Disclaimer: Esta historia es irreal y grosera, los personajes celebres son pobres imitaciones y debido a su contenido nadie lo debe leer. Si, me gusta South Park.

Poniendonos serios nada de Saint Seiya me pertenece, pero esta cutre historia si porque salio de mi imaginacion... influenciada por SS claro, blah, blah

Ojala les guste.


PROLOGO

Revisó varias veces el papeleo que tenía frente a él y sintió la vista cansada. Se tomó un momento para parpadear pesadamente y frotarse el entrecejo con un bostezo largo que le dio aún más sueño. Chasqueó la lengua y se estiró en su asiento. No recordaba el día que había dormido más de cuatro horas seguidas.

Estaba en una pequeña habitación iluminada por la luz amarilla de su velador. Había cambiado la vela tres veces y aún tenía cuatro mas de repuesto cuando ésta se acabe. Los papeles que repasaba eran temarios, cálculos e indicaciones que había juntado, entrelazado y armado entre ellos. Le costo más de lo que hubiera querido pero luego de unos cuatro infernales meses consiguió lo que tanto estuvo buscando: un mapa indicando el camino al mito del Dorado; una ciudad cubierta de oro, calles pavimentadas de oro, en donde el preciado metal es algo tan común que se le da poca importancia. Él quiere encabezar la expedición por su afán de conocer nuevas culturas, viajes extraordinarios. No le importaba la fama ni riquezas inimaginables. Sólo conocer y explorar, adentrarse en lo desconocido para ver que hay más allá.

Y con el aprobado del rey tenía que ponerse en marcha cuanto antes. Sisifo le había hablado de las riquezas, el oro, la civilización, el posible cambio de culturas. Pero al rey solo le interesó el oro y eso era lo que tenían que ir a buscar.

Era por eso que pasada las cuatro de la madrugada, cuando finalmente logró resolver el acertijo del mapa, con una sonrisa, se desplomó contra su escritorio, derramando el tintero que estaba colocado en un costado.

Se sumió en el más profundo sueño jamás contado. Y lo tenía merecido.

Al otro día la noticia acerca de la expedición al gran Dorado hizo eco en el reino. Desfiles se celebraban camino al muelle en donde el barco liderado por Sisifo saldría pronto, sumiéndose en el mar en busca de la gloria.

Con la bendición del rey y con el coro griego de fondo viruteando con aplausos, el barco partió rumbo a lo desconocido, siguiendo de cerca el mapa sin fallos aparentes que el mismo Sisifo escribió y diseño con ayuda de Degel.

Ilias, su hermano mayor, le acompañaba también. Había sido cazador y navegante del reino en su juventud y ahora con cuarenta años era un gran asesor en la expedición, y tambien lo era su hijo: Regulo. Un nato explorador, buscando huellas en donde sólo la gente ve barro.

También estaba junto al arquero un general prestigioso del reino. Rodrigo Del Cid, o como él se había bautizado: El Cid. Cid era un tipo muy fornido con una mirada helada. Unos ojos azules impenetrables que podrían tumbar hasta al más salvaje con sólo fruncir su ceño.

Degel era el coeficiente intelectual junto a Sisifo de la Expedición. Un gran físico de las tierras del norte en donde a escasas de encontrar un futuro brillante tuvo que viajar muchas leguas para sus estudios y así prepararse en su carrera brillante como astrólogo, físico y matemático.

Y finalmente la idea de la expedición en si. Sisifo, arquero de élite del reino, asesor personal del rey y guardaespaldas de la princesa. Nunca había salido del reino más allá de sus verdes praderas escoltando a la pequeña princesa, ahora si tenía un viaje enorme pero con más preocupaciones de las necesarias por qué, con una idea retorcida, el rey hizo que su hija ponga pie en el barco y eso sólo podía significar una sola cosa: no apartarse de la chiquilla.

Sasha era una joven chiquilla de ojos jade con una bella sonrisa, sus cabellos lilas contrarrestaban con su piel blanca, haciéndole parecer una muchachita muy hermosa a sus catorce años de edad.

El viaje apenas empezaba y los presentes, a excepción de unos curtidos veteranos como Ilias y Cid, desconocían los peligros que pronto recorrerían por el solitario mar.