"El hielo se derrite con el sol... un fenómeno muy lógico....
¿Pero qué pasa cuando los humanos se derriten como el hielo tan sólo con un pequeño rayo de luz que los toque?"
Cuerpos de hielo
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Ginko se encontraba caminando hacia un pequeño pueblo que se encontraba perdido en las montañas. El color del paisaje era en su gran mayoría blanco, puesto que ya habían comenzado a caer las primeras nevadas de invierno; la vegetación era un tanto escasa y los animales ya no se divisaban con tanta facilidad; lo que sí se apreciaban eran los pequeños mushis que sólo él podía ver. Caían unos cuantos copos de nieve, pero aún así el sol estaba presente. El cielo se veía revuelto, había una gran probabilidad de que pronto hubiera una tormenta de nieve.
El albino se dirigía allí debido a una petición de ayuda por parte de una familia, por lo que supuso que se trataba de algún tipo de mushi.
Finalmente divisó las primeras casas, y se adentró en el pueblo. Curiosamente, no había muchas personas afuera; sólo unas cinco o seis, cosa que le extrañó viendo la cantidad de casas que había en el pueblo; además el ambiente era un tanto hostil. El pueblo daba un poco de miedo, las casas eran viejas y destartaladas, casi parecía un pueblo fantasma.
En eso una mujer se le acercó. Era de cabello largo oscuro, y su mirada era apagada.
-¿Es usted el maestro del mushi?
-Así es. Estoy aquí porque me dijeron que a sus habitantes les ocurría un extraño fenómeno...- Antes de que pudiera terminar, un hombre se acercó a ellos y se paró junto a la mujer
-¡Al fin ha llegado! Hacía días que lo esperábamos
-Ustedes me llamaron, ¿no es así?
-Sí... queríamos que nos ayudara, pues creemos que sus conocimientos pueden curar a nuestra hija...
-¿Su hija?
-Sí. Le contaremos todo con más detalle dentro de nuestra casa; por favor si gusta acompañarnos...
-Claro.
Ginko los sigue hasta una pequeña morada. La estancia era modesta, con sólo unas cuantas alfombras y una pequeña chimenea; a pesar de que estaba encendida no daba un ambiente acogedor. También había dos puertas en la esquina; supuso que eran las habitaciones. Una vez dentro se quita su morral de madera y saca de su chaqueta azul un cigarrillo para escuchar a la pareja.
-Verá, éste año la intensidad del frío ha subido, pero aún así el sol nos ayuda a calentarnos. Pero por alguna razón, los habitantes han contraído una especie de epidemia...
-¿Epidemia?
-No sabemos qué es. Su piel empieza a adquirir un tono azulado, sus cuerpos se vuelven sumamente fríos y comienzan a derretirse si permanecen por mucho tiempo en el sol o en el fuego.
-Y hace tres semanas nuestra hija contrajo ésa enfermedad ¡Por favor ayúdela, nosotros somos incapaces de hacer algo por ella!
El albino termina su cigarrillo y pone un dedo en sus labios, pensativo.
-¿En donde está ella?
-En la habitación del fondo- señala una pequeña puerta que estaba cerrada – queremos protegerla de toda luz, hasta que sepamos qué es lo que tiene
-Muy bien, iré a revisarla- se levanta y se dirige a la puerta – no se preocupen, les prometo que encontraré una cura
"Quisiera estar tan seguro como soné. Nunca había escuchado de algún caso así antes, ¿Qué clase de fenómeno es ése? ¿En verdad podré saber qué es lo que origina esa enfermedad? "
Hola de nuevo! Les dije que iba a hacer un nuevo fic de mushishi, y pues aquí está. Como se darán cuenta, no es de romanticismo, pero aún así espero les haya gustado. Nos vemos en el próximo cap!
