Taion.
A laughing voice sinks in the eardrum it is soiled and violence rapes me, rapes me…
( Una voz risueña penetra en los oídos tapados, esto se va manchando y la violencia me abusa, me abusa… )
» Taion — The gazettE.
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¿Puedes oírme?
Las horas resquebrajan las baldosas de los pisos una tras otra y el silencio reina por cada sala y jardín del extenso imperio. Las planicies áridas han perdido el sol, las estrellas y la luna para alumbrar el camino delas almas pesarosas que se reúnen una tras otra. Los sonidos del zapato chocar contra el azulejo o la tierra hacen mella en los oídos cansados del mayor de los hermanos que en silencio se queda observando el cuerpo sobre la amplia cama, respirando y existiendo pero sin vivir.
¿Lo ves allí? ¿Cómo puedes quererlo más que a Hakuryuu?
La sombra tenebrosa que le ha bautizado y que le ha brindado poder que nunca ha agradecido le acaricia el pecho de manera sinuosa una vez y luego otra; sus manos se vuelven su prisión y su mente se vuelven los grilletes que no podrá romper. Ésta diatriba debería comenzar con una mañana benigna en la que Alíbabá despierta del coma, pero todas las noches son aciagas en Kou desde que Judar vaga y les impide ver felicidad.
¿Crees que Hakuryuu y yo alguna vez tuvimos felicidad?
Y durante las audiencias con Koumei y Aladdin, Kouen susurrará las palabras que su hermano creen son importantes pero Aladdin no quiere escuchar: el plan continuará a pesar del estado del oriundo de Balbadd. Y el color oro tiene peso sobre las pupilas rojizas del emperador quien ahora observa el pecho calmo subir y bajar de manera suave, la pierna con tintes violetas y el rostro con el ceño fruncido.
¿Puedes verlo? Me encargaré de que no regrese contigo, me encargaré de hacerlo miserable cuando lo encuentre.
Debe mover el cuello de un lado a otro. Todo es producto de su imaginación, se dice a sí mismo para envolverse entre las falacias y mentiras piadosas: porque su oráculo nunca los dejará vivir, no mientras Hakuryuu quiera continuar con esa absurda guerra y la sombra tenebrosa pueda seguir brindándole poder.
Le he prometido que jamás lo dejaré solo.
Y algo se quiebra en la habitación, quizá fuera uno de los jarrones con agua para la fiebre del rubio o fueran los dientes del pelirrojo por trabarlos tanto bajo los dientes. Porque las sombras se van apoderando de su cuerpo una y otra vez, y los gritos, el horror, el dolor y el miedo se aglomeran en su garganta ensordeciéndolo y encegueciéndole una y otra vez cuando toma asiento seguido del rubio y pide a los demás que salgan de la habitación.
¿Qué más se supone que haga?
Hakuryuu te vencerá. Toda esa ambición de tu corazón no será sino tu perdición.
Las sábanas forman colinas irregulares bajo el peso del menor de ambos y Kouen en silencio barajea cada una de las respuestas, sabe por Aladdin que no queda tanto tiempo como el que cree disponer ¿Entonces, porqué se siente atado? Cuando gira el rostro y mira al rubio tiene que apretar y abrir los párpados porque de repente al chico le ha crecido una larga trenza negra y sus ojos se han abierto.
Pero éstos no son miel, son un rojo espantoso que le consume las entrañas. Son el hambre y también la sed, son el horror y la desesperación, cada mal sentimiento y cada vida que se le escapa entre los dedos. Y la sombra horrorosa se ríe de observarlo allí sentado como si la vida se le fuera en la silla con ojeras bajo los ojos y las posibilidades escapando de su comprensión.
Si yo no puedo volver con Hakuryuu, no dejaré que Alíbabá vuelva a tu lado.
