Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, son del maravilloso ingenio de SM. Este fic es una adaptación de un dorama llamado Goong(Palacio).

Summary: por un pacto de familias, Bella una chica humilde, se ve obligada a casarse con Edward, el principe heredero de Inglaterra, quien le hara la vida imposible, pero poco a poco se a enamorando de ella ¿podra Bella olvidar? basado en el Dorma Goong.

Goong

Capítulo 1.

En el año decimocuarto del reinado de Carlisle I rey de Inglaterra, una terrible enfermedad le sobrevino.

¿Cómo esta? —le pregunto la reina al médico que atendía a su esposo.

Estoy tan atemorizado que no me atrevo a decirlo majestad.

Adelante, por favor dime. —rogo la reina.

Sus mareos son causados por neuroglucopenia, majestad.

¿Qué?... neuroglucopenia.

Si majestad…es un síntoma de que el cerebro está muriendo. —explico el medico.

La reina ahogó un sollozo, su esposo estaba muriendo lentamente.

¿Cómo pudo haber pasado? —preguntó.

Mis condolencias majestad. —respondió el médico.

La antigua reina de Inglaterra, madre del actual rey, escuchaba atentamente las malas noticias.

Cuando mi esposo murió, el príncipe William ascendió al trono, pero cuando este murió, el príncipe Carlisle, mi segundo hijo, tomo el poder. Ahora es tiempo de preparar a la familia real, para que el príncipe heredero tome su lugar en el trono. —dijo con gran tristeza.

¿Habla del matrimonio? —pregunto la reina. Su hijo apenas contaba con diecinueve años.

Somos la familia real, así que esta vez convertiremos el peligro en una oportunidad.

Bella POV.

—¿De verdad conseguiste esto en el palacio?—Mis amigas, estaban muy concentradas viendo el folleto que dan en el Palacio Real cuando vas a visitarlo, en el aparecían fotos de la familia real y como no del príncipe de Inglaterra. El chico por el que todas suspiraban y que además estudia en nuestro colegio.

—Si lo conseguí en la última inauguración, los estaban regalando —le respondió Jessica. —vi a toda la gente de la clase alta.

Sobraba decir que tanto yo como mis tres mejores amigas: Jessica Stanley, Ángela Weber y Lauren Mallory éramos becadas en este colegio pijo y caro.

—¡Madre mía! Tendría que haber ido—se lamentaba Lauren observando el folleto como si fuera la cosa más impresionante que había visto en su vida.

—Dais mucha pena—dije arrebatándoles el folleto.

—¡Eh! Lo estábamos mirando.

—Oh que bonito el palacio y los jardines. —dije, pero ellas estaban más interesadas en ver a su príncipe.

Las dos comenzaron a tirar del folleto intentando quitármelo, provocando que este se rompiera.

—Oh no. Se ha roto—les dije con fingida tristeza.

—¡Bella! Vas a morir. —me amenazo Jessica.

Me llamo Isabella Swan, pero mis amigos y conocidos me llaman Bella, tengo diecinueve años y estudio en el Colegio Rossall de Londres. Es un colegio de clase alta, las más importantes familias mandan a sus hijos aquí, estoy en mi último año, en el bloque de letras. Quiero ser una gran escritora.

En este colegio cuando llegabas a bachillerato, podías escoger una especialidad: letras, música y danza, ciencias, artes etc.

Además claro esta dabas asignaturas comunes, pero la división de las clases era por la especialidad.

—Mira es una foto del príncipe cuando tenía quince años. —Dijo Jessica enseñándome el folleto, es que nunca se aburrían de hablar del príncipe.

—Chicas ya habéis terminado la redacción—pregunto Ángela, que era las mas responsable de todas.

—Mierda, era para hoy —había olvidado por completo la dichosa redacción y por la cara de Jessica y Lauren, ellas también lo habían olvidado.

Me puse a trabajar en ello, quedaban aun unos minutos para que la clase empezara, ya la tenía casi terminada.

—Deberíais seguir admirando al príncipe—dijo Ángela sarcásticamente.

—Ángela no seas mala, además que tiene de malo querer ser Cenicienta. —dijo Jessica con aire soñador.

—Si, dejamos soñar—le rebatió Lauren.

—Esa clase de gente debería cortarse la garganta—dijo Ángela furiosa.

—¿Cortársela?—gritaron las dos a la vez.

—Ellos son todos unos inútiles y lo único que hacen es gastarse el dinero de los impuestos.

—Resumiendo, solo valen para mirarlos—les dije. Estaba de acuerdo con Ángela, menos en que se cortasen la garganta. Eso era un poco extremista.

Estaba terminando mi redacción cuando se comenzaron a oír gritos de chicas.

—Parece que el príncipe ya llego, por todo el escándalo que se escucha—dijo Ángela.

Mire por la ventana de nuestra clase que daba al exterior del colegio, venían desfilando hacia la entrada del colegio, tres coches negros. De los coches de adelante y de atrás bajaron los guardaespaldas reales, uno de ellos abrió la puerta del coche que iba en medio para que bajar el príncipe.

Nunca había hablado con él, ni le había visto demasiado cerca, pero había que reconocer que pese a que parecía un completo idiota y un inútil, era el príncipe más guapo que jamás haya existido.

El se reunió con sus amigos, chicos de la alta sociedad, el grupo de chicos perfectos: guapos, ricos y estúpidos

—Es cosa mía o el príncipe está mirando en esta dirección. —dije. El príncipe Edward me miraba fijamente con esos hermosos ojos verdes la ventana en la cual me encontraba.

Jessica y Lauren no tardaron en aparecer cada una en un lado, arreglando su pelo.

—Príncipe, no tengo novio—grito Lauren.

—Ehh, que el príncipe es para mí. —le dijo Jessica.

—Por que estudia aquí, no puede pagar un tutor para que le de clases en su casa, —dijo Ángela escribiendo algo en su agenda. —aunque aun quedaría la panda de pijos con los que anda. Todos hijos de grandes empresarios. —Continuo —el grupo perfecto. Cuando aparecen, todo lo demás desaparece.

Edward POV.

Lo que más odiaba en el mundo era mí llegada al colegio, porque tenían que venir conmigo tres coches y cinco guardaespaldas más un chofer, amaba conducir y no podía hacerlo porque era Edward Cullen, el príncipe heredero de Inglaterra.

Cuando abrieron la puerta para que saliese, tenía que agradecer que hubiera tantos guardaespaldas, aunque si no armaran tanto jaleo nada de esto sería necesario. Había mucha gente esperando que llegara, sobre todo chicas que gritaban ruidosamente que me amaban y que me casara con ellas.

—Te dije que no quería esto—le dije a mi jefe de seguridad, refiriéndome al exceso de seguridad.

—Lo siento…pero en el colegio puede haber gente peligrosa.

—Puedes quedarte de guardia en la puerta del colegio.

—Príncipe, la reina dio órdenes de que se le protegiera dentro. —Le mire fríamente, desafiándole a que me desobedeciera—sí, señor.

Me reuní con mis amigos, ellos me estaban esperando en la entrada.

—Eddie cásate conmigo—se burlaba Emmet poniendo voz chillona.

—Te he dicho que no me llames Eddie. —me molestaba mucho que me llamaran así.

—Y que vas a hacer gran príncipe de Inglaterra, mandarme a la horca.

Sonreí negando con la cabeza, tanto Emmet como Jasper eran mis mejores amigos porque ellos me hacían sentir normal, ellos no eran mis amigos porque era el príncipe, con ellos me sentía solo Edward.

Sentí que alguien me observaba, me gire buscando quien era el causante de que me sintiera observado, era una sensación tan molesta. Mire arriba y la vi, era una chica de pelo castaño y ojos marrones, ella se sonrojo y se giro para decir algo, en unos segundos aparecieron chicas gritándome cosas.

Emmet y Jasper se burlaron otra vez de mí.

Esa molesta chica había interrumpido unos pocos minutos de tranquilidad.

La mire con odio.

En una ventana contigua a lo de la chica de ojos marrones, apareció la chica que me robaba los sueños, me quede observando como ella estiraba, estaba en el grupo de danza.

—Oh ¿esa no es Tanya?—pregunto Jasper.

—Ella es la especial, me he dado cuenta que la miras todo el rato. —dijo Emmet.

Les dije que entráramos al Colegio, no me gustaba llegar tarde a clase, aunque claro el profesor no me diría nada, yo estaba en el grupo de Música, amaba tocar el piano

Fui a mi taquilla a coger los libros que necesitaba para mi clase. Cuando tuve en mis manos todo lo que necesitaba, cerré mi taquilla y me gire para ir a mi clase. Entonces sentí como un liquido caliente recorría mi pecho, una bonita y cara camisa estropeada por una torpe, levante mi vista para ver quien había sido la culpable y ahí estaba ella, la chica de la ventana, que al parecer además de cotilla, era también una torpe.

Ella me miro con horror.

—Yo lo siento mucho de verdad fue sin querer…yo lo limpiare—saco un pañuelo de su mochila y se puso a limpiar la macha consiguiendo que esta se extendiera.

Ella dejo se frotar la mancha al ver que lo único que hacía era empeorar las cosas.

Me quite la corbata ya que había quedado totalmente arruinada y la tire al suelo. Si cerraba la chaqueta del colegio no se notaria la mancha.

—Tire eso—le dije señalando la corbata.

Le di la espalda para reanudar mi camino a clase.

La mañana paso rápidamente, en menos de lo que esperaba había sonado el timbre del descanso.

Habia escuchado en casa acerca de la mala salud de mi padre y aunque ellos no me informaran de nada, yo no era tonto. Además también sabía que la enfermedad de mi padre significaba una cosa y eso si que me incumbía, yo era el príncipe heredero, el sucesor en el trono y como decían nuestras costumbres y nuestras leyes para poder ser rey tenía que primero estar casado y si mi padre no podía seguir ejerciendo sus funciones yo tenía que sucederle lo que significaba que me tenía que casar. Un matrimonio concertado.

Para evitar a toda costa que esto sucediera en cuanto escuche el timbre Salí corriendo del salón de clase, ellos no me podían obligar a casarme con una desconocida si yo ya tenía a alguien.

Y tenía a alguien.

Tanya Denali.

La chica perfecta, era de una buena familia, educada, inteligente y hermosa, además no conocíamos de toda la vida, somos buenos amigos y ella me atrae, tal vez no esté enamorado, pero con el tiempo tal vez podría estarlo.

La encontré saliendo de una de sus clases, agradecí que estuviéramos en el mismo edificio y así podríamos hablar en un lugar tranquilo.

—Hola Tanya—salude.

—Hey…hola Edward ¿Qué haces aquí?

—Yo quería hablar contigo si es posible—dije nervioso.

—Claro—me contesto con una sonrisa.

Aproveche que el aula estaba vacía y que la mayoría de los alumnos salen fuera para el descanso.

Ella se sentó en una de las mesas del fondo, al lado de la ventana.

—Te escucho—me animo.

Suspire dejando salir el aire que tenía en mis pulmones, para luego llenarlos otra vez.

—Quiero proponerte algo, pero promete que primero me dejaras hablar. —Le dije. Necesitaba asegurarme de que no huiría cuando escuchara mis primeras palabras.

—Ok te lo prometo—me dijo mirándome sospechosamente.

—Cásate conmigo.

—¿Qué has dicho?—me pregunto con sorpresa.

—¿No me has oído? Me estoy declarando. —le dije incomodo.

Estaba esperando que ella se pusiera a llorar y dijera que sí, pero ella estaba en shock.

—Yo…aun somos estudiantes —dudo-¿Qué quieres decir con casarnos? Estas bromeando ¿verdad?

—Es una política en las familias reales casarse jóvenes—le dije—En mi caso como soy el príncipe…puede que tenga que casarme con una chica que elijan mis padres… a no ser que les diga que tengo una chica con la que quiero casarme. —La mire a los ojos, intentando descifrar que era lo que su corazón sentía. —Ya que somos buenos amigos y tú me gustas, creo que te prefiero a ti que casarme con una desconocida. —le dije con sinceridad.

—Edward yo no quiero arruinar nuestra amistad con este tipo de cosas…además de que ser la princesa conlleva muchas responsabilidades y creo que es una vida aburrida.—me dijo con una sonrisa triste, intentando no herir mis sentimientos—Como sabes, mi sueño es convertirme en una conocida bailarina de Ballet. Me ha estado yendo muy bien y no quiero abandonarlo…si me convirtiera en una princesa tendría que dejarlo ¿verdad?

Ella tenis razón, yo no podía pedirle que renunciara a sus sueños por mí a cambio de nada, ella me gustaba. Si. Pero no la amaba y ella a mi tampoco.

Nos quedamos en silencio evitado mirarnos el uno al otro. Esta situación era muy incómoda, tendría suerte si mi amistad con ella no se veía afectada.

Pero aun así no puede evitar sentirme triste, había sido rechazado por mi única oportunidad de ser feliz.

El sonido de un móvil interrumpió la tensión y el silencio que se había creado entre nosotros. Tanya y yo miramos por todo la clase para ver si alguien se había dejado el móvil, pero el sonido venia de afuera. Mierda, alguien estaba escuchando nuestra conversación. Este era mi fin.

Salí fuera del salón de clase y vi a una chica castaña intentando salir del edificio disimuladamente, pero ella estaba muy tensa.

—¡Alto!—le grite.

Ella se detuvo, mas no se giro.

—¿Estabas escuchando a hurtadillas?—le pregunte, pero yo no respondió-¿hasta dónde oíste?—volví a preguntar.

Avance un pasa, para acercarme a ella, pero ella se alejo mas de mi, dándose cuenta de mi intención.

—¿Quién eres?—le pregunte, avanzando otro paso más, pero ella salió corriendo. La seguí hasta que logre alcanzarla.

Era la chica que había en la ventana, la que había arruinado mi corbata.

¿Por qué tenía que verle a todas horas? Es que no me podía dejar tranquilo. Era otra acosadora más.

Tal vez trabajaba para un periódico y quería conseguir dinero a mi cuesta.

La acorrale contra la pared.

—Puede que solo sea un chisme para ti, pero es algo serio para mí. —le dije fríamente.

—No se lo diré a nadie—prometió.

—Así que eso significa que si escuchaste —continúe.

Ella bajo la cabeza avergonzada, su rostro adquirió un sonrojo bastante adorable. Elimine ese pensamiento tan pronto como llego a mi mente.

—Escúchame bien—le advertí—si divulgas algún rumor sobre mi estarás en peligro.

Después de amenazarla Salí del edificio.

Pronto las clases terminaron y yo volví al palacio para cumplir una tarde llena de clases y reuniones importantes.

Bella POV

Después de terminar mi redacción, mire mi reloj.

Me daba tiempo para ir a tomar mi amada cafeína. No había dormido casi nada en toda la noche por estar leyendo. Otra vez.

Cuando me fui otra vez a clase, estaba tan concentrada en el café y en no tirarlo que no me di cuenta que tenía alguien delante cuando choque.

Soy bastante torpe, pero creo que no me arrepentí de haberle tirado el café cuando me di cuenta de quién era y después de escuchar la manera en la que me trato.

El podría ser el príncipe de Inglaterra, pero yo también podía ser la princesa en mi casa. No tenía a tratarme como si fuera menos que el. Para mi pesar, Jessica y Lauren habían presenciado el espectáculo y me estuvieron calentando las orejas acerca de cómo debía de dirigirme al príncipe, además de que se pelearon como locas por la corbata que el príncipe idiota había dejado tirada en el suelo, al final se la quite a las dos y la tire a la basura.

A pesar de que no me puse a llorar de coraje delante de él, me habría gustado ser una persona más fuerte y decisiva. Más impulsiva. Así le habría contestado y no se hubiera marchado con ese aire de superioridad.

En la hora del recreo, mi día pareció empeorar, mi profesora de gramática me había pedido que me reuniera con ella en la sala de profesores, la cual estaba en otro edificio.

Buscando dicha sala, fui a parar en el lugar equivocado, en el momento equivocado.

Edward se le estaba declarando a una chica cuyo nombre no conocía, pero podía entender el porqué quería casarse con ella.

Ella era realmente guapa, tenía el pelo de un color rubio rojizo y unos bonitos ojos azules, ella era delgada, pero tenía curvas en los lugares justos, ella era como una mujer perfecta y además rechazo a Edward por lo que debía de ser una mujer inteligente.

Pero mi madre había escogido justo ese momento para llamarme y esto había provocado que fuera descubierta.

El príncipe me amenazo, si le contaba lo que había escuchado a alguien yo realmente sufriría.

Así que mi boca estaría cerrada y el cotilleo más fuerte del año nunca seria conocido.

Tal vez algún día podría contarle esto a mis hijos o a mis nietos.

Cuando me reuní con mis amigas a la salida de clase, ellas dijeron algo que casi me provoca un infarto.

—Sabes que el príncipe Edward se va a casar—me dijo Jessica.

Notas de Allie:

Hola!

Aquí está el primer capítulo de uno de mis doramas favoritos.

Amo este dorama, es tan doloroso y a la misma vez bonito. Es trágico. Lloras, ries, te quejas…. Es impresionante. Amas y Odias a Edward Cullen.

Siempre quise escribir algo relacionado con la realeza y este dorama me dio un gran oportunidad.

Para aquellas personas que se han visto el dorama espero no decepcionarlos. Aunque el fic no es exactamente igual, solo está basado. Voy a cambiar muchas cosas para que encajen con los personajes de Twilight.

Pero la esencia se mantendrá.

Quiero dedicarles este primer capítulo a tres personas:

Kirsch: gracias por haberme prestado los DVD así no me lo tuve que descargar. Ya lo sabes eres mi experta en Doramas.

CCC: creo que has batido un record o algo asi. Te has visto el dorama en muy poco tiempo gracias por aguantarme. Xd

Rebeka: se cuanto te gustan las historias de princesas, espero que este dorama te haga reír, llorar… tkm.

A los que lo lean gracias por tomaros el tiempo de leer, así que dejar un RR quiero saber si es una historia que tiene futuro y actualizare dependiendo de esto.

Un beso a todos y gracias.