Para Sara F.B, Meli y Wyla, que la leyeron primero.
Como lo había prometido (para todos ustedes), aquí está mi primer songfic de Harry Potter. Espero que la disfruten... y que las fans de Sirius no me juzguen muy mal a Ruby... después de todo, ella tiene sus razones (o al menos eso cree ella) y que no crean que yo tengo algo contra él porque no es cierto (aunque mi favorito es Remus).
Agradezco a las chicas que mencioné anteriormente por el apoyo moral y una que otra idea. Especialmente a Sara, que fue quien me impulsó a escribirla.
Bien, disfrútenla. Aquí, sin más, el capítulo 1:
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-¡Hey, Padfoot! ¿Qué sucede?- preguntó James al ver a su mejor amigo palidecer y detenerse precipitadamente en medio de la escalera, antes de llegar al vestíbulo.
-¿Ella? ¿Aquí?- repetía Sirius sin dar crédito a lo que veía. –No puede ser... Dijo que nunca regresaría.
Entonces, James pudo ver de quién estaba hablando su amigo: aquella chica que resaltaba por la extraña belleza de la combinación de aquel cabello largo y perfectamente lacio, lleno de hi-lights color cereza con aquellos misteriosos ojos plateados que comenzó a acercarse a ellos en cuanto los vio.
-¡Tanto tiempo sin verte, Siri-boy!- exclamó la chica cuando estuvo justo frente a él. -¿No vas a darme la bienvenida?
-Ruby... yo... creí que tú...
-Mi nombre es Faith, tontito- dijo ella, acercándose cada vez más a él y le dijo al oído: -Y no creas que he olvidado...- le dio un fuerte golpe con la palma de la mano en la parte posterior de la cabeza, antes de seguir subiendo tranquilamente por la escalera.
-No puede ser...- repitió él. –Dijo que nunca regresaría...
ººººº
Que te vaya bonito,Mis mejores deseos,
Que en la vida recojas
Lo que siembres de bueno
Que te vaya bonito,
Que no te vaya mal,
Y que el tiempo te deje
Donde tengas que estar
ººººº
-Flash Back-
-¡Estoy harta de ti, Black! Sólo... deja de seguirme, ¿quieres?- le gritó la chica, mientras entraban en la sala común de Gryffindor.
-Pero... Ruby... Sólo fue una broma.
-¡Deja de llamarme Ruby! ¿Cuántas veces tengo que repetirte que mi nombre es Faith?- se dejó caer en uno de los sillones. –Sólo agradezco que, apenas termine este año, me iré muy lejos y no volveré a verte la cara. No te guardo rencor- dijo con una sonrisa sarcástica. –Espero que te vaya muy bien, y te deseo lo mejor, a ti y a todas las estúpidas chiquillas con las que vayas a divertirte... y que coseches grandes éxitos en todo lo que hagas, pues sé que eres bueno en todo lo que haces...
-Rubymoon, no digas eso...– prosiguió él, intentando abrazarla, pero ella no lo dejó.
-No hagas eso, Sirius Black. Ya no somos nada. Déjame despedirme y dejar las cosas en paz antes de irme... Espero que te vaya muy bien, que nunca te salga mal nada que hagas con la mejor intención- se levantó del asiento y se dirigió hacia la escalera que llevaba a los cuartos de las chicas. -¡Y que el tiempo te de toda la MADUREZ que te hace falta para tu edad!
-Fin del Flash Back-
-¡No le des tanta importancia, Padfoot!- le decía su mejor amigo cuando regresaron a la habitación después de clases. –Es sólo una chica más. No veo qué pueda ser tan malo de que haya regresado.
-No es eso... Es sólo que...
-Ha sido la única de las chicas del club de fans que se desencantó de Siri-boy después de haber estado con él.
-Y junto a amigos como tú, los Slytherin son poca cosa, Wormtail- lo reprendió James. –No ha existido ni existirá jamás una chica que sea capaz de desencantarse de mi buen amigo Padfoot. ¡Por favor! Cualquier chica caería rendida ante esa cara de niño inocente... Es algo que los dos llevamos en la sangre, se da natural- sonrió ampliamente. –Te aseguro que no pasará más de una semana sin que vuelva a ser tu fan número uno. Y volviendo a la broma que estábamos planeando hace unos días...
-Gracias, Prongs- dijo Sirius, reanimándose un poco. –Tú sí sabes cómo subirle el ánimo a un amigo. ¿Qué tienes en mente?
ººººº
Quisiste ser universalEclipsando mil sueños
Que Dios te proteja
En la celda de tu soledad
ººººº
Mientras James les explicaba a sus amigos la broma que estaba planeando, la chica se encontraba en su habitación, acostada en su cama, con un estuche dorado colocado sobre su almohada, justo junto a su cabeza.
-Fue realmente la idea del regreso más brillante que pudo habérsete ocurrido, RubymoonFaith- una voz le insistía en tono sarcástico. -¿En qué estabas pensado?
-¡Ya déjame en paz, maldita sea!- gritó ella, tomando el estuche y abriéndolo. –No debí haberte dicho nada en primer lugar.
-No has respondido a mi pregunta: ¿En qué estabas pensando?- le preguntó la imagen de una niña de unos cinco o seis años, con cabello color cereza y ojos plateados, que apareció en el espejo.
-Tengo derecho de vengarme de Sirius por todo lo que me hizo.
-Y...¿qué fue exactamente lo que te hizo?
-¿Te parece poco que se haya burlado de mis sueños, como todo el mundo?
-Me parece que estás exagerando un poco. Ya te lo he dicho varias veces... Mal interpretaste una de sus incontables bromas...
-¡Eso no fue una broma, enana! Fue una maldad completa... y no tienes ningún derecho de decirme que no lo fue- gritó la chica. –Se suponía que estaba conmigo, que debía ser mi apoyo... ¡No dejarme afónica el día de mi debut! ¡Me hizo perder la oportunidad de mi vida! Sin contar que me humilló delante de mi familia, mis amigos... y un auditorio lleno de gente.
-Bien, ya vi que es imposible discutir contigo. Mejor te dejo sola con tus pensamientos. ¡Te veré luego!- desapareció, no sin antes sacarle la lengua.
-¡Pues, has lo que quieras, estúpida enana!- gritó, escondiendo el espejo bajo la almohada. -¡Maldita la hora en que se me ocurrió hacer el hechizo que te convocó!
Salió de la habitación y bajó hacia la sala común, donde encontró una escena que ya era típica: Sirius Black y James Potter contando una de sus típicas anécdotas, rodeados de su club de fans, quienes los miraban embelesadas.
-Ahí estás como siempre, Sirius. Siempre rodeado de gente, pero siempre solo en el fondo. Ese será tu martirio, tu cárcel... y sólo Dios podrá acompañarte en ella.
ººººº
Yo me voy a plantar al campoO a la orilla, la marea
Deseo que todo te vaya de vicio
Me voy, ahí te quedas.
Me voy a vivir tranquila
Sin pausa, pero sin prisa
Deseo que todo te vaya de lujo
No espero visitas,
Así que no vayas que pa' ti no estoy
Yo pa' ti no estoy
ººººº
-¡Faith, regresaste! No pensé que volvieras tan pronto. ¡Es bueno volverte a ver!
-Es la primera bienvenida decente que tengo desde que regresé, Remsie. También es bueno verte de nuevo... aunque tu aspecto no ha mejorado mucho desde la última vez que nos vimos: sigues pálido y ojeroso, como enfermo. Deberías preocuparte un poco más por tu salud.
-Eso intento. Pero, cuéntame: ¿cómo estuvo el viaje? Creí que tu familia se había ido a vivir...
-Muy lejos, lo sé. ¿Por qué no vamos a hablar a otra parte?- dijo, notando que Sirius se acercaba peligrosamente. –Hay demasiado alboroto aquí adentro.
-¡Hey, Ruby! ¡Qué bueno verte por aquí!
-Sí. Ya vine, ya vi que sigues siendo el mismo y ya...- tomó a Remus de la mano y lo llevó hacia el retrato –me voy.
-¿Qué fue eso?- le preguntó Remus, cuando estuvieron fuera de la sala común.
-Algo de lo que preferiría no tener que hablar- contestó ella. –Creí que me libraría de eso, pero es imposible...
-Bien, entiendo si no quieres hablar al respecto. Y... ¿qué tal? Creí que dejarías el mundo mágico para siempre.
-Era un lugar hermoso, una hermosa finca cultivadora de algunos tipos de cereales, frutas y hortalizas, principalmente, en la llanura del Río de la Plata, cerca de la costa Argentina... Sumamente tranquilo, lejos de todo el bullicio y el alboroto de una gran ciudad. Pero no creas que abandoné la magia del todo... Seguí estudiando, practicando; me volví autodidacta para no tener que abandonar mis estudios, pero lentamente, para estar segura de que había aprendido bien, por eso no me atrasé. Pude haber seguido así, pero obviamente tuve que aceptar cuando se me ofreció la oportunidad de volver a la escuela.
-Ya veo. Sin embargo, cambiando de tema, recuerdo varias de las cosas que dijiste cuando te fuiste y aún no puedo entenderla; cosas que le dijiste a Sirius, especialmente.
-Lo sé. Sabía que eso pasaría algún día, porque no estuviste ese día...
-¿Qué día?
-El día en que él... No importa. ¿Cuáles fueron esas cosas?
-Ese "ahí te quedas" tan despectivo, que sonaba como si supieras que iba a seguir aquí, siendo el mismo y nunca fuera a lograr salir de aquí- hizo una larga pausa. –Cuando te dijo que te visitaría en vacaciones, le dijiste que ni siquiera lo soñara, que no lo recibirías si llegaba a aparecer por ahí ni recibirías sus cartas y harías a todos decirle que no estabas. Y sin embargo dijiste que le deseabas lo mejor...
-Así es, captaste mi punto.
-Pero, ¿por qué?
-¡No sabes lo humillante que fue, Remsie! Se burló de mí e hizo que cientos de personas lo hicieran también- lágrimas de rabia acudieron a sus ojos. -¡No sabes la falta que me hiciste ese día! ¿Por qué no pudiste estar ahí cuando necesitaba de tu consuelo?
-Faith, yo...
-No importa- dijo, secándose las lágrimas y dándole una sonrisa. –No tienes que disculparte, sé que querías estar ahí. Ahora ya entiendes por qué me comporto de esa manera con Sirius... Creo que ya es hora de regresar a mi habitación, fue un largo viaje y me gustaría descansar. Buenas noches- se dirigió al retrato, pero luego se devolvió. –Y... Remus...
-¿Sí?
-Por favor no trates de arreglar las cosas.
-Como quieras. Descansa, nos veremos mañana.
ººººº
Salud, amor y fortuna,
Me llevo todo en orden.
Salud pa' ver,
Amor pa' ser,
Fortuna pa' olvidar tu nombre
ººººº
-¡Faith! ¡Es genial verte de nuevo!- le gritó una chica de Ravenclaw al verla entrar en el gran comedor a la mañana siguiente. Era china, de ojos oscuros y cabello castaño rojizo; tenía una oreja llena de aretes, uno en el labio, uno en la nariz y uno en la ceja derecha y llevaba una cinta color turquesa amarrada en la cabeza.
-¡Hola, Sue! ¡También es genial verte de nuevo! Mira...-alzó el brazo derecho y le mostró la pulsera que andaba puesta.
-¡No puedo creer que aún la conserves!- corrió hacia ella y la abrazó fuertemente. -¿Recuerdas lo que significaba?
-Salud, amor, fortuna- dijo, tomando cada uno de los dijes que colgaban de la pulsera. –Me sirvieron mucho durante el viaje.
-¿Ya viste a Sirius? Pregunta estúpida: tú estás en su casa; ya tienes que haberlo visto- le dijo emocionada. -¿Verdad que está más guapo que cuando te fuiste?
-No sé ni me importa- dijo, pero se fijó por primera vez en lo que le decía su amiga. ¿Por qué tenía que tener razón?
-¿Sigues molesta con él por lo del concierto? ¡No me digas que te fuiste sin arreglar las cosas!
-Dejé todo en orden antes de irme... Para eso me sirvieron las tres virtudes que me regalaste: salud para ver bien y fijarme bien antes de cometer otro error; amor propio para ser yo misma y apreciarme tal como soy, sin tener que cambiar nada de mí para agradarle a alguien y fortuna porque sólo la suerte podría ayudame a olvidar a Sirius Black por completo.
-Y... ¿funcionó?
-¡Por supuesto que no!... Y eso es lo que más me molesta. Creo que hay una parte de mí que aún quiere una explicación lógica.
-Y, ¿por qué no se la pides?
-Porque ese niño inmaduro no es más que un manipulador. Diría cualquier cosa para volver a tenerme detrás suyo, como a todas ellas- señaló con la mirada a las chicas del club de fans que suspiraban con sólo que él las alzara a ver. –Nunca más, Sue. Nunca más.
-Todavía no entiendo qué fue lo que pasó- prosiguió Sue. -¡Se veían tan lindos juntos! Y no creo que él haya sido capaz...
-Pero lo fue, Sue... Y eso es todo lo que me importa. ¡No voy a ceder y punto! Ahora cambia de tema, por favor, que estoy harta de oír hablar de Sirius. ¿Por qué se empeñan en hablarme de él todo el santo día?
-Está bien, está bien, pero no te enojes conmigo. Sólo pon en una balanza lo que pasaste con él con lo que has ganado...Tal vez te des cuenta de algunas cosas.
ººººº
Me marcho con las lunasDonde el sol no se esconde
Él me abriga el invierno
Y ella enciende mis noches
ººººº
-Flash Back-
-¡Sirius, apúrate que vamos a llegar tarde al banquete!- le gritaba su mejor amigo desde la sala común.
-¡Ya voy, ya voy! ¿No sabes en dónde se metió Remus? ¡Otra vez se va a perder toda la diversión!- por fin apareció en la sala común.
-No tengo ni la menor idea. No es la primera vez que desaparece así... Pero, ya vámonos. Seguro a alguna hora se le ocurrirá aparecer por ahí.
Ambos bajaron hacia el gran comedor, donde el festín había iniciado hacía unos minutos.
ººº
-Antes de que se retiren- dijo el Profesor Dumbledore cuando todos acabaron de comer. –Quiero que conozcan a una nueva estudiante, que nos acompañará de ahora en adelante y fue asignada a la casa de Gryffindor. Su nombre es Faith.
Entonces, apareció en la puerta la graciosa figura de una chica de unos doce años... Una de las bellezas más extrañas que se hubiera visto hasta entonces en Hogwarts; así como la del eclipse que súbitamente había tornado roja la luna llena que brillaba esa noche.
Apenas entró, la mesa más alejada hacia la izquierda estalló en aplausos y felicitaciones que fueron reduciéndose gradualmente a partir de que se acercó a la mesa.
-Bien, eso es todo. Pueden retirarse.
Todos los estudiantes se retiraron a sus respectivas salas comunes, donde estuvieron un rato antes de ir a dormir. Sólo en la sala común de Gryffindor el alboroto se mantuvo hasta altas horas de la noche.
-Y, ¿de dónde vienes?
-¿Por qué apareciste hasta ahora? Las clases empezaron hace un par de semanas.
-¿A qué año vas?
La chica respondía pacientemente a estas y otras preguntas, mientras en otro rincón de la habitación, un par de chicos hablaba animadamente con el grupo de chicas que los admiraba.
La noche avanzaba rápidamente y la sala común comenzó a quedar vacía. Por un momento, la chica se separó del grupo de gente que aún estaba ahí y se perdió por un momento en el paisaje que aparecía por fuera de la ventana.
-¿Por qué tan sola, Rubymoon?- le preguntó alguien.
La chica se volteó rápidamente para ver a quien le hablaba. Entonces pudo verlo de cerca por primera vez. Aquel chico blanco, de pelo negro, ojos azules y facciones perfectas no podía ser otro que el Sirius Black del que todas las chicas le habían hablado.
-¿Por qué me llamas así?
-Es como te ves: igual al eclipse que volvió roja la luna esta noche... Soy...
-Sirius Black, ya lo sé. He escuchado tanto de ti en dos horas que parece como si no me hubiera perdido nada sobre tu vida en un año y un par de semanas- le dijo con una sonrisa.
-No creo que puedas llegar a conocerme tanto- dijo él con una pícara sonrisa. –Soy una caja de sorpresas.
-Pues, ya veremos qué tanto puedes sorprenderme- le contestó ella, con igual sonrisa.
Pasaron gran parte de la noche hablando y riendo, como los mejores amigos, aunque recién se acababan de conocer.
-Bueno, ya es algo tarde- dijo ella, al tiempo que estiraba sus brazos. –Fue un viaje muy largo y me gustaría descansar un poco, aunque no empiezo clases hasta pasado mañana. Fue un placer conocerte y hablar contigo, Sirius. Buenas noches.
-Buenas noches, Ruby. Descansa.
-Fin del Flash Back-
"¡Excelente trabajo, Sue Lynn Anderson!" pensó esa noche cuando regresó a su habitación. "Ahora me tendrás toda la semana pensando en él."
Poco a poco fue quedándose dormida y nuevos recuerdos acudieron a su mente:
-Flash Back-
"¿En dónde se metió?" se preguntaba la chica, examinando su reloj frente a la puerta del gran comedor. "Hace ya más de quince minutos que dijo que estaría aquí."
-Faith, ¿qué haces aquí?
-Espero a Sirius. ¿No sabes dónde está? Dijo que nos encontráramos aquí hace quince minutos para nuestra primera visita a Hogsmeade.
-No lo sé; no lo he visto en casi todo el día.
-Si lo ves, dile que lo estoy esperando, que si no aparece en otros diez minutos me iré sin él y no le hablaré en una semana- dijo con una sonrisa burlona, pero hablando muy en serio en el fondo.
ººº
-Y... ¿qué tal?
-Apareció cinco minutos antes de que me fuera- dijo la chica, quien estaba asomada por una de las ventanas de la sala común. -¡Fue un día genial! ¡No tenía idea de que existieran lugares así!
-Pues, me alegro mucho por ti.
-Oye... Remus, ¿qué sucede? Te oigo desganado. Además, te ves más pálido y ojeroso que de costumbre. ¿Te sientes bien?
-Claro que sí. Es sólo que estoy algo cansado; tuve que ir a casa a cuidar a mi hermana menor que se enfermó gravemente estando sola en casa...
-Entiendo... y espero que ya se encuentre mejor. Pero deberías preocuparte un poco más por ti. ¿Está bien?
-Está bien- dijo él con una sonrisa y murmuró: -¡Malditas noches!
-¿Por qué?
-¿Por qué, qué?
-¿Por qué dijiste: "malditas noches"?
-Es una larga historia; un recuerdo muy antiguo de algo que sucedió apenas se ocultó el sol. Por eso no me gusta que el sol se ponga.
-Ven, asómate a la ventana- lo tomó de la mano y lo puso en el lugar donde ella había estado de pie. -¿Qué ves?
-La luna en cuarto menguante- respondió él sin saber qué había querido decir con esa pregunta.
-No es lo que yo veo- dijo ella. –El sol nunca se oculta, Remus, sólo cambia de forma. Esa pequeña huella de luna que ves es un reflejo de la luz del sol... El único momento en que parece que el sol se esconde es cuando hay luna nueva... y es entonces cuando las estrellas brillan con todo su esplendor. Piensa en eso.
-Claro- dijo él, observando el paisaje nocturno con un aire melancólico.
-¡Anímate un poco, Remsie! Todo va a estar bien.
-Tienes razón- dijo él, fingiendo una sonrisa. –Todo va a estar bien.
-Claro que tengo razón, tontito- le sonrió burlonamente y lo despeinó cariñosamente. –Ahora, quiero que me hagas caso y empieces a preocuparte más por ti así que, te me vas a descansar A-HO-RA MIS-MO, y no me importa cuántas cosas tengas que hacer para mañana: la salud es primero.
-Está bien, tú ganas- le dio un beso en la frente y se dirigió a la escalera. –Buenas noches, Faith.
-Fin del Flash Back-
"Realmente todo se está volviendo sumamente irónico" pensó apenas se levantó a la mañana siguiente. "Justamente mi mejor amigo tenía que ser uno de sus mejores amigos."
Miró por la ventana de la habitación... No sería un buen día. Estaba empezando a llover y hacía un frío terrible; además, no tenía un buen presentimiento.
Se arregló con calma, aún era temprano. Después, tomó el estuche dorado que mantenía bajo su almohada.
-¿Enana? ¿Estás ahí?
-¡Buenos días, RubymoonFaith!- dijo la niña del espejo.
-¿Puedes dejar de llamarme Rubymoon?
-Está bien, Está bien. ¿Qué sucede?
-Tengo un mal presentimiento... Creo que hoy va a ser un mal día.
-Lo sé, yo también lo he sentido... No puedo decirte mucho... sólo ten cuidado: la sangre se está convirtiendo en un motivo de discordia muy fuerte en esta escuela.
-Mi sangre... ¡Perfecto! ¡Ya entendí!- dijo enojada. - ¡Maldita teoría de la limpieza de la sangre!
-Sí. Debes tener cuidado, Rub... perdón, Faith: las cosas van a empezar a ponerse muy difíciles.
-¿Más de lo que ya son?- preguntó impresionada. -¡Maldita sea! ¿No creen que ya tengo suficiente con tratar de quitarme a Sirius de encima?
-Bien. Mi trabajo nada más es advertirte las cosas. Así que no puedo contestar a eso. Por cierto... si no te apuras te quedarás sin desayuno.
Faith volvió a guardar el espejo y bajó rápidamente hacia el gran comedor.
Realmente hacía mucho frío ese día, pero por lo menos ya había empezado a salir el sol.
Se sirvió el desayuno y comió tranquilamente. Como de costumbre, llegó el correo, pero esta vez no había nada para ella. Sus padres le escribían cada vez que podían, pero nunca menos de una vez al mes. Por eso le habían regalado aquel espejo... y ella había conjurado a la niña en él.
Se estremeció... ¡Maldito día horrible!
-¿Tienes frío, Ruby?- le preguntó Sirius, quien acababa de llegar. –Si quieres te puedo prestar mi capa, para que te abrigues más.
Las chicas del club de fans se le quedaron viendo con envidia; preguntándose por qué esa chica tenía tanta suerte.
-Deja de jugar al héroe, ¿quieres?- dijo, levantándose de la mesa. –Está empezando a salir el sol... Eso es todo lo que necesito para abrigarme.
Salió del comedor rumbo a los jardines del colegio, para aprovechar el sol por un rato. Sin embargo, nunca llegó a la puerta.
-Vaya, vaya, muchachos. Miren lo que tenemos aquí: una pequeña sangre sucia de Gryffindor- la voz provenía de un chico rubio; un Slytherin, si o se equivocaba, que hablaba con otro par de chicos: uno, de grasiento pelo negro, nariz ganchuda y piel cetrina; el otro se parecía en algo a Sirius, sólo que algo menor y llevaba el uniforme de los Slytherin. -Me pregunto... ¿Qué haremos con ella?
Faith comenzó a retroceder lentamente, pero aumentando la velocidad con cada paso. Tenía que llegar al comedor. Por lo menos ahí estaría segura.
-¿Adónde crees que vas?- preguntó él, advirtiendo sus movimientos. -¡Inmobulus!
Intentó seguir moviéndose, pero sus músculos no respondían... ¡Maldita sea! ¿Por qué estando tan cerca?
-¿Qué tal si, para empezar, le damos un poco de esto?
Lo único que pudo sentir fue un balde de agua helada caer sobre su cabeza. Pero sabía que eso no era más que el principio.
-¡Has que escupa babosas para que deje de creerse que puede ser igual a nosotros!
-¿Qué tal si mejor escupes babosas tú, Black?- respondió una chica desde la cima de las escaleras, mientras su hechizo alcanzaba al chico que tanto se le había parecido a Sirius.
-Así que la comunidad de los sangre sucia se está uniendo para defenderse mutuamente. Realmente es muy gracioso. ¿No lo crees, Evans?
-Gracioso será lo que te haré si no nos dejas en paz, Malfoy.
-¡Qué miedo me das, Evans!- se burló él, pero en ese momento se abrieron las puertas del comedor y un gran grupo de gente comenzó a salir. –Tienen suerte, pero quién sabe cuánto les dure.
Todos se detuvieron al ver el espectáculo de aquella chica inmóvil ante la puerta, con su cabello goteando y sus ropas empapadas y el camino de babosas que se alejaba de ahí.
La chica pelirroja, de ojos verdes que la había ayudado bajó las escaleras y revirtió el hechizo que la mantenía inmóvil. La recordaba bien: Lily Evans... Estaban en la misma casa, pero nunca habían hablado más de dos palabras.
-Gracias.
-No fue nada.
-¡Hey, Ruby! ¿Qué fue lo que te pasó?
Se volvió hacia Sirius con la mirada llena de ira, pero no dijo nada. Subió corriendo a la Torre Gryffindor y se encerró en su habitación hasta alrededor de medio día.
ººº
Definitivamente, no había sido un buen día. Además de aquel ataque, y después de todas las clases que había perdido, no le fue nada bien en Transfiguración y mucho menos en Adivinación. Además, para empeorar las cosas, parecía que se estaba resfriando.
Necesitaba hablar con alguien. Así que bajó a la sala común, pero no encontró a quien buscaba. Sólo estaban sus amigos.
-¿Te sientes bien, Ruby?
-¡Claro que estoy bien!- contestó de mala gana. -¡Estoy perfectamente bien!- lo pensó un poco y se volvió de nuevo hacia él. -¿Sirius?
-¿Sí?
-¿No has visto a Remus? Tengo que hablar con él.
-¿A Remus? Déjame ver: Remus, Remus... ¡Ah, sí, ya me acordé! Tuvo que irse... una emergencia familiar o algo así fue lo que dijo.
-Pero... si yo lo vi hace un par de horas.
-Ya sabes como son esas cosas, Ruby. Pueden suceder en cualquier momento.
-¡Maldición!- dijo, mientras se acercaba a su acostumbrada ventana. La luna llena brillaba con todo su esplendor allá afuera. -¿Por qué tenía que ser precisamente hoy?
-Sé que no es lo mismo, pero puedes hablar conmigo, si quieres.
-¿Contigo?- se rió ella. –Es broma, ¿cierto?
-¿Por qué lo crees? Sabes que puedes confiar en mí, Ruby.
-Déjame ponerlo en duda- se dirigió nuevamente hacia la escalera. –Confío más en la luna que ilumina todas mis noches.
ººººº
Y tú quisiste ser universal eclipsando mil sueñosQue Dios te proteja
en la celda de tu soledad
ººººº
-Flash Back-
-¡El lugar está repleto, Sirius! Creo que me voy a morir. ¡Estoy tan nerviosa!- dijo la chica, después de asomar la cabeza por entre el telón.
-Ruby... Rubymoon ven aquí- dijo el muchacho, mientras la veía pasearse de un lado a otro. –Ven...- la tomó de la mano y una vez que la tuvo enfrente tomó su rostro entre sus manos, obligándola a mirarlo a los ojos. –Cálmate un poco. Tú tranquila... sabes la canción de memoria; tienes una voz hermosa... te aseguro que te van a adorar. Ya tienes esta audición ganada. Ahora, siéntate, tómate un trago de agua y tranquilízate. ¿Está bien?
-De acuerdo- dijo, sonando un poco más tranquila. –Alcánzame la botella de agua que está dentro de mi maletín, por favor.
Él tomó el maletín y sacó de él la botella con agua, jugó un momento con ella y luego se la entregó.
-Muchas gracias... No sé qué habría hecho sin ti. Gracias por acompañarme.
-Hey, de nada- la abrazó por la cintura y le dio un beso en la boca. –Ahora, quédate tranquila y canta como sólo tú sabes hacerlo. Yo estaré esperándote abajo para ir a celebrar más tarde.
Cinco minutos más tarde, Faith fue llamada al escenario. Se sentía sumamente segura y tranquila. Aquella conversación con Sirius realmente le había ayudado mucho.
Se apagaron todas las luces, excepto las del escenario. Comenzó la introducción de la canción, tomó el micrófono y...
Nada.
Abrió la boca, pero las palabras no salieron. Lo intentó de nuevo... Seguro eran los nervios.
Nada, de nuevo.
Se encendieron las luces. Todo el mundo la miraba curiosamente; sus padres y amigos muggles estaban consternados y, justo en la primera fila, Sirius, James y Peter se reían abiertamente.
Lágrimas de ira acudieron a sus ojos y empezó a temblar de rabia. Soltó el micrófono, el cual golpeó el suelo y causó un fuerte estruendo, y salió corriendo rápidamente de ahí.
Se sentía terriblemente: humillada, decepcionada, traicionada... Especialmente cuando encontró la botella vacía de una poción enmudecedora junto a su maletín y recordó que la única persona que había tenido contacto con él había sido Sirius. Sirius Black, su novio, quien debía haberla apoyado, se burló de ella y la traicionó. ¡Buenas razones tenía para reírse! La había destrozado, había acabado de golpe con todos sus sueños.
-Faith, cariño, ¿te encuentras bien?- preguntó su padre.
Ella negó con la cabeza y le dijo con señas que se había quedado sin voz. Después, tomó un pedazo de papel y un lapicero y escribió:
"Quiero ir a casa"-¡Ruby!- Sirius entró corriendo. –Ruby, ¿te encuentras bien?
"¡Aléjate de mí, Sirius Black! ¡No quiero volver a verte en mi vida! ¡Te odio!"
-Pero... Ruby.. yo...
-Joven, creo que será mejor que se vaya- dijo el padre de la chica. –Faith está muy alterada...
ººº
La poción tardó un par de días en perder su efecto y sólo hasta entonces accedió a volver a la escuela. La primera persona a quien vio fue a Sirius...
-¡Ruby! ¡Qué bueno verte de nuevo!- intentó abrazarla, pero ella lo apartó con brusquedad. -¿Qué sucede?
-¿Y tienes el descaro de preguntármelo? ¿Cómo puedes ser tan cínico?
-Pero... Ruby... no entiendo...
-Entiende esto: te quedas solo, Black. Olvídate de que alguna vez fuimos algo y déjame en paz. ¡Te burlaste de mí, ahora pídele a Dios que te acompañe, porque yo no lo haré!
ººººº
Yo me voy a plantar al campoO a la orilla, la marea
Deseo que todo te vaya de vicio
Me voy, ahí te quedas.
Me voy a vivir tranquila
Sin pausa, pero sin prisa
Deseo que todo te vaya de lujo
No espero visitas,
Así que no estoy
Que me voy a plantar al campoO a la orilla, la marea
Deseo que todo te vaya de vicio
Me voy, ahí te quedas.
Me voy a vivir tranquila
Sin pausa, pero sin prisa
Deseo que todo te vaya de lujo
No espero visitas,
Así que no vayas, que pa' ti no estoy
Yo pa' ti no estoy
ººººº
ººº
Días más tarde, recibió una carta de sus padres. Se alegró tanto de leerla: se alejaría de Sirius para siempre.
Sí, se iría a vivir muy lejos... A un lugar tranquilo, a campo abierto, a pocos kilómetros de la costa. Por fin podría vivir en paz; como lo había hecho siempre, pero paso a paso, sin precipitarse.
Y él se quedaría ahí, viviendo igual que siempre... No trataba de desearle nada malo, había sido un buen novio y la había tratado muy bien mientras duró (aunque no hubiera sido en serio). Pero, ¡ay de que se le ocurriera decir que la visitaría, porque no iba a recibirlo!
-¿Por qué tan feliz, Ruby?- preguntó Sirius al ver su sonrisa.
-Me voy. Muy lejos de aquí- dijo ella, incapaz de ocultar su sonrisa. –A vivir al campo, cerca de la costa Argentina. Una finca muy bella y tranquila. Mira- le enseñó la fotografía que sus padres le habían enviado. –Lo mejor es que podré vivir en paz; lejos de ti y todo lo que tenga que ver contigo- sonrió emocionada. –Y tú... aquí te quedas... Espero que te vaya bien, que aprendas a querer y que CREZCAS un poco.
-Ruby... no te entiendo. Hablemos, quiero arreglar las cosas.
-Pero yo no. Deja las cosas como están, Sirius. Y no se te ocurra ir a verme, que no voy a estar para ti.
-Fin del Flash Back-
ººººº
Te dejo todo aquello que me diste
Me llevo todo lo que, que no quisiste.
Me voy contenta, no tengo más que darte.
Me llevo todo lo que, que no cuidaste y...
Yo pa' ti no estoy.
ººººº
-Nunca va a perdonarme, Prongs. Lo peor es que no entiendo qué fue lo que le pareció tan grave de aquella noche.
-Ya cálmate, Padfoot- le decía su mejor amigo. –Ella va a perdonarte. Sólo tienes que darle tiempo... Se dará cuenta de que todo fue un mal entendido.
-¿Tiempo? ¿Que año y medio no ha sido suficiente? ¿No recuerdas que me devolvió todo lo que le había regalado?
-Sí. En una gran bolsa con una carta sólo para ti pegada sobre el nudo.
-Gracias por el apoyo moral, Wormtail- le reprochó James. –En fin...
-Esto es todo lo que una vez me diste- recitó Sirius de memoria (había leído tantas veces aquella carta, buscándole alguna explicación, que se la aprendió de memoria). –No te preocupes, me llevo todo lo que no quisiste ni supiste apreciar... no dejaré rastro de mí en esta escuela. Estoy feliz: me voy, no dejo asuntos pendientes contigo ni con nadie. Y, ya sabes, no me busques, no me escribas, no vayas, que no voy a recibir nada que provenga de ti. Faith.
-Tú tranquilo, Padfoot- le repitió James. –Ya nos encargaremos de que ella se vuelva a fijar en ti... Entonces, se dará cuenta de lo equivocada que estaba.
-Sólo tú sabes...
-¿Cuántos estás dispuesto a perder, Wormtail?
Así, mientras James y Peter discutían sobre cuánto iban a poner en juego, en otra habitación una chica planeaba su venganza frente a su pequeño espejo encerrado en un estuche dorado...
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Bien, eso fue todo por ahora. Tengan en cuenta que el capitulito es un toque más largo de lo que estoy acostumbrada a escribir, por lo que no sé para cuándo va a estar el capítulo dos. Espero que les haya gustado (y tener una colección de Reviews más grande de la que tengo en mi otra fic. Así que, por favor háganme saber qué opinan. ¿Por fa? ¿Sí?).
Esperando que la hayan disfrutado, se despide por ahora: RubymoonFaith.
