Los personajes no me pertenecen blablabla


-Encuentros-

La obscuridad le impedía ver el camino enfrente de ella y no es que estuviera deseosa de ver que es lo que le preparaba más adelante era mas bien por supervivencia pues la obscuridad le impedia moverse con facilidad, no queria que la volviesen a golpear por tropesar, bajo sus manos adoloridas y entumecidas por el frio tomando con dificultadad su rasgado vestido para poder hacer el trabajo mas sencillo mientras una torcida sonrisa se formo por su ahora enmugresido rostro... ellos no ganarían

- ya estamos cerca - apenas pudo escuchar la voz del hombre a unos pasos adelante de ella y un fuerte escalofrió recorrió todo cuerpo al pensar que su fin estaba cerca pero aun asi la sonrisa retorcida permanecia en su rostro preguntandose ¿como una palabra tan fácil de pronunciar- incluso por personas incultas-le podía quitar todo? absolutamente TODO, estaba convencida que esa insignificante palabra es lo que vería si el sol estuviera en lo alto

Guerra

Una ligera lagrima callo por su mejilla al recordar que por esa simple pero poderosa palabra no volvería a ver a sus padres, una lagrima tras otra caían silenciosas al recordar el cuerpo de su madre recostado sobre el piso de la cocina cubierta por un liquido escarlata pero -aunque lo sabia- no queria pensar que se tratase de sangre

Recordo con claridad como se arrodillo ante ella abrazándola y pidiéndole a todos los cielos que despertara sin impórtale nada a su alrededor.

A penas detectando el fuerte estruendo que se escucho proveniente de la puerta principal. ¿Qué le iba a importar?

Si seguía tumbada junto a su madre llorando descontrolada con el alma partiéndose en pedazos ¿que le iba a importar los cinco hombres a su alrededor? Los cuales veían la escena como si fuera lo más normal del mundo

Su madre estaba palida y fría entonces ¿a quien? le importaban los fríos ojos que la miraban sin emocion alguna, cuando estas manchada con la sangre de la mujer mas importante en tu vida, la unica que te entendia, la unica que te daba su apoyo incondicional, aquella que te amaba tanto como para dar su vida por ti, aquella que acaban de asesinar hace unos cuantos minutos a sangre fría por estupidos problemas agenos.

Lagrima tras lagrima ruego tras ruego aferrándose a un cuerpo ya sin vida ella lo sabia pero se reusaba a creerlo no soportaba la idea de pensar que su apoyo y fortaleza ya no estuvieran, ni el frio ni la lluvia la hubieran alejado ni siquiera un tornado la hubiera separado de su madre mientras ella esta viviera pero... La suerte no estabase su lado.

El superior entre aquellos despiadados hombres dio la orden de llevársela a los dos soldados más próximos a este uniformado ¿cuántas manos eran necesarias para controlar a la pequeña mujer?

Ambos asistieron y la tomaran por los hombros con un poco mas de fuerza de la que se habían imaginado a la pequeña que lloraba de una forma desgarradora que parecia no darse cuenta de lo que sucedia a su alrededor

De pronto una ola de viento helado cruzo por su cuerpo e intento agarrarse con fuerza de su madre temiendo que ella pasara frio pero a la hora de enroscar sus brazos para proporcionarle calor un ligero jalón la aparto, lucho con toda su fuerza y alma para traerla devuelta no querían que le hicieran daño, ahora le tocaba a ella defenderla estaba indefensa y la necesitaba, lucho y peleo con fuerzas que aun no lograba reconocer, lo único que sabía era que no debía dejarla sola aun las esperaba su padre, el frio se intensifico y el dulce olor que le traía paz, protección y felicidad se alejo

Tres hombres separaron a la aguerrida mujer incluso uno recibió un buen derechazo pero al fin y al cabo era insignificante.

Alegaron al cadáver mientras que esta gritaba histérica proporcionándole al jefe dolor de cabeza, odiaba ese estúpido llanto no comprendía porque la gente se conmocionada tanto por la muerte de alguien cercano se acerco molesto a la ruidosa creatura que se retorcía entre los brazos de tres soldados, les dirigió una mirada asesina

- Son unos inútiles - mascullo molesto - Ni siquiera pueden tranquilizar a una débil mujer – esos terribles y chillantes quejidos le estaban causando dolor de cabeza, molesto e irritado golpeo a la joven pasándose un poco de la raya pues esta se desmallo por el impacto de su duro puño

- Llévensela y asegúrense que permanezca callada o ya verán ustedes, par de imbéciles- digo molesto pateando rudamente al cadáver que le obstruía el paso alejándose, lo esperada en el campamento. Los demás hombres asistieron y tomaron el inconsciente cuerpo antes que se les hiciera más tarde porque si su jefe era cruel en el campamento los capitanes eran mucho peores.

Caminaba al paso de los "salvajes"-como los habia nombrado tratando de tranquilizar las lagrimas que salían desapercibidas gracias al horrible recuerdo, temía que volvieran a golpearla y al presentar lagrimas era seguro que terminaría inconsciente gracias a la dura mano de sus despiadados captores como ya había ocurrido, se quito las ligeras gotas que recorrían sus mejillas cuidadosa que no la descubrieran, los odiaba por todo el dolor que le habían causado a su familia trato de alejar la traumática imagen de su madre, le había costado un par de golpes y amenazas comprender que sucedía en realidad.

Y es que apenas tomo conciencia despues de la desgracia de su madre se desmayándose nuevamente por la desesperacion, simplemente su cuerpo y razón no podían con tanto dolor es por eso que no podía recordar a su madre sin temer quedarse loca.

La segunda vez que despertó ya suprimiendo el doloroso recuerdo, lloro y lucho con desesperación para liderarse del bando contrario sabia que eran unos sádicos sanguinarios y no quería estar bajo sus redes, pero todo fue en vano, solo logro ser noqueada otra vez, debía de aceptarlo tenía miedo, no sabía donde la llevaban o porque, miro al cielo que estaba negro ni siquiera una estrella brillaba en el firmamento tal vez trasmitiendo todo lo que estaba sintiendo preguntandose cuánto tiempo había pasado desde su captura

- Camina - se encogió al escuchar la áspera voz detrás de ella - falta poco- le empujo para que echara andar, tembló una vez más su futuro era incierto


Paseaba por el llano camino del campamento donde solían esconderse ya que en tiempo de guerra era esencial mantenerse protegidos y que mejor lugar que en la espesura del bosque, trataba de escuchar el cantar de las golondrinas pero al parecer esa mañana ya no estaban.

Si cualquiera de los soldados del cuartel hubieran visto al capitán seguramente le hubieran preguntado, si este se encontraba bien pues detuvo su andar repentinamente quedándose tenso y no era porque le apasionaran las aves sino porque estaba cansado de destruir todo a su paso no les bastabas con acabar la vida de miles de personas solo por conseguir poder por parte de personas que ni conocía ahora tenían que terminar también con la naturaleza a su alrededor y es que el capitán Jasper estaba harto de todo eso, ya no encontraba razones para conseguir viviendo su vida era un profundo pozo negro lleno de culpa por todas las vidas que se había cobrado a lo largo de su vida.

- Capitán – el llamado de uno de sus soldados lo saco de su trance, giro a verlo, sus ojos eran fríos al igual que un cubo de hielo que hizo temblar al hombre enfrente de el - lo siento capitán, solo me enviaron para informarle que el escuadrón cuatro acaba de llegar- asistió y se dirigió a la base del campamento sin animo alguno

Entro a la casa de campaña más grande donde solían planear estrategias y tomar decisiones importantes quedándose sin habla al ver el irreal cuadro que tenía enfrente.

Una pequeña y menuda mujer de cabellos negros alborotados los cuales hacían un hermoso contraste con su piel blanquecina, su rostro aunque sucio mostraba unas facciones finas y expresion inocente extrañamente le recordaron a un hermoso ángel es por ello que el cuadro a su alrededor no le agradaba, su madre seguro diría que se trataba de una blasfemia pues el ángel se encontraba rodeada de demonios con sonrisas retorcidas mientras este sufría en los infiernos junto a ellos pues en realidad se encontraba rodeada de varios hombres con rostros repulsivos a los cuales los conocía como compañeros de batalla.

Su alma se retorcio mientras su corazon latia frenetico, tenia la necesidad de sacarla de ahi, llevarsela lejos y pedir perdon en un altar ante Dios ante tal injuria pero en lugar de ello siguió caminando hacia ella perdiendose en sus hermosos ojos azabaches sin siquiera prestarle atención a las palabras de uno de los soldados.

Ese ángel ya lo tenia.

OoO

La hicieron pasar por la puerta de la casa de campaña más grande del lugar a rastras, no la habían tratado bien durante todo el camino, la habian obligándola a casi arrastrarse cuando estaba exhausta, ni siquiera le dieron a tomar un poco de agua cuando ellos se detenían a descansar de hecho la tenían amarrada por el cuello de una soga al caballo, por eso no le extrañaba el comportamiento de estos al momento de ser "acomodada" a lo que pudo oír llamar base siendo arrastrada y amarrada con la parte de la soga que quedaba libre de lo que adornada su cuello a la silla más próxima en la cual se sentó el desgraciado al que odia y controlaba a los demás soldados que fueron por ella.

- Cariño si quieres te puedes sentar en mis piernas- su espantosa voz la cual solo le provocaba repulsión estallo en risa seguida por sus falderos seguidores- vamos preciosa se que estas cansada- se aparto con indignación de la mano de este que subía por su muslo descaradamente, le hubiera proporcionado un buen golpe si no estuviera atada también por las manos.

Gracias al cielo había parado repentinamente sus habladurías vulgares junto con sus pervertidas manos al entrar alguien que les arranco las risas dejándolos estáticos y temblorosos , cuando se giro al ver a su oportuno salvador se quedo paralizada, era alto y atlético de rubios cabellos, su mirada era la más hermosa que había visto en todo su existencia tan azul como el claro cielo de primavera pero cubierta de un profundo dolor que pudo percibir, el cual no le gusto pero aun así no pudo evitar sonreírle.

OoO

Cada paso que daba lo acercaban a aquellos ojos azabache llenos de emociones que no podía comprender a no ser por el único sentimiento que él conocía "dolor" ¿pero porque? Se pregunto mentalmente y entonces percibió lo que no había visto antes su hermoso rostro estaba enrojecido y una sección amoratada cerca de la parte del ojo, se molesto y bajo la mirada un poco notando que su delgado y fino cuello estaba rojizo por la cuerda que la amarraba, su vestido roto y cubierto de tierra en la misma cantidad de un liquido el cual conocía a la perfección le indicaban quien era el culpable de aquello, paso saliva duramente mirando de nuevo el cuello de la chica siguiendo la soga hasta la silla donde estaba sentado el teniente

Sentía la mirada penetrante del recién llegado cosa que la ponía muy nerviosa asciendo la bajar la mirada con las mejillas enrojecidas. Por su vestimenta sabía que no era un simple soldado raso

- Teniente - su voz fue fría y ruda conocía a su superior y aquel tono solo significaba una cosa problemas

- Si capitán- contesto este poniéndose inmediatamente de pie

- Se puede saber ¿qué es esto? - la azabache levanto la mirada no le asusto su voz en lo absoluto, le pareció lo mas armonioso que podía existir con aquel peculiar acento que apostaba era sureño, aunque fuera amenazante y frio a ella le pareció encantador.

- La prisionera capitán - menciono enfrentándose cara a cara con el rubio, todos los presentes miraban atónitos la escena sabían que esos dos no se llevaban del todo bien, el teniente le guarda mucho coraje a su capitán por según las malas lenguas problemas familiares que algunos dudaban que fueran cierto pero viendo el parecido entre ellos comenzaban a dudarlo y es que la cabellera rubia y los ojos azules eran un poco similares.

De pronto la pequeña capturada se dio cuenta en donde estaba con la entrada de aquel hombre se le había olvidado su trágico pasado y tenebroso futuro con la simple palabra que le daba entender su posicion era una prisionera, volviendo así el dolor físico y emocional que estaba sintiendo

- Su padre es el revolucionario que nos ha causado problemas estos últimos meses - el capitán asistió con los ojos cerrados recordando el dolor de cabeza que habían pasado a causa de este- el general nos ha mandado por la familia de él para hacerlo renunciar, teniendo a su hija será fácilmente manipulado

Mantuvo una estúpida sonrisa en su rostro la cual a ella le causo asco, esos salvajes bastardos eran capaces de cualquier cosa por quitar del mapa a su padre y otra vez esas molestas lágrimas brotaron silenciosas, percatandose de ello el único que la estaba poniendo atención a la pobre creatura ¿cómo se atrevían a cometer tal atrocidad? penso indignado al ver sus numerosas heridas, volvió su gélida mirada al hombre que tenía enfrente.

- ¿Y esa es una escusa para tratar a si a una dama?- dios sabe que trataba de tener un impresionante auto control para no gritarle, respiro hondo y espero a que este le contestara

- Pero capitán ella es una rehén no entiendo porque debemos…

- ¡Teniente!- grito ex esperado y nadie se atrevio hablar, de sus ojos salian llamas respiro tratando de tranquilizarse manteniendo la mirada amenazadores que le ofrecía el bastardo- No lo he golpeándolo por tal atrocidad, porque no estaría bien actuar de esa manera delante de mi batallón, ahora desaparezca antes que lo encierre por varias semanas

- El general no va…- trato de replicar no sabía por qué se ponía de esa manera era una simple mujer no valía nada pero al ver al capitán decidió quedarse callado sabía lo que era capaz de hacer cuando se enojaba aunque su orgullo lo quemar por dentro estaba atado de manos asistió y salió llamando a sus hombre con una señal, odiaba a su estúpido primo y se vengaría de todo los sufrimientos que le había causado a él y su familia.

Escucho la discusión con detenimiento pero con la mirada perdida en el ¿qué era lo que tenia? que hacía para que al momento de mirarlo se sintiera tan tranquila y en paz cosa que no sentía desde hace mucho tiempo, con su padre como un revolucionado en contra del cambiante gobierno vivían escondidas su madre y ella para evitar que algo así les ocurriera, alejo lo más rápido que pudo la imagen cuando se dio cuenta que todos los hombres de la habitación salían, uno de ellos intento desatarla de la silla llevándosela a donde ese hombre horripilante se dirigía, tembló no quería pero ya estaba demasiado cansada para pelear intento moverse pero solo logro que sus rodillas temblaran como gelatina

- Soldado- ambos voltearon al oír la frívola voz quedando una nerviosa y otro temeroso por la cercanía del rubio- yo me encargare de ella- temeroso alzo la mirada para encontrarse con los ojos de su teniente amenazantes ya que este le había indicado que se la llevara a toda costa.

- Capitán será mejor que yo me la lleve- la voz del teniente se acerco causando que ella se encogiera y retrocediera topándose con la espalda del rubio el cual al sentir que ella temblaba la sostuvo brindándole protección – el general me ha indicado a mi

- Lo sé teniente James, pero en este caso el mayor a cargo se encarga del rehén- menciono lo más calmado que pudo no quería asustar mas a la pobre mujer y como supuso su teniente se fue echando humo ya que no podía renegar tal cosa, sonrió satisfecho de que había ganado.

Al momento que sus brazos le brindaron asilo sintió una especie de… ¿cómo explicarlo? Conexión, su rose con el suyo le hacían olvidar el inmenso dolor por que atravesaba e incluso tener al teniente desgraciado no le causaba temor como antes, era como si él tuviera un poder misterioso sobre ella

No sabía cuánto tiempo había mantenido a la menuda chica bajo sus brazos ya se habían ido todos y ahora solo estaban ellos solos en la base, Jasper jamás se había sentido tan bien en toda su vida sentir el tacto de ella por ligero que fuera le hacía sentir vivo nuevamente, su corazón latía descontrolado y sus sentidos estaban a flor de piel, trato de tranquilizarse, no estaba bien esos nuevos sentimientos que le hacían confundir. Se aparto muy a su pesar de la morena observándola por el rabillo de ojo queriéndose golpear estaba tan inmerso en sus nuevas emociones que se olvido totalmente que aun seguía amarrada.

Sintió como la alejaba de sus brazos repentinamente y se ponía a buscar algo dentro de su elegante uniforme se abofeteo mentalmente jamás le habían llamado tanto la atención los militares mucho menos sus atuendos, es más los odiaba pero él, el hacía que rompiera todas sus reglas. Por fin vio como saco lo que tanto buscaba era una pequeña navaja roja que alguna vez cuando era pequeña le vio a su padre usarla.

Se acerco a ella hasta toparse con sus manos enrojecidas y corto las cuerdas que la tenían presa al igual que su cuello, vio extrañada como frunció el ceño al liberarla parecía estar muy enojado, su expresión y sus ojos lo decían a gritos tonta se sintió al creer que sería por ella, alego el pensamiento antes de sentirse abochornada y se dejo llevar por el alivio de estar libre

¡al fin! esas cadenas eran un calvario, dirigió sus manos hasta su cuello para masajear las zonas afectadas le ardían pues su piel estaba al rojo vivo por el rose de la cadena que llevo por aproximadamente tres días.

- Lo siento - se disculpo y ella para su sorpresa le dirigió una pequeña sonrisa trasmitiéndole aun esos sentimientos que odiaba no comprender- no debieron hacerte esto, perdona- se inclino levemente para ofrecerle todas las disculpas que se merecía, esa clase de comportamiento por parte de su compañero lo repulsaban.

- Tu en realidad no hiciste nada- respondió y a él le pareció escuchar ángeles con aquella vocecilla de soprano era la primera vez que la escuchaba hablar.

- Pero me siento culpable – confeso a lo que ella respondió con una dulce sonrisa la verdad no sabía porque lo hacía como buena revolucionara al igual que su padre odiaba al gobierno en especial a los militares que eran sanguinarios sin corazón que lo único que se merecían es ir directo al infierno pero con él era diferente y no sabía porque ¿Cuánto llevaba de conocerlo? Unos cuantos minutos pero estaba segura que él era diferente lo percibía y sus acciones lo confirmaban, pero aun así no quería confiarse temía ser lastimada por esa razón odio sus sentimientos que también por otra parte la asustaba un poco, se trago todo aquello y trato de convencerse que no le importaban.

- No es propio que un capitán diga tales cosas señor - la ironía con la que lo pronuncio le hizo mostrar una media sonrisa, hasta la chica comprendía mejor las posición que había

- creo que tiene razón señorita…- paró en seco- peor que descortés he sido, soy Jasper Hale- se presento cortésmente con una ligera reverencia

- Alice Brandon – menciono casi a regañadientes ya que según lo normal es que des tu nombre cuando alguien más se presenta- pero supongo que tú y tus hombre ya lo sabían- al momento de recordarlo una gran ola de ira fue azotada sobre ella ¿qué le estaba pasando? eso no era un parque donde conoció a un gentil caballero en pleno verano, esto era la guerra donde ella estaba secuestrada por el bando enemigo con un futuro incierto, volteo el rostro furiosa.

- Si tal vez- digo pensativo percibiendo el radical cambio de ánimo en ella, se pregunto por qué si el principio era gentil y ahora era tosca y ruda, dejándole a Jasper una sola idea las mujeres eran complicadas – pero le ruego que disculpe a mi teniente y sus hombres…

¡Ja!- rio secamente ¡perdonarlos! pero que ilógico sonaba, llevo sus manos inconsciente a sus heridas del cuello y él se sintió culpable que estupidez había dicho esos bardaros no merecían ni las palabras de la chica- pueden esperar capitán porque jamás lo hare

- Es mejor que la lleve a otro lugar - menciono tratando de que olvidara su estúpida petición pero al tratar de acercarse y tomar su brazo para sacarla Alice lo quito con un hábil movimiento, sabia es mas estaba segura que no le haría daño pero por ese día había sido demasiado y al parecer su cuerpo estaba a la defensiva.

- No te hare baño- sabía que había sufrido, era normal que no quisiera contacto y mas con él, era un monstro incluso peor que su teniente como se le pudo ocurrir que ese pequeño ángel quisiera tocarlo pensó bajando su mano de inmediato.

- Quiero ir a casa- susurro demasiado bajo como para que alguien la escuchara a no ser que estuviera puesta toda su atención en ella como en el caso del rubio

- Lo siento- es lo único que podía decir no estaba en posición de hacer tal cosa aunque lo estuviera matando verla de esa manera por alguna razón estaba seguro que ella era alguien alegre con la cual se hubiera llevado bien

Estando claro en otra situación.


Y bueno? Alguna duda, reclamo, felicitación, mentada, problemas existenciales acepto de todo chicos

Si les gusto dedo decirles que subiré cada viernes como ya esta terminara no los hare esperar debo decirles que será un poquito largo, pero poquito no se asusten y… eso es todo cuídense los quiero y espero que todas se encuentres a un Jasper caminando por la calle o algún Edward jajajaja

Bye bye