HERE IN YOUR ARMS.
Es difícil dormir cuando estás siendo asfixiado por dos fuertes brazos que te rodean, ¿Ne, Kakashi?… Sonríe, Ninja Copia, aún te falta mucho por disfrutar… KakaSaku.
Wolas a todos(as) de nuevo!!
Aquí les traigo mi segundo fic KakaSaku. En realidad sólo iba a quedar en un OneShot, pero creo que serán dos capítulos más; es que se me ocurrió uno que sería en realidad anterior a éste, pero necesito escribirlo primero (:P). De cualquier forma, no afecta a la historia porque no tienen continuidad los capítulos entre sí; sólo sería una colección de OneShot's de un mismo tema… que descubrirán cuando lean éste… ¡Ja, ja! Ojalá me haya dado a entender.
Muchas gracias a quienes se pasaron por mi historia anterior y me dejaron un review .… ¡ARIGATOOOO!
Kakashi despertó sofocado. Su respiración le indicaba que llevaba mucho tiempo sin que el tan apreciado aire hiciera camino hacia sus pulmones.
Había escuchado que las personas podían sobrevivir días, o hasta semanas, sin agua o sin alimentos, así que se preguntó si él podría resistir tras una noche sin respirar… Cuando comenzó a ver puntitos de colores y sintió ése súbito mareo, se dio cuenta de que no sería tan afortunado.
Trató de liberarse de esa prisión en la que a veces se sentía el hombre más feliz del planeta, pero que ahora, acortaba su tiempo de vida. Lo hizo de manera sigilosa; casi con miedo… más bien, muerto de terror; lo que menos quería era despertar a su posesiva y aprensiva celadora.
En cuanto se vio libre tomó aire en repetidas ocasiones; tantas hasta que creyó haber compensado el que había perdido por… ¡sólo Kami supo cuánto tiempo!
-- Ya no quieres que te abrace, ¿verdad? – Escuchó con pánico el famoso Ninja Copia, temiendo por su vida y notando que era encendida una lámpara de noche, iluminando la habitación; lo que hacía más siniestro el momento.
Lentamente giró su rostro para encontrarse con dos ojos del color del jade… dolidos y con claras muestras de próximas lágrimas… Tragó. ¿Ahora que iba a decir? Tenía que pensar en algo bueno… ¡Aún era muy joven para morir!
Pensó en decir que sólo quería que ella lo abrazara sin usar su monstruosa fuerza; pero lo descartó de inmediato. No, definitivamente él era la peor persona del mundo para inventar alguna excusa creíble. Carraspeó.
-- Por supuesto que quiero que me abraces, Sakura-chan… es sólo que… que… – ¡Piensa Hatake, piensa!, ¡Demuestra por qué te llaman el Ninja Genio! – Se dijo el peliplateado intentando encontrar valor. La desesperación en la enfadada, y más importante aún; fuerte y letal Kunoichi, hizo que el Shinobi pensara lo más rápido posible, como nunca en su vida… Sonrió, acababa de ocurrírsele algo. Lentamente llevó su mano derecha al estomago de su ex alumna. – Pensé que abrazándome, así, no estarías muy cómoda; ya sabes a lo que me refiero ¡Je, je!
La risa nerviosa se congeló, junto con su sangre, cuando notó dos lagrimitas cayendo por las mejillas de la ojiverde y ella mirando hacia abajo, tristemente… Kakashi quiso arrinconarse en algún lugar de la habitación y suplicar clemencia, pero, reuniendo todo el valor que tenía, se atrevió a subir su temblorosa mano hasta las mejillas de la Kunoichi; intentando limpiar esas lágrimas.
En cuanto Sakura sintió el contacto masculino, abrió los ojos de tal forma en que el Ninja Copia creyó que el Kyuubi nunca estuvo dentro de Naruto, si no, en la Médico.
Kakashi no supo lo que pasó, sólo se dio cuenta que de repente su cara estaba enterrada en una almohada, con Sakura montada en su espalda, mientras ella le aplicaba una fenomenal llave… La habría felicitado si no fuera por el hecho de que le dolía endemoniadamente el brazo izquierdo… casualmente el que ella retorcía sin piedad.
-- ¿¿Me estás llamando gorda, estúpido?? – Preguntó de manera nada amable la discípula de Tsunade. -- ¡¡Te recuerdo que esto es tu culpa, imbécil!! – Gritó haciendo que Kakashi pensara que había sido poseída por algún Oni; ésa no era la linda Sakura que conoció. Se iba a patear a sí mismo por haberla despertado.
Cuando sintió que ella ejercía más presión contra su brazo, se apresuró a responder.
-- ¡No, no, no, Sakura-chan, tú eres hermosa… eres preciosa! – Exclamó deseando que la cama se abriera y lo tragara.
La Kunoichi bajó de la espalda masculina, dejando libre de dolor al portador del Sharingan.
Kakashi agradeció a los cielos seguir con vida, y se felicitó a sí mismo al ver a la ahora muy tímida y sonrojada Sakura, que colocaba una mano en sus labios mientras sus ojitos verdes brillaban, ilusionada.
-- ¿De verdad?, ¿Piensas que soy hermosa? – Preguntó la "delicada" mujer de cabellos rosas.
-- No hables, así no arruinarás las cosas. – Se aconsejó mentalmente el peliplateado. Asintió al mismo tiempo en que sonreía amablemente.
-- ¡Ji, ji!… ¿Eso quiere decir que aún me amas? – Volvió a preguntar la Kunoichi sin atreverse a mirar a su pareja, sólo jugaba con un mechón de su cabello.
El hijo del "Colmillo Blanco de Konoha", deseó morir… ¡esa pregunta requería de su capacidad del habla!… ¡Y él estaba negado para decir algo bueno en el momento oportuno!
-- Te amo muchísimo, Sakura-chan. – Respondió jurando que si todo salía bien, cumpliría alguna manda a Kami.
-- ¡¡Yo también te amo, Kakashi!! – Gritó la ojiverde mientras abrazaba efusivamente a su ex Sensei.
El Ninja Copia dio un inadvertido suspiro; no había arruinado sus propios avances al hablar.
El calor subió a su rostro cuando notó la boca de su mujer exigiendo la suya; de manera seductora.
Kakashi inmediatamente la rodeó con sus brazos y la atrajo contra sí… Había pasado tanto tiempo desde que estuvieron juntos, ¡y todo por los miedos de Sakura!… Ella, como Médico, debía saber que no había ningún riesgo si se demostraban su amor.
El peliplateado dejó de pensar en todo cuando notó que ella abandonaba su boca para besar ardientemente su cuello. ¡Cuánto había extrañado estar así con ella!… Lanzó hacia atrás su cabeza para facilitar el acceso a su piel.
-- Sakura. – Dijo en un tono de voz más parecido a un ronroneo que al habla humana. Acarició lentamente la delgada espalda femenina… bajando, bajando, bajando.
-- Bueno; ya me voy a dormir… tengo mucho sueño. – Confesó la médico sonriendo alegremente y separándose del acalorado cuerpo masculino. Se enredó en las sábanas y acomodó su cabeza en la almohada; dándole la espalda al Shinobi.
Kakashi parpadeó dos veces… y dos veces más… ¿Qué demonios había pasado?… Se incorporó ligeramente de la cama soportando su peso con sus brazos… ¿Y Sakura?… Miró hacia su lado derecho… ¡Ah! Ahí estaba… Y apunto de dormirse… ¿Lo había seducido y ahora lo dejaba… así?
Parpadeó de nuevo.
Suspiró abatidamente.
Miró su muy despierta entrepierna… con compasión… más bien con lastima.
¡¡Se iba a volver loco, maldición!!
Arrastró su mirada hacia el cuerpo que descansaba despreocupadamente en su cama. ¿Y si intentaba que Sakura volviera a la "acción"?… Rió escalofriantemente; eso sería asegurar su muerte.
Se incorporó de la cama… necesitaba una ducha de agua muy fría para calmar esos impulsos. ¿Qué había hecho mal en su otra vida?
-- Kakashi, quiero ramen. – Declaró la pelirosa sentándose en la cama. El aludido la miró con sus ahora ojerosos ojos. ¿Por qué, ella, tenía que usar ése bonito gesto de cachorrito abandonado?, ¿Cómo iba a poder negarle algo así?… Quizás si trataba de que entendiera la situación.
-- Sakura-chan, son las cuatro de la mañana; no creo que esté abierto ningún puesto de ramen. – Intentó explicar el peliplateado lastimosamente… Tal vez la compasión jugara a su favor.
La Médico frunció el ceño y cruzó los brazos, el Ninja Copia supo que lo que seguía no iba a ser nada bonito… para él.
-- Me parece que no me expliqué bien, Hatake… ¡Tu hijo y yo queremos ramen ahora mismo! – Sentenció la Kunoichi imperiosamente. De una forma increíblemente ágil, llegó hasta el sorprendido cuerpo del Ninja Genio y tomándolo por el cuello de su pijama, acercó sus rostros. – Ahora, se un buen padre y… ¡¡Consigue ése maldito ramen!! – Gritó mientras notaba que su esposo desaparecía, asustado, después de un sonoro "Puff" y una cortina de humo.
Ya más tranquila volvió a recostarse en la cama. Esperaba no dormirse mientras el peliplateado regresaba trayendo ése antojo nocturno… pero… tenía… tanto… sueño.
Se durmió.
Kakashi apareció fuera de su casa. Miró a la izquierda y después a la derecha… ¿Dónde demonios encontraría ramen a ésas horas?… Se rascó la nuca.
Comenzó a caminar sin rumbo fijo, pensando que esos repentinos cambios de humor; producto de las disparatadas hormonas de Sakura, iban a terminar mandándolo a un psiquiatra un día de esos… o una madrugada, como en ése momento.
Dejó caer derrotado sus hombros… ¡Y todavía faltaban seis meses para que su hijo decidiera dejar de volver loca a su Madre y saliera al mundo!… Tembló muerto de miedo; lo que le faltaba por recorrer.
Bueno… si su hijo heredaba los ojos de Sakura; todo su sufrimiento valdría la pena.
Y si aprendía a hacer un Jutsu a temprana edad; podría olvidar los gritos, regaños, golpes, patadas, mordidas, insultos, amenazas, y demás, que Sakura usaba contra él durante su embarazo.
Además, si era varón, bien podría llamarlo Sakumo, u Obito… Sonrió. Sabía bien que Sakura no se opondría a ése deseo… Aunque, pensándolo bien, lo mejor sería nombrarlo como su Padre; sólo por respetar el orden de aparición (y desaparición) de ellos en su vida… Tendrían un segundo hijo, así ninguno se sentiría ofendido cuando volvieran a verse, y no patearían su futuro trasero muerto.
Y si era una niña, ¡ojalá tuviera el mismo carácter de su Madre!… con todo y lo loca, e histérica que podía ser.
Rió alegremente, dos Sakura's sería lo mejor que podía pasarle… Después de todo, ésa mujer; su mujer, le acababa de demostrar que podía hacerlo pasar por todos los sentimientos humanos en tan sólo unos minutos… algo que nunca creyó poder experimentar… algo que pensó sería una vulnerabilidad y que ahora le daba muchos motivos para luchar; con más fuerza.
Levantó el rostro y caminó más rápido. ¡Iba a encontrar ese maldito ramen inmediatamente!… Ya quería regresar a su casa, acomodarse entre los sofocantes y fuertes brazos de su ex alumna para que lo volviera loco, pero… que nunca dejara de hacerlo sentir todas esas emociones que alguna vez creyó inservibles.
Esos meses en prisión, hacía ya algunos años, y por haber "seducido" a una menor; habían valido la pena… tan sólo por saber que hasta que muriera, nada ni nadie lo arrancaría del lado de su adorada Kunoichi, la Madre de su hijo… o hija… su desquiciada flor de cerezo; la mujer que amaba a pesar de que medio Konoha siguiera oponiéndose a su relación.
Sí, Hatake Kakashi tenía una muy buena vida; mejor de lo que alguna vez soñó con tener. Y si morir asfixiado, por uno de los fuertes abrazos de su mujer, era con lo que tenía que pagar; lo haría mil y un veces gustoso… Pero por lo pronto sólo conseguiría ése platillo que exigía su antojadiza pelirosa, y después, dormiría un par de horas acurrucado en los brazos femeninos que tanto adoraba.
Well you are the one, the one that lies close to me.
Whispers: "Hello, I miss you quite, terribly"
I fell in love, in love with you suddenly.
Now there's no place else I could be…
but here in your arms.
Pues tú eres la única, la única que miente cerca de mí.
Susurro: "Hola, te extraño un tanto, terriblemente"
Me enamoro, me enamoro de ti repentinamente.
Ahora no hay otro lugar en que el pudiera estar…
pero aquí en tus brazos.
Muchas gracias por leer hasta aquí Espero que les haya gustado.
Éste OneShot, como se pudieron dar cuenta, estuvo inspirado en una canción que tiene el mismo nombre que el del fic, es de 'HelloGoodbye' y se llama 'Here in your arms'… Ésa canción me pone de buen humor
Espero no tardar en escribir el OneShot siguiente (¿o anterior por lo que se saldrá? ¬.¬) en fin, trataré de actualizar lo más pronto posible
De cualquier manera me gustaría saber si quisieran más OneShot's del tema del embarazo de Sakura y Kakashi, ¡Ja, ja! Yo tengo contemplado dos más, pero creo que podrían ser un poco más… Mmm, no sé :P, siempre enfocándose al humor.
Un saludo a todos(as) junto con un besazo enorme, y chicas amantes del KakaSaku, ¡No nos dejemos vencer!, ¡Saturemos de KakaSaku a todos nuestros conocidos! :P
¡¡Ja ne!!
