Los personajes no nos pertenecen son de Stephenie Meyer va para las otras historias tambin.
Recuerdos de un pap
Recuerdo la noche en que me encontraba con mi mejor amigo y, ahora cuado, en el living de mi casa. Estbamos mirando un partido de baseball. Mi amigo Jasper se encontraba sumido en el partido, tanto dira yo que no escuch cuando mi hermana entr con toda su energa y se abalanz a su cuello.
- Jazzy te extra mucho- dijo el duendecillo de Alice.
- Yo te extrae mas- respondi mi amigo tranquilamente.
Y as se inici una charla con demasiado amor, miradas iban y venan, decid darles privacidad y subir a mi habitacin. Me recost en mi cama y dej que la msica me invadiera, la dulce msica de Debussy invadi mis odos a tal punto de desconectarme de la realidad, casi como un sueo, aunque fuera probablemente imposible.
No se porqu record aquella situacin, solo s que al verla a ella en el escenario con su piano me haca sentir el hombre-vampiro mas afortunado del mundo.
Despert de mi dulce e interesante sueo al escuchar el ruido del motor del auto de mi padre, me dirig a la cocina en busca de Esme; pude ver que era la hora del Crepsculo. Cuando llegu a la cocina tuve el presentimiento de que algo iba a pasar. No encontr a Esme por ningn lado, y me qued pensando. Estaba perdido en mi mundo cuando un sonido estridente rompi mi concentracin, un sonido cargado de furia y desesperacin. Segu el sonido y llegu a la sala donde se encontraba mi adorado piano.
Vi a una personita que intentaba llegar a las teclas. Me acerque al piano y la ayud, la sent en mi regazo y as alcanz las teclas. Comenz a tocar el piano creando una meloda nueva llenando el aire, solo en ese momento me di cuenta de quien era la personita en mis piernas, sus ojos color chocolates, tez blanca y cabello cobrizo que caa en suaves ondulaciones por su espalda, me qued admirndola por no se cuanto tiempo, cuando una vocecita me sac de mi trance.
- Te quiero- me dijo la nia y acto seguido me dio un abrazo y se fue.
- Yo te quiero mas- contest a su ausencia en un susurro.
El sonido de la ultima tecla me saco de mi ensueo, me levant rpidamente y la aplaud; la gente que se encontraba en el teatro me imit. No poda creer que me encontraba ah, ovacionando al amor de mi vida: mi hija.
Bueno ac les dej una historia muy tiernaespero que les guste.
Dejen sus hermosos comentarios que nos animan a seguir (o no?) escribiendo
Besos=)
