AÚN ES TRECE EN MI PAÍS SO NO ME ATRASÉ~~.
He acá un proyecto algo largo sobre la otepéh(?). Básicamente es un AU situado post-termino del manga. Acá Shuu rescata de una forma que después será contada a Ken antes de que lo vuelvan quinque ; ;~ Así que trae leves spoilers, pero nada grave ya que esto será pura imaginación mía. Oh, Ken perdió casi en su totalidad su memoria y Shuu quedó con muchos, muchos traumas y fobias. Después explicaré el porqué junto a otros detalles, ¿Cuál es la gracia de tirar toda la carne a la parrilla?.
Ah, y es bien homo/yaoi. Acá no hay ni una sola aparición de Touka ni Hide ni nada -al menos por ahora - así que no esperen ver más personajes además de Tsukiyama y Kaneki.
Advertencias: Homos ; Shuuneki/KaneTsuki intenso; ANGGGGST ; feels ; menciones de mutilaciones ; posibles errores ortográficos/gramáticos ; ¿Gore? ; futura violencia y tratado de temas sensibles ; fobias extrañas ; más feels ; tal vez ooc que luego será justificado a medida que esto avance ; Tsukiyama tiene problemas serios.
Disclaimer: Tokyo Ghoul no es de mi propiedad, todo le pertenece a Ishida -la destructora- Sui , yo sólo ocupo sus personajes para inmortalizar a mi ship en una historia.
Tensión.
Eso era lo que sentía cada día por la mañana, mucha tensión.
― Amore, ¿Estás despierto? ― Susurró con algo de angustia mal disfrazada como ternura mientras golpeaba un par de veces la puerta. Esperaba ansioso, más que ansioso, una respuesta, la bandeja que traía junto al "desayuno" temblaba al ritmo de su impaciencia, tic toc tic toc, o maldito reloj ¿Porqué el le respondía y él no?, tic tac tic tac, hasta sus temblores comenzaban a llevar el ritmo ― ¿k-kaneki-kun? ― Repitió el llamado. Estaba seguro de haber sentido un pequeño Tic que lo obligó a cerrar levemente su ojo izquierdo. Tal vez no habían pasado ni treinta segundos desde que llamó al por primera vez pero los nervios ya lo estaban carcomiendo -ya lo habían carcomido-, sentía que había pasado una eternidad. Y en una eternidad pueden pasar muchas cosas, cosas que no quería volver a pasar. Probablemente si ocupara lentes estos estarían empañados por el vaho causado por su agitada respiración.
― Tsukiyama-san, perdón, me estaba abrochando la camisa ― Se sintió casi en el cielo cuando le contestaron desde el otro lado. Suspiró. Empujó la puerta con una sonrisa, más de alivio que de alegría, que se le haría tétrica a cualquiera menos al chico que se encontraba recostado en la cama del espacioso cuarto. Caminó tembloroso hasta donde se encontraba el joven, como si cada paso fuera un esfuerzo por no caer, y colocó cuidadosamente la bandeja sobre el regazo de este.
―¿Cómo durmió mon amore ―Atrajo una silla cercana hasta el lado izquierdo de la cama, se sentó en ella, cruzó sus piernas, apoyó su codo sobre uno de sus muslos y sonrió esperando alguna aprobación o contestación por parte del menor.
―He tenido noches peores ― Admitió mientras le da un sorbo al amargo café. ―¿Qué es lo que tenemos hoy?.
― Es una panna cotta con recubierta de médula osea y ojos para adornar, también panqueques con salsa roja ― contestó complacido, el menor lo miró unos segundos, le
dijo "No entendí ni mierda, pero está bueno" y simplemente se sirvió. El mayor sabía que eso era una buena señal, poco a poco su "relación" iba volviendo a ser lo que era, poco a poco el menor iba recuperando su personalidad, pero eso también quería decir que poco a poco iba a ir recordando. Y si eso pasaba debería decirle la verdad. Sacudió un poco su cabeza para alejar la realidad, ganándose una mirada interrogatoria que obviamente ignoro, y prefirió observar a hico comer. Le miraba de manera tranquila, satisfecho con que al menor le agradara lo que había preparado (que no era la gran cosa, sólo carne cruda puesta de manera elegante), como la sangre resbalaba graciosamente por sus labios ; esos labios que tanto había añorado aún sin probar..."no no no, espera Shuu, debes controlarte. Calmato, recuerda", se regañaba. No podía, no debía, sucumbir ante los instintos de su antiguo "yo". No, él ahora era un nuevo ser, uno que había jurado proteger a Kaneki Ken, que nadie volvería a tocarlo, ni siqiuiera él mismo.
― Si quieres puedes sentarte, la cama es lo suficientemente grande. Y lo sabes― le invitó sin mirarle mientras cortaba elegantemente el "panqueque". Era como si leyera su mente, cada vez que se quedaba pensando de más o actuaba de manera -aún- más anormal él lo notaba. Se había dado cuenta de que lo miraba de más, siempre lo notaba, pero era la primera vez que le invitaba a acercarse tanto, la primera vez desde que se conocieron.
― Oh, non non. Estoy bien aquí ― Negó inmediatamente, casi como si fuera automático. ¿Acaso esto era otra prueba más?, ¿Cuánto más torturarían su autocontrol?. No no no no, él no iba a hacerlo. No de nuevo, nadie volvería a dañarlo.
― Cállate y siéntate ― Soltó, o más bien arrojó, los cubiertos contra la bandeja haciéndolos resonar de manera violenta. Su mirada estaba clavada en el pelimorado, lo miraba con molestia, con hastío, con pena, como si quisiera llorar por una mezcla de rabia y tristeza. ― ¿Acaso te pregunté si quieras? ― El menor sabía que tenía una especie de autoridad especial sobre el otro, lo había entendido desde la primer día que estuvo consiente. Entendía que Shuu era muy -excesivamente- atento con él, pero que no invadía su privacidad ni espacio personal, entendía que alguna vez fue importante para él, pero no el grado de importancia, entendía que de alguna forma él lo cuidaba como si fuese el objeto más preciado y frágil del mundo, entendía muchas cosas sobre él pero no entendía porqué le tenía tanto miedo ― Te he dicho que lo hagas porque yo quiero ― Tomó la muñeca del mayor con rudeza y lo arrojó a su lado sin importarle muxho si le lastimaba o derramaba el café a medio tomar sobre ellos. Tsukiyama estaba aterrorizado, tenía mucho miedo, sus nervios no eran capaces de lidiar con tanto estrés y temor así que simplemente comenzó a temblar de manera errática y arritmica como un niño asustado. Ni él entendía bien el porqué de eso.
El albino creía sospechar algo, ¿Pero qué debería hacer? Simplemente le desquiciaba esa manía suya de ser tan amable, tan atento con él hasta el punto en que ni siquiera se le acercaba ni a quince centímetros. ¿Acaso no era especial para él? ¿No fue él mismo quién le juró cuidarlo?
― Hey, Tsukiyama-san ― Susurró para tratar de calmarlo.― No fue mi intención asustarte, pero sólo quiero que entiendas que no hay nada de malo en tocarme ― Se disculpó. Realmente apreciaba la ayuda y atenciones que el mayor le proporcionaba, pero la manera tan cautelosa con la que actuaba le exasperaba. Era como si de sólo rozarse se lastimaría, como si fuera un cristal, o peor aún, un monstruo. Y él odiaba a los monstruos.
Tomó las manos del otro, pudo sentir claramente como si fueran lo más cálido que había a pesar de que estaban bastante frías por el pánico, y con suavidad las colocó sobre sus mejillas ― ¿Ves? No me he roto ni te he lastimado. No tengo ni la menor idea de como te trataba antes, pero ahora está bien ― Y le sonrió, le sonrió de la misma manera de aquella vez. Una sonrisa tan amable que se le hizo imposible no llorar. No lloraba de pena o vacío como otras veces, no, ésta vez había algo en su estómago que oprimía su garganta y le obligaba a curvar sus labios de manera melancólica entre sollozos. ¿Felicidad, alegría? Quién sabe, sólo sabía que se sentía agradable.
― Kaneki-kun...― Sus pulgares comenzaron a moverse sin preguntar, acariciando de manera torpe los pómulos del mitad-ghoul .
Entre sollozos y risas disimuladas se miraron el uno al otro, ignorando totalmente el café y la carne derramándose sobre su piel y las blancas sábanas que los rodeaban. Sólo se dedicaron a disfrutar aquel contacto que ambos habían añorado por tanto. Un pequeño detalle efímero que querían conservar un poco más en sus recuerdos.
Vale, son las once con cuarenta y cinco de la noche. Yo debo ir clases mañana, pero hoy es trece y hace un mes exactamente salió al español el último capítulo del manga de TG *criesss* así que quise hacer algo 'cos soy bien sentimental. Y como es tan tarde no lo revisé bien, so muchas probabilidades de errores.
Intenté a hacer a Shuu algo muy paranoico, espero que se haya notado porque mi manera de escribir es una mezcla de primera y segunda persona así que es algo difícil ; ; ~ Además este primer capítulo es sólo una "Introducción" a todo el drama que se viene, y se viene con más drama que dorama coreano, pero quedó algo corta y confusa ; A ;. Enserio. No sé, espero actualizar el trece de cada mes, tal vez antes tal vez después. Pero una actualización al mes.
Ahora me retiro a dormir, porque estoy que me caigo de sueño. Y quiero soñar con mi galleta de oreo aka inspector Urie.
