Hola soy mercuryakane, nueva por aquí. Este es mi primer FanFic y anteriormente lo había publicado en Kamikaze; pero aquí le hice unos pequeños arreglos. Aunque es mi primer fic me siento muy orgullosa de él y espero de todo corazón que les guste.

Lo reglamentario: Ni Inuyasha ni ninguno de sus originales personajes me pertenecen; sino a la excelentísima Rumiko Takahashi. Para realizar este Fanfic utilizo sus personajes junto con otros salidos de mi loca cabeza.

Disfruten a: Guerrera de Amor

Capítulo 1: Tarea Frustrada

---Kagome, estás bien?

Inuyasha se acerca a Kagome quien se encuentra despalda. Extiende su mano para tocarla, pero no puede. Ella se aleja, intenta acercarse un poco mas, pero ella se aleja de nuevo. Entonces comienza a correr, pero no puede llegar a ella. Se produce un abismo enorme entre ellos. Es desesperante.

---Kagome! Kagome!

De pronto ella desaparece por completo en la obscuridad, al instante en que se abre una grieta bajo sus pies y cae inevitablemente al vacío

---Ahhhhhhhhhhhh!

---Inuyasha? Inuyasha! Despierta Inuyasha!

---Ahh! -despierta Inuyasha muy agitado.

---Estás bien? - pregunta Kagome preocupada

---Qué? Kagome! Estás aquí! - reacciona Inuyasha con una mezcla de miedo y alegría

---Huh? - reacciona Kagome extrañada - Hay una expresión muy extraña en los ojos de Inuyasha, jamás lo había visto así. - pensó

---Qué pasó? Qué me sucedió?

---No lo sé… quizás tropezastes con una hormiga!- contesta Kagome para ver si logra obtener una sonrisa de parte de Inuyasha

Inuyasha la mira fijamente, Kagome se queda congelada. Inuyasha se levanta del suelo y se aleja sin dar media vuelta, ni dirigir una palabra.

---Lo siento, no creí que te enojaras por lo que te dije, yo solo…Me voy por un par de días a mi casa. Necesito ponerme al día en la escuela, ya sabes, no hemos tenido señales de Naraku así que puedo ir…

---Haz lo que quieras. - contestó Inuyasha sin voltearse

Kagome se queda pensativa, últimamente lo había visto más extraño que nunca. Ni siquiera la detuvo cuando dijo que se marchaba a su casa.

Mientras tanto en la cabeza de Inuyasha existía un conflicto y un gran desconcierto. No era la primera vez que tenía una pesadilla como esa, le preocupaba demasiado la frecuencia de esos sueños.

---Tal vez estoy un poco obsesionado con todo esto. No estoy acostumbrado a tener tanta tranquildad. Pero no sé, hay algo que no me agrada, presiento algo muy extraño, pero no logro percibir qué es.

A los dos días siguientes, Kagome regresa al Sengoku, tensa, preocupada y con una expresión en su cara que muchos conocían y a la vez temían. Miroku que se encontraba junto a Sango en ese momento, al observar quién era la persona que se acercaba y la expresión que traía consigo, se preparó para lo que según él sería un desastre. Kagome se les acerca y los saluda.

---Chicos, cómo están?

---Ya regresastes - dice Sango

---Si… Pero quisiera pedirles un favor.

---Qué clase de favor? - pregunta Miroku tembloroso

---Lo que pasa es que tengo una tarea muy importante - contesta Kagome - y pensé que ustedes podrían ayudarme.

---Ahh, srta. Kagome, sabes que haría cualquier cosa por tí. - dijo Miroku con una voz tierna- pero mañana voy a ayudar a unas personas que me pidieron sacar un demonio de una casa; si no fuera tan importante iría contigo.

---Um, y tú Sango… podrías ayudarme?-

Al ver la mirada de Kagome puesta sobre ella, Sango sintió un corrientazo que le subió de los pies a la cabeza, erizándole así los cabellos.

---Lo siento Kagome, pero yo…yo…umm…voy a acompañar a Miroku!!! El me preguntó si podría acompañarlo y le dije que sí. Lo siento.

---En serio vienes conmi… - dice Miroku en el momento en que siente un grán pisotón en el pie por parte de Sango.

---Sí su excelencia, le dije que lo hiba a acompañar, no se acuerda? Ah?!

---Oh, oh, sí, sí, ahora me acuerdo!!! Es verdad Kagome, perdónanos. Pero si prefieres que no vayamos… - dijo Miroku en un tono desgarrador.

---No, no!!! Esta bien. Se los agradezco de todas maneras.

---Oye, pero podrías pedirle ayuda a Inuyasha - dice Miroku con una sonrisa burlona

---No lo sé. Pero gracias de todas formas. Que les vaya bien. Adiós.

---De la que nos salvamos. Acompañar a Kagome en una tarea es decirle adiós al mundo. No crees Sango?

---Al fin estoy de acuerdo contigo. La primera y última vez que intentamos ayudarla, terminamos perdiéndonos en tan "poca" tarea. Además nunca las puede entregar.

---Es verdad, pero sólo espero que le pida ayuda a Inuyasha. Sólo me imagino cómo quedará si acepta ayudarla.

---Qué cruel es. - dijo Sango

---No soy cruel. Es que pienso que Inuyasha debería iniciarse en lo que se refiere ayudar a Kagome en una tarea. - contesta resuelto y a la vez acordándose de algo- pero sabes?… Vas a estar sólo conmigo Sanguito… - dice muy orgulloso

---Uff! - reacciona Sango resignada (pero no parecía desperdiciar esa oportunidad), en el momento en que se sobresalta al sentir las resbaladizas manos del monje, como siempre, tocando su trasero.

---Excelencia!!! -grita enojada Sango en el momento en que le da una cachetada.

---No te enojes, que vas a pasar todo el día conmigo -termina de decir con aire de triunfo

---A Inuyasha no. No puedo pedirle ayuda. Seguro que está enojado por lo que le dije la otra vez. Pero necesito ayuda. - pensaba Kagome mientras buscaba encontrar señal alguna de su única esperanza - Ah! Ahí está! - dijo al ver a su ayuda, sentado muy pensativo en la rama de un árbol - Inuyasha! Inuyasha! - gritaba Kagome intentando atraer la atención del personaje por quién gritaba. Por más que gritaba no lograba que la escuchara.- Por qué siempre me ignora…Osuwari!!! (Abajo)-Inuyasha que se encontraba sumido en sus pensamientos, fue a caer de cara directito en el suelo.

---Ka...gome…#$??•÷)!!!

---Perdón Inuyasha, pero no me respondías.

---Todavía no me acostumbro… - pensó Inuyasha

Inuyasha se levanta del suelo, se dirige a ella y bruscamente (como siempre) pregunta:

---Qué quieres?

---Quisiera primero que todo, pedirte disculpas por la broma de la otra vez. Sólo quería hacerte sonreir, te veías muy agitado. - le dijo Kagome con una voz tan sublime que podría calmar hasta la más peligrosa fiera. (y así lo hizo)

---No necesitas hacer una broma para hacerme sonreir. - Inuyasha le responde casi susurrándole, haciendo que los dos se sonrojen levemente. El momento es propicio para desbocar emociones, pero es interrumpido por una rama que necesariamente cae de un árbol en dirección a la cabeza de Inuyasha, haciendo que éste se caiga cómicamente.

---Mmm, me querías decir algo, Kagome? - reacciona Inuyasha frotándose la cabeza mientras mira a los alrededores intentando no mirarla a los ojos.

---Yo…yo…Sí!!! Quería pedirte un favor, si no te molesta, que me ayudaras en una tarea. ( XD:no sé como se le ocurrió pedirle ayuda, al revés, ella lo tendría que ayudar a él) - le responde Kagome intentando calmarse.

---Ayuda en una tarea? - preguntó - Y cómo hago eso? -pensó

---Lo que pasa es que es una tarea especial de recolectar insectos, y si no la hago reprobaré. - contesta intentando mostrar necesidad de ayuda.

---Pero es que yo no sé. Yo…

---Por favor!-

---Esta bien, intentaré -dijo Inuyasha previniendo que se sintiera mal

---Gracias Inuyasha! - dice Kagome a la vez que le da un abrazo llena de agradecimiento. Inuyasha se queda perplejo, subiendo una mano detrás de su nuca un poco sorprendido. Kagome se aleja, no sin darse media vuelta y decirle - Vendré mañana temprano, iré a buscar mis cosas. - le dice mientras se aleja

---Adiós Kagome -pensó

La claridad de la mañana haciéndose evidente en todo el cuarto, hace ver más claramente cómo una lluvia de ropa cae del armario a la cama y por todo el suelo, formando enormes montañas.

---Ah! Es muy tarde. Jamás me había pasado. (Qué raro! XD) Inuyasha ya debe estar esperándome y yo aquí acabándome de levantar. Sólo me pasan éstas cosas a mí -decía Kagome muy exaltada.

---Kagome que no llega. Se ha tardado mucho. Qué se cree? - se preguntaba Inuyasha

De pronto un silencio envolvió el ambiente. Sólo se escuchaba y se sentía cómo una ráfaga de viento comenzaba a rodear el lugar. Se oyen pisadas sobre las ramas que se encuentran tiradas en el suelo, las hojas de distintos colores denotando la cercanía del otoño caen y los árboles se mueven al compás del viento.

---Quién anda ahí? - pregunta Inuyasha - Quién quiera que sea, dé la cara. - El perro-demonio espera un momento para obtener respuesta, solo escuchaba ruidos, porque no podia olfatear nada, como no consigue respuesta alguna… -Muy bien, pues será por las malas!!!- grita al momento en que prepara sus garras para hacer salir al responsable de esos ruidos.

---No, espere!!! No me haga daño!

---Quién dijo eso? - pregunta Inuyasha mientras miraba a su alrededor, intentando encontrar a alguien

---No quería asustarlo, solo pasaba por aquí. -contesta la voz

---Quién eres?

En ese momento algunos rayos del Sol que lograron penetrar por los huecos de el denso follaje de los árboles, revelaron la identidad de esa extraña sombra que se encontraba ante él. Era una joven muy hermosa, blanca como la nieve, sus cabellos eran negros con rayos color bronce, su cara denotaba un par de ojos color verde aceituna. Traía una vestimenta sencilla color naranja claro, pero que lograba acentuar suavemente el contorno de su cuerpo. Traía consigo una canasta llena de toda clase de frutas y con una voz profunda y casi hechizante dijo:

---Mi nombre es Iku. Solo pasaba por este lugar para recoger algunas frutas para llevarles de comer a mi familia. No quería asutarlo. Lo siento -dijo la joven

---No se preocupe.(XD:por qué tan amable?) - le dice Inuyasha en el momento en que gracias al gran deslumbramiento que le producía esa hermosa criatura , le golpea sin intención a la canasta de frutas que llevaba en sus manos, dejándola caer al suelo.

Inuyasha rápidamente se agacha para recoger las frutas avergonzado, siguiéndole la chica. Ella miraba atentamente a Inuyasha, viendo como éste, sonrojado de la pena, intentaba recojer las frutas a toda prisa. De pronto Iku acerca su cara a la cara de Inuyasha y sin éste percatarse, ella le da un beso tierno, pero que logró que Inuyasha se quedara perplejo, sin decir ni hacer nada. Luego lo abrazó y él sólo se dejó.

---Inuyasha debe estar esperándome, qué verguenza! Debe estar muy preocupado por... mí!?

Kagome al atravesar el pozo e ir corriendo en busca de Inuyasha, se queda sin aliento al presenciar algo que no esperaba. Quien ella creía que estaba esperándola, se estaba besando con otra chica. En ese momento sintió que todo el bosque se caía sobre ella e intentaba tragársela; en realidad era lo que más deseaba, deseaba todo lo peor, menos presenciar lo que sus ojos llenos de profunda tristeza estaban obsevando. Sin poder más, salió de allí corriendo.

Continuará...

mercuryakane: Hasta aquí el primer capítulo. Espero que les haya gustado, así que espero sus críticas, tanto constructivas como las menos constructivas.