Houzuki-Pal, Katsumi of Doom, como me conozcan... ¡estoy de vuelta! ;) & con Glee :P Seblaine Drabble para comenzar :3


―¿Por qué a mí? ―Blaine preguntó, interrumpiendo el silencio que compartía con Sebastian, quien jugaba con su teléfono, sin prestarle la más mínima atención. ―Seb ―insistió. ―¿Por qué a mí? ―volvió a preguntar, dándose la vuelta para que pudiera ver al chico al lado suyo en su cama, vistiendo tan sólo unos bóxers negros, los ojos perdidos en la pequeña pantalla de su iPhone. ―¿Puedes escucharme? ―pidió, un poco hastiado. Sebastian suspiró y dejó el teléfono a un lado.

―Eres peor que una chica ―suspiró cansado, volteando su cabeza para ver a Blaine. ―Y ya te dije. Si no querías que usara el vibrador, lo hubieras dicho antes ―Blaine se sonrojó instantáneamente, cada vez menos sorprendido con la facilidad en la que Sebastian hablaba de sexo.

―N-no me refiero a eso… ―comenzó.

―Lo mismo con la barra separadora ―dijo Sebastian, rodando los ojos. Alargó su mano para coger el teléfono de nuevo, pero Blaine se lo impidió.

―Me refiero a que por qué te fijaste en mí. ¿Por qué… por qué fuiste tras de alguien que tenía enamorado? Estaba con Kurt y… -se mordió el labio al mencionar su nombre, y no pudo evitar notar el leve movimiento en la ceja de su enamorado a la mención de ese nombre -sé que prometí no mencionarlo, pero es sólo porque quiero saber qué te hizo… seguir intentando algo conmigo. Usualmente la gente se aleja cuando sabe que la otra persona ya tiene a alguien… y… ―Blaine se trabó con sus propias palabras.

Sebastian soltó una risa floja y se relamió los labios. Blaine no pudo evitar morderse el labio inferior suavemente ante eso. Se acercó más a Blaine y lo besó. No duró más de cinco segundos, pero Blaine pudo sentir cómo ése era un beso posesivo, para recordarle a quién pertenecía, y con quién se iba a quedar. Blaine soltó un suspiro al final del beso, y sonrió suavemente.

―Es más fácil ir por alguien con pareja ―susurró Sebastian, mientras se separaba de Blaine. ―Sólo tienes que competir con uno ―le guiñó el ojo y tomó su teléfono de nuevo, dejando a Blaine con una media sonrisa en los labios, pensando en cuánta razón tenía Sebastian, por más que su mentalidad fuera algo retorcida.