HOLA… DESDE HACE MUCHO Q PUBLICO EN POTTERFICS ESTA HISTORIA/…. ASI Q TUVE Q SUBIRLA DE JALON AQUÍ… ESPERO PBTENER UNA BUENA RESPUESTA Y PLEASE DEEJEN REVIEWS….

LOS QUIERO MUCHO,,

VELEN 1OOO,,,,,

DISFRUTEN LOS 24 CAPIS!

Se recargó pesadamente en la silla de su despacho, acababa de decirle adiós a la última niña estúpida que su secretario le había mandado para ser la próxima secretaria ¿era tan difícil encontrar una secretaria linda e inteligente?

-¿Pasa algo señor?- preguntó preocupado el subordinado al entrar

-Si- lo regañó su jefe- cuando te pedí una secretaria con buen cuerpo, no creí que fueras a traerme el prostíbulo completo. Como esas y mejores las consigo la noche que quiera.

-Lo lamento señor- habló con nervios- pero usted dijo que…

-Lo sé- se desesperó el gran Lucius Malfoy- dije que no quería una secretaría fea, pero si INTELIGENTE. Las prostitutas que me mandaste no tienen idea de lo que se necesita para mantener en pie a esta empresa.

-¿Le mando otra?

-No tengo tiempo de entrevistar a otra estúpida, tienes una semana para publicar un anuncio en el profeta, de las que vengan escoge una, la que se te pegue la gana y enséñale donde tiene que estar.

-No importa que sea…

-¡No importa!- gritó su jefe- sólo quiero que haga bien su trabajo y si se puede que de una buena impresión de la cadena Malfoy… ¿entendido?

-Claro, señor yo…

-¿Tú qué?- lo apresuró

-Con permiso

Era un caos, al verlo salir Lucius Malfoy se preguntó desde cuando lo había hecho secretario… era secretario sí, pero no personal gracias a Merlín… ahora pasados algunos años de la batalla la empresa iba mejor que nunca, todo había quedado olvidado en la mayor parte y la fortuna Malfoy crecía a cada día. Seguía siendo aquel hombre frío y arrogante que Harry Potter conoció en Hogwarts, sólo que alejado de las artes oscuras. Vivía a su modo, sin seguir órdenes, su esposa ya no le complacía y ella lo sabía, tuvieron a Draco muy jóvenes y se casaron por compromiso, dinero y apellido. Tomó la pluma que estaba sobre su escritorio y comenzó a firmar los últimos contratos que le quedaban por ver.

-¡Déjame!- gritó Ginny con toda la fuerza que fue capaz

-Debes escucharme- suplicó Harry

-¡No quiero!- lloró deteniéndose- me has lastimado Harry… me has lastimado… pudiste decírmelo, pudieron decírmelo.

-Lo lamento, pero tras la guerra todo cambió y… bueno, Luna es una mujer muy hermosa.

-¿Y por qué no me lo dijiste antes de la batalla?

-Porque entonces no me gustaba… ella era… era una buena amiga pero sólo eso. Después hicimos el año perdido en Hogwarts y siguió siendo una amiga, pero aun así tú te quedaste un año más en el colegio y…

-Y te olvidaste de que existía

-No… no fue así- aseguró Harry tomándola de las manos- entre tú y yo ya no quedaba nada del amor que nos teníamos antes de la batalla pero yo no quería aceptarlo, más ese año en que pase más tiempo junto a ella comprendí que… que la amaba. Porque dejó de ser la misma, ahora es madura es… grandiosa.

Ginny trató de zafar las manos de las de su ex – novio pero él la detuvo

-Luego volviste y… me era difícil decirte que ya no te quería y a la vez declarármele a Luna porque eran muy unidas.

-¿Aun así no te importó verdad?- le reprochó- te importó un reverendo jugo de calabaza agrio que Luna fuera mi mejor amiga.

-No fue así… ¡Por Merlín, Ginny! Me costó mucho poner mis sentimientos en orden.

-No es justo Harry… después de que descubriste que ya no me querías, pasaron estos 3 años más de carrera en los que fingiste amarme, pudimos hablar.

-Lo sé, pero no quería lastimarte, pensaba resignarme a vivir para siempre contigo hasta que… Luna y yo comenzamos una relación a escondidas- confesó- te juro que ella no quería pero yo…

-No las justifiques, de haberme tenido más cariño no habría aceptado ninguna de tus propuestas. Lárgate, no quiero verte.

-Ginny…

-Hace 5 malditos años que fue la guerra, Harry… me hiciste creer durante 5 largos años que me amabas y que tan pronto acabara la carrera nos casaríamos… me hice ilusiones yo… yo te amo.

-Lo sé, pero… pero debes comprender que estaré a tu lado para lo que necesites- le sonrió- ¿amigos?

Ginny ni siquiera lo miró le pareció muy sínico que después de aquel engaño, después de amarlo como lo amaba pudiera ser su amiga.

-Lo siento- musitó el niño que vivió al darse cuenta de que todo estaba pedido y regresó a paso lento hasta la casa de la pelirroja.

-¿Pasa algo hijo?- preguntó Arthur Weasley al verlo entrar sin su hija

-No yo…Ginny se los explicará- fue lo único que pudo decir y salió, se sentía como la peor persona del mundo, los Weasley habían luchado por él, le habían dado casa, cariño, todo como a un hijo pero él no podía querer a Ginny, la había querido mucho y ese cariño lo confundió con amor, por todas las presiones que tenía, pero ahora se daba cuenta que al igual que Hermione era como una hermana. Su corazón estaba ocupado por una rubia redactora del Profeta, lamentaba haberle arruinado su graduación a Ginny con su declaración, pero pronto entraría a trabajar en el ministerio y vería a Luna todos los días, debía acabar ya.

-Hija- la llamó su madre- ¿qué pasó?

-No me quiere mamá- fue lo único que pudo decir- nunca me quiso…

Su madre simplemente la abrazó ante las miradas atónitas de Arthur y George, la cena estaba servida, ya habían llegado de la entrega de papeles, su más pequeña hija se graduó en leyes mágicas, quizá no con honores pero con buenas notas. Hubiera elegido algo como economía por ser más fácil de buscar empleo, pero siendo novia del salvador del mundo mágico cualquier trabajo podía encontrar.

-Te ves hermosa- dijo George acercándose- verás cómo pronto se da cuenta de que eres…

-No- lo cortó su hermana- él ya tiene otra persona y yo, lo acepto. Una vez me dijo que lo que más admiraba en mi era que… nunca lloraba, ahora no lo haré por él… no lo merece.

-¡Cariño!- volvió a abrazarla la señora Weasley- era como nuestro hijo.

-Puede seguir siéndolo mamá… no me importa… simplemente quiero estar sola, olvidarlo.

-Ron lo matará, corazón- comentó su madre- lo matará, en forma literal

-No tiene que enterarse

-Pero…- comenzó George

-Nada George, confío en ustedes, no quiero que nadie sepa que Harry me engañó, aunque lo aborrezca con el alma, no quiero… no quiero- suplicó al tiempo que secaba las lágrimas de su rostro.

-Eso es imposible- reclamó su hermano- Ron merece saber lo que te hizo, por muy amigos que sean por mucho que haya salvado al mundo no es quien para…

-Lo sé, pero debes prometerme por Fred… por su memoria que no le dirás nada a nadie, prométanlo.

-Lo prometo- suspiró George

-¿Mamá papá?

Ambos asintieron con la cabeza, su hija los besó en la mejilla.

-Los quiero mucho, mañana hablaremos.

Se despidió y subió a su habitación, ahí, sólo allí lloraría por aquel que tanto amó desde que lo conoció en el andén 9 ¾ , nadie más sabría lo mucho que eso le dolía. Le demostraría al maldito niño que vivió que podía estar sin él y a esa a la que alguna vez llamó amiga que era mil veces mejor y que jamás la vería derrumbada: JAMÁS.