Aléjate de mi, pero quédate cerca.
Capítulo 1: Extracción
Disparos, explosiones, naves enemigas por doquier volando velozmente en formación de ataque alrededor de ellos, nada fuera de lo normal en un dia del equipo Voltron.
Todo comenzó hace unas horas, recibieron un mensaje de auxilio proveniente de una nave Galra, al parecer tenían a un grupo de prisioneros cautivos quienes de, alguna manera, se las habían ingeniado para enviar un mensaje codificado en pedido de ayuda.
-Esto no me gusta, puede ser una trampa- Keith analizó el mensaje que se reflejaba en los monitores de la cabina de mando del castillo.
-Concuerdo con Keith, es decir, como puede ser que hayan logrado enviar una señal desde la mismísima nave? Deberían mínimamente haber tomado algún punto de control de comunicaciones o algo, no lo sé…-Pidge se encontraba pensativa, analizando todas las variables que se le cruzaban por la mente, verdaderamente era alto extraño.
-Pienso que hay que ir- Shiro interrumpió las palabras de Pidge, hizo una breve pausa hasta que todos le pusieron atención – No olviden que existe la posibilidad que algún infiltrado haya ayudado a los prisioneros, tal como lo hicieron conmigo.
Un silencio inundo todo el lugar, se dieron un momento para pensar en las palabras del piloto, hasta que Allura interrumpió el silencio.
-Es arriesgado, pero Shiro tiene razón, si existe una mínima posibilidad de poder ayudar es nuestro deber tomarla.- El paladín negro sonrió a la princesa conforme de su decisión.
Sería una misión encubierta y deextracción, abordarían la nave furtivamente, evitarían a toda costa el contacto con el enemigo, no querían luchar sabiendo que había inocentes en el medio. Analizaron los planos de las naves que habían obtenido de un enfrentamiento hacia tiempo atrás. Lance escoltaría a los prisioneros hasta una de las naves de cargamento que se encontraban en el hangar de la nave mayor, mientras que Pidge y Keith se encargarían de dejarle el camino despejado. Shiro y Hunk estaban preparados en los leones en caso de que algo saliera mal, al igual que Coran y la princesa, monitoreando la operación desde el castillo.
Se acercaron a la nave como era de costumbre en el León Verde. Coran les transmitía las indicaciones desde el castillo para abordar la nave enemiga desde el sector más cercano y seguro a su objetivo.
Keith utilizo su Bayard para abrir un hueco en la nave. Una vez que los tres paladines entraron se dividieron para cubrir el área. Lance se dirigió directamente hacia los calabozos donde se encontraban los prisioneros, mientras que Keith y Pidge montaban guardia en los pasillos adyacentes.
Lance colocó un dispositivo que había creado Pidge para interrumpir la energía momentáneamente sobre la cerradura de la puerta de la prisión, haciendo que esta se abra fácilmente. Hizo fuerza con sus dos brazos para poder abrirla, ya que era una compuerta bastante grande y pesada.
-No teman criaturas! El paladín Azul está aquí para salvar el día – alardeó con una de sus típicas poses heróicas que suele utilizar. Algunos de los prisioneros se acercaron velozmente, con cara de preocupación. Lance los miró confundidos.
-¿Que no deberían estar un poco más umm… alegres? –se llevo una mano a la nuca rascándose.
-Estamos felices de que nuestro mensaje de auxilio haya llegado hasta tus oídos!- exclamo uno de los sujetos, era un pequeño verde con manchas moradas y con un solo ojo. El paladín azul se preguntó de qué planeta sería. – Pero ella se encuentra en grave estado…- el extraterreste tomo de la mano a Lance y lo llevo hasta el fondo del calabozo. Estaba oscuro y apenas podía ver bien, le tomo unos segundos para que su vista se acostumbrara a la oscuridad, para ver a una joven acostada en el piso gravemente herida. Varios de los prisioneros se encontraban a su alrededor, una particularmente que parecía anciana le sostenía la mano a la joven.
-Ella arriesgó su vida por nosotros para poder enviar un mensaje de auxilio, pero los guardias la encontraron y… -
-No se preocupe señora, el gran Lance esta aquí! - Lance interrumpió a la anciana que cuidaba de la chica, se agachó frente a la joven herida y la tomo cuidadosamente en sus brazos. Enorme fue su sorpresa al verla más de cerca, ¿acaso era humana? ¿Cómo podía ser? Su rostro no cabía de asombro. Mientras divagaba por sus pensamientos algo le llamo la atención, sentía sus brazos calientes y humedos, no podía verlo por la oscuridad, pero sabía que era sangre que provenía de las heridas de la chica.
-Apresúrate inútil! – la voz de Keith a través del radio lo hizo reaccionar.
-Hay guardias acercándose por este lado- Informó Pidge- Si no salimos ahora mismo esto se pondrá feo.
-Muy bien todos, apresúrense y síganme!- Lance tomo la delantera y salió corriendo a través del pasillo, mientras que Pidge se unió a ellos corriendo por detrás de la caravana, vigilando que ningún prisionero quedara atrás. El paladín del león rojo le hizo señas para que siguieran adelante por la dirección en la que se encontraba.
Rápidamente llegaron al Hangar donde se encontraba la nave de carga. Pidge y Keith se apresuraron a configurar la ruta de escape mientras que el resto la abordaba, pero antes de que ellos pudieran subirse, soldados Garla interrumpieron el escape. Una lluvia de disparos se abalanzó sobre ellos. En un rápido movimiento Keith presiono el botón de la compuerta de carga, cerrándola para que inicie el despegue hacia el castillo.
-Muchachos, no me vendría mal un poco de ayuda- Lance trataba de esquivar los disparos como podía con la joven en brazos. Sus compañeros se apresuraron para cubrirlo.
-Rápido! A al Leon Verde!- Comenzaron a correr por el gigantesco hangar esquivando y abatiendo centinelas, hasta que se toparon con una grupa de al menos 20 que cubrían su salida.
-Maldición-murmuró Keith por lo bajo- Necesitamos apoyo! Nos han descubierto! – informó a sus compañeros paladines que se encontraban en sus leones preparados para cualquier infortunio.
Shiro y Hunk inmediatamente se lanzaron en sus leones contra la nave atacándola, el temblor que el ataque ocasiono les dio la oportunidad de aprovechar la desestabilidad de los enemigos para contratacar. Comenzaron a abrirse paso hacia donde se encontraba el León verde, pero más centinelas Garla llegaron, dividiéndolos.
Lance y la joven herida quedaron divididos del grupo, rodeados de enemigos que no paraban de llegar. Pidge estaba por lanzarse en su ayuda hasta que un grito de su compañero en apuros la freno-
-Vayanse! Estaré bien! No podemos arriesgarnos a que nos capturen a todos!
Su compañera apretó los dientes, odiaba tener que dejarlo allí, pero tenía razón. Keith la tomo del brazo y la arrastro por el pasillo en dirección a su León el cual abordaron rápidamente para lanzarse al ataque junto con sus otros compañeros.
-Lance esta dentro con un prisionero herido, no pudo escapar- Pidge informa la situación a los demás- Se encuentra en el hangar izquierdo, donde salió la capsula de escape.
-Iré por él, cúbranme- Ordeno Shiro mientras se lanzaba hacia la dirección especificada por su compañera. Todos asintieron y se dispusieron a atacar toda nave que intentara llegar a su líder. Pero eran demasiadas para poder contenerlas a todas. El paladín negro tuvo que frenar su marcha para atacar 5 naves que se dirigían hacia él.
-Lance! La ayuda se retrasó un poco, aguanta!- Gritó por su radio.
-Eso trato! Pero no creo que tengamos mucho tiempo! – Respondió a los gritos. Se encontraba ahora atrincherado contra un rincón de la nave, con su escudo y su bayard disparando a cualquiera que se le acerque. Había dejado a la joven recostada detrás de él para protegerla.
Los disparos eran demasiados, su escudo cedió rompiéndose en mil pedazos. Se abalanzo sobre la chica para cubrirla con su cuerpo. No pudo evitar gritar de dolor al sentir como su pierna y su brazo eran objetivos de balas enemigas. Cogió su arma con un gran esfuerzo y siguió disparando lo mejor que pudo, pero el dolor era demasiado fuerte y comprometía su puntería. Se encontró superado por demasiados enemigos, cerró los ojos con fuerza pensando que todo ya estaba perdido. De repente un profundo rugido lleno el ambiente, las paredes de la nave detrás de ellos desaparecieron acompañadas de un ruido violento y ensordecedor. Era león azul.
El rugido del león despertó a la muchacha que ahora se encontraba sostenida del brazo por Lance para que el vacio del espacio no la succionara.
-Q-Que está pasando!?- gritó aterrada, viendo todo su alrededor sin entender que sucedía. Intentó zafarse del agarre de Lance, pero un dolor punzante le recordó sus heridas presentes.
-No te preocupes bella dama, estoy aquí para ayudarte- El paladín sonrió creída y confiadamente, en un rápido movimiento, la tomo por la cintura, aprovecho la succión del vacío y se lanzó hacia las fauces del león.
Una vez dentro, el león azul se aparto de la nave enemiga esquivando los ataques de las más pequeñas mientras su piloto se aproximaba a la cabina y se acomodaba.
-Oh amigo!, no sabes cuánto te extrañaba- Dijo acariciando una de las paredes de la cabina de piloto.
La muchacha, que aun seguía sostenida por Lance, quien la ayudaba a caminar, observaba todo en silencio. Estaba débil, se sentía mareada, había perdido mucha sangre y todo lo que estaba sucediendo no la ayudaba.
El paladín se sentó en su asiento, mirando a la chica de arriba abajo. Era un poco más baja que él, de cabello castaño ondulado, recogido en una coleta, con algunos mechones sueltos que caigan agraciadamente al costado de su rostro. Sus ojos eran de un verde marino claro. Mirando un poco más abajo, le llamo la atención el inicio de una cicatriz que comenzaba desde su hombro y se dirigía hacia su pecho ocultándose bajo su remera. "Es una chica muy bonita" pensó mientras reía tontamente fantaseando un final perfecto.
Miro a la chica con una expresión de galán sobreactuada y le indico con unas palmaditas sobre sus piernas que se siente sobre él, tenía una tonta sonrisa en la cara acompañada de un leve rubor que hizo enfurecer a la joven rápidamente.
-En tus sueños idiota pervertido- le responde ella entre dientes, fulminándolo con la mirada. Se alejo un poco de él, apoyándose contra una de las paredes de la cabina para evitar caer al piso. Colocó una mano sobre la herida al costado de su torso cercano a su cintura. Agacho su cabeza agotada esforzándose por mantenerse en pie. Pudo ver un rastro de sangre en el piso llegando hasta ella, y otro más que se perdía debajo del asiento del piloto. "¿Él también está herido?"- se preguntó a sí misma, mirándolo con un poco de preocupación.
Disparos enemigos impactaron contra el león azul haciéndoles perder estabilidad. Lance dirigió si vista al frente, era hora de concentrarse en el asunto entre manos.
-Escúchame bien, ambos estamos heridos, tu estas sangrando desde hace tiempo, apenas puedes mantenerte en pie y mi león no es un spa donde puedas tirarte a descansar donde quieras, no pienso hacerme responsable si te lastimas más, ven y siéntate!- Su rostro ahora era serio. Le extendió la mano para que se acercara a él. Luego de unos segundos de pensarlo, acepto su ayuda, tomo su mano quien la atrajo contra su cuerpo y de un rápido tirón la sentó sobre él.
Los brazos del piloto la rodearon tomando los controles del león esquivando los ataques enemigos con gran velocidad y destreza. La concentración del piloto la tomo por sorpresa. Giró su rostro hacia la pantalla para ver la lucha que se desplegaba afuera.
-Retírense jóvenes paladines, nuestra misión fue exitosa, no hay necesidad de seguir peleando -El rostro de Allura apareció en la pantalla de todos los leones, ordenándoles que regresaran al castillo- Cubriré su retirada desde aquí.
Los pilotos comenzaron su retirada ágilmente, destruyendo a su paso las naves enemigas que quedaron rezagadas del alcance del ataque del castillo. Lance se alivió un poco, dejo que el león tomara el control hasta la base mientras él se recostó sobre su asiento suspirando con la cabeza mirando hacia el techo y sus ojos cerrados, tomando su brazo haciendo una apenas perceptible mueca de dolor.
Luego de unos segundos se reincorporo mirando a la joven que lo acompañaba, que aún estaba mirando a través de la pantalla viendo cómo se acercaban al imponente nave/castillo.
-Bueno, creo que dentro de todo la misión salió bien- Dijo tomándola por sorpresa, haciendo que ella se volteara a verlo- Por cierto, mi nombre es Lance, soy uno de los paladines de—
-De Voltron- interrumpió ella. Lance lo miro sorprendido, ¿cómo una humana podía encontrarse a tantos años luz de distancia de la tierra y conocer sobre Voltron?. Como si ella pudiera leer su mente le respondió- mis compañeros me han contado muchas historias sobre ello mientras estuve cautiva… ESPERA UN MOMENO! MIS COMPAÑEROS!- Se levantó rápidamente, asustada y preocupada, pero al instante volvió a caer sin fuerzas sobre el piloto, quien la agarro para evitar que se golpease.
-Espera! Ellos están a salvo! Ya se encuentran en nuestra nave!- Le dijo el para calmarla mientras la sostenía de los brazos para evitar que vuelva a levantarse. Los intentos de la joven cesaron y se quedó quieta.
-Gracias…- se le escapó de los labios en un tono muy bajo pero aun audible para el piloto. Lance le sonrió cálidamente.
-Por cierto, no me has dicho tu nombre.
-Me llamo Lena –alcanzo a decir luego de desmayarse.
Espero les guste este primer capítulo! Hace mucho no escribo nada así que ando medio oxidada. Cualquier crítica, consejo e incluso sugerencias sobre la historia son bienvenidas!
