes de ir a la escuela pase por el cuarto donde se quedaba Rima.
Cuando entre Rima estaba dormida y estaba Suiren poniéndole una compresa.
¿Cómo esta?—le pregunte.
Bien, aunque con algo de fiebre, se le pasara pronto—dijo dándome una sonrisa tranquilizadora.
Me fui al instituto un poco intranquilo, aunque me pude concentrar en clase…la mayoría del tiempo.
Me reuní con Tadase, Amu, Yaya y Kukai, aunque ya no éramos guardianes, seguíamos estando juntos.
No les dije lo que le paso a Rima, eso era algo muy personal y yo no sabia si quería comentarlo públicamente, así que les dije que la encontré enferma y que se esta quedando en mi casa.
¡¿Se esta quedando en tu casa?—gritaron todos al mismo tiempo, bien, tal vez debí omitir esa parte.
Vaya, vaya don picaron—decía Kukai codeándome.
No digas tonterías Kukai, solo se esta quedando en mi casa por que mi madre se lo pidió—le replique con un discreto rubor rosado en las mejillas.
¿Y por que no regresa a su casa?—pregunto Amu con sus charas asintiendo, que suerte que me esperaba ya esa pregunta.
No quiso ser grosera con mi mamá—dije calmado.
Sonó el timbre y nos fuimos a nuestras clases.
Cuando fui al cuarto de Rima no había nadie, al igual que en el baño, fue cuando me empecé a preocupar.
Busque es todas las habitaciones, hasta que encontré una pista que me pudiera decir donde estaba.
Suiren, ¿Sabes donde esta Rima?—pregunté, luego me miro confundida.
¿No esta en la habitación? cuando me fui ella estaba dormida y sin fiebre, así que procedí a hacer mis tareas en la casa—me respondió, yo negué con la cabeza.
Viendo que ella no sabia nada, seguí corriendo para buscarla, creo que Suiren dijo otra cosa, pero ya no la alcancé a escuchar.
El jardín, esta congelado y no hay nada mas que nieve.
En el salón de danza, esta vació con una citará y algunos kimonos.
En la cocina, algunos platos sucios, cáscaras de huevo, harina, una melena dorada que esta al frente del horno.
Sigo corriendo hasta que me doy cuenta.
¿Una melena dorada?
Me voy hasta la cocina y encuentro a Rima con pastel recién horneado en las manos, con guantes por supuesto.
¿Rima que haces aquí? Deberías estar descansando—le regaño.
Hice este pastel para agradecerte—dijo de lo más tranquila, yo le miro extrañado—bueno a ti, a Fujisaki-sama, a Suiren-chan y a las demás que me atendieron.
Yo con un dedo agarre un poco de la crema, mmm, sabia delicioso, era como probar una nube.
Esta muy bueno—le dije cordialmente con una sonrisa.
Si bueno, he hecho varios cursos de cocina, no se me da mal—hablo orgullosamente, dejo el pastel en la mesa y se quito los guantes—espera a que este frió, y deja un poco para los demás—dijo como una madre ordenando a su hijo mientras se dirigía a su habitación, quien sabe, quizás vivir con Rima no sea tan malo.
Fin del Flash Back.
Y vaya que me equivoque, si bien no fue tan difícil, si que pasaron varias cosas, la llegada de Rima solo fue un augurio para que las cosas se pusieran de cabeza.
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¡Hola! Espero que les guste, ya tengo varias idea de cómo seguir, por favor dejen reviews, eso ayuda bastante al impulso creativo.
Lira
