Prologo
En una silla de una linda cafetería del centro de Tokio, se podía observar la torre de este lugar… y era vista a través de los ojos verdes de una joven mujer… muy hermosa, su cabello era castaño claro, lacio que llegaba a media espalda, no era alta pero tampoco era pequeña y su figura era armoniosa piel clara ella tenia 24 años, pero volviendo a sus ojos ellos a pesar del bello color que tenían pues estaban opacos, no tenían mas brillo que el de unas lagrimas que comenzaban a salir… pero se apresuro a secarlas… una voz la saco de sus pensamientos… era un chico seis años mayor que ella, de piel clara ojos grises rubio y un poco mas alto que la chica.
– ¿Tienes mucho tiempo esperándome Sakura?
Sak – Si, bueno no… es solo que… necesitaba de un buen café…hace mucho frío y pensé en llegar un poco antes – Fingiendo una sonrisa – De hecho también llegaste temprano antes Darién – Viendo el reloj de su celular
Darién – Lo importante es que ya estamos aquí – Dándole un beso y sentándose en frente de ella – ¿Te encuentras bien? Estas muy callada
Sak – Si, solo que recordaba cosas sin importancia… ¿pero que era tan importante que tenias que verme hoy y no pudiste esperar a mañana?
Dar – Lo que pasa es que hoy hace dos años nos conocimos aquí en este lugar ¿lo recuerdas? Paso más de un año para que me aceptaras como tu novio
Sak – Si es cierto – Dijo con cierta melancolía – Lo recuerdo
Dar – En esa ocasión, también estabas pensando mucho, recordando y veías de forma inusual el café que tomabas y pensé… esa chica algún día será mi novia y no me equivoque
Sak – No claro que no
Dar – Y hoy cumplimos seis meses de novios así que quería darte esto – Una pequeña caja negra con una pulsera de plata con una inscripción con las iniciales de ambos
Sak – Yo no tengo nada que darte… lo olvide
Dar – No importa – Poniéndosela
Ya varias horas habían transcurrido, y la luna se hacia presente junto con un gran frío, en el apartamento de Sakura Kinomoto, mejor dicho en la habitación la joven trataba de tener una noche de sueño decente… pero no lo podía lograr, sabia que si dormía tendría la misma pesadilla que rondaba su mente esos días, los mismos que el año pasado y el antepasado, en enero era cuando la chica mas consumía café, porque debía mantenerse despierta por el insomnio de las pesadillas.
Sakura – ¿Por qué? ¿Por qué aun me atormentas después de estos años? – Viendo un bello oso de peluche, para ver después un calendario que tenía en una pared, marcaba que era 7 de enero – Hoy se cumple otro año de eso
En Londres era de día un par de jóvenes caminaban por las calles, siendo observados por las chicas ya que eran muy apuestos y con un gran porte el primero de cabello negro bien peinado, ojos azules cubiertos por unos lentes que lo hacían lucir intelectual, piel blanca y un poco mas alto que el joven a su lado quien a su vez tenia un cabellos castaño oscuro algo despeinados, un tanto moreno pero también unos ojos cafés, serios. Tenían 27 años ambos jóvenes.
– ¿Y bien a donde iremos Shaoran? – Dijo el ojiazul
Shaoran – Tu no se, quizá con tu prometida, pero yo, creo que iré a mi casa, no estoy de ánimos para pasear el día de hoy Eriol
Eriol – Ya veo… cada año es lo mismo amigo, deberías dejar superarlo, ya han pasado tres años de eso
Shaoran – Si fuera tan fácil… la forma en que todo sucedió no se
Eriol – Ambos sufrieron mucho, sobre todo ella y dime algo, ¿Ya abriste su regalo?
Shaoran – No, aun no puedo, de todos modos ya no tiene caso… pero bueno… nos vemos luego amigo me voy, salúdame a Tomoyo – Sonriendo levemente y alejándose del joven
Eriol – Bien – Tomo su celular y llamo a alguien – Hola amor ¿Cómo estas?… bien… quería verte ¿podemos?... paso por ti en una media hora… no es necesario siempre luces radiante… es verdad… ya voy en camino… yo a ti también - Colgando para ir a su automóvil.
En el apartamento de Shaoran Li, mejor dicho en la sala, estaba el joven observando un regalo de navidad, el papel verde parecía un poco gastado y viejo, y lo era, tenia tiempo ya, ni siquiera conservaba el moño que una vez tuvo se encontraba un poco doblado como si lo hubieran tirado.
Shaoran – ¿Porque no puedo? Debería poder abrirlo después de estos años… pero no puedo, como te extraño… me arrepiento de la forma en que te trate… aun te amo, nunca deje de hacerlo… que daría por volver a verte y que me perdonaras… pero ya debes ser feliz con alguien mas.
Mientras que en un restaurante de Inglaterra estaba el joven Eriol con una bella joven de 26 años, al igual que el poseía una blanca piel contrastando con su cabello negro grisáceo rizado que llegaba a la cintura y unos bellos ojos color violeta, algo inusuales.
Eriol – Cambiando de tema Tomoyo
Tomoyo – ¿Qué es más importante que nuestra boda?
Eriol – Nada, pero me preguntaba ¿Qué ha pasado con tu prima? Hace ya tiempo que no viene a visitarte
Tomoyo – Me pondré celosa – Fingiendo enojo – Sabes que ella no desea volver aquí, no después de lo que paso, aunque en realidad no se que fue lo que paso
Eriol – No te preocupes tendrá que venir a la boda
Tomoyo – Si tienes razón cariño, solo que me gustaría saber lo que sucedió
Eriol – A mi también
Tomoyo – Pues hay que investigar ¿no te parece?
Eriol – Amor ¿Qué te hace pensar que ahora no lo dirán?
Tomoyo – Buen punto
Eriol – ¿Ya están llegando respuestas a la invitación?
Tomoyo – Si ya casi están todas, solo faltan las que enviamos al extranjero
Ya era el 10 de enero, por la noche en la ciudad de Tokio, y una joven de ojos verdes veía con atención un sobre de proveniente de Inglaterra, lo que la tenia algo nerviosa, no quería saber mucho acerca de ese país donde pasaron tantas cosas, pero se dispuso a abrirlo… era una invitación
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