Era una noche neblinosa, y muy fría para ser verano...el cielo estaba cerrado, era luna nueva y casi no había estrellas, por lo que las calles estaban mas oscuras y vacías que de costumbre...ni siquiera dudley y su banda de bravucones había salido esa noche a asustar niños y estropear carros y casas...Harry acababa de regresar hacia apenas 5 horas del expreso de Hogwarts...Y ahora se hallaba boca arriba, tendido en su cama, contemplando el techo...pensando lo increíble que aquello era...no había pasado si quiera un día desde que vio a su pelirroja...al ser que tanto amaba y que con tanta tristeza tuvo que alejar de si mismo...pero por eso lo hizo...por que la amaba...nunca se perdonaría si algo le sucediera...ya había sido suficiente: sus padres, Sirius, Dumbledore...no, Harry no permitiría que otro ser amado muriera a causa de Voldemort.
El reloj emitió un agudo sonido...ya eran las doce, y aun no lograba conciliar el sueño...seguía teniendo presente esa imagen en su cabeza...ese olor a floers, el cual no conoció con exactitud su nombre pero siempre que estaba cerca de Ginny o cuando olía amortentia lo sentía...ese aroma tan femenino...delicado...dulce...basta! ya deja de pensar en ella! solo haras las cosas más dificiles, se decía el chico con cabello color azabache y ojos esmeralda.
-Cariño! que te sucede? vamos! abre la puerta -suplicaba la señora Weasley por enésima vez.
-no! ya déjame!-contestó una voz aguda, al parecer congestionada y que al juzgar por el tono que usó se podia deducir que en realidad estaba triste...y es que había perdido al amor de su vida.
La señora Weasley sin más remedio se fue a su habitación...ya lo había intentado.
-porque no puedo sacarte de mi cabeza?¡ maldita sea, y yo que pense que con dejar de verte y con romper todas tus fotografias...con deshacerme de cada cosa que me recuerde a ti, te olvidaria...pero no es tan sencillo...-susurraba amargamente Ginny, contemplando la única foto que le quedaba de Harry...la que le faltaba por romper...
Ginny realmente se encontraba mal...no había comido desde que había llegado a casa...y lo primero que hizo cuando se bajó del carro del señor Weasley fue enserrarse en su cuarto y llorar amargamente toda la tarde...pero ya no podía...no le quedaban mas lágrimas para derramar...pero si le quedaba mucho sufirmiento.
-Ginny! soy yo, abre!-dijo una voz masculina del otro lado de la puerta.
-déjame Ronald!
-no puedes estar asi por siempre! anda dejame entrar! quiero hablar contigo.
-NO! LARGO DE AQUI!
-solo trataba de ayudar-comentó Ron mientras se retiraba bastante enojado con su hermana por su nefasta actitud.
Alcabo de media hora, la pelirroja por fin se quedo dormida, y esto solo fue posible gracias a que soñó con el...con su Harry...y este con ella...con su Ginny.
Harry despertó…la cicatriz en verdad le dolía. Consutló su reloj y se sorprendió al darse cuenta que ya eran las 10 de la mañana, pero a juzgar por el cielo, y las condicinones climáticas, podria decirse que apenas eran las 6 de la madrugada.
Harry se pudo sus pantunflas, y bajó a desayunar. Llego a la cocina y se encontro con tía Petunia friendo un poco de tocino, Dudley, quien aún seguia a dieta, estaba comiendo una manzana, y tío Vernon, como de costumbre, se encontraba sentado, junto a Dudley, tomando un café mientras leia el periódico matutino.
Harry tomó un poco de pastel, y se sentó frente a Dudley, quien solo lo miraba amenazadoramente, como si en cualquier momento fuera asaltar sobre el y arrebatarle su desayuno. Harry sonrió.
Ginny, un poco mas animada que ayer, pues habia tenido un lindo sueño en el que Harry le pedia que volvieran y se iban juntos a dar un magnifico paseo por el bosque.
-Buenos dias cielo! Que quieres de desayunar?-le dijo la señora Weasley con tono maternal.
-lo que sea-contestó sin darle importancia.
La chica se sentó en la mesa, donde se encontraban su padre, el señor Weasley quien revisaba unos informes, y Ron, quien leia el periódico El Profeta y a juzgar por como cambiaba de hojas repentinamente y sin delicadez alguna, se podia decir que estaba bastante enfadado.
-alguna novedad?-inquirió Ginny.
Ron no respondió.
-ejem ejemtosió Ginny.
-recuerda que quieres que te deje en paz, hermanita, y seguro quieres que me largue pero estoy esperando a que mamá acabe de prepararme el desayuno…
-lo siento-murmuró la pelirroja bajando la cabeza.
-esta bien…pero a la próximao me abres o tumbo la puerta-dijo en tono bromista.
-hahaha claro claro…y dime, no hay nada nuevo?
-pues…aparte de que cerraron Hogwarts y que…
-queeee?¡
-acaso no me escuchaste? DIJE QUE…
-si te escuche tonto…pero por que?
-por que tu sabes quien ha regresado y ahora toda la comunidad mágica esta aterrorizada por el hecho de que mató a Dumbledore…?-contestó el pelirrojo como si fuera lo más obvio del mundo.
-valla…espero que no cierren Hogwarts…Papá, tu sabes si…?
-no lo se…el ministerio se esta encargando de ello.
-Nos iremos de vacaciones-informó tía Petunia.-mañana.
-si, estaremos en Miami un mes-prosiguió tío vernon, haciendo énfasis en la palabra Miami.
-de acuerdo.
-no puedes tocar nuestras cosas, ni entrar a las demás habitaciones, ni invitar personas extrañas a la casa, entendido?-continuó Vernon.
-si-contestó Harry pensando en lo divertido que sería invitar a sus amigos a pasar las vacaciones en casa de sus tíos…sin adultos…sin relgas.
-no te piensas ir con tu amigo ese…el pelirrojo…?-inquirió tía Petunia.
-no lo se…supongo que me iré un tiempo-contestó el chico.
-pues más te vale que si…por que no te tendremos aquí todo el verano- dijo Vernon.
Harry terminó su pastel y se dirigió a su habitación, donde tomó un trozo de pergamino y escribió:
Buenas noticias! Mis tios se van con el cerdo de mi primo de vacaciones por todo un mes! Asi que podrian venirse unos días a pasarla aquí…tu y Ginny…claro..si ella quiere.
Saludos!
Harry.
El chico escribió otra carta para Hermione donde le informaba lo mismo que a Ron, ambas cartas las doblo y ato una en cada patita de Hedwig.
-Hedwig, necesito que lleves esta carta a Ron y esta a Hermione-le dijo Harry.
La blanca lechuza asintió y emprendió su vuelo, hasta perderse de vista.
Al cabo de 20 minutos, Ron quien ya había desayunado, subió a su habitación. El señor Weasley se fue al trabajo, y la señora Weasley a comprar algunas cosas. Ginny estaba en la mesa…sola, contemplando un plato de avena…se sentía tan sola sin Harry.
Ginny escuchó un sonido proveniente de afuera, salió y se encontró con Hedwig, quien le extendió la patita izquierda, para que la chica tomara el pergamino. Ginny, emocionada, sabiendo que la carta provenia de Harry la tomó y la leyó rápidamente.
Esa carta no era para ella…rápidamente la doblo, dio las gracias a Hedwig, y subió a la habitación de su hermano.
-Ron, te llego una carta!-le informó su hermana, tocando la puerta.
El chico abrió la puerta, Ginny se la extendió, y se marchó.
Ron la leyó y bajó a la sala, donde estaba Ginny tejiendo una bonita bufanda rosa.
-la leiste cierto?-inquirió el chico.
-que cosa?-preguntó la pelirroja haciendose la desentendida.
-no te hagas! Sabes a que me refiero.
-si la leí…y?
-y que?
-iremos?
-iremos me suena a manada, YO iré…tu te quedas.
-quee? Tu quien eres para decirme que hacer y que no?
-pues resulta que soy tu hermano mayor…además tu estas en pleno proceso de olvidar a Harry..si vas harias las cosas más difíciles.
-pero el me invitó!
-si pero…
-Ron! Escucha! Como te sentirias si Hermione nos invita a los dos y no te dejo ir? Como te sentirias de saber que tu hermana esta con la persona que amas y tu no?
-pues mal, pero…espera un momento! Que quieres decir con eso? Por que metes a Hermione en esto?-inquirió Rojo de vergüenza.
-hahaha pero si más obvio no podias ser Ronald.
-no se de que hablas.
-claro que si! Y si no me dejas ir…le dire a Hermione-le espetó la chica con una gran sonrisa de satisfacción en el rostro.
-no le diras nada, por que no hay nada que decirle!
-claro que si!
-no!
-SI
-NO
-SI! TU LA AMAS!
