Pasaba otro gran día en Ciudad Playa, bueno, para Steven lo era aunque era un día de fuerte lluvia
y una tormenta eléctrica se aproximaba pero por algún motivo eran uno de los días que más le gustaban porque durante esos días era cuando él tenía tiempo para estar con las chicas y convivir más con ellas. Los días siempre eran distintos en los días de lluvia, como aquella vez en la que Amatista le dio un ataque de furia cuando Perla le ganó en un juego de mesa o cuando Garnet se sabía todas los ataques de un juego de pelea de memoria y era muy difícil vencerla o cuando Perla compuso bella música con un violín que encontraron para que Steven la oyera. Pero a todos les ha pasado que un día lo que no pareces que va a pasar pasa y te toma por sorpresa, y esa sensación en algunos casos suele ser terrible, ahora el turno de esa desgracia le tocaría a Steven y a las chicas porque...lo que nadie pensaba que ocurriría terminó pasando y fue algo devastador para todos en esa casa. Lo que va a pasar va a ser largo, así que acomódate.
En ese tormentoso día, Steven estaba preparando unas galletas (no quería hacer las Gato-galletas porque no le salía) para que él y las Crystal Gems puedan comer tranquilos, la receta se la había dado su siempre confiable amiga Connie, era para que cuando él tenga hambre se lo haga él mismo, aunque puede que Steven les salga un poco tostadas esas galletas pero casi siempre lograba que supieran bien. Con todo su banquete listo se puso a gritar el nombre de las tres gemas juntas para avisarles que el desayuno estaba listo, Amatista fue la primera en bajar con esa hambre de siempre.
-¡¿Dónde está?! ¡DIME QUE LO TIENES!-Le gritaba pareciendo como si tuviera muchísima hambre, considerando que casi se devora el refrigerador esa misma mañana.
- Je je, descuida Amatista te daré los más deliciosos a ti,no sé si Perla los querrá.
Apenas terminando de mencionarla, aparece Perla, se la veía bastante empapada, según ella, tenía que colocar algunas carpas para que no entraran goteras por la casa.
-¡Este lugar se está viniendo abajo! *lo mira luego a Steven* Oh hola Steven ¿Qué tienes ahí?
-Son mis galletas ¿Quieres un poco?
-... ¿Galletas?
-¡Sí! ¡Los hice yo mismo! También le he añadido azúcar para que tenga más sabor, Amatista está loca por probarlos, al parecer los hago muy deliciosos ¿Quieres una, Perla?
-Emmm...bueno...eh…-decía dudosa, ella por nada en el mundo quería comer comida, según ella es lo más asqueroso que podían hacer los humanos y la manera en que lo hacían era sumamente horrible. Pero ella no podía resistirse ante aquella mirada tierna que tenía Steven, él lo había hecho con tanto cariño y tanto entusiasmo que a Perla se le hizo imposible negarse ante el ofrecimiento de Steven.-
-Oh, está bien *sonríe* voy a comer pero solo un trozo ¿Está bien?
Perla miraba fijamente la galleta,y muerta del asco lo acercaba a su boca, se imaginaba que podía contener los peores sabores que podían existir, respiró profundo y se la metió en la boca, luego sintió una sensación dulce en su boca, tenía en el paladar la galleta y empezó a saborearlo. Estaba un poco quemado pero estaba delicioso, incluso a Perla le pareció así y eso que odiaba la comida, Steven miró a la cara de Perla y con una sonrisa le dijo:
-Sabía que te iba a gustar.
Perla se sintió feliz de hacer que Steven pudiera tener esperanzas en si mismo, o al menos era lo que ella pensaba porque Steven no estaba ni deprimido ni había perdido sus esperanzas.
Ahora solo faltaba la última gran invitada, y esa era Garnet, aunque no lo parecía, Garnet siempre quería comer las galletas que preparaba Steven, no los hacía por las galletas sino porque a ella le gustaba ver a Steven feliz. Pero lo extraño era que Garnet no fue a la cocina y no se la vio en toda la mañana.
-Qué raro...Garnet ya debería haber vuelto de su misión ¿Qué le habrá pasado?-Se decía Perla preocupada.
-No te preocupes Perla, a ella le gustan mis galletas, cuando el olor llegue a todas partes ya verás que va a venir.
Pero pasaron segundos, minutos...horas, y no habían rastros de Garnet y Steven ya se estaba preocupando también.
-¡GARNEEET!-Gritaba Steven por toda la casa, pero no conseguía respuesta alguna. Era bastante raro que ella no viniera, en especial en un día de lluvia, Garnet siempre se quedaba en los días de lluvia y solo salía si el asunto era bastante serio...y vaya que lo era.
-Tengo una idea- dijo Perla- vamos a fijarnos en su habitación si está ahí, pero será un poco complicado ya que sólo ella puede hacerlo y no le gusta que vayamos allá sin primero avisar ¿Y si llega cuando estemos ahí?
Pero de pronto, el portal se iluminó y salió Garnet, se veía que estaba bastante furiosa y no parecía querer hablar o dar explicaciones, solo se veía que discutía con ''ella misma''.
-¡Es increíble que me hayas hecho esto a mí,ahora ni sé para qué intento protegerte! ¡Nunca más me vuelvas a dirigir la palabra! -exclamaba Garnet con una furia inmensa en esas palabras que lograron comprender que la que gritaba de esa forma era Rubí.
-¡Pero creí que tú lo entenderías, por eso te lo tuve que decir!
-¡Por supuesto que entendí, si tu no solo piensas más que en ti misma! ¡ENTONCES NO TENGO POR QUÉ ESTAR FUSIONADA CONTIGO!-Dicho esto, se forma un destello en Garnet y salen Rubí y Zafiro, Rubí se va caminando muy molesta y literalmente echando humo de su cuerpo hacia la habitación. Zafiro, por otra parte se la veía que estaba llorando amargamente por Rubí.
-¡¿Qué está pasando?! ¡¿Por qué ustedes dos están peleando?! -exclamó Perla bastante confundida porque era la primera vez que las veía pelear a ambas.- ¿¡Por qué le hablas de esa forma a Zafiro!?
-¡No sé, que ella te conteste eso! ¡Yo me voy!- dijo Rubí contestando de muy mala manera y dicho esto, se fue a la habitación donde compartía ella con Zafiro.
-¡Rubí! ¡Espérame!-gritó Zafiro con una voz quebrada y salió corriendo hacia donde estaba Rubí, pero ella ya entró antes de que pudiera alcanzarla y se cerró la entrada, y ella se puso a llorar.
Steven, Perla y Amatista no cabían en sí de lo sorprendidos que estaban, en especial las chicas que son las que más tiempo estuvieron con ellas o mejor dicho con Garnet, era la primera vez que las veían pelear de esa manera y como bien es sabido, la primera pelea entre parejas siempre duele...y mucho.
-N-No puede ser...-se lamentaba Steven, era increíble que ellas dos se hayan peleado de esa forma.
-¡Es increíble la actitud de Rubí! ¡No puedo creer que haya peleado contigo Zafiro!
-Silencio...-dijo Zafiro en una voz que apenas se le podía entender-Ella...tiene todo el derecho a enfadarse conmigo... ¡soy la única culpable!-dicho esto, quiebra en llanto y se va corriendo a la habitación, no a la suya...sino la de Steven.
-¡Zafiro! ¡Baja ahora mismo! ¡Hay que hablar sobre esto!-gritaba Perla preocupada por Zafiro.
-Déjala que se quede.-le dijo Steven calmadamente a Perla.-Es obvio que quiere estar a solas un rato, vamos a esperar un poco hasta que todo se calme y ahí podremos hablar con ella.
Perla quiso insistir, pero no le salieron las palabras para eso, además ella comprendía el estado en el que estaba Zafiro y no quería herirla aún más, finalmente desistió y dejó que Zafiro se quedará en la habitación de Steven pero con la condición que sólo sería por una noche.
Ya durante altas horas de la noche, nadie tenía pinta de querer dormir ya que todos estaban devastados por esa separación, y Steven, que era el que más necesitaba dormir no pudo hacerlo ya que, como si la presencia de Perla era lo suficientemente incómoda para él, ahora imagínense lo que era compartirla con Zafiro y eso era más complicado de lo que parecía, porque en primera ella al igual que Perla, lo observaba mientras dormía y eso a Steven lo asustaba bastante ya que ella, a pesar de que no se le veía ese ojo que tenía, se veía atemorizante en la oscuridad y Steven sentía de que ella lo estaba mirando fijamente, ya a las 4 de la mañana Steven se levanta y le grita a Zafiro.
-¡¿Qué quieres de mi?! ¡Ya deja de mirarme!
-Es que te ves encantador mientras duermes-le contesta Zafiro de una manera dulce.
-Ah...está bien... luego dormiré…-Luego pensó en la pelea que pasó esa tarde y quería hablarlo con ella, pero antes de que Steven pudiera decir algo Zafiro lo interrumpe.
-Si crees que es momento de que yo hable, entonces hablaré, te diré todo pero más te vale que estés listo ¿de acuerdo?
-Muy bien-dijo Steven decidido a escucharla.
-¿Y cuál era esa ley?-preguntó Steven con curiosidad.
-Primero te tengo que contar la historia de cómo conocí a mi Rubí para que puedas entender, así que acomódate porque lo que te voy a contar va a ser muy largo ¿Está bien?
-¡Sí!-Afirmó Steven entusiasmado a escuchar el relato.
-Bien, mi relación con ella comenzó así; las dos al principio apenas nos conocíamos de una a la otra, era porque a las gemas de Zafiro, como yo, éramos usadas como...oráculos para poder predecir lo que iba a pasar en la guerra que tuvo tu madre contra el ejercito de gemas y eso nos hacía bastante útiles pero nos mantenían encerradas en una habitación oscura como prisioneras, y teníamos que ser vigiladas todo el tiempo por el "Ejército de la Fuerza" cuyas gemas solo eran rubíes y a la que tú conoces es a la que a mi me tocó como la gema vigilante y se les tenía prohibido a las rubíes hablar con nosotras,solo podían darnos ordenes para cuando era la hora de que usemos nuestros poderes para poder predecir algo,cuáles serían los próximos movimientos de Rose,si sus estrategias tendrían éxito,etc.
Pero parecía ser que Rubí tenía cierto interés por saber quién era yo,porque cada vez que yo estaba recostada en la cama de esa habitación ,yo veía que ella me estaba observando con curiosidad a ver que hacía. Una vez cuando ella me estaba observando,yo estaba haciéndome la que no me daba cuenta que me veía y luego de un rato le dije. "¿Quieres pedirme algo o qué? No me gusta ser observada mucho tiempo." Y había notado que se había puesto más roja de lo que estaba y eso me hizo reír mucho.
Después de eso,ya que sabía que yo la veía,ella me habló por primera vez:
"Oye,no es por acosarte ni eso pero...tú sabrás que yo te he visto y eso pero déjame explicarte que la razón es porque nunca he visto a una Zafiro de cerca y me parecen muy interesantes...bueno,era por eso...nada más, ¡No se lo vayas a decir a la líder porque voy a sufrir un castigo si uno de sus subordinados me ve hablando contigo!"
Luego de que yo la oí decir eso,ya supe que ella sentía algo más que curiosidad,porque cada vez que yo practicaba mi canto,yo pensaba que me iba a gritar,pero solo se sentaba del otro lado de la puerta y me oía cantar. Y cuando solo venían otros subordinados,ella me decía que me callara pero solo cuando ellas se fueran que por ella yo no suponía ningún problema,de ahí empece a notar que ella sentía algo por mí, y yo también.''
-Awww, ¿tuvieron un amor prohibido ustedes dos?- preguntó Steven sintiendo ternura por aquella historia.
- Sí, era algo más o menos así, si hubieran sabido que Rubí y yo estábamos enamoradas una de la otra nos hubieran hecho un terrible castigo a nosotras dos y no hubiéramos estado vivas para ayudar a tu madre, nuestra relación fue muy secreta en aquellos días en la que yo estaba encerrada.
- ¿Y qué fue lo que pasó? ¿Por qué Rubí está tan enojada contigo?
- ... -Zafiro se queda callada por un momento- A eso voy, pero prepárate Steven, lo que te voy a contar va a ser muy duro para ti ya que eres un niño...
- No te preocupes, ya me contaste todo lo que hacían esas gemas, no te puedes callar ahora.- dijo Steven de manera seria.
- Supongo que tienes razón, bien te lo voy a contar... Durante nuestra relación secreta que teníamos, nunca nadie nos descubrió, porque gracias a mi visión futura pude predecir si alguien iba a venir o no y ahí nosotras podíamos actuar con normalidad entre las dos... las cosas que hacíamos...las cosas que nos contábamos...el amor que nos teníamos y que seguimos teniendo... todo eso sería muy mal visto para las líderes del Planeta Madre pero había alguien en particular... que nos vio una vez.
- ¿¡En serio!? ¿Y qué les hicieron?
- Bueno, nos hubieran hecho algo horrible, pero resulta que la única que nos vio, fue tu madre Steven, Rose Cuarzo fue la primera en enterarse de nuestra relación, nosotras ya nos dábamos por muertas cuando supimos que ella se había dado cuenta, pero lo extraño para nosotras es que yo no pude predecir que Rose vendría y que ella no les había dicho a las otras líderes sobre lo nuestro, ella lo dejo pasar por alto. Al principio nosotras creímos que ella nos iba a extorsionar con eso, pero resultó ser todo lo contrario, a tu madre por muy extraño que nos parecía a ella le gustaba vernos juntas, Rubí en una ocasión me contó que Rose habló con ella y le dijo algo que le pareció bastante incómodo, que como estaba nuestra relación y si algún día íbamos a hacer la...fusión.
- ¿Y fue ahí donde se fusionaron?
- No, faltaría mucho en ese entonces para que nosotras dos hiciéramos nuestra primera fusión, pero tu madre se empezó a interesar por nosotras como si estuviéramos a punto de formar parte de algo, yo era la que sabía eso, y no quise decírselo a Rubí para que ella no se enfadara con Rose, y no se lo dije porque iba a ser nuestra oportunidad, una oportunidad para poder ser libres de las manos de la tiranía en la que ejerce el Planeta Madre en este momento. Si yo no hablé en ese momento...era por Rubí.
- ¿Y por qué ella te odia entonces?
- ...*le empieza a salir una lágrima por su ojo* Verás... el escapar del planeta Madre fue algo que le conté a Rubí 500 años después.
- Wow...
- Pero lo que no le conté fue... algo que no le dije hasta ahora, y que ella ya lo sabe...
- ...¿Y qué cosa fue?
- Cuando nosotras teníamos nuestra relación, había dos Rubíes más que sabían de nuestra relación, eran confiables porque ellas eran muy amigas, es más, Rubí era su líder, pero las trataban bien. Lo que vi...en mi visión futura... se convirtió en uno de los motivos por el cual yo odio tener esta habilidad.- dijo llorando Zafiro.
- ¿Y que fue lo que viste Zafiro? Dímelo por favor...
- Es que... en aquella visión...he visto que nosotras fusionadas como Garnet nos íbamos felices a la Tierra, pero... a las amigas de Rubí...
Steven se cubrió la cara y le empezaron a salir lágrimas en los ojos cuando interpretó lo que Zafiro entre sollozos quiso decirle.
- Entonces...eso era...- dijo Steven con voz baja.
- A las amigas de Rubí...las mataron por enterarse de que nos encubrían ¡Es por eso que Rubí me odia tanto ahora!
Steven no supo como sentirse en ese momento, lo que acabó de escuchar fue un bombazo tremendo, Rubí era gruñona varias veces pero lo que acabó de escuchar lo dejo totalmente impactado.
- Za-Zafiro...no te preocupes por Rubí, yo voy a tratar de que logre hablar contigo, pero por favor ya no llores.
