Rosalie

Se encontraba sentado en su habitación pensando qué hacer. Esa joven que había llegado nueva el instituto le había enloquecido todos los sentidos y era incapaz de borrar los restos de su aroma del cerebro. Hacía rato que había notado los pensamientos preocupados de Carlisle en el piso de abajo, después de que Esme le hubiera explicado que sus hermanos lo habían visto largarse del instituto antes de que terminara la jornada.

Lo peor de poder leer el pensamiento de todos era que no había podido leer el pensamiento de aquella humana. Había adivinado que se llamaba Isabella (Bella) Swan debido a las divagaciones de sus compañeros (sobre todo las de los chicos) y había entendido que ella misma se había sentido interesada en él por los pensamientos de esa pesada de Jessica Stanley. Pero no había podido leer los pensamientos de la humana. Y eso lo preocupaba.

Escuchó cómo Carlisle le decía a Esme que subiría a hablar con él cuando Edward quisiera hablar; así que se sorprendió cuando oyó cómo alguien subía las escaleras. No le cupo duda que se trataba de Rosalie cuando los primeros pensamientos de la joven llegaron a su mente.

"… encima del piano de la saleta…"

Restó atento. ¿Qué sucedía encima del piano de la saleta?

"Edward, sé que me oyes" continuó la joven. "No quieres saber qué te haría encima del piano de la saleta."

Si Edward hubiera sido cualquier otro chico (o vampiro), esa sugerencia le hubiera gustado. Pero Rosalie era como su hermana y era la pareja de Emmett, quien también era como su hermano. Además, ¿Qué tontería era esa de hacerle algo a él en el piano de la saleta?

Intentó desviar esos pensamientos desconcertantes de Rosalie, pero de pronto empezaron a llegar imágenes con mucha fluidez. Demasiado nítidas, detalladas y explícitas. Vale, acababa de entender qué era eso que Rosalie quería hacerle encima del piano de la saleta. Eso fue demasiado para él.

-¿Qué demonios estás diciendo, Rosalie? –inquirió en voz alta, extrañado.

Rosalie había aparecido por la puerta de su habitación, con una sonrisa de victoria. Había notado el pánico en la voz del vampiro y sus ojos centelleaban divertidos. Edward lo entendió todo.

-¿Por qué me tomas el pelo? –bufó levantándose del suelo y encarando a la rubia.

Ella sonrió más abiertamente.

-Carlisle y Esme están preocupados, los demás creen que te pasa algo –continuó ella-. Que te quieras comer a una humana es algo bastante normal. Si lo que yo he pensado sucediera, realmente tendrías problemas –se rió, dando una vuelta sobre si misma y desapareciendo con una agilidad felina.

Edward suspiró. Debía reconocer que Rosalie tenía razón. Estaba en la naturaleza de cualquier vampiro sentirse atraído por la sangre humana, no era nada del otro mundo (aunque algo en su interior le decía a gritos que esa humana era distinta a las demás). Si él y Rosalie tuvieran un affaire, realmente tendría problemas.

Decidió no contarle jamás a Emmett lo que su novia había imaginado y bajó a hablar con el resto de su familia para pedirles consejo sobre qué hacer con esa humana.


Bueno, es un pequeño reto que me puso una amiga (sí, acepto retos si me los mandáis por MP). Me pareció divertido escribir algo así, no sé qué os habrá parecido (?). Espero vuestros comentarios ;) visitad mi blog o mirad mi perfil para saber más.

Besos,

Eri.