Posible continuación del 3x09. Inspirado en la promo del 3x10. Stefan ha vuelta a desaparecer. Esta vez con Katherine. Damon y Elena tendrán que apoyarse mutuamente para afrontar todo lo que está por llegar.


Capítulo 1

Los ojos de Elena volvieron de nuevo a la alfombra donde había estado Damon, antes de que su teléfono sonara, cambiando el estado de ánimo de la conversación. Elena no sabía muy bien como hubiera podido continuar esa conversación si no llega a ser interrumpida.

No estaba segura de si estaba agradecida o molesta con Katherine por haberla interrumpido, pero se acabó. Elena quería hablar con Damon el problema era que no sabía como continuar.

Damon lanzó su teléfono a través de la sala suavemente y lo dejo caer en uno de los sillones. Después llevo sus ojos azules hacia Elena para hacerle frente. – Tenemos mucho que averiguar, cuando despertemos a Rebekah ¿Qué haremos con Klaus y Stefan? –

Elena se deshizo rápidamente de la distancia entre ellos y agarró de nuevo la cara de Damon. – Oye, te dije que vamos a dejarlo ir. – Ella le obligó a mirarla a los ojos. – Vamos a dejar que se valla. – Elena dejó caer las manos de la cara de Damon y las depositó en sus hombros. – Si, tenemos mucho que descubrir, Damon. Rebekah, Klaus, los híbridos, los originales, los fantasmas. Dios, o el diablo mismo, lo que sea, lo enfrentaremos juntos. – Alargó la mano para poder tocar su cara. – Pero nada es tan importante que no pueda esperar hasta mañana. –

Damon se quedó mirando a Elena. – Esta bien, mañana. – dejó a Elena enfrente de la chimenea y se acercó a una pequeña mesa al lado de un sofá donde tenía algunas botellas. – Pero esta noche, necesito esto – Sacó bourbon, whisky y whisky.

- Creo que es un buen plan. – Elena siguió a Damon. – Lléname una copa, no voy a ir a casa esta noche. -

- Soy un bebedor legendario. – Damon le dedicó una débil sonrisa mientras le servía un baso de bourbon a Elena.

- Solo quiero que mi mente se quede fuera de todo este lío durante una noche, al menos. No puedo ir a casa esta noche, no quiero tenerme que enfrentar a Ric, a sabiendas de que todo ha cambiado ahora. -

- ¿Estás segura? Tal vez deberías estar con Jeremy, por si acaso. – Damon cogió el vaso de Elena y lo llenó de nuevo.

- No, Damon, no puedo ir esta noche. Quiero estar aquí, es donde me siento segura. – Ella tomó el vaso y se lo bebió. Se estremeció y sintió el calor de la fiebre del alcohol a través de su cuerpo. Se sentía como cuando bebía café recién escaldado o chocolate caliente. De una vez, por supuesto.

- De acuerdo. – Damon ya tenía una habitación diseñada para Elena, es una especie de segunda habitación, ya que no había dormido en la habitación de Stefan en meses. Continuaron bebiendo en silencio hasta que Elena ya no podía mantener la cabeza erguida.

Elena se había quedado dormida en la habitación en la que acostumbraba a dormirse cuando Stefan no estaba. Siempre había esperado y rezado para que de alguna manera Stefan encuentre el camino de regreso a su humanidad, pero como era oficialmente un fracaso, lo había admitido incluso ella misma, sabía que ya era inútil esperar algo de él.

Elena no podría soportar estar sola nunca más y finalmente decidió que tenía que ver a Damon. El se había colado en su casa, en su habitación, incluso en su cama infinidad de veces. Debería ser comprensible que ella quiera hacer lo mismo, por que de verdad lo necesitaba.

Se dirigió a la habitación de Damon arrastrando los pies, con la misma ropa del día anterior. El sol aún no estaba listo para aparecer. Se deslizó dentro de la habitación de Damon y lo miró con precaución par asegurarse de que no estaba totalmente desnudo. Su camisa estaba tirada a un lado, y el pantalón continuaba en su sitio. El dormía con la cabeza vuelta hacia el lado vacío de la cama. Suavemente, Elena se acomodó en la cama.

- Espero que no pensaras que entrabas en secreto, Elena. – Dijo Damon en voz baja con los ojos todavía cerrados, pero una leve sonrisa se dibujo en sus labios.

- No, solo estaba tratando de ser cortés. – Susurró Elena con un suspiro en la almohada al lado de Damon.

- Gracias por el gesto – Contestó él, pero no abrió los ojos. Esto molestó un poco a Elena, porque en parte había venido para poder ver sus hermosos ojos azules. Elena se acerco más a Damon y tomo su brazo, lo coloco en su cintura y se apretó en su pecho, pero no se sintió extraña. Después de todo él tenia los pantalones y ella seguía vestida aún. Los dos sabían que esto era plutonio. Ambos tristemente lo sabían.

- ¿Damon? – Preguntó Elena en voz baja.

- Si. – Damon sonrió en el cabello de Elena.

- Creo que sé por qué ocurrió de esa manera. – Un gesto repentino, suave, apareció en la frente de Damon. – Stefan tenía razón a cerca de la humanidad arruinándolo todo, creo que fue la propia humanidad que lo llevó a hacer lo que hizo. -

- Elena, no creo… - Pero Elena lo interrumpió a mitad de la frase.

- No, Damon. – Elena levantó la vista y miró a Damon, a sus ojos azules que parecían no tener fondo. – No creas que estoy tratando de protegerlo, pero ¿Cuántas veces hemos visto su humanidad desde que ha estado con Klaus y cuántas veces lo ha hecho por mí? – Damon no dijo nada. – Ninguna, Damon. Creo que lo hizo de algún modo para salvarte, tiene sentido, tiene que ser eso… de alguna manera. – Continué diciendo algo más cada vez con un tono de voz más bajo, hablando más para mi misma que para él y a la vez intentándome convencer de lo que estaba diciendo. Estaba segura de que él seguiría escuchándome. Hice una pausa y comencé de nuevo a hablar con un tono más alto y seguro. – Siempre vas a ser tu el que haga de Stefan alguien humano. – Elena tomo una gran bocanada de aire preparándose para lo que estaba a punto de decir. – Mira, yo no lo quiero de vuelta, ahora se que nunca voy a ser tan importante para él como la sangre o tú. Sobre todo tú. Se que te dije que siempre será Stefan. – Me paré un poco, para descansar, para calmarme y no derramar ninguna lágrima y también porque no estaba segura de haber echo bien al mencionar eso último y recordar tan malos momentos. – Pero yo no sabía lo que era entrar después de alguien en un concurso para el amor. Lo siento, lo he dicho. Mereces que sea sincera contigo. -

Él esperaba que ella llorara, gritara, esperaba que hiciera algo. No quería que ella se diera cuenta de lo que él sintió cuando le dijo que siempre será Stefan y todas las veces que él había pensado en esa noche desde entonces. Una parte de él sabía, ahora, que ella tenía razón. Para Stefan, Damon siempre será su hermano, y siempre sería más de lo que cualquier otro podría ser. Elena acababa de decir "Creo que eso es todo, ya pensaremos en el resto mañana. Pensaremos algo para arreglar todo esto juntos, Damon. Te… confío en ti" Elena estaba agotada, Damon notó como su cuerpo se relajaba junto a él y dedujo que si no estaba ya dormida, pronto lo estaría.

Damon sabía lo que casi dijo, y lo que había querido decir. Y aunque había esperado durante muchísimo tiempo esas dos palabras, no supo lo que sentía en ese momento, porque sabía que si las hubiera dicho, él hubiera explotado allí mismo, y habría echo todo lo que deseaba hace tanto tiempo hacer, seguramente después se hubiera arrepentido, o hubiera pensado que se aprovechó de la situación pues Elena estaba débil y según las palabras que acababa de escuchar de la boca de Elena sobre Stefan, Elena estaba más confundida que nunca en su interior. ¿O no? No quiso pensar más en eso, seguro que si seguía no iba a conseguir dormir nada, ya se explicaría mejor Elena a la mañana siguiente, no se quería ilusionar respecto a nada. Así que en lugar de hacer cualquier cosa se limitó a decir – Yo también te quiero, Elena. –


Continuara...

No soy de las que dejan notas después de cada capítulo, pero me ayudaría que dieran su opinión, me ayudaría mucho.