—Pues eres un idiota —Dijo una enojada pelirroja, mientras lanzaba una mirada de odio.
— ¿Idiota yo?— Te recuerdo que eres tú la que sale con ese… ese patán.
—Pues por eso mismo, yo no soy la idiota, lo eres tú—respondió mientras se echaba su mochila al hombro.
El moreno de anteojos, decidió seguir a su hermanita a su siguiente clase, mientras le rogaba que recapacitara.
—Vamos, Lils… este es mi último año, sabes que te quiero proteger de idiotas...
—Pues entonces aléjate de mi, puesto que TÚ eres el idiota —Replicaba mordazmente.
—Lilu…
— ¿Y qué hay de Albus? Al él no lo molestaste… y no me llames Lilu —Termino con una mueca de asco y desagrado absoluto propia de un Malfoy.
James Sirius se puso a recordar un momento, para luego negar con la cabeza, divertido. —Primero, Lily… Albus tiene 16 años, segundo el sale con –
—Con la hija de Lavender Brown… —Dijo Lily Potter, para luego cerrar los ojos, como intentando reprimir un recuerdo.
—Tercero, el no es mi hermanita preferida… —Termino con una expresión paternal.
Habían llegado al aula de Transformaciones, donde Lily se dio vuelta decidida a terminar el tema de una buena vez, encarando a su alto hermano, dijo:
—Bueno…. Yo no salgo con Scorpius Malfoy, si tu dejas a la hija de Seamus Finnigan… —Termino con una sonrisa diabólica.
James la miro con pánico, para luego cambiar a una expresión de autosuficiencia.
—De acuerdo, ya no saldré con Terry… Asunto terminado.
James Potter se disponía a salir, cuando una pequeña y delgada mano se le puso en el hombro, dispuesto a ver a otra de sus conquistas, se dio vuelta con su mejor de las sonrisas, pero al girarse se encontró con su hermana pequeña de nuevo.
— ¿Has visto a Lorcan? —Pregunto con inocencia Lily.
— ¿Eh, a Lorcan?... Sí, creo que se dirigía a entrenar en el campo de Quidditch… —Respondio algo confuso ¿desde cuándo su hermana se interesaba en un Lovegood? — ¿Por qué preguntas?
Lily volvió a embozar una pequeña sonrisa, para luego decir en un tono despreocupado:
—Oh, no es nada… Solo es que ayer me invito a Hogsmeade, y como estoy libre, pues no sé… debo comprar algunas cosas en la sucursal de tío George…
Antes de que James pudiera replicar, la profesora McGonagall llamo a la joven Potter, para que entrara… Dejando a su hermano confundido y timado.
—Hay, Lily… —Dijo para sí mismo, meneando la cabeza — Le daras muchos dolores de cabeza a la familia…
Justo estaba marchándose a su clase de Pociones, cuando una pelirroja salió del aula tímidamente… James abrió mucho los ojos al verla y ella se lanzo hacia él, para darle un abrazo.
—Te quiero, James — Y se apresuro a entrar de nuevo a la sala.
James Potter se fue directamente a su clase, mientras decía:
—Yo te quiero igual, pequeña Lilu…
Y en ese momento tuvo que correr, pues había lanzado una bomba fétida y Filch no tardaría en aparecer…
