Hola…
Espero que les guste este pequeño one shot…
Y recuerden que los personajes no me pertenecen…
- Sesshomaru… ¿Qué- que te paso?
- Cállate y no me digas nada. Me dan ganas de matar a cada uno de esos engendros a los que se les ocurrió pedir esto como requisito para que te entreguen esos miserables papeles, que si tu no me lo hubieras pedido, fácilmente pude ir a que los falsificaran, pero no, tú y tu maldito sentido de la honestidad que me obligo a hacer esto. Y lo peor, todavía te atreves a preguntarme que me pasa. Ni siquiera tienes una insignificante idea de lo que esto significa, podría transformarme ahora mismo y destruir esta maldita ciudad si me lo propongo, pero ni eso puedes pensar, si me trasformara no sería ni una mínima parte de lo poderoso y de lo magnificente que fui hace 500 años y de lo que hubiera podido ser hace una hora si no me hubieras obligado a esto.
- Sesshomaru – habló Kagome, interrumpiendo el drástico monologo del youkai
- ¡¿Ahora qué? – Se voltio Sesshomaru a verla con unos ojos que iban de dorados a rojos por momentos.
- Uh. Enserio está enojado – susurro Kagome, claro que con el oído tan fino de Sesshomaru la escucho.
- Ka- go – me – Deletreo despacio, casi entre dientes.
- Lo siento, lo siento, no quise… pero es que…
- ¡¿Qué? – su paciencia se estaba agotando, algunas veces se preguntaba cómo se fue a enamorar de aquella sacerdotisa, hace más de 500 años.
- No sé si esto te enoje más, pero – las mejillas de Kagome se tiñeron de un leve color carmesí – es que enserio te vez muy sexy con el pelo corto, y cuando entraste yo… - suspiro – en verdad me provocas muchas cosas… - iba agachar la cabeza, pero antes de que lo hiciera, Sesshomaru ya estaba parado frente a ella con una mano en su barbilla, la otra en su cintura, y sus labios en los de ella.
- Ya cállate… - y la volvió a besar, esta vez con pasión y desenfreno.
- Tal vez y solo tal vez, el haberse cortado su largo, extraordinario y plateado cabello, no era tan malo. Sexy, ja, simplezas como esta eran la respuesta a su pregunta de hace un rato, por la que no la dejaría nunca y la amaría por siempre.
- Te Amo Sesshomaru – Dijo Kagome ya entre suspiros y gemidos.
- No dejaría salir a esta mujer, su mujer, de la habitación por todo el fin de semana. Al fin y al cabo ella tuvo la culpa de que ahora tuviera gel en su cabello.
Pues eso es todo, espero que les haya gustado y si es así, espero me lo hagan saber con un rr… no es obligatorio, pero anima bastante...
Jeje
Bueno, adiós…cuídense mucho,
Alezti
