Disclaimer: nada me pertenece… que triste… xD todo le pertenece a J.K. Rowling que creó estos increíbles personajes.
"Lo siento"
Solo dos palabras pueden salvar vidas, romances y amistades. Nada muy complicado de pronunciar, ni de aprender. Y aun así son las palabras más difíciles de decir.
Miles de amistades perdidas solo por no decirlas, por no parecer débil, por defender el "honor". Pero de que sirve el honor cuando pierdes una parte de ti, por la cobardía de no decir dos simples palabras. Todos lo hemos vivido, todos lo hemos dicho. Pero cuando mas cuesta es cuando uno mas lo siente.
En todo eso pensaba James luego de su última discusión con Sirius, y es que esta vez se había pasado. Él también detestaba a Snape pero no sería capaz de asesinarlo. Adoraba a su amigo pero tenia miedo, miedo de perderlo para siempre por esta pelea y miedo de que Sirius siguiese el ejemplo de su familia…
- ¿Por que lo defiendes? – gritaba Sirius – Él quería que expulsaran a Moony.
- Porque Remus jamás se hubiese perdonado, además no está entre mis planes de vida ser responsable de la muerte de alguien, ni siquiera de Snape – dijo James – además que no ganabas nada matándolo, sabes perfectamente que Dumbledore no le dejaría hablar mal de Moony.
- Pero… - dijo el joven de ojos grises – sabes que yo jamás mataría por diversión, no soy un maldito mortifago…
- Ya no se que creer – murmuro el joven Potter – después de todo, eres un Black - concluyo James con un odio que no sentía, pero que se vio real, tal vez demasiado.
Y es que a veces el dolor y el miedo nos hacen decir cosas que no sentimos y que luego pesan en nuestras conciencias.
Nos dan ganas de decirlo, de gritarlo si es necesario, pero somos cobardes y no siempre lo decimos y es que la vergüenza o mas bien la soberbia a veces tiene mas poder de lo que creemos o de lo que queremos reconocer.
¿Y entonces? ¿Que hacemos?
Hablamos, escribimos, dibujamos, distintas formas de expresar nuestro dolor.
Pero James volaba, quizás con más fuerza de lo normal, la fuerza del dolor. Y es que hasta Lily Evans había notado un cambio en él, estaba tan perdido que ya ni siquiera la invitaba a salir, no por falta de ganas, sino porque su mente solo pensaba en su amigo, su hermano.
- Prongs – dijo una voz a lo lejos.
James se detuvo súbitamente, era Sirius. Descendió lentamente, pensando en que diría… Yo emmm… Sirius, yo… Black, mira lo que pasa es… millones de ideas incompletas recorrían su mente. Y sin darse cuenta estaba de pie junto a él.
- Mira, yo… - empezó a decir el heredero de los Black – supongo que…
- Lo siento – dijo James cortando a Sirius – lo siento de verdad, hermano.
Sirius, que jamás había reprimido sus emociones, lo abrazó, ya no había nada por decir. Todo estaba olvidado, dos palabras y nada más que dos pueden acabar con muchos problemas, pueden unir y mas que nada pueden crear, mantener y fortalecer el lazo de lo que nosotros llamamos amistad.
Y la amistad entre Sirius y James es algo que quedará para siempre en nuestras memorias, por que sobrevivió a los momentos mas duros, y continuo mas fuerte que nunca.
--
Fin :)
Este fic lo quiero dedicar a todos los que alguna vez han discutido con sus amigos y luego no han sabido pedir disculpas, y a los que lo han hecho y han fortalecido aquella amistad.
Gracias a la persona que me inspiro para escribir esto… aunque es bastante probable que jamás te enteres de que esto existe, ni que me inspiraste, pero igual… ¡GRACIAS!
